2. El término "globalización" ha invadido gran parte de nuestro lenguaje cotidiano. Toda
referencia al panorama político, social, económico y cultural se halla absorbido por
esa palabra de la cual poco y nada sabemos en profundidad.
Para otros, la globalización es un fenómeno que ya tiene varias centurias y se dio
justamente con el descubrimiento de América cuando una serie de factores
preponderantemente económicos y políticos confluyeron para que se produjera una
gesta que en principio pretendió demostrar fehacientemente una verdad hasta
entonces imposible para muchos pero que en la práctica significó el comienzo de una
nueva era en el comercio y el intercambio poblacional.
3. La realidad de nuestro país es el reflejo de un proceso histórico que surge
con el inicio mismo de la colonización española y la arquitectura, como
producto cultural, refleja esa influencia pero también define el carácter y la
personalidad de un pueblo.
Somos un país multifacético, con hondas raíces americanas pero marcada
ascendencia europea. El predominio estilístico de esta ascendencia con
reminiscencias "clásicas" propia de un período del siglo XX.
4. Globalización de la arquitectura.
Por lo general tendemos a pensar en la globalización como un fenómeno asociado
con los flujos de capital, trabajo, productos, ideas e imágenes, economía, política y
poder.
La globalización nos ha acercado más entre nosotros, cruzando o incluso borrando las
fronteras entre países. Viene a nuestra mente la imagen de un mundo cada vez más
pequeño en el cual el acelerado flujo de información e intercambio de tecnología
reduce las distancias entre las culturas del mundo y establece relaciones entre las
políticas económicas de cada país.
Este contexto construyo el concepto de “ciudad global” el cual estaba caracterizado
por ser el epicentro económico y capital del mercado, sin embargo este concepto se
ha reconfigurado para darle paso a un proceso más complejo en el cual las
interacciones son infinitas en el cual somos capaces de interactuar simultáneamente
en cualquier parte del mundo y las barreras físicas y distancias no existen
5. La globalización es un concepto que ya no nos resulta poco familiar, al cual lo por lo general
históricamente lo hemos vinculado con el poderío económico de las grandes corporaciones
transnacionales, pero sus repercusiones van mucho más allá.
Podríamos describir a la globalización como un conjunto de transformaciones sociales,
culturales, económicas y políticas que impactan desde las más altas esferas de poder hasta
la vida diaria, en un fenómeno el cual el incrementó las relaciones mundiales de tal manera
que eventos locales son determinados por sucesos que ocurren a miles de kilómetros de
distancia, de manera progresiva e inevitable .
Es cierto que el intercambio cultural entre las civilizaciones siempre ha existido, en menor o
mayor escala, desde hace miles de años, pero la globalización está caracterizada por la
profundidad de sus efectos en el mundo. Con una fuerza implacable nos asfixian con
imágenes y productos que representan ideales de lo que significa el lujo y el poder, definen
la belleza y lo que es importante, nos muestran sueños de una vida excitante y sofisticada
que se ha vuelto equivalente de desarrollo y riqueza, induciéndonos a un mundo cada vez
más parecido entre sí.
6.
7. Antecedentes entre arquitectura y globalización.
Históricamente la arquitectura siempre ha sido utilizada como un ícono gracias a sus ideales,
valores y poder de expresión. Esto facilito la difusión de la arquitectura como un objeto cargado de
simbolismo representante de poder, de sabiduría de riqueza.
Pero no fue hasta el movimiento moderno que la arquitectura compartió con la globalización sus
ambiciones globales de llevar a todo el mundo el poder de la innovación, del progreso, la tecnología,
racionalización, el fin de la tradición y el desapego a la historia y la tradición. Ya desde el nacimiento de la
bauhaus algunos arquitectos como Walter Gropius ya imaginaban una visión del mundo reconocible y
unificada gracias a una arquitectura inclusiva.
Los cimientos de una arquitectura global estaban listos. Pero no es hasta entrados los años treinta y los
primeros años de postguerra con el establecimiento del estilo internacional y la consolidación del
movimiento moderno (Tietz, 2008) que la arquitectura se asoció con los principios clave que identifican a la
globalización.
Se le dotó así a la arquitectura de un claro simbolismo de los mecanismos globales de la economía. Este
lenguaje es muy claro en edificios corporativos, centros comerciales, aeropuertos. Cabe señalar que el
movimiento moderno nació en las mismas latitudes donde se gestó la globalización, en la cultura
occidental, así llamada, específicamente en el atlántico norte: estados unidos y Europa. La expansión de los
mercados rápidamente se reflejó en una propuesta arquitectónica reconocible.
8. Arquitectura y el poder de la representación. Iconos y símbolos.
Arquitectura y globalización son dos actividades con una relación muy estrecha. Sugerir
que dependa la una de la otra no es una idea atrevida. Una afecta a la otra y viceversa, si
alguna tiene algo que decir se ayudarán mutuamente para transmitir ese mensaje.
En la historia del hombre la arquitectura siempre ha tenido un papel importante por su
relación tan estrecha con prácticamente todos los aspectos de la vida humana y más con
aquellos más representativos como la religión, la política, el poder, arte, etc. Se
construyeron templos, monumentos, edificios públicos, teatros, palacios, que
representaban a cierto colectivo social y cultural de un momento en específico.
Los símbolos cambian, las ideologías se reconfiguran, y en el mundo en el que vivimos
regido por los valores del mercado y el capital, la arquitectura indudablemente se
vería influenciada y tendería, como lo ha hecho antes, a representar el momento en que
se vive. La arquitectura claramente también tiene esta capacidad de asombrar, de atraer y
convertir a ciudades en verdaderas capitales de lo extraordinario, lo estrafalario y hasta lo
grotesco, ciudades que reflejan de un modo muy real y crudo el desborde del capitalismo.
9. Homogenización de la ciudad y el espacio urbano
Nuestras ciudades se han convertido en simples recipientes decididos a contener y a
captar cualquier esquema o patrón de diseño con los que somos bombardeados desde las
principales ciudades globales del mundo.
Con diseños de formas muy definidas y concretas a diseños banales de las tendencias más
actuales, las ciudades son zonas de consumo más que espacios que promuevan la
creatividad. Al ser simples consumidores, las ciudades pueden, y lo hacen, elevar su estatus y
su imagen como una ciudad que es parte del gran movimiento global, pero realmente no
esperamos que de este proceso se dé un resultado realmente innovador.
Algunas ciudades han tenido la capacidad de adaptarse y sobre todo de explotar en su
beneficio a la globalización, convirtiéndose así en protagonistas que ocupan un rol muy
importante en la economía y la cultura mundial. Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Londres,
etc., son ejemplos de ciudades de gran desarrollo y referentes mundiales, cosmopolitas.
10. La relación del mercado y la arquitectura vuelve a hacerse presente y extiende su influencia
abarcando desde las mismas bases o los cimientos de una ciudad, influenciando la creación de
planes de desarrollo urbano y pasando por todos los niveles de diseño, inversión y gestión, con el
objetivo de asegurar y facilitar desarrollo de este tipo que garantice y priorice el beneficio
económico particular.
La globalización ha hecho a muchas ciudades más sensibles a los procesos actuales, a las dinámicas
económicas y socio culturales y se han vuelto muy ansiosas por participar de las tendencias más
novedosas y entran al juego de oferta y demanda.
11. Podemos sintetizar en 5 frentes principales.
El primer frente es el corporativo. Representado por las grandes empresas e inversionistas. Se
desempeñan desde el ámbito local al global, bancos, constructoras, firmas de inversión,
aquellos que representan el poder económico.
En el segundo frente nos referiremos al Estado: gobiernos, políticos y dependencias de todos
los niveles que son los que deciden que es lo que se hace y que no. Su principal papel sería el
de gestionar.
En el tercer lugar está el frente profesional, en el que estamos incluidos no solo los arquitectos
y profesionales del ramo de diseño y construcción sino todos aquellos actores que participan,
tanto en el primer como en el segundo frente, como empleados.
12. En el cuarto frente encontramos al mercado. Aquí se encargan de la comercialización y difusión,
en nuestro caso de la arquitectura y el desarrollo urbano. Hace la propagación de las ideas y los
objetos para facilitar el consumo por parte de los clientes representados por la sociedad y el
gobierno que compiten por obtener o aumentar el estatus que tenemos dentro del mundo
globalizado.
Por último, encontramos el frente del consumidor que es el que a fin de cuentas legitima la
información y los métodos de un modelo estandarizado y homogéneo de productos, ideas y
prácticas cuyo resultado es un modelo de homogenización de la planeación y de la
construcción.
Podemos entender que más allá de la aspiración de ciertos valores globales, existe la
imposición de modelos económicos, resultando en un proceso de homogenización que tiene
en el mismo proceso de diseño en sí, un contenedor de ideas, conceptos y estilos
específicos que gracias a la promoción y propagación de sus ideas a través de los medios,
sumado al deseo de un Estado capturado por estas imágenes de progreso resulta en un
proceso de en el que las ciudades tienden a parecerse entre sí.