Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Armado libro orga 10.5
1. 8 9
INTRODUCCIÓN
Este proyecto de investigación pretende abordar una proble-
mática de envergadura como es el conflicto urbano de lucha por
la tierra en el conurbano bonaerense. A partir de esta situación se
investigará la participación y el grado de desarrollo de las orga-
nizaciones de base, las diferentes conformaciones de sus lideraz-
gos, los diferentes momentos de la organización y su relación
con otras organizaciones políticas, religiosas, económicas, de ín-
dole pública y privada y los tropiezos en las gestiones ante orga-
nismos oficiales necesarios para cumplimentar el periplo que re-
quiere la formalización de la regularización dominial. Estos as-
pectos serán relevantes en el momento de evaluar la eficacia de
los dispositivos organizacionales capaces de lograr el acceso a la
tierra, en principio precariamente.
Los diversos problemas de exclusión social que presenta la
sociedad argentina, se manifiesta agudizados en las áreas margi-
nales del conurbano bonaerense. Jóvenes, villeros, mujeres, po-
bres, desocupados, y otras figuras sociales aparecen como círcu-
los concéntricos que cuando convergen dan lugar a situaciones
2. 1 110
1 También se lo conoce como Ente o Fondo de Reparación Histórica del Conurbano
Bonaerense. Fue creado en 1992.
de alta vulnerabilidad, fragmentación, centrifugación, heteroge-
neidad social, en los que los logros comunitarios y de pertenen-
cia a una sociedad civil compartida se hacen evanescentes.
Ante las condiciones de inseguridad y faltas de normas de
convivencia, la tierra se convierte en un elemento básico de for-
talecimiento posible. Carente de todo lo imaginable, los exclui-
dos de la sociedad de consumo suelen ver en el “afincamiento”
una posibilidad de vida. Un posible punto de partida para enca-
rar otras soluciones: agua, luz, desagües, escuelas, salud y otras.
A diferencia del obrero industrial estable que vive el espacio
cerrado de la fábrica como su principal referencia, los pobres só-
lo cuentan con el espacio abierto, móvil, inestable del territorio
que habitan. Más que pobres, marginales o desposeídos, son se-
res humanos excluidos de la mayor parte de las cosas: algunos de
ellos sólo tienen como cable a tierra, con conexión con la vida, un
hogar familiar precariamente situado sobre un terreno que es de
otro ; un conjunto de materiales de deshecho que los cobijan par-
cialmente. Es como si vivieran literalmente en el aire, sin asenta-
miento legal, sin ingresos estables, sin trabajo permanente, recha-
zados por la sociedad, sin pertenecer a grandes organizaciones
sociales. Un conjunto de personas y chapas de zinc flotando en
el vacío, sin raíces, desintegrados de una sociedad restrictiva con
una cultura diferenciada. Personas pobres que tratan de incluir-
se, de trabajar, de participar y en última instancia, de poseer un
lugar en la vida.
Según un relevamiento realizado en 1992 por el equipo del
Area de Planeamiento del Plan de Justicia Social del Conurbano
Bonaerense1, sobre asentamientos humanos, se puede observar la
cantidad de familias, de manzanas ocupadas y año de la toma de
las tierras. Transcribimos a continuación los siguientes datos:
Zona Zona Zona
Norte Oeste Sur
Cantidad de Familias 4.626 10.062 28.019
Cantidad de Manzanas Ocupadas 93 370 965
Familias por Manzanas Ocupadas 49 27,2 29
En el cuadro se puede visualizar la trascendencia de la proble-
mática que intentamos investigar.
Objetivos
El relevamiento a partir de los testimonios y el análisis docu-
mental constituirán las fuentes para el trabajo de investigación.
Lo que se busca, entonces es reconocer las poblaciones asentadas
(dos asentamientos, uno en Moreno y otro en el ex partidos de
Morón- actualmente Ituzaingo) determinar los factores que han
contribuido al surgimiento de liderazgos comunitarios, a identi-
ficar las características organizacionales en los diferentes mo-
mentos, desde la toma hasta el proceso de regularización domi-
nial, y el establecimiento de modalidades vinculares con otras or-
ganizaciones. También consideramos como relevante para el
planteo de la investigación la posibilidad de identificar y analizar
las diversas leyes, decretos y ordenanzas que nos proporciona
una mirada formal/legal del decir de las diferentes instancias es-
tatales.
3. 1 3
Fundamentación del tema elegido
La elección de tema deviene en forma concomitante con el
surgimiento de estas diversas formas de asentamientos humanos
que a partir del restablecimiento democrático sistematizaron su
proceder. Esta información surge de los materiales consultados y
que están expuestos en la bibliografía.
Varías son las incógnitas que se plantean cuando se intenta
conceptualizar las prácticas sociales de los grupos con caracterís-
ticas específicas. Surgen interrogantes, tales cómo nacen, cuando
y cómo se conforman esas organizaciones capaces entre otras ac-
tividades, de conducir a miles de familias a soñar con la idea del
techo definitivo. Estas organizaciones han demostrado eficacia y
eficiencia para armar defensas territoriales para evitar inundacio-
nes, construir centros de atención primaria de la salud, capacidad
para organizar un centro educativo que revierta el analfabetismo,
conducir cooperativas solidarias para gestionar ante los distintos
organismos técnicos la regularización de esas tierras que años
atrás eran una enorme basura.
Además ha motivado este proyecto la trayectoria personal/la-
boral en relación con el tema2.
Si bien no es un trabajo exclusivamente de características teó-
ricas, el marco conceptual se sitúa en el cruce de dos perspectivas
de análisis: en primer lugar queremos hacer referencia el campo
12
de la Sociología Urbana, tomando como paradigmas los trabajos
de Castells. M. (Problemas de investigación en sociología urba-
na, 1972) Resultan apropiadas algunas líneas para el análisis co-
mo la organización social del espacio, la tipología de las formas
de ocupación del sueldo, y de Ledrut, R (El espacio social de la
ciudad, 1974) por su postura crítica a los conceptos profesiona-
les de planificación urbana y el rescate de prácticas colectivas
transformadoras.
En segundo lugar está orientado sobre recientes investigacio-
nes acerca de las estrategias organizacionales de los llamados
nuevos movimientos sociales, como forma de organización po-
pular dentro de un contexto participativo democrático.
El Apéndice versará sobre cuestiones metodológicas.
La revalorización de la tierra y el sentido de la vivienda pro-
pia como el punto de partida para el desarrollo humano y social
serán tratados en el Capítulo 1
En el Capítulo 2 desarrollaremos lo relacionado con el proce-
so de consolidación del espacio y la lucha por la vivienda, y tam-
bién nos pareció adecuado agregar en esta capítulo un punto de
comparación entre diferentes enfoques, el “estado del arte”, aco-
tado a la lógica de la acción colectiva.
En el Capítulo 3 desarrollamos el Marco Referencial que nos
permite delimitar el objeto de estudio y expondremos los testi-
monios de los entrevistados. Así compararemos las trayectorias,
como sus obstáculos y logros, analizaremos en forma pormeno-
rizada y desagregada los testimonios de cada grupo en una pri-
mera etapa, para luego hacerlo en forma más global.
Finalmente se enunciarán algunas conceptualizaciones, que
puedan constituirse en futuras hipótesis de trabajo.
2 Durante 1990 integre una cátedra de la carrera de Trabajo Social de la UBA donde se
describían y analizaban las formas organizacionales de los pobladores asentados en tie-
rras privadas y fiscales . En 1991 fui director de Acción Social del Municipio de More-
no y durante 1992/1993 integre los equipos de Programas Sociales del Fondo de Repa-
ración Histórica del Conurbano Bonaerense, destacado como evaluador de proyectos
comunitarios(incluidas gestiones referidas a la compra de tierras privadas para favorecer
la radicación de poblaciones asentadas).
4. 1 514
APÉNDICE METODOLÓGICO
Este trabajo de investigación se pretende constituir en una
respuesta a un desafío como el la caracterización particular de la
forma organizacional de los asentamientos humanos, un aporte a
una temática explorada parcialmente.
En ese sentido, se pretende rescatar algunas claves de la reali-
dad contemporánea de buena parte del conurbano, intentando
“fotografiar ese mundo “tratando de testimoniar a algunos de sus
actores.
Por qué se utilizó el estudio de casos. Un motivo básico estu-
vo relacionado con mi historia personal3, y por otro lado por ra-
zones metodológicas. Este tipo de metodología, el estudio de ca-
sos, nos permite estudiar más intensamente y describir dimensio-
nes a partir de los testimonios y de la observación de los docu-
mentos. Si bien esta técnica nos es útil para abordar situaciones
problemáticas de la realidad, permite identificar problemas y
apreciar su relevancia, reunir y relacionar información para poder
En el Anexo se expondrá, en una primera parte el cuerpo de
leyes, decretos y ordenanzas relacionadas con los asentamientos
en estudio con comentarios del suscripto.
3 Este tema fue tratado en la fundamentación del tema.
5. 1 716
Fase Proactiva: aquí contemplamos los fundamentos teóricos,
la información previa, los criterios de selección de casos y unida-
des de análisis, los materiales, recursos y técnicas
Fase Interactiva: esta fase corresponde al trabajo de campo,
tomas de contacto y negociación, las entrevistas, la observación,
las entrevistas y los documentos.
Fase Posactiva: este momento se refiere a la elaboración del
informe final, donde se detallan las reflexiones críticas sobre el
caso-problema.
El tipo de estudio de casos que corresponde al enfoque que
utilizó este trabajo es el estudio de casos interpretativo, donde las
descripciones densas que se realizan se utilizan para desarrollar
categorías conceptuales. Se distingue de los estudios de casos
descriptivos por su complejidad, profundidad y orientación teó-
rica.
De acuerdo a Reynolds5, este es un caso ilustración, cuyo
propósito es ilustrar determinadas situaciones, en este caso en
forma comparativa.
El diseño utilizado para la investigación fue exploratorio, y
con técnicas de recolección cualitativas. Este diseño permitió
analizar la complejidad del fenómeno en estudio y por sobre to-
dos los enunciados que se utilizan son complejos y requieren una
multiplicidad de observaciones.
Justificamos la utilización de este diseño de tipo exploratorio
desde el punto de vista de que nos permite acercarnos a investigar
problemas del comportamiento de los asentados, ya que cada uno
de ellos es absolutamente singular, consultamos bibliografía espe-
5 Reynolds, J. 1985. Méthode des cas et formation au management : guide pratique, Inap-
Ar.1-4/407.
analizarla. Está técnica se considera flexible, dinámica y participa-
tiva sobre las situaciones que se presentan en la realidad. No obs-
tante estas ventajas consideradas sustantivas para este tipo de es-
tudio, el estudio de caso tiene problemas con la representatividad.
El objetivo básico de este tipo de investigación es comprender
el significado de una experiencia, en contraste con los estudios
cuantitativos, donde se desmenuza el fenómeno para examinar
sus elementos o variables.
Nos parece pertinente citar el trabajo de Gloria Perez Serra-
no4 en relación con destacar las siguientes características propias
del método:
a) particularista: los estudios se centran en una situación o un fe-
nómeno particular. Concentran su atención sobre el modo
particular en el que grupos de gente confrontan problemas es-
pecíficos, adoptando una visión holística de la situación.
b) descriptivo: el producto final de este tipo de estudio es una
descripción rica y densa del fenómeno objeto de estudio.
c) heurístico: apuntan a la comprensión del fenómeno objeto de
estudio. Pueden aparecer significados poco previstos o pro-
fundizar aquéllos que configuran mayor provisoriedad.
d) inductivo: el razonamiento en que se sustentan los estudios es
de naturaleza inductiva. Las generalizaciones, o los conceptos
surgen de un examen de los datos. El descubrimiento de nue-
vas relaciones y conceptos, más que la verificación de hipótesis
predeterminadas, caracteriza al estudio de casos cualitativos.
Respecto al diseño metodológico en los estudios de casos, se
han tenido en cuenta las siguientes fases:
4 Perez Serrano, Gloria.”Investigación Cualitativa “Ed Fundación Universidad a
Distancia.”Hernandarias”. Buenos Aires, 1994.
6. 1 918
CAPITULO 1
ALGUNAS CUESTIONES TEORICAS
“El arraigo, vale decir el vínculo con una comunidad local, no
constituye una determinación sociológica de poca importancia.
Tiene su fundamento en las condiciones más profundas de la for-
mación de colectividades”9. Nos parece sustantiva la afirmación
de Ledrut en principio por entender que si bien una ciudad es un
conjunto de calles y edificios, es una reunión de hombres que tie-
ne vinculaciones mediante la especialidad10, es decir mediante las
cosas que forman un determinado espacio. Este espacio, la ciu-
dad, se constituye en una unidad simbólica11, de esta manera le
queda asegurado al espacio un papel fundamental en el estableci-
miento y fortalecimiento de los vínculos sociales del desarrollo,
del arraigo al territorio y da origen a una nueva forma de acción
social.
9 Ledrut,R.1974. El espacio social de la ciudad. Bs As Amorrortu Editores.
10Ledrut,R. opus cit.
11Ledrut,R opus cit.
cífica y general, y también quisimos introducir un pequeño deba-
te acerca de las características de la lógica de acción colectiva6.
Antes de comenzar la investigación confirmamos la accesibi-
lidad a los datos y su veracidad, lo que nos permitió trabajar con-
fiadamente. En el caso del asentamiento “1 de Julio” el falleci-
miento de Rubén Rosso, nos obligó a seleccionar a quién íbamos
a entrevistar. Fueron los técnicos de la ONG Madre Tierra quie-
nes nos surgieron a quienes entrevistar y quienes nos facilitaron
el acceso a los testimonios. Las personas que entrevistamos res-
pondían a nuestro perfil, esto es haber participado en el proceso
de la toma, la organización y la regularización dominial.
En Satélite 2, también gracias a la misma ONG, selecciona-
mos a uno de los ex-integrantes de la Comisión de Tierras, y a
Hugo y Adelaida, por ser integrantes de la Junta Vecinal y como
un poblador más del asentamiento7.
La técnica más utilizada para la recolección de los datos ha si-
do la entrevista, que se desarrolló en forma colectiva, en repeti-
das ocasiones en cada asentamiento. Las entrevistas no respon-
dieron a alguna estructuración a priori, la intención era construir
la entrevista en el momento. En una de las entrevistas participó
Sandra8 de Madre Tierra.
Sabíamos que por la índole de la temática a abordar había que
conseguir rapport por parte de los entrevistados, y fue gracias a
la colaboración del antropólogo Juan M. Alegre, que produjo un
buen acercamiento con los asentados, colaborando en la conduc-
ción de las entrevistas en algunos pasajes.
6 Este punto está desarrollado en el Estado del Arte.
7 Queremos aclarar que en virtud del problema de la representatividad del estudio de caso,
los entrevistados no son ni la muestra ni un representante, es tan solo un asentado más.
8 Sandra ha participado en las distintas etapas de la conformación de la Comisión de Tie-
rras, por eso juzgamos su testimonio, en forma grupal con los pobladores, como signi-
ficativo.
7. 2 120
les constatables en la importancia de la vigencia de la institucio-
nalidad democrática para la preservación y defensa de la libertad,
integridad física y demás derechos a los ciudadanos. El surgi-
miento de estos movimientos, su objeto de convocatoria y de es-
tructuración como sus interpretaciones hoy resultan provisorias.
Garcia Delgado14 expresa que no desaparece el conflicto capi-
tal-trabajo, éste ya no tiene la sustantividad que tuvo en el perío-
do bajo la hegemonía del Estado Benefactor, ahora la conflictivi-
dad del postindustrialismo es más compleja y múltiple. Quizá és-
ta sea la razón del distanciamiento de los nuevo movimientos so-
ciales respecto a los partidos políticos y el estado.
Martín Barbero15 frente a la provisionalidad y rotatividad del
mercado de trabajo que, especialmente en tiempos de crisis eco-
nómica, dificulta la formación de lazos permanentes, es el barrio
donde las clases populares pueden establecer solidaridades dura-
deras y personalizadas. Porque es en ese espacio donde quedar
sin trabajo no significa perder la identidad, dejar de ser hijo de
Fulano o padre de Zutano”.
Los dos autores arriba citados parten del mismo concepto en
referencia al trabajo. No está en esta cita explícito pero podemos
suponer que era la organización sindical” la que otrora facilitaba
la generación y mantenimiento de lazos solidarios.
Retomando nuestro análisis respecto al primer punto, pode-
mos detectar tres condiciones que experimentan una transforma-
ción clara acerca de la perdurabilidad del modelo del Estado Be-
nefactor:
a) la permanencia de la crisis con sus efectos y manifestaciones
14Garcia Delgado, Daniel. 1996. Estado y Sociedad,edit.Tesis-Flacso, Bs.As.
15Barbero, Martín,1987. De los medios a las mediaciones , edit Gilli. Barcelona.
Entonces respecto al ordenamiento del espacio, parecen cho-
car dos tendencias, por un lado las que corresponden al paradig-
ma técnico12, y por otro las luchas de las organizaciones de los
hombres que procuran apropiarse colectivamente del espacio.
Nos pareció importante el aporte de Castells13, no sólo para
ver dimensiones de análisis de la problemática sino para ver la
conceptualización expresa acerca de la planificación urbana” co-
mo medio de control social del orden urbano por parte de insti-
tuciones administrativas y políticas investidas de autoridad”. En-
tonces según este autor la institución que caracteriza a los orga-
nismos estatales que tienen como misión el ordenamiento urba-
no están reproduciendo el orden capitalista.
1.1 La organización popular y los movimientos sociales.
En principio podríamos decir que hablar de organización im-
plicaría ubicarla en un contexto histórico determinado, más si se
refiere específicamente a lo popular. No obstante algunos pará-
metros que definen los elementos estructurantes parecen no es-
tar definidos
Desde este trabajo entendemos que hay cierta amalgama en-
tre los conceptos de organización popular, de participación y de
nuevos movimientos sociales.
Uno de los criterios más aceptados acerca del surgimiento de
los movimientos sociales, es la crisis del orden socioeconómico
propio del denominado Estado Benefactor y otro es la revalori-
zación del discurso democrático en el marco de las ciencias socia-
12Queremos expresar con esta concepto a la sumatoria de conceptos, enfoques, operato-
rias que remiten como fundamento a la racionalidad formal.
13Castells, M. 1972. Problemas de investigación en sociología urbana. Bs. As. Siglo XXI.
Si bien la planificación urbana no constituye un objetivo del trabajo, es sustancial para
conocer como el estado trató historicamente esta problemática.
8. 2 3
múltiples: estancamiento del crecimiento económico, desocu-
pación, destrucción de las redes de los servicios de seguridad
social, etc. Todo ello afecta simultáneamente la capacidad re-
distributiva del Estado Benefactor.
b la creciente segmentación de mercado de trabajo como con-
secuencia de la innovación tecnólogica y la complejización
funcional de las sociedades actuales que conlleva a la segmen-
tación del mercado de trabajo y que altera las condiciones de
funcionamiento del modelo de negociación colectiva triparti-
to (estado/sindicato/empresas) propio de este tipo de estado.
c) el desdibujamiento del estado-nación como espacio producti-
vo, administración-político y de negociación colectiva cerra-
do.
Estos tres procesos de pérdida de dinamismo del sector pro-
ductivo y las potencialidades redistributivas tradicionales del
mundo post-keynesiano, desarticulación de las formas clásicas de
negociación colectiva se desarrollan paralelamente y se refuerzan
mutuamente imprimiéndole otro orden al del Estado Benefactor.
Castagnola16 aclara que...“un aparato estatal relativamente
amplio que pierde eficiencia en el cumplimiento de uno de los ro-
les definidos como centrales se expone a dos procesos paralelos.
Por una parte, a una creciente jerarquización y centralización a
consecuencia de una tendencia autodefensiva del personal buro-
crático y por otra parte a ser visualizado por la sociedad primor-
dialmente como hábito de concentración de poder y mecanismo
de centralización de procesos decisorios”.
De mantenerse y reproducirse las tendencias señaladas, se
pueden visualizar progresivamente las condiciones y formas de
22
participación social en sus múltiples dimensiones. Pierre Rosan-
vallón17 ha señalado esta participación compleja y contemporá-
nea en varías ciudades europeas, pero que bien pueden consti-
tuirse en un aporte para la lectura de nuestras sociedades.
La emergencia de una explícita crítica al estado, ganando cre-
ciente legitimidad y poder de convocatoria desde distintos para-
digmas ideológicos y de un progresivo retroceso de los social que
se expresa en un número creciente de individuos que estima más
ventajosa la búsqueda de estrategias individuales de negociación,
de una ubicación en el marco de un mercado laboral cada vez más
fragmentado e incierto como alternativa a los mecanismo clásicos
de la negociación colectiva. De esta forma se alteran las relacio-
nes entre lo individual y lo colectivo, a la vez que se abre una vía
de cuestionamiento de la legitimidad de uno de los ámbitos de la
participación simbólica más importante como es el estado.
Porque “... cuando las desigualdades aumentan en intensidad
y persistencia, suscitan entonces un cambio de la estructura de la
sociedad y en las representaciones que los individuos hacen de
ellas”18.
1.2 Acerca de la revalorización de la democracia.
En esta punto aparece como sustantivo el tratamiento de la
problemática de la participación en sus diversas dimensiones. La
emergencia de los denominados “nuevos movimientos sociales”,
para distinguirlos de los “tradicionales” (sindical, estudiantil).
Los NMS (nuevo movimiento sociales) presentan diversidad de
intereses o preocupaciones de origen. Según la génesis de los mo-
vimientos se encuentre en problemas de territorialidad, religiosos
- culturales, reivindicación de ciudadanía o puja distributiva, és-
tos presentarán características organizacionales, y quizá lo más
17Rosanvallón,P.1984 La crisis del Estado Providencial. París.de Seuil,
18Rosanvallón, P .y Fitolessi, J. 1997. La nueva era de las desigualdades. Bs As. Manan-
tial.
16Castagnola José L.1986.Participación y movimientos sociales. Cuadernos Claeh 39.Uru-
guay.
9. 2 5
importante, lógicas de acción fundadas en matrices culturales
muy diversas.
La discusión sobre la naturaleza de los movimiento sociales,
y especialmente respecto al alcance del concepto es un tema re-
currente en la literatura sociológica. A este respecto Filgueira19
señala la existencia de dos modalidades de definición conceptual:
una modalidad estrecha que ubica a los movimientos sociales co-
mo expresiones colectivas extraestatales que buscan establecer un
orden social alternativo, excluyendo de esta forma a todos aque-
llos movimientos que tuvieran un referente estatal positivo. Otra
definición más amplia hacia abstracción de la finalidad de gestión
de un orden social alternativo, admitiendo dentro del concepto
de movimiento social a todo participación colectiva no partidaria
que se organiza en torno a cierto valores e incide o busca incidir
en decisiones políticas.
Compartimos con Filgueira su preferencia por la definición
amplia, por cuanto el carácter del movimiento social no tiene por-
qué vincularse a la formulación de una propuesta social alternati-
va. Es posible señalar muchos casos en los que las modalidades de
acción colectiva no partidarias -incluso con una fuerte orientación
de conservación del orden social vigente- adquirieron niveles ele-
vados de significación en la dinámica social, imposibles de ser ig-
norados o clasificados conceptualmente de otra forma.
Admitiendo la definición más abarcativa, es posible, de todos
modos, señalar tres componentes indispensables para la configu-
ración de un movimiento social:
1) La configuración de un agrupamiento estable que se moviliza
(un número más o menos relevante de individuos que actúan
en forma conjunta y en una misma dirección)
24
2) La existencia de un conjunto nítido de demandas en común
(que implica ciertos niveles de homogeneidad entre los parti-
cipantes), y
3) que este actor colectivo sea un sujeto sin vocación de gobier-
no del Estado, distinguiéndose en tal sentido de un partido
político.
Podemos arriesgar que los factores de agrupamiento y de ar-
ticulación organizacional que pueden servir de base para una
movilización colectiva son cambiantes y relativos a las caracterís-
ticas específicas de cada sociedad.
1.3 El problema de la participación en la dinámica
democrática
Es necesario, para poder seguir avanzando, precisar e identi-
ficar los problemas relativos a la participación en la democracia y
la precisión de algunas definiciones y delimitaciones.
Comenzamos con una esquemática definición de lo que pue-
de denominarse el “núcleo central firme” (empleando la expre-
sión de Lakatos) de la democracia, más precisamente según nues-
tro modo de entender la democracia, su aspecto central es cons-
tituir una modalidad de regulación y procesamiento de conflic-
tos sobre la base de la construcción de consensos en el marco de
un debate político público que supone el respeto y reproducción
del pluralismo intrasocietal.
El planteo anterior nos lleva a uno de los problemas centrales
de la relación entre participación y democracia. Cuáles son las
condiciones y mecanismos mediante los cuales una sociedad lo-
gra mantener una regulación política efectiva, la cual implica que
el conjunto de sus miembros se identifiquen con ella sin alterar19Filgueira, C. 1985.Movimientos sociales en la restauración del orden democrático. Uru-
guay, en movimientos sociales en el Uruguay de hoy, Montevideo. Ciesu-Ebo.
10. 2 726
ciedad política o sobre el Estado, o bien mediante la gestión de
sus propios problemas, desarrollando un espacio autónomo den-
tro del campo de lo social. Tales modalidades son las que Castag-
nola denomina estrategia de la expresión (presionar para que sus
interés específicos sean reconocidos como políticos, y de interés
para toda la sociedad), y estrategia de la gestión (en relación a sus
áreas de interés desarrollando un espacio de participación). Los
movimientos sociales se moverían entre esos dos niveles.
De este modo, entonces asumimos una conceptualización
amplia de movimiento social como todo un todo conjunto de in-
dividuos que actúan colectivamente sobre la demanda de intere-
ses comunes, sin considerar para ello el objetivo del acceso a po-
siciones de gobierno.
Esto significa que los movimientos sociales constituyen ám-
bitos de participación social que, no teniendo su génesis en la es-
fera de lo político, pueden adquirir roles en ella en la medida que
tienen éxito en una estrategia de expresión. Esto puede determi-
nar que un cierto movimiento social se constituya en un actor
político en forma transitoria o permanente. En este sentido cuan-
do un movimiento social se institucionaliza en un rol político,
cuando se incorpora de modo socialmente legitimado y perma-
nece al debate político, ha de perder progresivamente su capaci-
dad de cumplir con los dos roles entes señalados. En este punto
considerado como la maduración de un movimiento social, se
puede decir que adquiere la capacidad de cumplir una estrategia
en los dos planos (presión +gestión ) y paralelamente, desarrollar
capacidad de entrar y salir de la esfera política. Se puede conside-
rar como fundamental para que un movimiento social (nosotros
consideramos a las organizaciones de asentamiento humanos
marginales un caso característico) logre mantener márgenes de
autonomía respecto de los mediadores políticos y puede realizar
un aporte efectivo de innovaciones de los niveles definidos. Este
tema se retomará en el punto estado del arte.
necesariamente el pluralismo. Si concebimos que los partidos po-
líticos cumplen el rol de mediadores entre la sociedad civíl y el
Estado, el tema de los movimientos sociales en el sentido de cuál
es su rol y ubicación, que función cumplen en la dinámica demo-
crática.
Si reconocemos la demarcación entre lo social y lo político -
pasando por el tema de lo público -lo político es aquello que es
objeto público, en el sentido de socialmente definido como rele-
vante para todo los miembros de la sociedad, en tanto que en la
esfera de lo social corresponde a lo privado, interesa a uno o va-
rios individuos, por lo cual las decisiones y su resolución corres-
ponden a la esfera de los sujetos, personalmente o agrupados. En
este sentido es importante resaltar que hablar de esfera de los pri-
vado no equivale necesariamente a lo individual, lo privado es lo
no público, por lo tanto problemas colectivos pero que no sean
reconocidos socialmente como políticos (públicos) pertenecen a
la esfera de lo social o privado.
Reconociendo la diferencia de la esfera política y social se
puede pensar en la coexistencia en diálogo entre el actor partida-
rio y el actor social.
En esta dirección apunta Castagnola20 al señalar que la clave
lógica de los movimientos sociales está en distinguirse de las ins-
tancias propias de la sociedad política. Este autor postula su pre-
ferencia por la concepción que admite la interdependencia entre
lo político y lo social, a la vez que su diferenciación y sus respec-
tivos grados de autonomía. En este sentido, la distinción entre lo
social y lo político se construye en torno a la noción de lo públi-
co.
Sus formas de acción se expresarían básicamente como de-
manda que, al transformarse en públicas, presionan sobre la so-
20Castagnola, opus cit.
11. CAPITULO 2
LA CONSOLIDACIÓN DEL ESPACIO
De acuerdo a los conceptos clásicos de la urbanización racio-
nal la consolidación del espacio sigue los siguientes pasos:
lotificación > servicios > construcción > ocupación21
Esta lógica de acciones promueve la interacción del mercado, del
Estado y de los consumidores que adquieren la vivienda o el lote.
De acuerdo al despliegue que veníamos realizando respecto al
ordenamiento, el surgimiento y desarrollo de los asentamientos
humanos marginados marca la complejidad y heterogeneidad de
la estructura urbana y legitima la demanda de actores excluídos
de la política estatal.
“Se van conformando así los barrios que llenan los es-
pacios intersticios vacíos, gestando una realidad que
contradice, en muchos casos, el trazado que muestran
los mapas oficiales.
Aunque los recién llegados tratan de mantener y dibujar
2 928
21Lascano,C.1988.La problemática de la tierra en el conurbano bonaerense,Documento de
trabajo 1. Fundación Vivienda y Comunidad.
12. 3 130
un diseño urbanístico tradicional, en el espacio se van re-
flejando, sobre todo, las urgencias y necesidades de sus
habitantes. Al paisaje urbano se le agrega así un conjun-
to diverso de viviendas, donde se mezclan las construc-
ciones de material, con otras de madera y chapa, el jar-
dín tímido con el acopio de cartones. Calles desparejas,
cables que se entrecruzan para llegar al enganche”22.
La exposición de esta cita nos permite fotografiar la realidad
que se contradice con lo que se planifica, pero por sobre todas las
cosas nos permite pensar que en el plano de la ocupación, de la
distribución y uso del espacio se asoma la configuración de la es-
tructura social.
El tipo de asentamiento23 al que nos referimos, no está consi-
derado en el ámbito del planeamiento tal cual lo expresamos en
el esquema del ordenamiento racional. Se podría arriesgar que
tienen otro sentido sus acciones, algunos autores hablan de otra
racionalidad. Es la comunidad la que asume el rol protagónico, y
las necesidades se constituyen en el verdadero motor para la pro-
ducción y consolidación del hábitat.
El esquema a considerar sería:
22Ametrano,Ceirano y otros.1995 El barrio :lugar de encuentros y desencuentros, publi-
cado en Mirada Urbanas. Visiones Barriales. Ariel Gravano(comp) De Norman Comu-
nidad. Uruguay.
23 De acuerdo a Proha el asentamiento se caracteriza por: la situación de tenencia, por el
proceso de ocupación, por el trabajo colectivo de los ocupantes y que la ocupación hu-
biera tenido lugar entre 1978 y el momento actual, y además que la casi totalidad de sus
hab reclamen y gestionan la propiedad.
OCUPACION
LOTIFICACION
organización previa- relaciones
CONSTRUCCION proceso permanente y discontinuo
SERVICIOS del grupo familiar.
LEGALIZACIÓN proceso social de interacción
DOMINIAL comunidad- Estado
Es esta interacción la que define la evolución del hábitat, carac-
terizada por intercambios, negociaciones y, fundamentalmente,
por las movilizaciones sociales, luchas y presiones, de naturaleza
discontinua, por lograr una apropiación social de los recursos.
Esta forma de encarar la problemática del hábitat protagoni-
zada por los sectores populares opone una concepción política-
técnica a la tradicional actitud tecnocrática, característica recu-
rrente de las políticas sociales urbanas de la vivienda.
Las lógicas o criterios que rigen la trama de la búsqueda de la
vivienda no está sustentada en una única racionalidad. Es decir
que los criterios que marcan el periplo de la lucha por la vivien-
da van más allá del cálculo de la rentabilidad y del interés econó-
mico. Los actores han demostrado a lo largo de su trayectoria lo
que constituyen irracionalidades.
“No se trata por lo tanto de una lógica dirigida a la solu-
ción del problema de la vivienda como necesidad fragmen-
tada de la demás necesidades que integran la vida cotidia-
na. Más bien, se trata de la existencia y superposición de di-
ferentes lógicas destinadas a resolver simultáneamente los
problemas familiares, laborales, de salud, residenciales,
etc., los que si pueden separarse a los efectos de su análisis
aparecen de manera interrelacionada en el desarrollo con-
creto de la vida cotidiana”24.
En la vida cotidiana los actores deciden desde distintos pun-
tos de vista algunas soluciones inmediatas, no siempre eficaces,
“...pero estas decisiones, aparentemente insatisfactorias, no de-
ben analizarse desde la consistencia de medidas puntuales sino
desde el punto de vista del conjunto del problema que enfrentan
para sobrevivir”25.
24Feijoo, M del Carmen. 1985. Buscando un techo. Familia y vivienda Popular, ed Cedes,
Bs As.
25Feijoo,opus cit.
13. 3 332
2.1 Villas y asentamientos
El análisis de las estrategias habitacionales reviste una com-
plejidad mayor que los característicos estudios de la vivienda.
Podría considerarse su análisis desde una comprensión más den-
sa26 de los elementos constitutivos.
Feijoo, plantea varias dificultades pero coincidimos en que el
acceso a la vivienda nunca se definió como un derecho27, tal co-
mo sucedió con el acceso a la educación o la salud. De este mo-
do la oferta de vivienda apareció ligada al funcionamiento de las
leyes de mercado, antes que ligada a una cuestión de ciudadanía
social.
La inexistencia de una oferta del bien vivienda asociada a la
idea de derecho, esto es, dirigida a satisfacer las necesidades de
todos los sectores de la población, fomentó la exclusión de los
sectores de menores ingresos. Estos asentamientos humanos
marginales no fueron a lo largo de la historia de las luchas popu-
lares por la tierra para vivir la única experiencia-modalidad para
la consolidación de la ocupación. Primeramente fueron las deno-
minadas villas miserias o villas de emergencia28.
“Sociologicamente las villas son las sucesoras del conventi-
llo. Como éstos, albergan el exceso de población que el
campo envía sobre la ciudad. Como éstos, forman parte de
las soluciones que el pueblo puede dar a sus problemas,
aprovechando los resquicios que le deja el sistema social
que lo oprime, que lo expulsó de las tierras donde desde
siempre vivieron sus antepasados”29.
30Margulis, Mario. 1968. Migración y marginalidad en la sociedad argentina. Ed Paidós Bs
As.
26De acuerdo a Geertz Clifford, queremos subrayar con el concepto de cultura densa a
aquellas tramas de significaciones que los grupos construyen y que están insertos, y se
busca explicar esas significaciones imperceptibles en la superficie.No se estudia el obje-
to asentamiento, se asentamiento en asentamientos.
27Feijoo, M del Carmen. Opus Cit.
28Se definirán a partir de las diferencias con los asentamientos.
29 Ratier,H 1971. “Villeros y Villas Miseria”. Bs /As Ed CEAL.
El pasaje citado de Hugo Ratier corresponde a un clásico de
la literatura de los años 70 donde este autor pone de manifiesto
que la villa es una respuesta de los pobladores ante la falta de vi-
vienda.
Margulis, M30 expresa que “la villa miseria es el único medio
institucionalizado que la ciudad provee al inmigrante para su al-
bergue y socialización”.
Las “villas miseria” surgieron a partir de la década del 40 y se
fueron conformando a través de un proceso de ocupación fami-
liar e individual de tierras vacías, derivado de transformaciones
estructurales relacionadas fundamentalmente con el proceso de
industrialización. Sin embargo, la tasa de crecimiento de la po-
blación urbana es mayor a la del crecimiento de la población in-
dustrial, lo que provoca una masa de marginados del proceso
productivo o de una inserción inestable. Esto trajo aparejado una
acelerada expansión del conglomerado capitalino y bonaerense,
junto a la consolidación de formas precarias e “ilegales” de hábi-
tat, como las villas.
En general estas villas se fueron construyendo en tierras fisca-
les, ubicadas cerca de los centros productivos y sus habitantes
autoconstruyeron su vivienda, utilizando materiales de deshe-
cho. Este tipo precario de hábitat también fue objeto de reivindi-
caciones por parte de quienes lo habitan, conformando un tipo
de organización que tuvo alcances más allá de lo territorial.
La importancia social de las “villas miseria” debe ser medida
no sólo en su aspecto cuantitativo por la gran proliferación alcan-
zada, sino también por su capacidad organizativa y por las luchas
llevadas a cabo. Las redes solidarias comenzaron con tipos orga-
nizativos elementales. Los clubes deportivos, de madres y comi-
14. siones vecinales fueron las primeras formas de organización ges-
tadas en el interior de las villas para satisfacer necesidades colec-
tivas. Luego, se crearon instancias que tomaron las cuestiones del
hábitat, y que buscaron ser interlocutores reconocidos ante el
Estado. Entonces, desocupación, subempleo, changas o cuenta-
propismo traen aparejado una inestabilidad de ingresos, por lo
que se ven obligados a asentarse en tierras vacías en calidad de
“intrusos”, como una salida frente a sus condiciones materiales
de vida.
Respecto del trazado topográfico de las villas, no está basado
en la racionalidad de paralelas y perpendiculares de la moderna
ciudad, sino que tiene su propio estilo, que a la vista de un obser-
vador externo aparece como anárquico, y que sin embargo tiene
un ordenamiento importante para el desarrollo de su vida social.
Las características de precariedad y hacinamiento de las vi-
viendas de las villas no pueden ser adjudicadas únicamente al sec-
tor social que habita en ellas, sino que en general es una proble-
mática compartida por todos los sectores populares que habitan
en conventillos o inquilinatos.
Por lo tanto algunas de las características de la población
identificada como “villero”son:
a) ilegalidad común respecto de las tierras, lo que los coloca en
una situación diferencial del resto de los habitantes urbanos.
Por esa situación, la constante amenaza de desalojo, sirve pa-
ra dar cohesión a los mismos y solidaridad para desarrollar al-
gún grado de conciencia colectiva.
b) se conforman en núcleos agrupados ”territorialmente” en la
periferia de la zona urbana constituyendo un “enclave urba-
no de pobreza31”
3 534
32Agostinis,Silvia.1992. Las tomas de tierras en el Gran Bs As: una lectura desde los mo-
vimientos sociales. Proha Mimeo, tomado de Grillo,O y otros 1995. Políticas Sociales y
Estrategias Habitacionales, Espacio Edit. El concepto de asentamientos humanos mar-
ginados caracteriza a una particular organización territorial de enclave urbano de la po-
blación que en ellos habita y que le confiere una identidad. Su carácter es deterioro, de
exclusión, de ilegalidad, de deterioro. Difiere del concepto de asentamiento humano co-
mo hecho físico en sí mismo que no garantiza la permanencia de la población ni el desa-
rrollo de la misma. La calidad del espacio vial depende de la integración y articulación
de la individualidad con la colectividad.
33.Agostinis,Opus Cit.31Castells Manuel. 1972. Opus Cit.
c) se va creando un nuevo arraigo a la villa, frente al desarraigo
ocasionado por la emigración de otra región.
d) su ubicación fuera de la esfera de la producción los obliga a
buscar apoyo de otras instituciones de la sociedad civil, ya sea
el movimiento obrero o los sacerdores del Tercer Mundo.
Algunas familias podían solucionar su problemática habita-
cional a través de los mecanismos de mercado, otras fueron gene-
rando otras formas alternativas que casi lograron convertirse en
el paradigma de determinadas prácticas culturales basadas en un
modelo evolutivo (la compra del lote a pagar en cuotas en largos
plazos ) y la incorporación de mejoras y servicios para la parcela
y para el barrio.
Los asentamientos humanos marginados32 (objeto de nuestro es-
tudio) tienen características bastante diferenciables de las “villas mi-
serias”. Agostinis33 analiza ambas formas de ocupación, y nos parece
pertinente exponerlas para su análisis, de acuerdo a las variables que
se expresan verticalmente.
15. 3 736
La concomitancia de la aplicación de las medidas34 en forma
conjunta con la violenta pauperización de estos sectores, llevaron
a éstos a la búsqueda de alternativas de reproducción35 y por en-
de a desarrollar formas no legales para el logro de sus objetivos,
en vista de la clausura de otros accesos reconocidos como lega-
les- formales. Es importante destacar dos efectos, en el que coin-
ciden la mayoría de los autores, ellos son;
1) Cada vez un sector más amplio es impulsado hacia la ilegali-
dad, en la medida en que subsisten las restricciones para acce-
der al mercado formal.
2) Amplios sectores de bajos ingresos son expulsados de los cen-
tros urbanos hacia zonas periféricas y mal dotados de servi-
cios, generando un aumento de la marginalidad social y la se-
gregación urbana y ecológica.
El reconocimiento de la importancia de los “asentamientos
humanos marginados” es opuesta a lo que historicamente fue el
tratamiento que hizo la Sociología Urbana preocupada funda-
mentalmente por los mecanismos de la integración social. El tra-
tamiento de lo “urbano” es considerado para el desarrollo de es-
te trabajo como un ámbito específico en el despliegue de la lucha
social, y los movimientos sociales urbanos constituyen el eje a
partir del cual es posible entender los cambios en el orden urba-
no.
34Nos referimos a las leyes, decretos y ordenanzas que impactaron en los sectores popu-
lares, y que aparecen debidamente detallados y analizados en el anexo de este trabajo.
35Cuando hablamos acerca de reproducción coincidimos con lo expresado de acuerdo
por Hintze Susana en un trabajo mimeografiado llamado estrategia de superviviencia de
los sectores populares, donde se ”pone en juego una densa trama de relaciones y proce-
dimientos que en conjunto constituyen sus estrategias de reproducción. A través de
ellas satisfacen sus necesidades de alimentación, vivienda ,educación, vestuario, salud,
etc. La unidad familiar genera o selecciona satifactores por medio de la combinación de
posibilidades a su alcance, realizando actividades que las relacionan con los demás agen-
tes sociales. a)con otras unidades familiares b)con el mercado de trabajo c)con otras ins-
tituciones d)con el estado.
Contexto
social
en el que
surgen
Movimientos
Migratorios
Tipo de
Estrategia
Organización
Control
del espacio
En cuanto
a la poseción/
propiedad de
la tierra
Relacion
con el estado
Período con posibilidades
relativas de:
- ascenso social.
- nivel de salarios aceptable.
- aumento del nivel de em-
pleo.
Vinculada a movimientos
migratorios campo-ciudad.
Contingentes con experien-
cia predominantemente ru-
ral.
Predominantemente indivi-
dual/familiar. Crecimiento a
través de sucesivas incorpo-
raciones, basadas en redes
sociales/familiares
No la requieren al
principio. Surge para incor-
porar mejoras o evitar
desalojos
Inicialmente individual.
Posteriormente surge la
necesidad de acciones colec-
tivas: control de pasillos,
suministro de agua electrici-
dad, etc.
No respeta la trama urbana.
Ocupación ilegal.Privilegia
la posesión y el usufructo
del terreno que ocupa.
Demanda al Estado,
esperando soluciones tipo
viviendas definitivas.
Período de crisis aguda: frag-
mentación y descenso social.
- caída del salario.
- aumento del desempleo.
Vinculada a migraciones
internas a lo urbano.
Contingentes con experien-
cia predominantemente
urbana, y experiencia laboral
en industria o servicios.
Estrategia colectiva.
Requiere de organización
previa a la toma y en muchos
casos de apoyo externo.
Idem para formar y consoli-
dar el asentamiento.
Comunitario desde el princi-
pio por el modo de
apropiación del terreno,
amanzamientos; subdivisión
en lotes, construcción de
calles y espacios comunes.
Respeta la trama urbana.
Ocupación ilegal con
vocación de entrar a la legali-
dad. Busca activamente la
propiedad de la tierra, ejer-
ciendo la posesión.
No espera soluciones defini-
tivas desde el Estado; busca
su mediación.
Villa de emergencia Asentamiento
16. 3 938
tencia de un discurso demandante de soluciones colectivas como,
indirectamente, en el consenso existente acerca de que la vivien-
da es un problema a ser resuelto más en términos individuales que
colectivos”.
Este es un interesante nivel de análisis entre lo familiar y lo
colectivo, respecto a la vivienda y una categoría llamado barrio,
Gravano 198937, señala “Normalmente el barrio es ahí lo que el
especialista concibe de antemano que sea. El sentido que la gente
que vive en él le da a su barrio, pocas veces se explica. Se supone
una unicidad de significados. Sin embargo, el barrio suele repre-
sentar mucho más de lo que parece”.
Antón y Tomarcchio, 199638, dimensionan el barrio de una
forma muy particular ya que lo circunscriben al enunciado y
evocado por la gente. Los valores allí existentes identifican y dan
sentido al vecindario. Su particularidad radica en la instituciona-
lización de estas relaciones sociales.
Para Martín Barbero -el barrio- es poder ser reconocido en
cualquier circunstancias39 El barrio, para nuestro caso el asenta-
miento, posibilita a las personas que lo habitan elementos para
constituir lazos, entramados sociales, que por sus características
quizás fueron en su apogeo las organizaciones sindicales las que
los promovieron.
El manejo del imaginario y de las referencias simbólicas per-
miten ratificar la dimensión colectiva y el efecto que esto produ-
ce en los actores sociales.
A nuestro entender creemos que la diferencia entre las dimen-
37Gravano Ariel.1989. La cultura en los barrios. Centro Editor de América Latina. Bs,As.
38Cecilia Antón y Clelia Tomarcchino.1995. Hacer la calle o la construcción social de un
barrial de prostitución femenina, en Miradas Urbanas. Visiones Barriales. Ariel(comp)
De Nordam Comunidad, Uruguay.
39Martín Barbero opus cit.
2.2 Estado del arte
Aquí se plantean algunos temas que a nuestro entender mar-
can diversos posicionamientos respecto a situaciones de lideraz-
go y la relación vincular entre las organizaciones y los represen-
tantes políticos.
De acuerdo con la definición que expusimos de movimiento
social, debemos ubicar a las organizaciones de los grupos asenta-
dos como una modalidad específica de un movimiento social, ar-
ticulada sobre una común referencia territorial de sus integran-
tes.
Se puede decir que estos nuevos movimientos sociales no han
tenido la estructuración y significación ni el impacto de los de-
nominados movimientos sociales tradicionales. Estos, que han
sido relevantes, se han construido en torno a la identificación sin-
dical y en menor medida estudiantil. Decíamos que estas organi-
zaciones nucleadas desde el territorio que ocupan se articulan y
se consolidan alrededor de problemáticas que en muchos casos
permanecen en el campo de lo privado, pero que en ciertas cir-
cunstancias se convierten en objeto de discusión pública.
Una de las dimensiones de lo que entendemos puede consti-
tuir el estado del arte es la caracterización colectiva de los acto-
res que participan en la lucha por el proceso de la toma de la tie-
rra. Feijoo 198536, dice que “... De ahí que caractericemos el con-
junto del proceso como una lucha de carácter individual y fami-
liar más que de carácter colectivo. Por el contrario, es notoria la
ausencia de esta dimensión colectiva, especialmente si se compara
con ese fenómeno urbano de otros países de América Latina. En-
tre nuestros entrevistados, su ausencia se expresa tanto a la inexis-
36Feijjo, María del Carmen.1985. Buscando un techo. Familia y Vivienda Popular, Edit
Cedes.
17. 4 140
de lo defensivo en tanto posean “relación con la capacidad de es-
tos movimientos de conectarse al conjunto de las organizaciones
populares a través de un proyecto global que los incluya”.
Si se considera la variable capacidad de estructuración o de
conexión con el resto de la organizaciones populares y en alguna
medida una definición respecto a la vinculación con el Estado,
sin entrar a considera una hipótesis de tipo sustantivo, el análisis
ex- post nos indica que esto efectivamente ha sido escasamente e
insignificantemente logrado.
Denis Merklen, 199142 señala “...la descripción de un proceso
en el cual una necesidad compartida por un conjunto de familias
se resimboliza y se transforma en acción grupal, como parte de
una estrategia articulada por los sujetos, por los vecinos, para dar
respuesta a dicha necesidad”. Agrega “...la toma, en cuanto acción
social, no es simple reflejo de la realidad, ni es sólo la respuesta ló-
gica a una necesidad insatisfecha”.
Un conjunto de condiciones y determinantes hacen posible,
pero la toma es la consecuencia de la formación de un grupo de
hombres y mujeres que se constituyen y organizan en torno a
una estrategia. Esto (la construcción de un grupo capaz de es-
tructurarse a fin de la acción) excede los límites de una estrategia
pensada en el seno familiar o de la “Unidad Doméstica”, como
respuesta al ambiente.
Nos parece singular la conceptualización de este autor frente
a lo que se interpreta como acción social en tanto “grupo de per-
sonas que se transforma a sí mismo, condición de lo social hacia
lo social donde no hay variable “externas” que determinan la ac-
ción”
Los hombres imaginan una posibilidad de dejar el mundo en
42Merklen Denis,1991.Asentamientos en La Matanza, Catálogos. Buenos Aires.
siones de los conceptos se deben a estos autores (Feijoo y Grava-
no, Antón, Tomarcchio ) responden a diferentes formas de visua-
lizar la dimensión colectiva. La primera versión es más funciona-
l/estructural, la segunda es una mirada interpretativa.
La otra dimensión de análisis la constituirá la lógica de la ac-
ción colectiva.
Al respecto hay diferentes conceptos en relación a este tema.
Para el Conep- Programa Hábitat40 la toma de tierras no tie-
ne características de acciones propiamente reivindicativas más
bien “constituye un proyecto de futuro”. El atributo que justifica-
ría la idea de proyecto y de estructuración es una concepción de
la acción colectiva donde los actores tienen “cierta capacidad de
ahorro como afrontar los costos de autoconstruir su vivienda, son
trabajadores de los empleos en la economía informal y el apoyo
indirecto y a veces directo del Estado”.
Ziccardi Alicia, 198041 señala que “...en una primera aprecia-
ción, estas formas embrionarias de organización no son estricta-
mente defensivas, sino que se generan como formas de paliar los
efectos más desfavorables de las desposesiones”.
Aquí la autora cree en la evolución de las prácticas, lo que se
puede interpretar como una etapa de protogénesis y como etapa
preparatoria para desarrollos posteriores más complejos y pro-
fundos. Más adelante agrega “...algunos autores han enfatizado el
carácter defensivo que poseen los movimientos sociales urbanos,
sin embargo a nuestro entender, esto no constituye una peculia-
ridad de estos movimientos sino que se hallan en la base de la ma-
yor parte de los movimientos sociales”.
A nuestro entender la autora le otorga un carácter distintivo
40Toma de tierra y ocupación de edificios en el área metropolitana de Buenos Aires.
41Ziccardi Alicia.1980.Formas Organozativas de los “Asentamientos Humanos Margina-
dos” y política estatal en la Revista Latinoamericana de Planificación N°54.
18. 4 3
que se encuentran y fantasean un nuevo mundo y desde allí em-
prenden el periplo de la toma de las tierras.
Este autor, Merklen, atribuye a una nueva constitución sim-
bólica de la realidad lo que transforma al grupo en acción social.
Aparece con mucha fuerza un discurso gramsciano sostenido, es
lo que se denomina relaciones de fuerza, y específicamente ubi-
caría este pasaje de lo doméstico a lo social por una doble asigna-
ción, pero en definitiva lo que determina lo sustancial de la ac-
ción social es la construcción utópica. Si bien esta construcción
tiene que ver con el concepto trascendental del imaginario so-
cial43. Es trascendental porque quieren trasladar a un mas allá del
espacio tiempo histórico (como espacio factible de realización)
los deseos de los hombres. La red de sentido se sobrepone a la
segmentación de los individuos, se sobrepone los obstáculos.
Parte del grupo crea un conjunto, más o menos coordinado de
representaciones, un imaginario a través del cual se produce y se
identifica, distribuyendo roles, expresando necesidades sociales.
Para García Delgado44 “...la combinación de estrategias de su-
pervivencia con asistencialismo estatal por un lado refuerza la
cultura política estatalista y por otro mantiene los bajos niveles de
agregación y desarticulación y debilita las de por sí escasas dispo-
siciones a la acción colectiva en la esfera política reivindicativa”.
Según este autor de esta manera la acción colectiva queda limita-
da a una cuestión defensiva, que impide la construcción de iden-
tidades colectivas y que sobre todo es incapaz de superar la frag-
mentación de los sectores populares, enfrentándose usuarios y
trabajadores del transporte vs adolecentes marginados, vecinos
42
contribuyentes vs asentados sin techo, trabajadores sindicaliza-
dos vs vecinos.
La complejidad, en razón de las heterogeneidades de las orga-
nizaciones barriales, encuentra a condicionantes en la acción co-
lectiva. Las acciones encuentran dos lógicas45, de acuerdo a Tou-
raine (1987), una lógica de la acción instrumental y reivindicati-
va y otra lógica de acción comunitaria.“... Muchas familias pre-
fieren esforzarse en mejorar el habitat propio- casilla de madera
más confortable, pequeña casa de material- lo que reduce aún
más el escaso tiempo disponible para la vida asociativa, pero de las
que no lo hacen solo unas pocas se ocupan de actividades colecti-
vas46”. Este autor, que ha desarrollado una importante investiga-
ción tomando como análisis la conformación de los asentamien-
tos del Distrito de La Matanza47, ha constituido el grupo de pio-
neros en estudiar a los asentamientos en relación a su grado de
organización y por su capacidad de trascendido, sostiene en48 “...
que la conformación de una identidad colectiva, un sentido de
pertenencia barrial y comunitario que sirve de base a las organi-
zaciones no tiene necesariamente lugar en los asentamientos”.
Entonces con una primacía de los lazos primarios por sobre
objetivos comunitarios, la acción colectiva de los asentados ocu-
rre con el proceso de ocupación de la tierra y la construcción pre-
caria de sus viviendas, y según Palermo49“... condiciona la acción
del Estado, produce hechos consumados ante los cuales el Esta-
do, si bien no redefine su política global en la materia, se mues-
tra permeable y “sigue” las iniciativas de los asentados en el lu-
gar de anticiparse a las mismas, y la acción colectiva se desarrolla
45Touraine,A.1984. Las pautas de la acción colectiva, en Revista Paraguaya de Sociología
60.
46Palermo,V.1991. Asentamiento, versión preliminar.
47Al igual que el trabajo de Merklen.
48Palermo,V. opus cit.
49Palermo, V opus cit
43Ansart, P.1983.Los imaginarios sociales. “los mitos, las religiones y las ideologías serían
las tres formas principales del imaginario social. Las tres tratan de crear continualidad
donde hay discontinuidad, unidad donde hay fragmentación, sentido donde arbitrarie-
dad, universalidad donde hay particularismo. Esta función de los imaginarios sociales la
llamaremos “trascendental”.
44García Delgado, D.1989. Condicionantes Socio políticos de la Acción Colectiva, apun-
tes de Cátedra Fac de Ciencias Sociales UBA.
19. 4 544
CAPITULO 3
ANALISIS DE LOS TESTIMONIOS
3.1 Marco referencial.
El espacio donde están radicados los asentamientos en estudio
están localizados en el primer cordón53 (Morón) y segundo cor-
dón54 (Moreno). Se trata de partidos alejados de la Capital Fede-
en relación con la consolidación de organismos de base reprodu-
ciendo el estatalismo adaptativo50, que planteaba García Delga-
do.
Retomando el análisis que realizó García Delgado51, en la es-
cena urbana “... conviven, interactúan prácticas que responden a
lógicas disímiles: redes de defensa y solidaridad comunitaria, ac-
ciones urbanas de protesta, organizaciones reivindicativas y apa-
ratos políticos clientelísticos”.
Al igual que Palermo, García Delgado, y más aún Touraine52
concluyen que la acción colectiva popular urbana está condicio-
nada por la dificultad de integrar las dimensiones comunitarias e
instrumental en la acción organizada y continua.
Con respecto a este punto, entendemos que es un punto com-
plejo, discutible y que con el producto de esta investigación se
pretende avanzar para enriquecer esta ideas, a nuestro parecer
acertadas en el plano estratégico, pero que sólo tangencialmente
dan cuenta de los microprocesos que acontecen cotidianamente
y singularmente en la lucha de estos grupos por la toma de las tie-
rras.
50García Delgado entiende por estatalismo adaptativo a aquella dependencia que tienen las
organizaciones de base hacia instancias públicas en tanto están a merced de las disposi-
ciones estatales para que se le otorgue lo solicitado y además constituye una caracteri-
zación de la modalidad de trabajo de los liderasgos que se orientan a especializarse en
gestión, pero evitando implícitamente la movilidad y la participación organizacional.
51García Delgado, opus cit, citando palabras de Touraine.
52Touraine,A.1984 opus cit, expresa “no existe de manera general una relación de repre-
sentatividad entre grupos sociales, fuerzas políticas y expresiones ideológica, sino una
desarticulación que produce una fuerte autonomía de cada uno de los componente de
la acción colectiva en relación con los demás”.
53 Primer cordón : los partidos que se incluyen e la denominada Primera Corona ocupa los
partidos de Avellaneda, Gral San Martín, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes, San Fernan-
do, San Isidro, Tres de Febrero y Vicente López, y los criterios que se utilizan son la pro-
ximidad a la Capital Federal, su grado de consolidación, la densidad de ocupación, la cober-
tura de servicios, y la urbanización de los servicio. En este cordón se observan menores in-
cidencias del déficit habitacional, la situación de las tasa de escolarización como capacidad
de subsistencia presenta una situación más favorable respecto a la segunda corona. El pro-
ceso de desarrollo y crecimiento del primer cordón obedeció a la etapa de modernización,
específicamente en relación a la etapa de las importaciones, donde la oferta de empleo en el
sector industrial fue el factor más importante que permite su caracterización estructural.
54 Segundo cinturón : se ubica por fuera del arco formado por el Cinturón Ecológico y la Au-
topista del Buen Aire. Sus límites internos y laterales son precisos. Hacia dentro limita con
el arco mencionado, por el norte con el Río Paraná y por el sudeste con el Río de la Pla-
ta. Su límite exterior es difuso, y termina con el Gran Buenos Aires. Es un área que com-
prende los partidos de Gral .Sarmiento, Moreno, Almirante Brown, Gral.Rodríguez, Mer-
lo, Esteban Echeverría, La Matanza, San Fernando, Tigre, Berazategui y Florencio Varela.
Este es el que ha experimentado el más importante aumento de población de la región me-
tropolitana en las últimas tres décadas, ya sea por migración interna (provenientes de la Ca-
pital Federal , o del primer cordón industrial. Se trata de ciudades dormitorios y se carac-
teriza por una elevada tasa de desempleo y sub empleo. Presentamos el indicador de por-
centajes de hogares con siglas NBI en ambos distritos. Moreno 1991 23.2% Morón 9.50%.
El proceso de poblamiento del Gran Buenos Aires ha seguido el modelo de autoconstruc-
ción mayormente observándose a lo largo de la historia un proceso de movilidad social as-
cendente, se ha ido viendo bloqueado en los últimos años en función de la disminución de
la inversión pública y de situación económica que afecta a los pobladores .
20. 4 746
3.2 Ficha Técnica de los asentamientos estudiados
Asentamiento “Satélite”57
Primitiva situación dominial: Este asentamiento tiene un so-
lo legítimo propietario. Fausto Pace, y tiene 59 Ha. de las cuales
19 están ocupadas y las restantes 40 están planificadas para la uti-
lización de espacios verdes e infraestructura social básica.
Fecha de la toma, 198958
Formas de ocupación del suelo: Los grupos asentados ocupan
el suelo organizadamente, realizan el trazado de calles, espacios
verdes, centros sociales y educativos.
Equipamiento comunitario: De acuerdo al censo confeccio-
nado por la comisión de vecinos en esta barrio existen 550 fami-
lias, con una población aproximada de 1900 personas. Este asen-
tamiento cuenta con un sistema de agua potable a través de torres
con canillas colectivas provisto en su momento por UNICEF.
Las casas fueron construidas por un sistema de autocontrucción,
y en un 80% son de material. Utilizan el sistema de pozo ciego
para el tratamiento de líquidos servidos. Los vecinos de este ba-
rrio se trasladan hacia o en dirección al ¨Cruce Castelar¨ por me-
dio de una sola línea de transporte de pasajeros, de frecuencia re-
lativamente normal. Las calles son de tierra y ante prolongadas
lluvias se dificulta la circulación por las mismas. Cuenta con una
guardería prácticamente desde los primeros momentos del asen-
tamiento.
57Los indicadores que caracterizan estos dos asentamiento, fueron tomados de las evalua-
ciones de campo realizadas y elevadas a la Dirección de Proyectos Sociales del Ente del
Conurbano por el suscripto, en tanto me desempañaba como evaluador en dicha área en
la zona descripta, para luego ingresar en la Comisión Bicameral de la Legislatura Pro-
vincial a los fines de viabilizar o no la posibilidad de la compra de los terrenos. Esto ocu-
rrió en 1993 y la situación dominial era la descripta en el primer item, pero si hubo mo-
dificaciones en tal situación que he explicitado en último item.
58Nos encontramos con diferentes fecha a cerca de la toma, elegimos esta en función de
los testimonios.
ral que han crecido considerablemente en las últimas décadas. El
partido de Moreno, donde se localiza el asentamiento “Satélite
2”, es el que más creció en el período intercensal 1980/1991,
(47.8%) teniendo actualmente 287.295 habitantes según el Cen-
so Poblacional de1991. Los asentamientos de este distrito se con-
formaron en el período 1980/1985, y el promedio de habitantes
por asentamiento es de 757 personas. Los asentamientos elegidos
responden fundamentalmente al criterio de accesibilidad y de
viabilidad, en relación con la posibilidad efectiva que disponía el
suscripto de la disponibilidad de la información y la colabora-
ción de los dirigentes de los grupos asentados.
Hay un predominio de 53% de tierras Aptas, mientras que un
23% son No Aptas o Parcialmente A-NA55.
En el ex partido de Morón56, todos los asentamientos se pro-
ducen con posterioridad al año 1985 y la población de los mismos
representa un porcentaje similar al resto de los municipios de la
zona oeste. Hay tres asentamientos relativamente importantes
que abarcan el 79% de la población de la población asentada del
municipio. En 1987 se producen la mitad de los asentamientos
tanto en número como en cantidad de población. La mayoría de
las tierras son originariamente de propiedad municipal y privadas.
El tamaño medio de los asentamientos es de 788 habitantes, el in-
cremento de la variación intercensal es de casi (+ 23%). En el ca-
so del primer cordón la caracterización de los terrenos es No Ap-
tas y Parcialmente Aptas (65%).
55Estos datos y conceptualizaciones fueron tomados de un Programa de PROHA sobre
el estudio de las distintas modalidades de alojamiento de la población de sectores de ba-
jos ingresos en el área del Gran Buenos Aires. La aptitud de las tierras (A) (NA) tiene
que ver con la posibilidad de que sean inundables.
56El partido de Morón se dividió en varios partidos en 1995, donde está ubicado el asen-
tamiento hoy se llama partido de Ituzaingo.
21. 4 9
Características de la población: La gran mayoría de la pobla-
ción asentada constituye un sector del mercado de trabajo carac-
terizado por la precariedad laboral y un alto grado de vulnerabi-
lidad social, son trabajadores de muy baja calificación laboral,
con un índice fuerte de homogeneidad en lo que hace a pobreza
por NBI. (de acuerdo al Censo Nacional de 1991).
Estado actual de la negociación a de la regulación dominial:
Las tierras fueron compradas por el Ente del Conurbano pero
aún no han completado el trámite de regularización dominial59.
Aptitud del suelo: Apta y No Apta.
Asentamiento “1 de Julio”
Primitiva situación dominial: Este asentamiento está ubicado
en lo que se denomina el partido de Ituzaingó, (desprendimien-
to del partido de Morón en 1995 ) y su dueño era Amadeo Cen-
dra (ver punto estado de la negociación ). La extensión del terre-
no no llega a constituir una manzana. Está totalmente ocupado,
no existe ninguna parte del predio destinada a espacios libres.
Fecha de la Toma 1987
Formas de ocupación del suelo: En el momento de la toma los
terrenos no estaban alambrados, ni en condiciones de poder ha-
bitarlo. En un primer momento sus casas eran un ensamble de
materiales de deshecho de diversas clases: chapas, ladrillos, lonas,
maderas, latas, etc. En poco tiempo dejaron de existir casas pre-
carias y la construcción predominante es a base de cemento y la-
drillos. La modalidad de trabajo fue la autoconstrucción y no
48
existió ningún tipo de asistencia técnica, ni financiera de ningún
organismo municipal. provincial o nacional.
Equipamiento comunitario: de acuerdo al censo de población
confeccionado por los propios vecinos, en el barrio existen 26 fa-
milias. Ese asentamiento está perfectamente integrado con el res-
to del barrio, ya que en una parte de la manzana los terrenos son
linderos con otros propietarios, y según manifiestan los vecinos,
nunca existieron manifestaciones discriminatorias. Cada uno de
los ocupantes tiene un sistema de aprovisionamiento de agua por
medio de bombeador eléctrico. Está tendida la red de electrifica-
ción pero no existe la bajada domiciliaria. Carece del equipa-
miento ciudadano urbano, agua corriente, gas, desagües cloaca-
les, comunicación telefónica. Las calles fueron abiertas por ellos
y el trazado catastral de ordenamiento también.
Características de la población: la población asentada consti-
tuye un sector caracterizado como de pobreza estructural, con
tendencia a la precariedad e inestabilidad laboral, pero no obs-
tante existe en la mayoría de los casos un soporte relacional fa-
miliar y comunitario que posibilita un grado alto de integración.
El grupo de vecinos de este barrio integra el Consejo de Asenta-
miento de la Zona Oeste, dentro del cual realizan actividades re-
lacionadas con la problemática del territorio y de la vivienda. La
organización de los vecinos en torno al problema de la regulari-
zación tiene un desarrollo histórico en los diferentes niveles de
las administraciones municipales y provinciales. Fueron promo-
tores de la Ordenanza Municipal 9533 del Municipio de Morón
propiciando e impulsando que los terrenos provinciales pasen al
municipio para que se vendan a las familias. Luego gestionaron
mediante el Expte provincial 2207-1-309-88 la compra de las tie-
rras, han ubicado al titular del predio y ofrecieron la posibilidad
de un acuerdo de compra, formas de pago, escritura, etc.
Estado actual del dominio o de la negociación: Las tierras
fueron compradas por el Ente del Conurbano Bonaerense y ven-59El proceso de regularización dominial será descripto en el Anexo 1.
22. 5 150
nos, si me muero, dejo dos ladrillos que queden para mis hijos, es
feo robar pagar alquiler o vivir de prestado. Si uno no tiene casa,
no vale, es vago. Hace seis meses era un baldío. Yo vivía alquilan-
do en cruce Castelar64 juntamos todo y nos vinimos. Habíamos
hablado con Pereyra, que en esa época era el encargado, después
se agrandó, estaba con Don Iglesias65. Era una comisión, pero for-
mado por la política”.
HUGO continúa su relato:“veníamos asustados, nos decía
que podíamos meternos y después por ahí aparecía la policía, un
patrullero, el ejército, un loco, nos sacaba”.
“Nos decían que iban a venir con una topadora, que iban a le-
vantar todo, y no sabíamos a dónde ir. No teníamos seguridad, a
una villa le estaban por dar los boletos, y a la semana le pusieron
un autopista encima, y estaban colgados de los alambres66, ese es
mi miedo, que acá pase lo mismo”.
La incertidumbre es un factor histórico en la constitución de
estas familias, antes de la toma de tierras y aún ahora. Esta incer-
tidumbre es básica en tanto que genera cuestionamientos al inte-
rior de la vida misma: tendré qué comer hoy ¿dónde viviremos?,
¿viviremos aguantando las exigencias de otro por un lado, ten-
dremos que irnos para otro lugar por trabajo? Esto puede gene-
rar diversas actitudes desde abandonar la lucha y resignarse,
mantenerse a pesar de todo, vender el terreno, trabajar para los
“contrarios” y traicionar la lucha, vivir al día, aguantar las ame-
nazas y luchar por la organización. Una forma de sobrellevar es-
ta incertidumbre es la permanencia en la tierra. Pero esa perma-
64Cruce Castelar es el límite entre los partidos de Moreno y J.C. Paz y es un lugar de gran
concentración de población.
65Iglesias hoy está internado en un geriátrico, pero es de destacar que junto con Pereyra
realizaron la gestión con el apoyo de dirigentes municipales y funcionarios provinciales,
de la compra de la tierra.
66Forma de apropiarse de energía eléctrica.
didas en cuotas a sus ocupantes. Actualmente sus pobladores po-
seen las chequeras y están realizando los pagos60.
Aptitud del terreno: APTO
3.3 Análisis de los testimonios
Las entrevistas a las personas seleccionadas del “Asentamiento
Satélite 2” se realizaron en tres etapas. Una primera con Adelaida y
Hugo, otra con estos protagonistas y Sandra de la ONG Madre
Tierra, y una tercera a Pereyra. Una vez desgravadas las entrevistas,
el tratamiento que se privilegió fue el de agrupar los testimonios en
los siguientes items: La llegada y la toma, la organización al inicio
y ahora, las características de las relaciones con otros actores.
La llegada y La Toma
HUGO61 “yo me metí, esto hace como cuatro años, cuando vi-
no Duhalde con Menem, acá en ‘Satélite 2’, para comunicarle a la
gente que el terreno era de la provincia62. A partir de ese momen-
to si alguien se moría el terreno estaba escriturado63. Por lo me-
60El hecho de poseer las chequeras de pago implica que han regularizado el tema de la tierra.
61Hugo y Adelaida son protagonistas fundamentales de la actual comisión de tierras, Pe-
reyra fue uno de los integrantes de la primera comisión y su relación con la comisión ac-
tual es ambivalente.
62Fue un acto realizado en 1993, en un asentamiento vecino donde los mandatarios (Pre-
sidente y Gobernador) anunciaron las compras de las tierras del asentamiento Satélite 2
por parte del Ente del Conurbano Bonaerense.
63En realidad no se escrituraba el terreno tan solo era la venta de las tierras de un particular
a la Provincia. No obstante es importante destacar el significante del hecho de poder escri-
turar. Feijoo en la obra citada destaca tres cuestiones importante que valorizan la tenencia
de la tierra y la vivienda : un primer argumento que compartimos es el que “la casa es el
lugar en que se consuma la familia, el espacio en que tienen lugar las actividades de repro-
ducción cotidiana y generacional”, y “para los sectores populares se constituye además en
el mecanismo de la seguridad social informal que ayuda a superar las dificultades prove-
niente de la escasez de recursos de diferentes tipos. Un segundo argumento”debe ser plan-
teada teniendo en cuenta la desigualdad en el derecho al espacio, característica de las socie-
dades capitalistas” y el tercer argumento “es la dimensión de la seguridad como atributo
más valorado”en tanto se amplia sus posibilidades de expansión familiar.
23. 5 3
nencia se traduce en la posibilidad de escrituración, como parte
de la regularización dominial.
ADELAIDA “yo vivía en Villanueva67, y se lo comentaron a
mi marido. Fue por la política. Primero mi casa fue de chapa y
cartón, después de fibrocemento, un poco de madera. Mi marido
cortó bloques y después fuimos plantando raíces. No podes vivir
toda la vida con este miedo”.
“La gente es cómoda, le gusta vivir así como está no le interesa
el mañana algunos se resignaron a vivir así, en el chaperío o porque
no tienen trabajo. Nunca más salí a buscar, no voy a esperar toda la
vida así, hay gente que no quiere regularizar que no quiere pagar”.
Para Adelaida y Hugo, el sentido y la significación de la regu-
larización se constituyen en una identidad que crea redes de sen-
tido cuya efectividad se traduce en una posibilidad de estructurar
la vida cotidiana a partir de la precariedad. Esta precariedad de la
vida nos habla de la limitación de posibilidades que van desde sa-
tisfacer las necesidades básicas hasta las necesidades psicológicas
de sentirse alguien que no solo tenga un nombre, sino que le pue-
da ofrecer un futuro a sus hijos.
Regularizar >>> futuro
no tener deseo de pago >>> vivir al día
PEREYRA “yo tenía mi propiedad pero mi pibe tuvo una en-
fermedad y me surgió de vender mi propiedad, mi casa. Vi un lu-
garcito y me metí. Con dos o tres familias después me eligieron de-
legado. Las tierras eran de Fausto Pace. Anduvimos búscanos por
intermedio de la política, por la municipalidad, fuimos a pregun-
tarle a Mariano West (actual intendente de Moreno) quién nos dió
el camino a seguir, encontramos al dueño e iniciamos negociacio-
nes en la provincia68. En el año 1993 se compraron las tierras por
52
medio de la provincia, hicimos bajar al Presidente del Ente del
Conurbano. Le hicimos ver las dificultades y que teníamos que
conseguir un subsidio para el agua de Satélite 2 y Evita Obrera.69”
“Acá hay gente con dos o tres propiedades, hacen casas al ori-
lla del arroyo y las venden, eso no puede ser, sobre el arroyo las
Catonas a 5 mts. están haciendo casas de material. Este barrio fue
muy manoseado, yo traje a los directores de tierras para que se
respetarán los metros de distancia, pero los paraguayos que son la
mayoría, no respetan las normas, a ellos les da lo mismo, entre
ellos se venden los lotes. La municipalidad no me ayudó, con el
grupo de la comisión éramos dos o tres, después yo me quedé so-
lo, la idea era la de recuadrar toda la manzana, esta era tierra
arada, yo hice abrir las calles, por el arroyo estuve peleando un
año los hice venir con las máquinas. Acá la gente venía asesorada
que había una comisión. Venían, pedían, eran la 10 u 11 de la no-
che, haciendo cola para que les diera un terreno, la gente llegaba
y le daba un terreno. Ultimamente vienen y se quedan, no pre-
guntan, empezaron hace un año”.
De acuerdo al análisis, en varías secuencias del testimonio de
Pereyra se observa70 la modalidad de funcionamiento de la comi-
sión o proto- comisión basada exclusivamente en la eficacia de
sus relaciones políticas71 con el exterior y las decisiones autóno-
mas para el interior de la organización.
69En esta gestión para el subsidio para instalar la red de agua, fui testigo de la activa par-
ticipación en forma personal de Obispo de Morón Monseñor Laguna. Evita Obrera es
un Asentamiento vecino a Satélite 2.
70Con Pereyra se realizaron varias entrevistas.
71El prototipo de establecimientos de relaciones, identificando en estos casos uno de los
polos del lazo vincular que se podría denominar clientelismo político, y que lo podría-
mos definir de acuerdo a Auyero Javier. La doble vida del clientelismo político. Quien
lo caracteriza como : “ los lazos clientelares-como mecanismos de articulación entre es-
tado, sistema político y sociedad, y como institución social de intercambio-adquieren le-
gitimidad, independiente de patrones a mediadores específicos”. “... los lazos clientela-
res viven dentro y fuera de los agentes, en las estructuras de las redes de distribución y
circulación de bienes, servicios, lealtades, etc. y en los esquemas mentales de los agentes
involucrados en esas prácticas”...
67Villanueva es una localidad perteneciente al partido de Moreno, muy cerca del límite con
el partido de J.C.Paz, densamente poblada de sectores populares.
68Específicamente fue el Ente del Conurbano el que compró las tierras.
24. 5 554
días para hacer una pieza de material, ni bien llegabas tenías que
tener una chapa, sino lo hacías de material, el propio Iglesias, o
Conti lo echaban y traían a otro. El terreno te lo vendía Conti, al
otro día venía otro con Iglesias, y al otro, con Pereyra. Todo por
el mismo terreno. En este puesto hicieron cinco veces pozos, hasta
un caballos enterraron ahí, no es casualidad que nos cueste lo que
nos cuesta, no somos así por casualidad”.
“Miguel vendió toda esa manzana, vende en $ 150, hay gente
profesional. Monedean, es para sacar el día o la semana, vende
acá y arma ahí enfrente. Esto lo aprendieron de Iglesias. Hay te-
rrenos en el barrio que se pueden ocupar, lo ocupan y después se
lo venden a otro y se meten en otro lugar. Iglesias vendió la casa
a un señor que quedó en llevarle la plata al geriátrico, ese hom-
bre se la vendió a otro y nunca terminó de pagarle a Iglesias. Eso
tiene que ver con el tipo de dirigente que tienen los barrios y las
comisiones”.
Quisimos precisar cómo fueron los comienzos de la organi-
zación del asentamiento, a partir de las prácticas que tan clara-
mente quedan expuestas en los testimonios. Estas práctica, ven-
ta, reventa de los terrenos, por parte de los primeros que arma-
ron la comisión, y la de una falta absoluta de respeto a las nor-
mas de afincamiento que caracterizan a estos asentamientos, son
los rasgos predominantes durante la etapa inicial del desarrollo
organizacional.
En la actualidad
HUGO “somos 5 o 6 personas, pero después se borran porque
nos desmoralizamos. Nos desmoralizamos por lo que nos hacen
por que trabajamos. Si yo hago un trámite me van pasando por
todas las puertas, me atienden pero siempre tienen un pero, falta
la firma, etc.
3.4 La organización de los asentados
Al comienzo
HUGO “no fueron como esos asentamiento donde hay un
delegado por manzana72 fue de origen individual, no es un lugar
fácil. La municipalidad dijo allá hay un terreno y veníamos y
plantábamos, si tenías para la cometa, decían vení más acá o más
allá. Si estás a mitad de cuadra, decían 20, en la esquina 30. To-
do alrededor del viejo Iglesias. El agarraba el más grande y des-
pués vino otro que me dijo yo agarro más grande todavía y des-
pués vino otro que dijo yo agarro más grande todavía total es tie-
rra de nadie. El viejo Iglesias, un día trabajaba con uno, al otro
día trabajaba con otro. La mujer estaba con otros, el se volvía a
afiliar, nunca se formó una comisión, Pereyra era solo, él era el
presidente de la comisión, llegaban acá y te anotaban en un cua-
derno”.
SANDRA (integrante de Madre Tierra, ha trabajado desde
los orígenes del asentamiento )
“Pereyra ayudaba al barrio, trabajaba para el barrio, pero so-
lo. No pasaba información, él quiere rasguñar algo, cuando vio
que no había mordida, que iba a estar muy controlado todo, se
abrió, no vino más, él vive del otro lado. El dice algo porque es
Pereyra, o Conti que vendió los terrenos. Ahora están divididos.
Conti cuando tiene algún negocio sigue siendo de la comisión.
Mucho decían compramos el terreno a Iglesias, a Pereyra, es por
eso que venían y pagaban, para poder quedarse. La Municipali-
dad nos dijo vayan y nos dio las chapas, llegaban aquí y tenían 40
72En los trabajos consultados sobre asentamientos, la mayoría de los autores coinciden
que en principio la organización que se intenta es la de delegados por manzana que con-
curren a una asamblea mayor, y este tipo de organización, semejante a la de una comi-
sión de delegados dentro de una planta fabril, ha trascendido a los asentados con poste-
rioridad.
25. ADELAIDA “la zanja divide al barrio, queremos unirlos pe-
ro no sabemos, no podemos, no sabemos por que no nos conocen”
HUGO “los de arriba son los del asfalto, están ahí porque es-
crituraron, ellos nos dicen villeros, los negros de la villa, ellos (los
del asfalto Barrio Victoria ) pagan impuestos, nosotros no”.
PEREYRA “yo no quería que este barrio fuera una villa”
Una de las estrategias de defensa del colectivo es cuestionar el
estigma no somos villa, somos un barrio. La identidad estigmati-
zante de villero actúa como una amenaza constante. Podemos
decir que la defensa del espacio es el principal indicador del sen-
timiento de pertenencia de la comunidad, un anclaje efectivo y
afectivo al territorio. Pagar impuestos, tener asfalto es en princi-
pio la posibilidad de adquirir una posición diferente a la actual.
Además se observa que hay fragmentación y desarticulación
con respecto a los programas que se implementan como Plan Vi-
da (manzaneras), comisión de tierras, programa País.
3.5 Relaciones con los políticos, “la política” y con los par-
tidos políticos.
ADELAIDA “nosotros nos reunimos en la capilla, sin pedir
plata, sin hacer política, nosotros sabemos que trabajamos con po-
líticos, pero si ellos se van, nosotros queremos quedar como comi-
sión, queremos seguir existiendo en algún lado”.
HUGO “Nos movilizamos más, pero están los que trabajan
con el intendente actual, si se va este sabemos que perdemos todo.
Los partidos meten gente, saben que hay un huequito meten 2 o
3 familias. Para quedar bien con los votos, si realmente los políti-
cos tuvieran interés, las cosas las hacen en el momento, para man-
5 7
Los que nos metemos en las comisiones, es para decir bueno
vamos a trabajar para el barrio, la gente se borra porque está muy
quemada, hubo muchas promesas y al final no se cumple, la comi-
sión de tierras iba y pedía la plata en la rovincia para la gestión o
para llevar un censo y entonces a esa persona le dan lo poco que
tiene la gente, después va allá a La Plata, o por lo menos eso me
dicen, y no sabemos realmente si fue o no, no se rinde cuenta, por
eso se hizo la comisión”.
HUGO agrega “no nos tienen confianza, le decimos a la gen-
te que va a venir la gobernación par hacer un censo, para que ese
día esperen a los del censo, y no lo hacen, se pierden de hacer la
changa de ese día, no nos reconocen como comisión, los del sur,
ellos tienen mucha organización, no solo palabras -vamos a que-
mar llantas y van todos- acá decimos vamos todos a juntarnos a
una reunión y dicen para que vamos a ir, están (los otros del sur)
más adelante que nosotros. Nadie quiere ser delegado de manza-
na.”
SANDRA “Si querés saber cuantos chicos de menos de 5 años
hay en cada manzana, ellos que son de la comisión no saben. Lo
importante es la reunión entre grupos (Plan Vida, Comisión de
Tierras, Manzaneras, etc ) Nos damos cuenta de que todos tenía-
mos información, lo importante es juntar eso, es la vuelta de tuer-
ca que le falta a Satélite 2. Reagruparnos, todos trabajamos para
la mejora del barrio y sacar nuevas propuestas.”
Esta comisión liderada por Hugo y Adelaida, aún no ha po-
dido ser legitimada por el resto de los asentados. Si bien tienen
existencia en el barrio por sus prácticas, no han logrado revertir
el funcionamiento de la comisión anterior, no establecen alianzas
con partidos políticos aunque se vinculan técnicamente median-
te la ONG Madre Tierra, con otros asentamientos que le permi-
ten entre otras cosas evaluar el funcionamiento de Satélite 2, y
con funcionarios de la Provincia de Buenos Aires.
56
26. 5 9
garles (pedirles) una máquina hay que dar muchas vueltas. Su-
pongamos que haya dos máquinas, una rota y otra anda bien.
Nosotros pedimos un puente, la comisión pedimos un puente para
el arroyo. Primero tuvimos que pasar por la mesa de entradas.
Dos personas nos recibieron, después nos mandaron arriba a que
veamos a otras dos personas, esas ponen la firma y nos mandan a
otra parte. Esperamos una semana, quince días, nos dijeron que
después nos mandaban los inspectores, pero los inspectores están
siempre muy ocupados, según ellos hay que esperar, pero el inspec-
tor no vino, no se lo vio más. Después nos dicen que si el presu-
puesto alcanza van a mandar el material y van hacer el puente.
Como si nosotros no pudiéramos hacerlo, acá hace falta el puen-
te, se abrió la escuela 79, pero no tiene puente, como cruzarán los
chicos el día de lluvia. Los políticos juegan con nosotros, a las per-
sonas que estamos nos cansan, es todo una cadena, los políticos nos
cansan, hacen el juego del gato y del ratón, quieren nosotros, nos
van cansando, hay gente que no entiende por falta de educación,
por miedo, a perder algo”.
PEREYRA “Con los justicialistas nos manejamos mejor. Los
primeros fueron los radicales, cuando se inauguró la radio, vinie-
ron los radicales, tuvimos una pelea por radio con un concejal ra-
dical, que decía que esto era fiscal. Fuimos usados por los radica-
les, Mariano West nos dio una gran ayuda”.
SANDRA “nuestro cartel está en el corazón del barrio,no en
la política nosotros a los políticos no le servimos, porque saben que
si nos proponemos nos podemos movilizar. Ellos saben que Ade-
laida puede y a ellos no les conviene. Ellos quieren cansarla”.
HUGO “ya ves lo que le pasó a Cabezas, el compañero esta-
ba investigando y le amenazan toda la familia. Uno que está en
movilizar gente, parece que no, pero uno le está metiendo una
idea en la cabeza, una idea que es parte de un derecho, pedimos
justicia a nuestra manera, nosotros pedimos justicia social.”
58
Es evidente que la modalidad de relación con “la política”73,
para la comisión de tierras de este asentamiento es asociarla con
el clientelismo político, con el manejo poco transparente del di-
nero. La comisión debe funcionar entre “la política”, la burocra-
cia municipal que torna ineficaces sus esfuerzos (ni los integran-
tes de la nueva comisión, ni Pereyra con sus contactos políticos
pueden lograr la realización del puente), lograr el reconocimien-
to de los asentados a partir de demostrar algún éxito en la gestión
y en el manejo del poco dinero que se recauda. Pero aparece en
las entrevistas, dos elementos claves, por un lado aparece una
idea convocante que opera como un principio de esperanza al
ejercer la justicia social, y si bien no está específicamente señala-
do, lo han practicado casi todos, que es una cierta capacidad de
negociación, reconociendo los atributos de los políticos y la ca-
pacidad de movilización potencial de los asentados.
ASENTAMIENTO “1 de Julio ”
Entrevistas realizadas a Daniel, Mirian y Edu74
DANIEL “vine del Chaco en el año 81, quería hacer algo.
Fuimos a averiguar de quienes eran los terrenos. Me dijeron que
si me quería meter, me metiera. Me compré una prefabricada y
me quedé ahí. Había un primo mío que ya estaba, pero después
vendió todo y se fue. Yo no quería irme, fui a averiguar a Morón,
después a La Plata, me dijeron que los terrenos eran de una aso-
ciación que no se en qué año caducaba.
73A este concepto, que lo tomamos de los testimonios de los entrevistados, entendemos se
le atribuye a procesos, intercambios, personas, actitudes, lógicas de acción modo de vi-
da, etc., identificables por los sectores populares.
74Cuando fuimos a realizar la tarea de campo, nos encontramos con la desagradable noti-
cia del fallecimiento de Rubén Rosso. Rubén fue el que prácticamente organizó la co-
misión del asentamiento, gestionó personalmente todo lo relacionado con la regulariza-
ción dominial y en la elección de 1995 fue elegido concejal del Frepaso por el partido de
Ituzaingó.
27. 6 160
taba en la misma situación, él estaba organizado, me llamó la
atención como se plantaba en querer ser dueño, eso me entusias-
mó iba casa por casa, él quería ir a averiguar si eran fiscales. Nos
dijo que era un tema muy jodido el tema de los terrenos, no figu-
raban calles, en seguida planteó el tema de la reorganización. Era
un tipo muy solidario, muy elástico, muy entrador, laburaba de
noche75, en una fábrica de caucho, por ahí se acostaba a dormir
dos horas y lo veías todo el día laburando, dando vueltas. Noso-
tros lo cargábamos, él era un resorte, en el secundario había mili-
tado políticamente, yo había militado sindicalmente, Rubén era
peronista”.
Los principales dirigentes que constituyeron la proto- comi-
sión de tierras de este asentamiento han tenido militancia políti-
ca y/o sindical. Pero se observa además que habían alcanzado al-
gún grado de desarrollo organizacional
Organización
DANIEL “en principio teníamos que tener un representante,
para ir a La Plata, queríamos hacer un censo, queríamos tener la
mayor cantidad de compañeros posibles, estables. Lo primero que
queríamos plantearle a la gente era que queríamos pagar, ese era
nuestro objetivo, no queríamos quedarnos para que nos desalojen,
queríamos legalizar”.
Pero quizás la característica más importante de está acción co-
munitaria sea:
“... nosotros creíamos que era un derecho, después de hacer los
primeros contactos, que el negro empezó a ir a La Plata, después
75En una oportunidad, mediando el año 1993 le pregunté cómo hacía, ya que las veces que
nos encontrábamos era a las 8 de la mañana en La Plata, y cuando lo visité observé que
él mismo estaba construyendo su casa de material.
Puse la casilla en un terreno de 10 x 30. Después del 87 comen-
zó a venir mucha gente. Todos queríamos un pedazo de terreno
(de 10 x 30). No teníamos ni idea de quién era el dueño, ya en el
87 éramos 25 familias, y hoy cubrimos la manzana entera”.
MIRIAN “yo me casé muy joven, tenía 17 años, empezamos
a hacer una piecita, me enteré por un tío que estaba viviendo al
otro lado, él se instaló, yo me quedé embarazada, necesitamos ha-
cer una con mi hermana acá a la vuelta pero necesitábamos algo
para nosotros. Fuimos de a poco haciendo una piecita. Ahí Rubén
se cruzó y nos invitó a trabajar, a participar, a salir adelante, no-
sotros dijimos que sí, así fue como empezó todo”.
EDU “yo estaba alquilando en Primera Junta, nos agarró la
inflación, no pudimos alquilar más, yo la plata no la tenía. Me en-
teré por mi mamá, por un amigo, no hay nada, pero si vos querés
intentar entre ir a vivir abajo de los caños e ir a vivir ahí, Dije al-
gún día, le pagaré al dueño, haré algo para pagarlo, siempre tuve
la intención de pagar, en cuanto venga el dueño yo le propongo
pagar, después tuve fe porque estaba Rubencito con todo esto. Acá
me voy a quedar a vivir, una de las cosas que siempre peleamos es
el pago de las chequeras ese aseguramiento de la lucha que hici-
mos, para que no digan estos negros villeros nunca pagan”.
Todos se instalaron precariamente a través de la instalación de
una prefabricada y en todos los testimonios aparece como cues-
tión fundamental y disparadora las condiciones de pérdidas de
estabilidad económica, y aparece además la idea de querer pagar,
querer legalizar, no considerarse como un intruso
DANIEL “el barrio se llama 1 de Julio porque resultó de una
elección entre Rubén (también se lo nombra como el negro) que
quería el 1 de Julio y yo el 26 de Julio, vamos a votación que ga-
nó por un voto, y quedó 1 de Julio. Cuando yo llego, estaba el ne-
gro, un día golpeó, él era de Libertador y de acá 14 cuadras, él es-
28. 6 362
negro dijo, dejate de joder. Agarró el libro de actas y salió a man-
guear, yo fui con él, en principio para estas cuatro familias”.
En este momento de crisis aparece en el grupo un análisis po-
lítico-ideológico de la situación, que le permite posicionarse an-
te lo que se conoció como los “saqueos”.
Continúa DANIEL “En ese momento nosotros les dijimos
que nos quisieron dividir a los hambrientos, vienen acá a la esqui-
na, ofrecen mercadería, los partidos políticos y dicen no mucha-
chos esto lo dona el partido político tal. Yo salto y le digo porque
es así, a nosotros no nos interesa. Entonces no dicen de acá para
allá, ahí se armó el quilombo. El negro me dijo, deja nosotros va-
mos a organizar, ya quedamos como barrio 1 de Julio”.
“De las 25 familias que había laburaban 6, así que el negro
que era uno de los que laburaba, no tenía obligación, él era muy
solidario, le pusimos cadena de solidaridad alimenticia, ahí tuvi-
mos problemas con partidos políticos, con la Iglesia. Acá se entre-
gaba a la comisión, no a los partidos políticos. Rubén era el presi-
dente, yo el vicepresidente, todo se entregaba a la comisión y to-
do iba al libro de actas, así sea un cura, un concejal, un partido po-
lítico. Pero el negro volvió a tomar el tema de la tierra que se ha-
bía enfriado”.
Nuevamente Rubén toma la iniciativa, marcando los tiempos
y conduciendo toda la estrategia del grupo de asentados, aún en
los momentos de crisis, y mostrando cierta capacidad de acción
y respuesta ante cada obstáculo, y en todas las ocasiones la res-
puesta es la de la organización.
DANIEL “el dueño era Amadeo Cendra. Cuando la provin-
cia iba a expropiar, le dije a Rubén vamos, yo te hago la gamba,
ahí fue el negro en el buen sentido de la palabra, lo usó. Ahí iba
a cobrar, al precio que él quería iba muerto (por el precio que que-
de esquivar a una abogada que nos quiso vender, lo que más nos
duele es que ahora esa es jueza de Ituzaingó. El negro empezó a
meterse en todas las oficinas, ahí nos enteramos que había una
irregularidad en el tema de las escrituras, no se sabía si el tipo, lo
habían engañado, si el tipo era comprador, el tipo no podía ven-
der, nos enteramos que no era lo mismo que nos decía esta docto-
ra, había una interna Cafiero/Menem pero nosotros no íbamos
para eso, a partir de esto empezamos con el tema de la comisión y
se lanza él como presidente”.
“Nuestra primera alegría fue la ley de Expropiaciones”76.
En este breve lapso habían dado respuesta a una inmobiliaria,
a una abogada y consiguieron la promulgación de la Ley de Ex-
propiación.
Continúa DANIEL “el negro se enganchó y esperó que ven-
ga un diputado, tratamos de que la cosa se encauce en La Plata.
No fuimos ni a ver a los radicales, estaba Garcia, Silva, en Mo-
rón, gana Rousselot en Morón, ahí entramos nosotros como ba-
rrios organizado, no entra Rubén, Daniel, como barrio con comi-
sión”.
EDU “pudimos mantener el 10 x 30 (en el emplazamiento de
las casas respecto al terreno ) sin que en 10 metros vinieran tres fa-
milias. Cada una de los que venía se dejó un pasillo”.
DANIEL “... en el 89 fue el año de los saqueos, fue una etapa
jodida, ahí se enmarca una solidaridad en el barrio para que ten-
ga un semblante de lo que era. Ese año vinieron un par de fami-
lias que decían vení, vamos a saquear, entonces voy y le digo a
Rubén eso como podemos hacer, organizamos un saqueo. Pero el
76Esta ley permite que no haya lanzamiento de los asentados por 5 años, pero por sobre
todo nos interesa la capacidad de desarrollo organizacional que debe poseer el grupo pa-
ra poder lograrla.