1. Dante Alighieri, en el Paraíso, la tercera cántica de La Divina Comedia, describe su visión de su viaje al último reino de la
ultratumba. Su Paraíso se divide en "cielos", que son nueve y se basan en la cosmología aristotélico-tomístico,
correspondiendo los primeros siete a cada uno de los planetas del sistema solar. Es de notar que pese a su distribución, el
lugar de residencia efectivo de las almas es el Empíreo, a las cuales la gracia divina concedió distribuyó en los cielos
inferiores para manifestarse alpoeta según su experiencia terrena y sus inclinaciones. La disposición de las almas en el
Paraíso se explica en el canto IV (y en parte también en el canto III), mientras que la correspondencia con las jerarquías
angelicales se hace en el canto XXVIII.
Del paraíso terrestre, Dante y Beatriz ascienden al paraíso a través de la esfera de fuego, que separa elmundo contingente
del incorruptible y eterno.
Véase también: Paraíso: Canto Primero
Índice
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1Primer cielo (Luna)
2Segundo cielo (Mercurio)
3Tercer cielo (Venus)
4Cuarto cielo (Sol)
5Quinto cielo(Marte)
6Sexto cielo (Júpiter)
7Séptimocielo (Saturno)
8Octavo cielo (estrellasfijas)
9Noveno cielo(primer móvil)
10Bibliografía
11Véase también
Primer cielo (Luna)[editar]
El primer cielo es el de la Luna, que en el medioevo se consideraba un planeta, y cuya principal característica es la falta de
constancia. Corresponde a los espíritus débiles. En esta esfera se encuentran las almas de quienes incumplieron sus
propios votos, aunque no por su voluntad sino obligados por otros. Estas almas aparecen al autor como imágenes
reflejadas en vidrios transparentes y tersos, o en aguas nítidas y tranquilas.
Las cuestiones teológicas discutidas con los beatos en este cielo son:
1. El oasis almas del Paraíso.
2. La sede de los beatos y su aparición en los diversos cielos
3. La doctrina platónica sobre el regreso de las almas a las estrellas.
4. La voluntad absoluta y la voluntad relativa respecto a la violencia externa.
5. La importancia de los votos y la posibilidad de cambiar su naturaleza.
Las inteligencias angélicas que mueven este cielo son los ángeles, que pertenecen a la tercera jerarquía de los ángeles.
Sus beatos protagonistas son: Piccarda Donati y la emperatriz Constanza.
Véanse también: Paraíso: Canto Segundo, Paraíso: Canto Tercero, Paraíso: Canto Cuarto y Paraíso: Canto Quinto.
Segundo cielo (Mercurio)[editar]
El segundo cielo es el de Mercurio, que se caracteriza por elamor por la gloria y la fama terrena. Las almas que acá residen
son de hecho las que siguieron la providencia con ese fin. Aparecen ante Dante como esplendores flameantes que bailan y
cantan.
En este cielo se afrontan las siguientes cuestiones teológicas:
1. La muerte de Cristo.
2. Por qué Dios redimió a la humanidad con el sacrificio de Cristo.
3. La corruptibilidad y la incorruptibilidad de las almas y la resurrección de los cuerpos.
Las inteligencias motrices de este cielo pertenecen asimismo a la tercera jerarquía. Se trata de los arcángeles.
2. En esta esfera se encuentran los beatos Justiniano, quien fue emperador romano, y el provenzal Romeo de Villanova.
Véanse también: Paraíso: Canto Quinto, Paraíso: Canto Sexto y Paraíso: Canto Séptimo.
Tercer cielo (Venus)[editar]
El tercer cielo es el de Venus, que se caracteriza por el amor, y donde de hecho se encuentran las almas de los amantes. El
protagonista los describe como esplendores que se mueven rápidamente en círculo
Cuarto cielo (Sol)[editar]
El cuarto cielo es el del Sol, que se caracteriza por la sabiduría. Los beatos de este cielo son las almas de los sabios y de
los Doctores de la Iglesia, las cuales aparecen dispuestas en coronas concéntricas de gran esplendor, y danzan alrededor
cantando.
Las cuestiones teológicas, filosóficasy morales afrontadas en este cielo con las siguientes:
1. El orden de la creación y sus consecuencias.
2. La corrupción de la orden de los dominicos.
3. La corrupción de la orden de franciscanos.
4. La sabiduría de Adán, Cristo y el rey Salomón.
5. La falibilidad de los juicios humanos.
6. El esplendor de las almas beatas tras la resurrección de los cuerpos.
Las inteligencias motrices de este cielo pertenecen a la segunda jerarquía y son los potestades.
En este cielo, ya beatos, se encuentran santo Tomás, Alberto Magno, Francesco Graziano, Pietro Lombardo, el
rey Salomón, Dionisio Areopagita, Paulo Orosio, Boecio, Isidoro de Sevilla, Beda, Ricardo de San Víctor, Siger de
Brabant, san Buenaventura, Illuminato da Rieti, san Agustín, Hugo de San Víctor, Pietro Mangiadore, Juan
XXI, Nathan, Juan Crisóstomo, Anselmo de Canterbury, Elio Donato, Rabano Mauro y Joaquín de Fiore.
Véanse también: Paraíso: Canto Décimo, Paraíso: Canto Decimoprimero, Paraíso: Canto Decimosegundo, Paraíso: Canto
Decimotercero y Paraíso: Canto Decimocuarto.
Quinto cielo (Marte)[editar]
El quinto cielo es el de Marte, dios de la guerra. En esta esfera residen las almas de los combatientes muertos por la fe.
Aparecen como resplandores rojizos muy intensos que cantan, moviéndose de modo que su organización dispone una cruz
griega en cuyo centro brilla Cristo, quien fue el primero en morir para dar fe a la humanidad.
Las inteligencias motrices de este cielo son las virtudes, que pertenecen a la segunda jerarquía de los ángeles.
El protagonista encuentra en esta esfera, en cuanto beatos, a las almas de Cacciaguida, Josué, Judas
Macabeo, Carlomagno, Roldán, Rinoardo, Godofredo de Bouillón yRoberto Guiscardo.
Véanse también: Paraíso: Canto Decimocuarto, Paraíso: Canto Decimoquinto, Paraíso: Canto Decimosexto, Paraíso: Canto
Decimoséptimo y Paraíso: Canto Decimoctavo.
Sexto cielo (Júpiter)[editar]
El sexto cielo corresponde a Júpiter, cuya virtud característica es la justicia. El cielo es de hecho la sede de las almas de los
príncipes sabios y justos. Se presentan ante dante como luces que vuelan y cantan, formando letras luminosas que
componen la frase «Diligite iustitiam qui iudicatis terram» (es decir "Amen la justicia, ustedes que juzgan el mundo"). A
continuación, a partir de la "m" que cierra la expresión original (que es asimismo la primera de la palabra "monarquía"),
componen asimismo la silueta de un águila, que es una alegoría explícita del Imperio.
Las cuestiones filosóficasy teológicas abordadas en esta esfera son las siguientes:
1. La inescrutabilidad de la justicia divina. Por qué son condenados aquellos que no conocieron a Cristo.
2. La predestinación divina.
También este cielo se mueve por las inteligencias angélicas de la segunda jerarquía de los ángeles, es decir por
las dominaciones.
Se encuentran, en cuanto beatos, las almas de David, Trajano, Ezequías, Constantino I, Guillermo II de Sicilia y Rifeo.
Véanse también: Paraíso: Canto Decimoctavo, Paraíso: Canto Decimonoveno y Paraíso: Canto Vigésimo.
3. Séptimo cielo (Saturno)[editar]
El séptimo es el cielo de Saturno, que se caracteriza por la meditación. en esta esfera se encuentran de hecho quienes en
vida se consagraron a las actividades contemplativas. Aparecen como resplandoresque suben y bajan los escalones de
una «escala celeste» luminosa, intensamente dorada, tan alta que su cumbre se pierde. Se trata de unaalegoría de la
sabiduría.
La cuestión filosófica y teológica afrontada es:
1. La insondabilidad de la voluntad divina.
Las inteligencias motrices de este cielo pertenecen a la primera jerarquía, y son los tronos.
Los beatos de este cielo son san Pedro Damián, san Benito de Nursia, san Macario, san Romualdo y algunos miembros de
la Orden de San Benito.
Octavo cielo (estrellas fijas)[editar]
El octavo es el cielo de las estrellas fijas. En esta esfera elautor no encuentra beatos, sino las almas triunfantes, que
aparecen como innumerables luces iluminadas por el resplandor de Cristo y de María, en torno a la cualgira cantando
el arcángelGabriel.
En esta esfera, Dante debe afrontar un "examen" sobre las tres virtudes teologales. En efecto, tras una oración de Beatriz:
1. San Pedro lo interroga sobre la fe su contenido y origen, así como pruebas de su verdad;
2. Santiago el Mayor hace otro tanto con la esperanza, inquiriendo específicamente sobre sus características, su
origen, y su objeto;
3. San Juan, en fin, interroga a Dante sobre la caridad, insistiendo sobre su objeto, y las razones que lo originan y
dirigen.
Las inteligencias motrices de este cielo son los querubines, que pertenecen a la primera jerarquía angelical.
En este cielo el autor encuentra a Cristo, la María con el arcángelGabriel, san Pedro, Santiago el Mayor, Juan el
Evangelista y Adán.
Véanse también: Paraíso: Canto Vigésimo tercer, Paraíso: Canto Vigésimo cuarto, Paraíso: Canto Vigésimo quinto, Canto
Vigésimo sexto y Paraíso: Canto Vigésimo séptimo.
Noveno cielo (primer móvil)[editar]
El noveno y último es el cielo cristalino, también llamado primer móvil pues es de hecho el primero que se mueve,
recibiendo su moción de Dios y transmitiéndosela a las esferas concéntricassubyacentes. Por encima sólo se encuentra
el Empíreo, que es inmóvil en cuanto efecto (en la teología medieval el movimiento no era compatible con la perfección,
pues implicaba cambio): la potencia divina que reside en el Empíreo, centro del universo, imprime a los cielos subyacentes
un movimiento rotatorio, muy fuerte en el primer móvil pero cada vez más lento, hasta la Tierra. En esta esfera residen
las jerarquías angélicas, que aparecen distribuidas en nueve círculos de fuego que rotan en torno a un punto luminoso, que
es Dios.
Las cuestiones filosóficasy teológicas afrontadas son las siguientes:
1. La construcción y elmovimiento del primer móvil.
2. ad por los cielos inferiores.
Véanse también: Paraíso: Canto Trigésimo, Paraíso: Canto Trigésimo primero, Paraíso: Canto Trigésimo segundo y Paraíso:
Canto Trigésimo tercero.
4. Paraíso(Divina Comedia)
Dante y Beatriz en el Paraíso con un grupo de sabios, en un f resco de Philipp Veit.
Dante y Beatriz a orillas del Leteo 1889, obra del pintor v enezolano Cristóbal Rojas
El Paraíso es la tercera de las cánticas del poema medieval intitulado La Divina Comedia, del
florentino Dante Alighieri, siendo las primeras dos el Infierno y el Purgatorio. Fue escrito
entre 1313 o 1314 y 1321, fecha del fallecimiento del poeta. Mientras el Infierno y
el Purgatorio son sitios terrestres, el Paraíso es un mundo inmaterial, etéreo, dividido en nueve
cielos. Los primeros siete llevan el nombre de cuerpos celestes del sistema solar, que en su
orden son Luna, Mercurio, Venus,Sol, Marte, Júpiter, Saturno. El último par está compuesto
por las estrellas fijas y el Primer móvil.
Un gran conjunto de escenarios compone el Empíreo. La relación entre Dante y los beatos, sin
embargo, es diferente de la que había sostenido con los habitantes de los otros dos reinos. De
hecho, todas las almas del Paraíso, se encuentran en el Empíreo, y precisamente en la
cuenca de la Cándida Rosa (o Rosa Mística) desde el cual contemplan directamente a Dios.
Sin embargo, para que su viaje por el Paraíso sea más fácil de comprender, las figuras
aparecen por cielo, en una precisa correspondencia astrológica entre las cualidades de cada
planeta y el tipo de experiencia espiritual realizada por el personaje descrito. De esa manera,
en el cielo de Venus se encuentran los espíritus amantes, mientras que en el de Saturno los
contemplativos.
5. Virgilio, que simboliza la Razón, ha desaparecido. En su lugar, Beatriz (Beatrice), quien
representa la teología, toma el lugar de guía. De hecho, es imposible llegar a Dios tan sólo con
la razón, siendo necesaria la verdad iluminada. A continuación Dante encuentra un nuevo
guía, Bernardo de Claraval. Beatriz sigue acompañándolo y ruega por él en el momento de la
invocación final del santo a María.
Al recorrer los tiempos del viaje a través del el Paraíso, Dante tiene presente el esquema
del Itinerario de la mente en Diosde San Buenaventura, que buscaba platónicamente tres
grados de aprendizaje: el Extra nos, la experiencia de los siete cielos, que corresponde al
conocimiento sensible de teoría platónica; el Intra nos, o la experiencia de las estrellas fijas,
correspondiente a la visión ; el Supra nos, o la experiencia del Empíreo, correspondiente al
conocimiento intelectual. En esta ocasión sigue habiendo elementos de tipo escolástico-
aristotélico (vida mundana, activa y contemplativa), yagustiniano (la vida activa según
la Scientia, y la vida contemplativa según la Sapientia).
Índice
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1Introducción
2Lasesferas del cielo
o 2.1Primera esfera (la Luna, losinconstantes)
o 2.2Segunda esfera (Mercurio,losiracundos)
o 2.3Tercera esfera (Venus, losamantes)
o 2.4Cuarta esfera (el Sol, lossabios)
o 2.5Quintaesfera (Marte: losguerrerosde la Fe)
o 2.6Sexta esfera (Júpiter, losbuenosgobernantes)
o 2.7Séptima esfera (Saturno, loscontemplativos)
o 2.8Octava esfera (lasestrellasfijas, fe, esperanza y amor)
o 2.9Novena esfera (el Primer Móvil, losángeles)
3El Empíreo
4Véase también
5Referencias
6Enlacesexternos
7Bibliografía
Introducción[editar]
El Paraíso comienza en la cima del Monte Purgatorio, al mediodía del miércoles después
de Pascua, coincidiendo narrativamente con el final del Purgatorio. Tras ascender por la
atmósfera superior (Canto I), Beatriz guía a Dante a través de los cielos del Paraíso, hacia
el Empíreo, que es donde Dios reside. Las nueve esferas son concéntricas, como en la
clásica teoría geocéntrica de la cosmología medieval.1
6. El Paraíso adopta la cosmologíageocentrista.
Durante su viaje, Dante conoce y departe con varias almas bendecidas. Al respecto, es muy
explícito al señalar que todas viven en estado de beatitud, en el Empíreo, por lo que no debe
pensar que las encontradas en los cielos se encuentren efectivamente en un lugar distinto de
las de los mayores santos. A diferencia de lo que sucede en los otros reinos, la disposición en
capas se debe en el Paraíso a la propiedad de sentir más o menos a Dios de las almas que lo
habitan:
"(...) del primer cielo son el ornamento,
y gozan más o menos dulce vida
según sienten allí el eterno alimento."2
Sin embargo, como elemento didáctico respecto al entendimiento de Dante (y por ende de sus
lectores) los personajes de los cielos y su disposición son "como una señal"3 para mostrar las
diferentes almas en distintas esferas según varios criterios de distribución.
Laescolástica asiste al autor en esta y otras explicaciones similares, que son frecuentes en la
cántica.
Mientras las estructuras del Infierno y del Purgatorio se basan en las diferentes características
del pecado, la estructura del Paraíso se basa en las cuatro virtudes
cardinales(Prudencia, Justicia, Templanza, y Coraje) y las tres virtudes
teologales (Fe, Esperanza, y Caridad).
Las esferas del cielo[editar]
En el Canto 2 Beatriz explica a Dante las dif erencias de luminosidad de la Luna.
Las nueve esferas del Cielo son Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno,
las Estrellas fijas, y el Primer móvil. Esos astros están organizados según la jerarquía de los
ángeles. Dante también evoca otras asociaciones, como la existente entre Venus y el amor
romántico. Las primeras tres esferas (que se encuentran bajo la influencia de la Tierra) están
asociadas a formas deficientes de Coraje, Justicia, y Templanza. Las otras cuatro se vinculan
a ejemplos positivos de Prudencia, Coraje, Justicia, y Templanza; por su parte, la Fe,
la Esperanza y la Caridad se concentran en la octava esfera.
Primera esfera (la Luna, los inconstantes)[editar]
En su visita a la Luna, Beatriz explica a Dante el por qué de las marcas en su superficie,
describiendo un sencillo experimento de óptica. También expresa su estima por el método
experimental en general (Canto II):
7. "Mas de esta instancia puede liberarte
la experiencia, cuando es realizada,
que es fuente del arroyo de vuestro arte."4
Dante y Beatriz hablan conPiccarda Donati y Constanza(f resco de Philipp Veit), Canto 3.
Las fases de la Luna se asocian con la inconstancia.5 Su esfera es por ende la de las almas
que abandonaron los votos monásticos, y por ende presentaron deficiencias en su virtud
de coraje (Canto II). En esta los protagonistas conocen a Piccarda Donati, la hermana
de Forese Donati, amigo de Dante, quien murió poco después de ser obligada a abandonar el
monasterio. También conocen a Constanza I de Sicilia, quien (según Dante) fue arrancada por
la fuerza de un monasterio para que contraer nupcias con Enrique VI (canto III).6 Beatriz habla
sobre la libertad de la voluntad, el carácter sacro de los votos, y la importancia de resistir a las
presiones (Canto IV):
"que el ánimo no cede si se esfuerza,
y hace cual con el el fuego hace natura,
aunque violencia mil veces lo tuerza.
Pues, ya se pliegue mucho o con mesura,
cede a la fuerza; y esto hicieron, pero
podían haber vuelto a la clausura."7
Beatriz explica que un voto es un pacto firmado entre el hombre y Dios8 en el cual una
persona ofrece su libertad a Dios. Estas decisiones no deben tomarse a la ligera, y deben
mantenerse una vez realizados, a menos que mantenerlo acarree un mal demasiado grande,
como el sacrificio de la hijas de Jefté y de Agamenón (Canto V).9
Segunda esfera (Mercurio, los iracundos)[editar]
Debido a su proximidad al sol, el planeta Mercurio suele ser difícil de ver. Desde un punto de
vista alegórico, el planeta representa a quienes hicieron el bien por el deseo de adquirir fama,
pero quienes debido a su ambición fallaron en la virtud de la justicia. Su gloria terrenal
palidece en junto a la de Dios, del mismo modo que el planeta Mercurio es casi insignificante
junto al Sol.9
8. El emperador Justinianose encuentra en la esf era deMercurio, en el canto 5.
Dante conoce en esta esfera el emperador Justiniano, quien se presenta con las siguientes
palabras: "Cesar fui y soy Justiniano,"10 indicando que su personalidad permanece, pero que
su cargo terrenal ya no tiene validez11 (Canto V). Justiniano cuenta la historia del Imperio
romano, mencionando entre otros a Julio César y Cleopatra; y lamenta la situación actual de
Italia, debido al conflicto entre güelfos y gibelinos11 que así describe en el Canto VI:
"Uno al público signo los lirios áureos
opone, el otro lo usurpa en pro de su parte,
y duro es saber quién es el que más falta.
Obren los gibelinos, obren su arte
bajo otro signo; que mal lo sigue
siempre quien de la justicia lo aparta"12
Por asociación, Beatriz habla sobre la Encarnación y la Crucifixión de Jesús, que sucedió en
tiempos del Imperio romano (canto VII).
Tercera esfera (Venus, los amantes)[editar]
Al planeta Venus (el lucero de la mañana y de la tarde) tradicionalmente se lo asocia con
la diosa del amor, por lo que el autor lo convierte en la esfera de los amantes, quienes fallaron
en la virtud de la templanza (Canto VIII):
"Solía creer el mundo en su peligro
que la bella Chipriota loco amor
irradiase, girando en su tercer epiciclo;
(...) y de ella de la cual principio tomo
tomaban el nombre de la estrella
que ya de nuca el Sol admira, ya de cejas."13
Dante encuentra a Carlos Martel de Anjou-Sicilia, a quien ya conocía,14 y quien expresa que
para funcionar correctamente cualquier sociedad necesita gente de diferentes tipos. Esas
diferencias se ilustran con Cunizza da Romano (amante de Sordello), quien se encuentra en el
Cielo, mientras que su hermano Ezzelino III da Romano en el Infierno, entre los violentos del
séptimo círculo.15
9. El trobador Fulco de Marsella habla de la tentación del amor, y recuerda (como se creía en
ese entonces) que el cono de la sombra de la Tierra toca la esfera de Venus. Condena la
ciudad de Florencia (planeada según él por Satán) por producir la "flor maldita" (el florín)
responsable de la corrupción eclesiástica, y critica la clerecía por dedicarse al dinero, en vez
de consagrarse a las Escrituras y en los textos de los Padres de la Iglesia (Canto IX):
Fulco de Marsella lamenta la corrupción de la Iglesia, con laclerecía recibiendo dinero de Satán (miniatura de Giov anni di Paolo), Canto 9.
"Tu ciudad, que de aquel es planta
que primero volvió la espalda a su hacedor
y cuya es la envidia tan llorada,
produce y expande la maldita flor
que ha desviado a ovejas y a borregos,
porque ha hecho un lobo del pastor.
Por ello el Evangelio y los doctores magnos
son desechados, y sólo las Decretales
se estudian, que así se ve por los márgenes. (...)"16
Cuarta esfera (el Sol, los sabios)[editar]
Más allá de la sombra Tierra, Dante encuentra ejemplos positivos
de Prudencia, Justicia, Templanza, y Coraje. En el Sol, que es la fuente de luz de la Tierra,
Dante encuentra los máximos ejemplos de prudencia: las almas de los sabios, quienes
ayudaron a iluminar el mundo intelectualmente.17
Al principio un círculo de doce luces brillantes baila alrededor de Dante y Beatriz. Se trata de
las almas de Tomás de Aquino, Alberto Magno, Graciano, Pedro Lombardo, el rey
Salomón, Dionisio Areopagita, confundido con Pseudo Dionisio, Paulo Orosio, Boecio, Isidoro
de Sevilla, Bede, Ricardo de San Víctor y Siger de Brabant. Tomás de Aquino cuenta la vida
de San Francisco de Asís en el Canto XI.
En una segunda etapa doce nuevas luces aparecen, una de las cuales es San Buenaventura,
un franciscano, que cuenta la vida de santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden a la
que Santo Tomás pertenece. Como las dos órdenes no siempre fueron amigas en el mundo
terreno, tener miembros de una homenajeando al fundador de la otra muestra que el amor
reina en el cielo18 (Canto XII). Las veinticuatro luces giran en torno a Dante y Beatriz,
cantando la Trinidad. Santo Tomás explica la sorprendente presencia de Salomón, quien se
encuentra en el lugar por sabiduría real, más que filosófica o matemática (Cantos XIII y XIV):
10. Dante y Beatriz encuentran dos grupos compuestos por doce sabios cada uno en la esf era del Sol (miniatura deGiov anni di Paolo), Canto 10.
"No he hablado de modo, que tú no puedas
darte cuenta que fue rey, y señal pidió
a fin de que rey suficiente fuera;
no por saber cuentos sean
los motores de aquí arriba, o si necesse
con contingente nunca necesse se hiciera;
no si est dare primum motum esse,
o si del medio cerco hacer se puede
un triángulo tal que recto no tuviese."19
Quinta esfera (Marte: los guerreros de la Fe)[editar]
Al planeta Marte tradicionalmente se le asocia con el dios de la guerra, por lo que Dante hace
de esta esfera la de los guerreros de la fe, quienes dieron su vida por Dios, mostrando por
ende la virtud del coraje.20 Las millones de centellas de luz que son sus almas forman una
cruz griega en el planeta Marte, y el autor la compara con la Vía Láctea (Canto XIV):
Las almas en el Canto 14 f orman una cruz griega, que el autor compara con la Vía Láctea.
11. "Como diversa de menores y mayores
luces albea tanto entre los polos del mundo
la Galaxia, que hace dudar a los sabios,
así constelados formaban en el profundo
Marte aquellos rayos el venerable signo
al unir cuadrantes en un círculo."21
Aunque Dante dice que los sabios están "perplejos" por la naturaleza de la Vía Láctea, en
su Convivio ya había descrito su naturaleza con bastante precisión en los siguientes términos:
"Lo que Aristóteles dijera no se puede saber con certeza, porque su sentencia no es la misma
en una traducción que en otra. (...) En la Vieja dice que la Galaxia no es sino una multitud de
estrellas fijas, tan pequeñas que no podemos distinguirlas desde aquí abajo, pero que de ellas
aparece aquel albor, que llamamos Galaxia: y puede ser, que el cielo en aquella parte sea
más denso, ya que retiene y refleja aquella luz. Y esta opinión parecen tener, con
Aristóteles, Avicena y Tolomeo."22
Dante conoce a su ancestro Cacciaguida, quien participó en la Segunda Cruzada,23 y habla en
términos elogiosos de la República de Florencia del siglo XII, pero lamenta la decadencia de la
ciudad de los tiempos del autor (Cantos XV y XVI). Como el tiempo de la narración de la obra
sucede antes del de la escritura, en 1300, y por ende antes del exilio del autor, algunos
personajes del poema pueden "predecir" un porvenir ominoso.24 De hecho, Cacciaguida
responde a una pregunta de Dante sin el menor ambage, revelándole que vivirá en el exilio
(Canto XVII):
Cacciaguida predice sin ambages que Dante suf rirá un amargo exilio de Florencia.
"Tú dejarás todas las cosas que amas
más entrañablemente; y este es el dardo
que el arco del exilio primero saeta.
Tú probarás cuán amargo
es el pan ajeno, y cuán dura es la calle
de subir y bajar por ajena escala."25
Sin embargo, Cacciaguida también encarga a Dante escribir y contar todo lo que ha visto en
los tres reinos de ultratumba.24Dante por último encuentra varios otros guerreros de la fe,
como Josué, Judas Macabeo, Carlomagno, Roldán y Godofredo de Bouillón (Canto XVIII).
Sexta esfera (Júpiter, los buenos gobernantes)[editar]
El planeta Júpiter se suele asociar con el rey de los dioses, por lo que Dante lo escoge como
la esfera en que figurarán los reyes que se caracterizaron por su justicia.26 Las almas
deletrean la versión latina de "Justicia del amor, que juzgas", tras la cual la "M" final de la frase
toma la forma de un águila imperial gigante.26 (Canto XVIII):
12. "DILIGITE IUSTITIAM, fue el primer
verbo y nombre de todo lo presentado;
QUI IUDICATIS TERRAM fue el final.27
En esta esfera se encuentran David, Ezequías, Trajano (quien se convirtió al cristianismo
según una leyenda medieval), Constantino I, Guillermo II de Sicilia, y Rifeo el troyano(lo cual
sorprende a Dante), quien fue un pagano salvado por la merced de Dios.28 Las almas que
forman el águila imperial hablan con una sola voz, y hablan de la justicia de Dios.29 (Cantos
XIX and XX).
Séptima esfera (Saturno, los contemplativos)[editar]
La esfera de Saturno es la de los contemplativos, que incluye la templanza.30 Dante encuentra
a Pedro Damián, y discute con él sobre el monacato, la doctrina de lapredestinación, y la triste
situación de la Iglesia31 (Cantos XXI and XXII). Beatriz, quien representa la teología, se hace
cada vez más adorable y llena de gracia, lo cual es una señal que indica la cercanía de la
percepción del observador a la de Dios:
Dante y Beatriz encuentran a Pedro Damián, quien les cuenta su v ida, y les habla sobre la predestinación (miniatura de Giov anni di Paolo),
Canto 21.
"Y ella no reía, mas: Si yo riera,
comenzó, tu te harías cual
fue Semele en cenizas hecha;
porque mi belleza, que por la escala
del eterno palacio más se enciende,
como has visto, cuanto más asciende,
si no se templara, tanto esplende,
que tu mortal poder sería, a su fulgor,
fronda que desbarata el trueno."32
13. Octava esfera (las estrellas fijas, fe, esperanza y amor)[editar]
Dante y Beatriz en la esf era de las Estrellas f ijas.
La esfera de las Estrellas fijas es la de la Iglesia militante.33 En este punto (de hecho desde la
de géminis, bajo la cual nació el autor), Dante vuelve la vista atrás para contemplar tanto las
siete esferas por las que ha pasado como la Tierra (Canto XXII):
"Con la vista retorné por todas cuantas
las siete esferas, y vi a este globo
tal, que sonreí de su apariencia villana;
y aquel consejo por mejor apruebo
que lo tiene en menos; y quien en otra cosa piensa
llamarse puede verdaderamente probo."34
Dante ve asimismo a la Virgen María y otros santos (Canto XXIII). San Pedro examina a Dante
sobre la fe, preguntándole qué es, y si alberga o no ese sentimiento.Tras la respuesta, San
Pedro le pregunta al protagonista cómo sabe que la Biblia es verdadera, y (en un argumento
atribuido a san Agustín35 ) Dante cita el milagro de que la iglesia haya crecido tan pronto y tan
robusta a partir de orígenes tan humildes (Canto XXIV):
"Me respondieron: Di ¿quién te asegura
que existieron las obras? Aquello mismo
que quiere probarse, no otro, te lo jura.
Si el mundo volvióse al cristianismo,
dije yo, sin milagros, es que él es uno
tal, que los demás un céntimo no valen;
porque tú entraste pobre y ayuno
en el campo, a sembrar la planta buena,
que fue ya viña, y ahora se ha hecho espino."36
14. Santiago, examinando a Dante sobre la esperanza(obra de Rembrandt), Canto 25.
Santiago37 examina a Dante sobre esperanza, y Beatriz da fe de que el autor alberga ese
sentimiento (Canto XXV):
"La Iglesia militante no tiene mejor hijo
con mayor esperanza, como está escrito
en el Sol que irradia a nuestro rebaño;
porque se la ha concedido que de Egipto
venga a Jerusalén para ver,
antes que su combatir le sea prescrito."38
Por último, San Juan examina a Dante sobre el amor. En su respuesta, el protagonista se
refiere al concepto de "amor torcido" discutido en elPurgatorio39 (Canto XXVI):
"Entonces comencé: todos los mordiscos
que pueden forzar al corazón que a Dios
se vuelva, a mi caridad concurren;
porque el ser del mundo y el ser mío,
la muerte que Él sostuvo para que yo viva,
y lo que todo fiel como yo espera,
con el dicho conocimiento vivo,
arrancado me han del mar del amor torcido,
y del derecho me han puesto en la orilla.
El follaje del que se enrama todo el huerto
del hortelano eterno, amo yo tanto
cuanto en ellos de bien Dios ha puesto."40
Por último San Pedro acusa a Bonifacio VIII en términos de gran severidad, y agrega que a
sus ojos la Santa Sede está vacía (Canto XXVII).
15. Dante y Beatriz v en a Dios como un punto de luz rodeado de ángeles (ilustración deGustav e Doré), Canto 28.
Novena esfera (el Primer Móvil, los ángeles)[editar]
El Primer Móvil es la mayor esfera del universo físico. Dios la mueve directamente, haciendo
que por reacción a su vez se muevan todas las otras esferas que alberga41 (Canto XXVII):
"Y este cielo no tienen otro donde
que la mente divina, en la que se inflama
el amor que lo impulsa y la virtud que le llueve.
Luz y amor de un círculo que lo comprende
así como él a los otros; y aquel cinto
que lo ciñe sólo él lo entiende,
No es su movimiento de otro distinto;
más los otros son medidos por este,
como el diez por el medio y el quinto".42
El Primer Móvil es la morada de los ángeles, y allí ve Dante a Dios como un intenso punto de
luz rodeado de nueve anillos de ángeles (Canto XXVIII). Beatriz explica la creacióndel
universo, y el papel de los ángeles, terminando con una severa crítica a los predicadores de
entonces (Canto XXIX):
Beatriz critica a los predicadores contemporáneos del autor,sugiriendo que un "av e" siniestra (en realidad un demonio alado) anida en su
cuello (miniatura de Giov anni di Paolo), Canto 29.
16. "No dijo Cristo a su primer convento:
Id y predicad al mundo patrañas;
más les dio veraz fundamento;
que resonó tanto en sus bocas
que en su lucha por arder la fe,
del Evangelio hicieron escudo y lanza.
Ahora van con argucias y bufonadas
a predicar, y aunque bien la gente ría,
ínflase la capucha, y no se busca otra cosa".43
El Empíreo[editar]
Desde el Primer Móvil, Dante asciende a una región que está más allá de la existencia física,
el Empíreo, que es la morada de Dios. Beatriz, que representa la teología,44 se hace en este
lugar más bella que nunca, y Dante se ve envuelto por la luz, de modo que es capaz de ver a
Dios44 (Canto XXX):
"Como súbito relámpago que dispersa
los espíritus visivos, tal que priva
al ojo de ver más fuertes objetos,
así me circundó una luz viva,
y dejóme cegado con tal velo
su fulgor, que nada aparecía.
Siempre el amor que aquieta este cielo
con este saludo al que llega acoge
a fin de disponer a su llama la candela."45
Dante ve una rosa enorme, que simboliza el amor divino,44 cuyos pétalos son las almas
entronizadas de los fieles (tanto los del Antiguo Testamento como los del Nuevo). Todas las
almas que ha conocido en el Paraíso, incluyendo a Beatriz, tienen su morada en esta rosa.44 A
su alrededor hay ángeles volando como abejas, distribuyendo paz y amor. Cuando Beatriz
pasa a ocupar su lugar en la rosa, Dante ya se encuentra más allá de la teología y a su vez
puede contemplar directamente a Dios,46 y San Bernardo, en cuantomístico contemplativo,
será su guía en esta última etapa (Canto XXXI).
Los tres círculos de la Trinidad(ilustración John Flaxman), Canto 33.
San Bernardo continua explicando la predestinación, y reza a María a favor de Dante. Por
último, el protagonista entra en contacto directo con Dios (Cantos XXXII y XXXIII), quien
17. aparece como tres círculos idénticos que ocupan el mismo espacio, los cuales representan
al Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo:47
"sino porque la visión se avaloraba
en mi mirada, una sola apariencia,
mudando yo, por mi se trastocaba.
En la profunda y clara subsistencia
del alto lumbre me aparecieron tres giros
de tres colores y de un continente;
y uno de otro como iris de iris
parecía reflejo, y el tercero parecía fuego,
que aquí y allá igualmente se espire.48
Dentro de esos círculos el protagonista discierne la forma humana de Cristo. La Divina
Comedia termina con el poeta tratando de entender cómo los círculos logran encajar, y cómo
la humanidad de Cristo se refiere a la divinidad del Sol no obstante, como Dante lo señala,
para continuar "no bastaban las propias alas".49 Tras un rayo de comprensión, que el poeta no
puede explicar, Dante entiende, y su alma entra en total armonía con el amor divino:47
"A la alta fantasía aquí faltaron fuerzas;
mas ya movía mi deseo y mi velle,
como rueda a su vez movida,
el amor que mueve el Sol y las demás estrellas".50