2. MARCO HISTÓRICO
Con el término bizantino se designa al Imperio Romano del Oriente, que se
desarrolla desde fines del siglo IV (395) hasta el siglo XV (1454).
Constantino traslada la capital imperial desde Roma a la ciudad griega de
Bizancio, donde se le cambió el nombre a Constantinopla(hoy Estambul).
El Imperio Bizantino se concibe como reflejo del mundo celestial: si solo hay
un Dios también sólo hay una autoridad, que es el emperador, quien además
de afirmar su soberanía tiene que propagar y defender la fe.
La historia de Bizancio conoce su máxima expansión y estabilidad con
Justiniano (482-565), emperador desde el año 527.
Ha partir del siglo VII sus dominios militares se van reduciendo, hasta que en
1453 Constantinopla es tomada por los turcos.
3. ARQUITECTURA
La arquitectura bizantina se vincula directamente con la romana y con la
paleocristiana. De la primera adopta algunos elementos, y con la segunda
comparte las mismas funciones litúrgicas, que satisface también con
estructuras nuevas.
La principal novedad es la planta central con varias naves y cúpula. La planta
central se cubre con cúpula, que, a diferencia de la romana, se concibe ahora
de manera original como consecuencia del uso del ladrillo como principal
material y de otro sistema de contrarresto.
Esta consideración de la cúpula conlleva un cambio en el muro, que sustituye
su función estructural por otra secundaria, pues se comporta como simple
relleno.
4. Pero también puede adoptar forma curva, o incluso ser eliminado, lo que
revela una nueva libertad de proyectar con repercusiones en el Románico y en
el Gótico.
Así surge la disposición más característica del muro bizantino en forma de
arquerías de medio punto sobre columnas aisladas. Rematado con un ábaco
muy desarrollado que aumenta el plano superior de apoyo
5. PINTURA
La pintura bizantina es un reflejo más del absoluto predominio de la religión
en la vida social y política del Imperio oriental.
Todo el programa iconográfico de los mosaicos en el templo depende de la
concepción de éste como una reproducción de los mundos celestial y terrenal.
En la nave central se ilustra el ciclo de la salvación con escenas de la vida de
Cristo en la tierra y con la secuencia de las fiestas del año cristiano. Y las
naves laterales se ocupan con escenas de santos.
la pintura bizantina destaca por sus iconos, imágenes sagradas sobre madera
fija o portátil con una técnica peculiar.
A diferencia de los mosaicos, los colores son opacos y no brillantes.