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La Maternidad Divina de Maria. El dogma mariano
1. La maternidad divina en la Sagrada Escritura
La maternidad divina a lo largo de la Historia
Dimensiones de la maternidad divina
La elección de Santa María como Madre de Dios
Eminente dignidad de la maternidad divina
LA MATERNIDAD DIVINA
2. El misterio de la maternidad divina de Santa
María constituye su razón de ser y del lugar que
ocupa en el plan divino de salvación. Es el misterio
central de la vida de Nuestra Señora, en el que se
fundamentan los demás misterios. Todo en María
gira en torno a la Personay misiónde su Hijo.
≪La Bienaventurada Virgen, predestinada desde
toda la eternidad como Madre de Dios junto con la
encarnación del Verbo por designio de la divina
Providencia, fue en la tierra la esclarecida Madre
del divino Redentor y en forma singular la generosa
colaboradora (soda) entre todas las criaturas y la
humilde esclava del Senor. Concibiendo a Cristo,
engendrandolo, alimentandolo, presentandolo en el
templo al Padre, padeciendo con su Hijo mientras
El moría en la cruz, coopero en forma del todo
singular, por la obediencia, la fe, la esperanza y la
encendida caridad, en la restauración de la vida
sobrenaturalde las almas≫. Lumengentium, n. 61.
3. Su elección como madre tiene lugar en la misma
decisión (consilio) de la encarnación del Verbo: ab
aeterno una cum divini Verbi incarnatione.
Es una autentica maternidad humana, que incluye
necesariamente el plano biológico, pero que abarca
muchos más aspectos. Madre e Hijo están
indisolublemente unidos en el plan divino.
≪En el misterio de Cristo, María esta pres
ente ya ‘antes de la creación del mundo’ como
aquella que el Padre ‘ha elegido’como Madre de
su Hijo en la Encarnación, y junto con el Padre
la ha elegido el Hijo, confiándola eternamente al
Espíritu de santidad. María está unida a Cristo de
un modo totalmente especial y excepcional, e
igualmente es amada en este ‘Amado’
eternamente, en este Hijo consustancial al Padre,
en el que se concentra toda ‘la gloria de la
gracia’≫.
4. Schmaus, M., Teologia Dogmatica. La Virgen María,
Madrid 1963, t. VIII, p. 91: La SE no dice «María es
la Madre de Dios», Theotokos o Deigenitrix. Sí
dice: María es la Madre de Jesús, Madre del Señor,
Jesús es el Hijo de Dios, el Verbo eterno del Padre.
Por tanto: María es verdadera Theotokos, porque su
Hijo es el Logos,Unigénitodel Padre.
En la SE, la maternidad divina está referida a la
verdad cristológica. Lc 1, 35: Πνεῦμα ἅγιον
ἐπελεύσεται ἐπὶ σέ, καὶ δύναμις Ὑψίστου
ἐπισκιάσει σοι· διὸ καὶ τὸ γεννώμενον ἅγιον
κληθήσεται, υἱὸς θεοῦ·
La maternidad de la Doncella es una autentica
maternidad humana y tiene su origen en una
intervención extraordinaria de Dios y en su
aceptación consciente y voluntaria.
La maternidad divina en la S. Escritura
5. Este consentimiento libre forma parte del
concepto adecuado de su maternidad divina.
Nicolas, J.H., Synthese Dogmatique, París 1986, p.
467: el relato de la Anunciación es mucho mas
rico que la simple afirmación de que Jesús ha
nacido de María. Gal 4, 4-6: sostiene la
maternidad divina, ya que el término de la
acción generativa es el Verbo: ὅτε δὲ ἦλθεν
τὸ πλήρωμα τοῦ χρόνου, ἐξαπέστειλεν
ὁ θεὸς τὸν υἱὸν αὐτοῦ, γενόμενον ἐκ
γυναικός.
Rom 9, 5: ὧν οἱ πατέρες, καὶ ἐξ ὧν ὁ
χριστὸς τὸ κατὰ σάρκα, ὁ ὢν ἐπὶ πάντων,
θεὸς εὐλογητὸς εἰς τοὺς αἰῶνας· ἀμήν.
Es una doxología que afirma de Cristo: 1: es
descendiente de los israelitas, y 2: es Dios
bendito. Por tanto: la mujer de la que procede
Jesús según la carne es Madre de Dios.
6. Mt 1,21: τέξεται δὲ υἱὸν καὶ
καλέσεις τὸ ὄνομα αὐτοῦ
Ἰησοῦν, αὐτὸς γὰρ σώσει τὸν
λαὸν αὐτοῦ ἀπὸ τῶν ἁμαρτιῶν
αὐτῶν. Se atribuye a Jesús el
carácter divino. Esto se refuerza con
el objeto de la salvación: ἀπὸ τῶν
ἁμαρτιῶν αὐτῶν; sólo Dios
puede perdonarpecados.
Lc 1, 43: καὶ πόθεν μοι τοῦτο
ἵνα ἔλθῃ ἡ μήτηρ τοῦ κυρίου
μου πρὸς ἐμέ; La palabra Señor se
aplica a Dios y al Mesías. Basta
comprobar el inmediato contexto,
para constatar que el termino kyrios
tiene un sentido verdaderamente
divino.
7. Para la predicación apostólica, si María es la
Madre de Jesús, es Madre del Hijo de Dios.
Kelly, N.D., Primitivos credos cristianos,
Salamanca 1972, pp. 15-80: En las primeras
confesiones de fe se recoge la afirmación de
que ≪Jesús es el Señor≫ (Rom 10, 9; 1
Cor 12, 3). Luego se hacen formulaciones
más explicitas (Símbolos) en 2 puntos: 1°: se
amplían las afirmaciones de la Trinidad, ya
que el Señor es el Verbo consustancial que
asume una naturaleza humana. 2°: aparece el
modo de la encarnación y aquí entra en
juego la función materna de María. Esta
función materna se viene destacando en la
tradición desde un primer momento.
La maternidad divina en la Historia
8. Ignacio de Antioquia (s. II), Carta a los Efestos, 7,2;
18,2; Carta a los Trallanos, 9,1; Carta a los Esmirniotas
1,1: vs gnósticos y docetas destaca la verdadera y
real humanidad de Nuestro Señor, e insiste en la
realidad de la maternidad de Santa María. Cf.
Justino, Diálogo con Trifón, 43,2; Ireneo,
Adversus haereses, 3,19,3: acumula expresiones
que afirman la realidad humana de la maternidad
de María. Ella praegnans erat, Jesús estuvo de
verdad in vulva Mariae, igual que Juan in
ventre matris suae; fue hijo nacido de María,
partus eius, fructus ventris eius. Toda esta
realidad de la maternidad de María es
necesaria.
Tertuliano, De carne Christi, 23: recalca que fue
engendrado verdaderamente y que nació
verdaderamente de Santa María.
Era urgente recalcar la verdadera maternidad de
María, para dejar a salvo la verdadera
9. Para los gnósticos el cuerpo de Cristo no
es real, sino aparente, fantasmal. Ireneo,
Adversus haereses, 1,24,2: de Satornil
«Decía que el Salvador no había nacido,
y que era incorporal y sin figura, y que
sólo era hombre en apariencia».
Adversus haereses, 1,7,2,15: Para
Tolomeo Cristo «pasó por María, como
el agua por una acequia». Cf.
Tertuliano, De carne Christi, 15,1: sobre
Valentín.
El rechazo del valor de la materia (la
materia parecía incapaz de salvación)
lleva a negar la realidad del cuerpo y
negar que Cristo hubiese tomado
realmente algo del cuerpo de la Virgen.
La concepción y el parto se reducían a un
mero transito a través del seno de María.
La maternidad de María es la garantía de
10. Los Padres insisten en la verdadera
maternidad de María, teniendo en primer
plano la realidad natural, biológica. Ojo con la
partícula Ex del Símbolo -natus ex Virgine-.
Pronto aparece la expresión Theotokos.
Probablemente tiene su origen en Egipto
(Alejandría). Aparece en el Sub tuum
praesidium(s. III).
Orígenes de Alejandría (c. 184-253): Socrates,
Historia de la Iglesia, 7,32,18: «Razonando así, los
antiguos no han dudado en llamar a María
Theotokos... También Orígenes, en el primer
libro de su comentario a la Carta de San
Pablo a los Romanos, afirmando que María
es llamada Theotokos, explica esto
exhaustivamente».
Graef, H., María. La mariología y el culto mariano a
través de la historia, Barcelona 1967, 55-56: en el s.
IV el uso de Theotokos está generalizado
11. El Símbolo de Nicea (325), se afirmo la fe en la
perfecta divinidad del Verbo contra el error de
Arrio: el Verbo no era Dios, como el Padre, sino
que era la criatura mas excelsa producida por el
Padre. El símbolo profesa que ≪creemos… en un
solo Señor Jesucristo Hijo de Dios… que por
nosotros los hombres y por nuestra salvación
descendió y se hizo hombre≫. Pero no hay
ninguna alusiónmariana.
El concilio de Constantinopla (381): «que por
nosotros los hombres y por nuestra salvación
descendió de los cielos y se encarnó por obra del
Espíritu Santo y María Virgen, y se hizo
hombre». Presenta solo una ≪de≫ (ek) que
≪apunta al origen del Verbo encamado en
cuanto tal; indica que tal encarnación tiene un
doble principio simultaneo: el Espíritu Santo y
María Virgen≫. Gonzalez, C.I., Maria evangelizada y
evangelizadora,Bogotá1988,p.253.
12. En el s. V, las dificultades contra la maternidad divina
surgen de una cuestión estrictamente cristológica: Al
inicio fue una cuestión de escuelas: Alejandría y de
Antioquia: hay 2 cuestiones: 1°: cómo concebir la
unidad de las dos naturalezas y 2°: la comunicación de
idiomas. María es llamada Madre de Dios, no por
engendrar a la naturaleza divina sino por haber
engendrado su naturaleza humana, la cual esta unida
al Verbo en unidadde persona.
En dic. 428, Proclo (t 446) pronuncia en Constantinopla
un sermón en honor de Santa María. Asiste el Patriarca
Nestorio. Proclo llama Theotokos a María, no tanto
para exaltar su gloria cuanto para afirmar que
Cristo, nacido de Ella, es Dios con toda verdad. Así lo
entiende Nestorio, pero aclara que María puede ser
llamada Anthropotokos, Khristotokos, pero no
Theotokos: Cristo «en sentido estricto» es un hombre
unido en forma especial a Dios. Nestorio subió al pulpito
y aclaró.
13. Las protestas fueron lideradas por Cirilo de Alejandría. De las cartas
entre Cirilo y Nestorio tieneparticularimportancia la2ªdeCirilo a Nestorio
(ene-feb 430): expone el fondo teológico netamente cristológico: «La
Escritura no dice que el Verbo se ha unido a la persona de un
hombre, sino que se ha hecho carne. Ahora bien, el hecho de que
el Verbo se ha hecho carne no es más que esto: El Verbo, al igual
que nosotros, ha participado de la carne y de la sangre, ha hecho
suyo nuestro cuerpo, ha salido hombre del seno de una mujer…
Esto es lo que proclama por todas partes la recta doctrina. Así es
como han pensado los Padres; por esta razón han llamado Madre
de Dios a la Santa Virgen: no porque la naturaleza del Verbo o su
divinidad haya comenzado a existir a partir de la Virgen, sino en la
medida en que Ella ha engendrado de sí misma su santo cuerpo
animado por un alma racional, cuerpo al cual, habiéndose unido
personalmente el Verbo, ha sido engendradosegún la carne».
430, sínodo de Roma (Papa Celestino) aprueba la doctrina de Cirilo y
rechaza a Nestorio; año 430, Cirilo, sínodo en Alejandría, aprueba la
3ª carta a Nestorio (nov 430) y sus 12 anatematismos.
14. El Concilio de Éfeso se abre el 21 jun 431, sin que
lleguen los legados del Papa, Juan de Antioquia, ni
Nestorio. En la 1ª sesión (22 junio), trata la cuestión
cristológica, el uso del título Theotokos, aprueba la
2ª Carta de Cirilo y se condena la respuesta de
Nestorio. No se redacta una nueva profesión de fe. El
decreto del 22 jun 431: «Después de la lectura de
estos documentos, el santo Sínodo decretó que
no es permitido a nadie proponer, redactar o
formular otra fe distinta de la que ha sido
definida por los Santos Padres reunidos en
Nicea con el Espíritu Santo».
Éfeso no hizo propios los 12 anatematismos sí
aparecen en III de Constantinopla (681), que los hizo
suyos. El 1° anatematismo: «Si alguno no confiesa
que el Emmanuel es verdaderamente Dios y
que por eso la Santísima Virgen es Madre de
Dios, puesto que engendró según la carne el
Verbo de Dios encarnado,sea anatema»,D. 252.
15. a) ≪Primeramente no nació de la Virgen
un hombre vulgar, a quien
posteriormente descendió el Verbo de
Dios; sino que decimos que el Verbo
unido desde el seno materno, se sometió a
un nacimiento carnal, haciendo suyo el
nacimiento de su carne≫.
b) ≪Por ello los santos Padres no
dudaron en llamar a la santa Virgen,
Madre de Dios, no porque la naturaleza
del Verbo y su divinidad hayan sido
generados en la santa Virgen; sino que ha
tomado de ella aquel sagrado cuerpo
perfecto, con alma inteligente, unido al
cual según hipostasis, el Verbo se dice
engendrado según la carne≫.
Cirilo, II Epistula dogmática Cyrilli, (leída
16. En Éfeso, eminentemente cristológico e
indirectamente mariológico, se define
dogmáticamente la Theotokos.
El Concilio de Calcedonia (451): ≪[El
Hijo] que antes de los siglos es
engendrado por el Padre en cuanto a la
divinidad, y el mismo, en los últimos
días, por nosotros y por nuestra
salvación, engendrado de María
Virgen, madre de Dios, en cuanto a la
humanidad≫.
Concilio III de Constantinopla (681) lo
recoge y hace suyo: He aquí el primer
anatematismo: «Si alguno no confiesa
que el Emmanuel es verdaderamente
Dios y que por eso la Santísima Virgen
es Madre de Dios, puesto que engendró
según la carne el Verbo de Dios
17. Calcedonia sintetiza la ≪Virgen María≫ (de
Constantinopla) y ≪Madre de Dios≫ (de Efeso).
1°: se declara los dos nacimientos de Cristo: uno de
Dios Padre, antes de todos los siglos y el otro en el
tiempo, de María; 2°: da la clave interpretativa del
Theotokos efesiano.
La formulación mariana de Calcedonia es la
concreción dogmática de la doctrina de Gal 4, 4 y de
Jn 1,14: en ambas se expresa la encarnación
(humanización)delVerbopreexistente.
El II de Constantinopla (553), canon 6°: repite la
doctrina de los dos nacimientos: ≪Dios Verbo nacido
del Padre antes de los siglos, se encarnó de María
en los últimos días≫y precisa que la Virgen María
≪es propia y verdadera Madre de Dios≫.
Con Arrio y Nestorio, la grandeza de la maternidad
divina se desdibuja cuando la divinidad de Cristo o su
personal unidad interna se desdibujan.
18. Los padres de la Reforma expresaron con
exactitud el dogma de la maternidad divina de
María. Pero abrieron el camino para que al fin
hayan terminado muchos por negar esa
maternidad, al oponerse al culto mariano. La
clara afirmación de la maternidad divina de los
primeros concilios redundo en una tierna y recia
devocióna la Madre de Dios.
El Concilio Vaticano II, toma la maternidad
divina como el marco en el que estudiar el papel
de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia.
En Lumen gentium, n. 52: Tras citar Gal 4, 4-5
y los Concilios de Éfeso, Calcedonia y II de
Constantinopla, destaca que esta maternidad es
biológica y al mismo tiempo ha tenido lugar
por la fe. Se trata de una maternidad que se
extiende desde la concepción y el parto hasta la
crianza del niño hasta el envío del Espíritu Santo.
19. La maternidad de María es una autentica
maternidad biológica, humana y natural.
Es plenamente sobrenatural, tanto en
cuanto al modo, porque fue una
maternidad virginal, como en cuanto a la
causa de la concepción, porque lo fue
por obra del Espíritu Santo. Es una
maternidad enteramente humana,
porque el cuerpo humano de Jesús creció
y se desarrollo realmente durante nueve
meses en el seno de María.
Decir que una mujer, por muy perfecta
que sea, es Madre de Dios, es
demasiado. Pero, así aparece en la SE,
así lo ha definido la Iglesia y los Padres
lo atestiguan.
Dimensiones de la maternidad divina
20. María es Madre de Dios, pues aunque ella
no engendre la naturaleza divina, sino la
humana, es la persona de la que se dice que es
concebida y no de la naturaleza, ya que
actiones sunt suppositorum. Las acciones,
como nacer, ser engendrado, crecer, pensar,
querer, morir, etc., no se predican ni son de la
naturaleza, sino de las personas, supuestos
racionales.
Como la maternidad origina una relación
permanente de persona a persona, que tiene
como fundamento la generación, María es una
criatura dotada de una dignidad única, porque
entre todas las criaturas Ella es, con la
humanidad de Cristo que procede de la suya,
la única que esta relacionada con la
Persona del Verbo en tanto que Persona,
sua actionepropria,attingitfines deitatis.
21. La maternidad es la razón de ser de la existencia misma
de la Virgen. Esta maternidad es su vocación. La
Lumen gentium, 61: «Beata Virgo, ab aeterno una
cum divini Verbi incarnatione tamquam Mater Dei
praedestinata». La beata Virgen fue predestinada para
Madre de Dios desde toda la eternidad juntamente con
la encamación delVerbo.
Estas afirmaciones, Por una parte, determinan la
modalidad de la encarnación, que no solo conlleva el
hacerse hombre, sino hijo del hombre, descendiente de
Adán; por otra, muestra la esencial referencia de
Santa María al misterio de la unión hipostática.
María, como Madre de Cristo, pertenece al ordo
hypostaticus: su predestinación es única y
esencialmente distinta de la predestinación de los
restantes redimidos.
La elección de María como Madre de Dios
22. Sto Tomas, S. Th., I, q. 25, a. 6, ad 4: La dignidad de María es
eminentísima ≪por sus relaciones con Dios, bien infinito; y
bajo este aspecto, no es posible nada mejor, como no es posible
encontrarcosa algunaque sea mejor que Diosmismo≫.
La dignidad de la maternidad divina esta vinculada a la dignidad
del termino de esa maternidad. María concibe y da a luz al Hijo
de Dios. Roschini, G. La Madre de Dios, Madrid 1962, p.
349: ≪Dios mismo, a pesar de su omnipotencia, no podría
crear una mas sublime. Para que pudiera haber una madre
mas grande y mas perfecta que María, sería necesario un hijo
mas grandey mas perfectoque Jesús≫.
Sto Tomas, In I lib. Sententiarum I, 44, q. 1, a. 3: ≪cuanto
mas noble es la comparación con que una cosa dice relación
con Dios, esa cosa es mas noble; y así la naturaleza humana
en Cristo es nobilísima por la comparación que la unión
hipostática dice a Dios; y después la bienaventurada Virgen de
cuyo senofue tomadala carneque se unió a la divinidad≫.
Eminente dignidad de la maternidad divina