Complejidad

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Problemáticas de Ruptura en la Segunda Mitad del Siglo XX
Jaqueline Duque Bolívar, 2015
Pensar en el origen y desarrollo de la ciencia implica reflexionar sobre las problemáticas
de ruptura: situaciones políticas, económicas, ideológicas, culturales y epistemológicas que
representan obstáculos, limitantes al crecimiento y desarrollo del conocimiento científico y que
obligan a rompen con lo establecido y a replantear el rumbo para dar origen a nuevos conceptos,
teorías y métodos que nos permitan seguir conociéndonos y entendiéndonos como habitantes del
planeta.
Así pues las problemáticas de ruptura de mitad del siglo XX las abordare desde la
perspectiva de tres autores, el primero de ellos Touraine, quien en 1994 expuso la problemática
política, social y cultural que caracteriza la actual sociedad y que obliga a un cambio de rumbo,
ella es la adopción del liberalismo como un modelo de sociedad cuando realmente es un modelo

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de producción económica, esto trajo como consecuencias el debilitamiento del control social-
político, la individuación y aumento del consumo, la empresa se puso por encima del ser humano,
para éste resulta insostenible vivir en medio de la pugna entre el individualismo y la
globalización, la desinstitucionalización y el descontrol, lo que obliga a redefinir como enfrentar
las necesidades colectivas, los conceptos de comunidad, democracia entre otros.
En Morin encontramos otra problemática característica del siglo XX: la epistemológica, la
economía liberal desde su ideario fomentó el desarrollo de las teorías, métodos y técnicas que
permitieron que la ciencia sea hoy lo que es, pero es la ciencia misma la que se da cuenta que se
ha quedado corta en el estudio de la realidad, porque en ella hay niveles de relación que no han
sido tenidos en cuenta, han surgido nuevos retos y cuestionamientos que no han podido ser
abordados por la racionalidad, se requiere de una nueva epistemología.
Otras dos situaciones problemáticas características del siglo XX son el subdesarrollo
mental, psíquico, moral, (Morin) y la sobreabundancia de información (Castañeda) que trajo el
desarrollo tecno-científico, que según este autor es difícil de digerir, por lo que el individuo
consumidor de información requiere tiempo para reflexionar sobre la información que consume,
pero es justamente esta paradoja la que caracteriza el pensamiento del individuo consumidor, éste
puede acceder a mucha información a través de las Tic, con tiempo libre para pensar, porque las
tecnologías le alivianan ciertas tareas, pero no sabe qué hacer, primero porque su misma
condición de consumidor dogmático frente a los productos científicos le impide cuestionar y
segundo si se atreve a pensar, ¿pensar cómo, en qué?, si [e1] desde la vida cotidiana intuye que el
pensamiento positivista, el que le enseñó que solo es verdad lo científico y que acepta sin
cuestionar, choca de frente con la realidad que le grita que “no se puede negar la existencia de

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algo palpado por mas etéreo que sea” (Willie Colón,1981), cómo pensar dentro de una sociedad
que aísla a quien piensa contrario a las mayorías, que lo encierra en la espiral de silencio Noelle-
Newmann (1977) a la espera de esa voz que libere su libertad de expresión?
La naturaleza misma del ser humano lo impulsa a resistir este estado de individuación, el
ciudadano de a pie, en su vida cotidiana, sabe que él es biológico, racional y emocional, sabe que
hay cosas del corazón que la razón no entiende (Pascal) y aunque la ciencia diga lo contrario, se
reconoce como ético, desde la ciencia el hombre se conoce como el punto más alto de la cadena
evolutiva, desde lo cotidiano se mira y mira hacia arriba, a los lados y no hay nada, está solo,
pero cuando mira hacia abajo no se acepta como pariente evolucionado de los primates, esta
contradicción de animal racional le permite justificar actos, tan irracionales e inmorales, que ni
los mismos animales los cometen y esta ciencia no da respuestas que resuelvan las
contradicciones.
Esta separación de lo ético y lo científico es otra problemática de ruptura frente a ella
Morin expone en “Estamos en un Titanic” que la ética debe encontrarse en el centro mismo del
desarrollo, ya que el papel ético fundamental es subordinar el desarrollo económico al desarrollo
humano, lo que significa integración, combinación, diálogo entre procesos tecno-económicos y lo
ético del hombre: su solidaridad y responsabilidad.
Estamos diseñados para vivir en comunidad: comunicados, relacionados, organizados y
es esta condición la que obliga, en términos de Morin, a reconceptualizar para construir una
nueva ciencia desde una racionalidad nueva, abierta y dialogante que propone la aceptación del
sujeto, sus contradicciones y valores como cognoscente dentro del conocimiento y desde allí

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redescubrir la Naturaleza de la que es parte. Esta nueva ciencia (Morin) exige cambiar nuestro
modo de conocer, romper con los conceptos y posturas metodológicas que ven los principios
como elementos rectores que desencadenan toda la construcción teórica e invita a verlos como
puntos de partida para la reflexión metodológica, para la acción cognoscitiva, esta diferencia es el
aporte de Morin en la medida en que encierra una metodología de vinculación.
Este cambio en el modo de conocer requiere una nueva forma de pensamiento, capaz de
vernos inmersos en la Naturaleza, ya no en la cúspide de la pirámide evolutiva, lo que me lleva a
preguntar ¿será entonces necesario replantear conceptos y teorías como la hominización?, porque
qué efectos pudo tener en el hombre, en el conocimiento de sí mismo y su conciencia la teoría
evolucionista?, un pensamiento capaz de entendernos como continente desde una verdad menos
oficial y más cercana a la realidad, al reconstruir nuestra historia latinoamericana corrigiendo
errores en los datos oficiales del descubrimiento, ¿qué efectos podría tener en nuestra conciencia
comunitaria continental saber que en las tres carabelas no llegaron ladrones, asesinos, como nos
dicen los textos escolares, sino judíos desplazados por los Reyes que hoy fueron reconocidos por
el gobierno español como nacionales?.
Hoy reconocemos que lo que se tejió durante el siglo de la ceguera no nos gustó, la
dimensión emocional y ética reclama un nuevo tejido social, capaz de equiparar el conocer de la
razón, el corazón, la intuición, de reconocernos contradictorios, autónomos y dependientes,
porque desde lo cotidiano tal vez el origen del universo y del hombre sean una mentira científica
que requiere de fe, convicción de lo que no se ve, para aceptarla. De ahí que la humanidad este en
un proceso de cambio de paradigma, que avanza con el grillete puesto, lento, muy lento hacia el

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camino para acercarnos al secreto del viejo (Einstein) y descubrir ese algo que en nuestro
universo escapa al tiempo y al espacio.
REFERENCIAS
Castañeda, J. Edgar Morin: “El siglo del conocimiento puede ser el siglo de la ceguera”.
Delgado, C. Hacia un nuevo saber, Capitulo 1.
Morin, E. Estamos en un titanic.
Noelle-Neumann, E. (1977). La Espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social.
Touraine, A. (1994). Discurso de apertura leído ante la Primera Reunión Provisional del
Intergovernmental Council of the Management of Social Transformations Programme
(MOST), París.