2. El plomo es un elemento químico de la tabla periódica,
cuyo símbolo es Pb (del latín Plumbum) y su número
atómico es 82 según la tabla actual, este químico no lo
reconocía como un elemento metálico común por su gran
elasticidad molecular.
3. Estado ordinario Sólido
Densidad 11340 kg/m
3
Punto de fusión 327 C
Punto de ebullición 1 749 C
Presión de vapor 4,21 10
-7
Pa a 600 K
Temperatura crítica -266 C
Módulo de compresibilidad 46 GPa
4. 1. El plomo el contacto con el aire se
oxida superficialmente, que hace
que desaparezca su brillo metálico,
pero que a su vez lo protege ulterior
oxidación.
2. Cuando esta recién fundido se
oxida rápidamente formando el
producto Pb O.
3. En presencia de agua de lluvia y del
CO2 del aire, el plomo se altera
cubriéndose de una capa de
carbonato hidratado, esta sal se
disuelve poco en el agua
comunicándoles propiedades
tóxicas.
5. Baterías para automoción,
tracción, industriales,
aplicaciones militares, servicios
continuos y de seguridad,
energía solar, etc.
Protección contra radiaciones de
todo tipo.
Vidrios especiales, para
aplicaciones técnicas o artísticas;
o Protección contra la humedad,
cubiertas y techumbres
Soldadura, revestimientos,
protección de superficies, etc.
Municiones y pirotecnia (nitrato
de plomo).
6. La obtención del plomo metálico se realiza en diversas
fases:
1. El metal se obtiene a partir de los sulfatos minerales, los
cuales se enriquecen mediante trituración, flotación y
desecación.
2. El concentrado se tuesta y sinteriza en un horno para
eliminar el azufre.
3. Posteriormente se lleva a cabo una fusión reductora de
aire.
4. El plomo fundido obtenido se calienta al aire para oxidar
las impurezas de arsénico, cobre y antimonio.
5. Finalmente se procede al afino para librarlo del resto de
impurezas (cobre, estaño y arsénico).
7.
8. Las propiedades
electroquímicas del plomo
se utilizan ampliamente
para sistemas de
almacenamiento de energía
eléctrica por medio de la
batería plomo ácido,
ampliamente utilizada en
vehículos automóviles, en
sistemas estacionarios de
comunicaciones, en
medicina y, en general,
donde es necesario
asegurar la continuidad de
los servicios y sistemas.