Este documento discute la diferencia entre significado y comunicación. Aunque todo puede tener significado potencial, no todo comunica, ya que la comunicación requiere de un emisor que intencionalmente codifique un mensaje y un receptor que lo decodifique. Los objetos como árboles, paredes y nubes pueden tener significado pero no comunican intencionalmente. Solo cuando los mensajes son creados por humanos para transmitir información a otros, como carteles, existe real comunicación.
2. Hipótesis: “No todo comunica”.
• ¿Todo comunica?
• Si respondemos “sí”, daría la impresión de
que todo cuanto nos rodea nos está
enviando “mensajes” que más o menos
podemos comprender.
• Lo que nos es comunicado -ya sea a
través de sonidos, imágenes, el habla o
un texto escrito- serían finalmente,
significados.
3. Todo significa
• Todo lo que podemos percibir – sean
imágenes, sonidos, texturas, conductas o
gestos – bajo ciertas condiciones podrían
considerarse significados.
• Los significados forman parte de los
signos. Los signos y símbolos tienen la
capacidad de significar cosas ausentes,
que no están ellas mismas en el mensaje.
• El mensaje actuaría como mediador entre
los “signos” y las “cosas”.
4. Significado
• El significado, es una producción social
(mediante una convención cultural) y
autónoma (no depende de la voluntad de
comunicar algo a alguien).
• Todo puede significar algo para un grupo
social, incluyendo cualquier estímulo del
entorno sensible.
• Todo significa potencialmente algo para
las personas. Incluso lo que no significa,
significa que no significa.
5. ¿Todo significa y comunica?
• Pero si todo significa, no todo comunica.
• Porque comunicar -que es “poner en
común”, “compartir”- es cuestión de dos
polos humanos. Uno que concibe, codifica
y emite un mensaje intencionalmente y
otro que hace un recorrido similar, pero a
la inversa: lo recibe, lo decodifica y lo
interpreta.
6. El Cartel
• El cartel está pegado en un árbol.
• No hay duda de que la intención del cartel es hacer
saber algo a alguien, poner algo en común, es
decir, comunicar un mensaje.
• Lo que distingue el cartel del árbol que lo soporta es
que el primero contiene un mensaje que fue hecho
clara y manifiestamente para comunicar algo a los
demás.
• El conjunto de los elementos tipográficos, icónicos y
cromáticos que configuran el mensaje del cartel no
son obra del azar. No pueden serlo.
• Por su parte, el árbol puede existir sin necesidad de
que haya intervenido ningún ser humano. Pero no
por eso podemos decir que no significa algo para
alguien.
7. El Árbol
• Su tamaño, la estructura de sus ramas y sus hojas
no son producto de la intención de nadie por
comunicar -ni siquiera del árbol-.
• Las cosas se presentan directamente por su sola
presencia, se identifican por sí mismas sin
necesidad de intermediarios. Son signos de ellas
mismas.
• Los mensajes, en cambio, re-presentan cosas
ausentes, las vuelven a hacer presentes a los ojos y
la memoria: son signos y símbolos de otras cosas.
8. La Pared
• La pared no se levantó espontáneamente,
sino que fue construida por alguien.
• Pero la función de la pared no es
comunicativa -se identifica ella misma
como pared-, sino de otra índole práctica,
como delimitar un terreno, cerrar un
espacio, proteger algo que hay detrás de
ella.
• Pero además de su utilidad práctica,
coincidiremos en que la pared puede
significar muchas cosas.
9. Las Nubes
• El significado no sólo está inscrito en los mensajes que
nos son comunicados.
• Está potencialmente en los esquemas mentales de los
individuos, en su red interna de conocimientos, donde
los estímulos del entorno proyectan significados.
• La prueba de que el significado lo producimos está en
que podemos buscarlo en cualquier parte:
– Miremos el cielo. Oscurece. Significa que el día se
extingue. Observemos las nubes, como hacía
Leonardo da Vinci, y podremos ver en ellas, formas,
rostros, caballos y otras figuras.
• Este no es el trabajo de las nubes. Es el trabajo de
nuestra imaginación.
10. Imágenes
• Los mensajes gráficos que vemos corrientemente
presentan ambigüedades semánticas que perturban
el significado deseado por el emisor.
• Esto ocurre en razón de que las imágenes son, por
su misma naturaleza, polisémicas: es decir que
tienen varios significados posibles al mismo tiempo.
• Por esta razón, cuando componemos un mensaje
gráfico solemos acompañar a las imágenes con un
texto.
• La complementariedad de ambos lenguajes hace
que la imagen muestre lo que el texto no puede
mostrar, y éste explique o argumente lo que la
imagen no puede explicitar.