Neumonia complicada en niños y pediatria vrs neumonia grave, gérmenes, nuevas...
No tengo nada que ver con la impotencia
1. "No tengo nada que ver con la impotencia, pero sí con la calidad del
esperma"
"Los hombres se portan conmigo igual que con los amigos a los que ni llaman ni visitan, pero de los que esperan que nunca les
fallen, incluso si solo los buscan para pedirles plata prestada", asegura la próstata, que reconoce ser un símbolo de lo masculino.
Pese a ser motivo de conversación de muchos, pocos saben a qué se dedica y se preocupan por ella solo cuando empieza a
protestar.
"Cuando ellos notan que ya no son capaces de orinar desde la puerta del baño o tienen que hacer mucha fuerza para lograrlo, se
asustan... Y es ahí cuando se acuerdan de que los urólogos, unos seres a los que les huyen toda la vida, existen", afirma.
Acepta que no es un órgano vital, pero no permite que se minimice su importancia: "Total, siempre soy invitada de primera línea
a la fiesta que más disfrutan los hombres: el sexo".
Pero ellos pueden vivir sin usted...
Sí, pero sin mí la calidad del líquido que protege y nutre a los espermatozoides, sería mala.
¿Usted produce el semen?
No, esa es tarea de las glándulas seminales, que son vecinas mías. Yo le agrego ácido cítrico, fibrinógeno, espermina, zinc,
magnesio, enzimas y otras cositas que les dan vitalidad y mejor movilidad a los espermatozoides.
Entiendo que también es una glándula. ¿Qué tiene que ver con la orina de los señores?
No confunda: sí soy una glándula y nada tengo que ver con la orina, lo que pasa es que como estoy afuerita de la vejiga y me
atraviesa su tubo de desagüe, que se llama uretra, cuando me inflamo bloqueo la salida. Ahí les complico la vida a los hombres.
¿Y por qué se inflama?
Con los años me voy agrandando; esa es una realidad. Pero también las bacterias y otros bichos de transmisión sexual pueden
amargarme la vida. Eso se llama prostatitis.
¿Cómo sabe un señor que tiene la próstata inflamada? ¿Eso duele?
Cuando un señor nota que empieza a correr con urgencia al baño, cuando siente que queda con ganas después de orinar y tiene
que hacerlo con frecuencia, cuando el chorro pierde fuerza y cuando desagua de a poquitos. Eso se llama prostatismo. Ahora, en
ocasiones puede haber ardor, y si tapo del todo la salida de la orina, imagínese el dolor...
Acláreme una cosita: ¿Tiene que ver con la potencia sexual?
Le repito: solo enriquezco el semen. Las ganas sexuales y la erección de los hombres son responsabilidad de otras dependencias.
¿Y entonces por qué insisten en vincularla con la potencia sexual?
2. Porque cuando tienen que extraerme, durante la cirugía pueden lesionarse los nervios responsables de las erecciones.
¿Y por qué tienen que sacarla?
Cuando me agrando demasiado o cuando me afecta el cáncer.
¿Por qué siempre la relacionan con el cáncer?
Porque entre más años cumplen los señores, más riesgo tengo de que esta enfermedad me ataque, tanto que dicen que si ellos
llegaran a los cien años, todos tendrían este cáncer.
Eso que dice es muy serio...
Bueno, en la mayoría de los hombres este cáncer crece tan despacio que es más probable que los afectados mueran de otras
cosas, pero en unos pocos este mal me afecta en forma muy agresiva.
¿Y por qué los hombres le huyen al examen?
Eso es una bobada. Lo que pasa es que para tocarme y verificar mi estado tienen que hacerlo a través del recto. Ya entenderá lo
que pasa...
¿Y no hay un examen de sangre, que es menos incómodo?
El examen mide unas sustancias mías que, cuando aparecen en la sangre, indican que algo pasa. Pero esa prueba, que se llama
antígeno prostático, no es suficiente. Para mí el tacto rectal es el rey de los exámenes...