2. Dogma de la Virginidad de María
En el judaísmo no se considera la VIRGINIDAD como un valor
particular, sino como signo de esterilidad. Sin embargo, en el pueblo
de Israel, se presentan excepciones, adquiriendo un aspecto positivo
de acceso a una unión más intima y aun servicio más radical de Dios.
(Dt 5,30; Jer 16,1-9).
La Biblia cree y expresa la fe en que Dios es el Dios de la vida y puede
hacerla brotar donde a la criatura humana le será imposible. Así, la
acción de Dios vuelve fecunda a mujeres como Sara, Rebeca, Raquel,
Ana e Isabel.
3. Dogma de la Virginidad de María
• El Hijo engendrado en la fe es un ser
divino. Afirmar la virginidad de la
Madre, origen humano del Hijo de Dios, es
afirmar al mismo tiempo el origen divino de
ese hijo.
• La concepción virginal de Jesús en María
abre a los hombres y mujeres de todos los
tiempos y de todas las épocas, la
perspectiva de un nuevo nacimiento.
Los textos son escasos y
controvertidos desde el
punto de vista exegético.
Los evangelios muestran
algunas signos:
4. La virginidad en María es la
creación de un nuevo pueblo.
Es la identidad del ser humano
ante Dios.
María es, en su VIRGINIDAD, lo
que la humanidad esta llamada a
ser desde la creación: templo y
morada abiertos y disponibles al
Espíritu, para ser imagen de Dios.
La impotencia del cuerpo virgen de María es figura de la POBREZA de
la humanidad para realizar su propia salvación, sin la gracia de Dios.
Dogma de la Virginidad de María
La virginidad de María es señal de la soberanía de Dios, que se acerca por la
gracia y posibilita al hombre y a la mujer la construcción del proyecto del Reino.
El Misterio de la virginidad El Misterio de la Mujer
Dios hace apertura a María para abrigar el
Misterio.
Su virginidad no es un privilegio individual, sino una AFIRMACIÓN, prototípica
de la cualidad y actitud del pueblo.