1. Guía metodológica para la elaboración de la propuesta de intervención educativa.
(Documento de trabajo)
Ezequiel Cárdenas Mendoza1
La innovación educativa no se emprende nunca desde el aislamiento y la soledad sino
desde el intercambio y la cooperación permanente como fuente de contraste y
enriquecimiento. En ese sentido se vuelve un imperativo “crear tiempos, oportunidades,
espacios y estímulos para aprender y enriquecerse unos de otros y avanzar profesional y
democráticamente como colectivo” (Carbonell, 2001; p. 115).
Tradicionalmente los agentes educativos se han vuelto reactivos en su práctica
profesional; únicamente se concretan a seguir los lineamientos marcados por la
autoridad educativa sin vislumbrar los espacios o resquicios de autonomía que poseen y
que les permitiría asumir un papel más activo en su práctica profesional.
En la actualidad se desarrolla una colegialidad impuesta que se caracteriza por
presentar un conjunto de procedimientos formales, específicos y burocráticos que
tienen por objetivo centrar la atención de las instituciones educativas en la planificación
conjunta, la consulta y otras formas de trabajo en común (Fullan y Hargreaves, en
Sparkes y Boomer, 2001). Esta situación obliga a reconocer que la colegialidad debe de
sustentarse en un diálogo verdadero donde todos los involucrados estén en igualdad de
condiciones, esto es, donde se reduzca a su mínima expresión, y, de ser posible, se
anulen las relaciones de poder que dificultan el entendimiento y niegan por naturaleza
todo diálogo.
La propuesta de intervención educativa: Fases y momentos.
La elaboración de una Propuesta de Intervención Educativa desde un enfoque crítico
progresista aspira a integrar diversas perspectivas o enfoques como sería el caso de: a)
el movimiento teórico práctico de la mejora escolar (que impacta el ámbito
organizacional) b) enfoques teóricos surgidos de la práctica o que revitalizan la práctica
como sería el caso del profesor investigador o del profesional reflexivo (que impacta
directamente la práctica profesional de los agentes educativos), y c) la investigación
acción crítica (que impacta la generación del saber educativo).
En la presente guía la Propuesta de Intervención Educativa se conceptualiza como una
estrategia de planeación y actuación profesional que permite a los agentes educativos
tomar el control de su propia práctica profesional mediante un proceso de indagación
solución constituido por las siguientes fases y momentos:
a) La fase de planeación. Comprende los momentos de elección de la preocupación
temática, la construcción del problema generador de la propuesta y el diseño de la
solución. Esta fase tiene como producto el Proyecto de Intervención Educativa; en ese
1 Profesor investigador de tiempo completo comisionado en la Unidad 163 de la Universidad Pedagógica
Nacional.
2. sentido, es necesario aclarar que si la elaboración de la solución no implica
necesariamente su aplicación entonces debemos denominarla proyecto.
b) La fase de implementación. Comprende los momentos de aplicación de las diferentes
actividades que constituyen la Propuesta de Intervención Educativa y su reformulación
y/o adaptación, en caso de ser necesario. Bajo esa lógica es menester recordar que la
solución parte de una hipótesis de acción que puede o no, ser la alternativa más
adecuada de solución, por lo que solamente en su aplicación se podrá tener certeza de su
idoneidad.
c) La fase de evaluación. Comprende los momentos de seguimiento de la aplicación de
las diferentes actividades que constituyen el proyecto y su evaluación general. Esta fase
adquiere una gran relevancia si se parte del hecho de que no es posible realizar
simplemente una evaluación final que se circunscriba a los resultados sin tener en
cuenta el proceso y las eventualidades propias de toda puesta en marcha de un Proyecto
de Intervención Educativa. Una vez cerrada esta fase de trabajo es cuando, en términos
estrictos, se puede denominar Propuesta de Intervención Educativa
d) La fase de socialización-difusión. Comprende los momentos de: socialización,
adopción y recreación. Esta fase debe conducir al receptor a la toma de conciencia del
problema origen de la propuesta, despertar su interés por la utilización de la propuesta,
invitarlo a su ensayo y promover la adopción-recreación de la solución diseñada.
Estas etapas, para fines didácticos, se presentan de manera lineal, sin embargo, la
explicación realizada durante la etapa de implementación hace hincapié en un proceso
adaptativo que, mediante un movimiento dialéctico, permite un ajuste mutuo entre la
realidad que se le presenta al sujeto y su actuar, constituido éste por tres acciones: la
problematización, la formulación de las líneas de acción y la elaboración de la propuesta.
En ese punto se coincide plenamente con Elliott (2000) cuando, en su modelo de
investigación acción, se aleja de una visión lineal de la implementación de actividades y,
en contraparte, acepta la necesidad de reformulaciones posteriores de la idea general y
del plan de acción como parte de un proceso en espiral.
La propuesta de intervención educativa se presentará como producto final de la
Maestría en Educación Básica y se sustentará en un examen para la obtención del grado
correspondiente ante los sinodales que la Comisión de Posgrado de la institución
educativa designe. Su construcción se realizará en dos momentos:
a) La fase de planeación se elaborará durante el desarrollo de la Especialidad en
Competencias profesionales para la práctica en la educación básica.
b) Las fases de implementación, evaluación y socialización se elaborarán durante el
desarrollo de la segunda especialización que curse el profesor estudiante.
3. Tipos de propuestas de intervención educativa.
Las propuestas de intervención educativa pueden ser clasificadas, según el actor y su
ámbito de problematización como: propuesta de actuación docente y propuesta de
apoyo a la docencia.
La propuesta de actuación docente tiene al profesor como su principal actor, por lo que
su ámbito empírico de problematización es la docencia. El profesor, como principal
usuario y beneficiario, debe participar activamente en la elaboración de la Propuesta de
Intervención Educativa, sea en calidad de actor único o como miembro de un colectivo
docente.
En este tipo de propuestas se abordan necesariamente temas didácticos relacionados de
manera directa con la práctica profesional desarrollada en el aula por el docente. En ese
sentido, temas como la promoción de la comprensión lectora, la enseñanza de la historia,
el uso de recursos didácticos, entre otros, son preocupaciones temáticas generadoras de
una Propuesta de Actuación Docente.
La propuesta de apoyo a la docencia puede tener una multiplicidad de actores:
directores, orientadores, miembros del equipo paradocente, pedagogos, apoyos técnico
pedagógicos, interventores educativos, etc. El actor de la propuesta de apoyo a la
docencia tendrá en su práctica profesional específica su ámbito de problematización. En
este tipo de propuestas se abordan temáticas sumamente variadas que tienen que ver
necesariamente con la práctica profesional que desarrolla su actor principal; en ese
sentido, por ejemplo, un apoyo técnico abordará temas relacionados con la asesoría o
formación del profesor.
La elaboración de la fase de planeación de la propuesta de intervención educativa.
Para los propósitos de acreditación de la Especialidad en Competencias profesionales
para la práctica en la educación básica, se considerará la elaboración de la fase de
planeación de la propuesta de intervención educativa. Esta fase tiene como producto el
proyecto de intervención educativa.
La elaboración de la fase de planeación de la propuesta de intervención educativa se
realizará en el proceso del desarrollo curricular de la especialidad y se estructurará en
tres apartados:
a) Planteamiento y delimitación de un problema educativo.
b) Fundamentación teórica y socioeducativa de la propuesta de intervención.
c) Diseño de la estrategia de intervención educativa.
Finalmente, el proceso de formalización del proyecto de intervención educativa se
realizará como producto final de la especialización y el profesor estudiante lo defenderá
en el examen de grado ante los sinodales asignados para tal efecto.
4. El planteamiento y delimitación del problema educativo.
El primer paso para la realización del planteamiento y delimitación de un problema
educativo es la elección de la preocupación temática. La preocupación temática puede
ser conceptualizada como aquella área-problema que se presenta con evidencia ambigua
ante el interventor educativo y que le indica la existencia de una situación problemática
que no ha sido resuelta satisfactoriamente mediante la práctica cotidiana; esta situación
constituye una preocupación para el propio agente educativo, en su carácter de
interventor.
El segundo momento es la selección de las estrategias para el proceso de recolección de
la información que le permita superar el nivel básico de la preocupación temática y
trascender a la concreción que proporciona el nivel de problema.
Al aplicar las estrategias permite ir elaborando el diagnóstico y a la vez descubriendo
toda una serie de situaciones problemáticas. Evidentemente, en el proceso de
identificación del problema es recomendable plantearse cuestionamientos que guíen
hacia la indagación que devele los propios saberes, la información antecedente sobre
investigaciones y su aportación significativa con respecto al tema de referencia. Este
proceso intelectual conduce a la jerarquización de problemas donde surge, a través de
su análisis crítico y reflexión congruente, la asignación de prioridades, según
necesidades reales, factibilidad, viabilidad, trascendencia, amén de prever que con su
solución causará impacto en las comunidades de aprendizaje.
La fundamentación teórica y socioeducativa de la propuesta de intervención.
La fundamentación teórica y socioeducativa es la exposición razonada de la orientación
y estructura de la propuesta de intervención educativa; toma como referentes las
competencias genéricas y disciplinares que señalan los planes y programas de estudio
en el marco de la Reforma Integral de la Educación Básica y los enfoques pedagógicos o
curriculares a los que el profesor estudiante se ha adherido para desarrollar su
propuesta.
Para la elaboración de este apartado es necesario que realice una revisión de la
literatura existente al respecto. En este proceso de revisión el profesor estudiante
centrará su atención en las teorías educativas que le fundamenten sobre el qué hacer,
esto es, que le brinden principios o líneas de acción para intervenir en una realidad
determinada. Para lograr esto, el docente puede orientar su búsqueda, en un primer
momento, a teorías derivadas de los campos de la educación, de la psicología o de
trabajo social; en un segundo momento, se orientará la búsqueda a programas,
proyectos o propuestas que aborden de manera directa o indirecta el problema
formulado en la etapa previa.
La investigación documental se realizará en fuentes de consulta como libros, revistas,
censos, e inclusive, es recomendable navegar por la información electrónica que hoy por
hoy representa un recurso por demás novedoso, útil y de vanguardia. Se sugiere que al
hacer uso de las fuentes en el momento de la redacción de este apartado se cuide la
anotación referencial, es decir, tomar la decisión de incluir citas textuales, en paráfrasis
5. o de comentario, siempre y cuando se establezca el crédito autorial. Desde esta
orientación, se puede elegir la anotación inmediata, pie de página, cita al final de tópico o
del capítulo.
Una vez finalizada la etapa de revisión de la literatura, el profesor estudiante tendrá a su
disposición un conjunto de principios prescriptivos que le indican qué hacer y qué
tomar en cuenta a la hora de elaborar el Proyecto de Intervención Educativa; así mismo,
el profesor dispondrá de una o varias propuestas que aborden de manera directa o
indirecta el mismo problema que ha formulado.
El diseño de la estrategia de intervención educativa.
Por definición, la estrategia de intervención educativa es un trabajo de gestión
explicitado en un documento, donde se expone el conjunto de líneas de acción
desarrolladas por los interventores para sustentar y solucionar alguna problemática
específica del aula, la escuela o del entorno, además de poder incluirse los tres
escenarios, y a sabiendas de que implica todo un proceso inacabado, enriquecedor y
dialéctico.
La estrategia de intervención educativa contendrá como estructura mínima: los
propósitos generales, las líneas de acción, las metas, los sustentos teóricos, la
metodología, las actividades y estrategias, los recursos, así como el plan de evaluación.
Formalización del proyecto de intervención educativa.
La formalización del proyecto tiene como objeto la comunicación organizada y
sistemática de la planeación docente realizada. En términos generales, el protocolo bajo
el cual se presentará el proyecto es el siguiente:
Portada. Comprende los datos de identificación del proyecto de intervención
educativa.
Índice. Expone la tabla de contenidos del documento.
Presentación. Sintetiza los contenidos expuestos en el documento.
Planteamiento y delimitación del problema educativo. Presenta el informe de
resultados del diagnóstico socio educativo.
Fundamentación teórica y socioeducativa de la propuesta de intervención.
Expone los resultados de la indagación sobre los fundamentos didáctico-
pedagógicos y/o socioeducativos.
Diseño la estrategia de intervención educativa contendrá como estructura
mínima: los propósitos generales (competencias a desarrollar), las líneas de
acción, las metas, los sustentos teóricos, la metodología, las actividades y
estrategias, los recursos didáctico-pedagógicos, así como el plan de evaluación.
Reflexiones generales. Expone de manera sintética la perspectiva pedagógica o
curricular desde la que diseñó la estrategia que presenta. Asimismo, da cuenta de
las implicaciones, posibilidades y retos que representa su implementación para
favorecer el desarrollo de las competencias esperadas.
6. Fuentes de consulta. Expone la relación de las fuentes bibliográficas,
documentales, digitales y de páginas web que se emplearon en la construcción de
la estrategia.
Anexos. Relaciona los documentos que amplían la información de cada una de las
partes de la estrategia.
Índice sugerido para la formalización del proyecto de intervención educativa.
I. Presentación
II. Planteamiento y delimitación del problema educativo
i. Relevancia y pertinencia educativa
ii. Contextualización.
iii. Problemática en el ámbito educativo.
iv. Competencias a desarrollar.
v. Ambiente de aprendizaje y expectativas educativas a lograr
III. Fundamentación teórica y socioeducativa de la propuesta de intervención.
i. La propuesta de intervención y el desarrollo de competencias.
ii. El Enfoque pedagógico (concepción de aprendizaje)
iii. La estrategia didáctica, el plan de estudios y la Reforma Integral de la
Educación Básica (Definiciones teóricas de la materia, asignatura, tema o
problema objeto de la estrategia. Contenidos conceptuales,
procedimentales y actitudinales)
iv. Especificación teórico-conceptual de los recursos a utilizar. (software,
simulador, webquest, videoclip, audio, texto, etc)
v. El rol del docente como mediador pedagógico y el rol estudiante en los
procesos de aprendizaje.
IV. Diseño de la estrategia de intervención educativa.
i. Propósitos generales (competencias desarrollar).
ii. Líneas de acción
iii. Metas
iv. Sustentos teóricos
v. Metodología
vi. Actividades y estrategias
vii. Recursos didáctico-pedagógicos
viii. Plan de evaluación.
V. Reflexiones generales finales: conclusiones.
VI. Fuentes de consulta.
VII. Anexos.
7. Los subtemas (indicados con números romanos en minúsculas) no precisamente tienen
que incluirse en el índice, sólo se insertan para visualizar la lógica y estructura del
trabajo, pueden ser substituidos por otros o reestructurarlos según lo considere
pertinente al problema en estudio, el profesor estudiante.
Breve descripción de cada uno de los apartados del Proyecto de Intervención
Educativa
I. Presentación
Describir, de manera general, la pertinencia del proyecto de intervención educativa en el
marco de la RIEB; hacer una breve reflexión socio-educativa: internacional, nacional y
local; las competencias a desarrollar; la problemática identificada, o sea, de dónde surge
la necesidad de aplicar el proyecto; el propósito del trabajo; el tipo de estrategia de
intervención(de enseñanza, de aprendizaje o de gestión y porqué) con la que incidirá en
la solución del problema planteado; los apartados que contiene el proyecto
II. Planteamiento y delimitación del problema educativo.
Analizar la pertinencia y relevancia de la RIEB para atender las necesidades de la
sociedad actual haciendo una contrastación entre el entorno internacional y el nacional.
Contextualizar el ámbito escolar y extraescolar en el que se pretende implementar la
propuesta de intervención, describiendo las condiciones y los recursos existentes que va
a potenciar, obstaculizar y/o favorecer la planeación, aplicación, seguimiento y
evaluación de la propuesta.
Entre las características de la escuela, que tengan relación con las competencias a
desarrollar, que se habrán de enunciar están: la cultura institucional; misión; visión;
recursos; intereses y relaciones interpersonales entre los docentes; recursos didácticos,
instrumentales y socio-educativos para el desarrollo de la competencia elegida; el grupo
escolar; los intereses y relaciones interpersonales entre los estudiantes; los ejes de
interés en el grupo y de los alumnos; los estilos de aprendizaje de los alumnos.
Las problemáticas en el ámbito educativo que se plantean en este apartado son las de
tipo didácticas, pedagógicas, formativas e instrumentales en el desarrollo de las
competencias y desatacar a cuál de ellas atenderá la propuesta de intervención.
Especificar las competencias a desarrollar, su relación entre ellas, así como el ambiente
de aprendizaje y expectativas educativas a lograr con la aplicación de la propuesta;
III. Fundamentación teórica y socioeducativa de la propuesta de intervención
Es la exposición razonada de la orientación y estructura de la propuesta de intervención,
tomando como referentes las competencias planteadas en los planes y programas de
estudio; los enfoques pedagógicos o curriculares a los que el autor se ha adherido para
desarrollar su propuesta con relación a la concepción de aprendizaje y enseñanza
8. construida, considerando, entre otros, el enfoque constructivista con sus principales
teóricos como: Piaget y su teoría sobre la epistemología psicogenética, Vigotsky y su
planteamiento socio-educativo “Herramientas de la mente”, Ausubel con sus
aportaciones sobre “La psicología educativa” y el aprendizaje significativo.
A la vez, se presentan sustentos teóricos de la asignatura o tema de la estrategia de
intervención, considerando contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales;
así como, las especificaciones teórico-conceptuales de los recursos a implementar
(software, simuladores, webquest, video clip, etc), fundamentando sus etapas o formas
de aplicar aquellos que seleccione.
Finalmente se describe el rol de mediación pedagógica que asume el docente en la
propuesta y el la importancia de la participación activa del alumno en los procesos de
aprendizaje para el desarrollo de las competencias esperadas
IV. Diseño de la estrategia de intervención educativa.
En este apartado el profesor estudiante describe el conjunto de líneas de acción
desarrolladas para sustentar y solucionar alguna problemática específica del aula, la
escuela o del entorno, para ello el texto tendrá como mínimo la estructura siguiente: los
propósitos generales, las líneas de acción, las metas, los sustentos teóricos, la
metodología, las actividades y estrategias, los recursos, así como el plan de evaluación.
Los propósitos generales significan todas aquellas expectativas que los docentes
seleccionan del amplio repertorio de problemáticas identificadas, que los incentivan a
dimensionar la intencionalidad de solución. La redacción de los propósitos informan al
lector del tema, la problemática y hasta el nivel de eficiencia que se pretende alcanzar a
través de la ejecución del proyecto.
La líneas de acción implican trazar la ruta o camino a seguir para avanzar en el
mejoramiento continuo de la institución; simbolizan “cartas de navegación”: en lo
general, para cumplir con la misión y alcanzar la visión de la escuela y, en lo particular,
para mejorar la calidad de los procesos de aprendizaje, de gestión directiva y/o de
evaluación de instituciones educativas.
Las metas especifican los resultados concretos en logros, esto es, desde productos
tangibles como un proyecto, una propuesta, un manual, un instructivo, una guía y hasta
planes integrales de gestión; a propósito de que tengan un alto y significativo impacto en
las comunidades de aprendizaje. En esta inteligencia, las metas podrán circunscribirse
en corto, mediano y largo plazo sobre la dimensión temporal.
Los sustentos teóricos configuran la aproximación teórica directa e indirecta que existe
sobre el tema del proyecto. Para ello, será indispensable que los profesores estudiantes
y asesores prevean el diseño de correlaciones teóricas y metodológicas, mínimamente.
Los sustentos teóricos representan el esfuerzo de indagación, a la vez que sobre ellos se
cimentan científica, técnica, humanista y pedagógicamente los saberes y su construcción
inacabada.
La metodología es un proceso operativo en el cual inciden los métodos y las técnicas de
indagación y recopilación de datos; de la selección muestral con sus criterios de
9. inclusión y exclusión; estadísticos y parámetros. El paradigma más apropiado para el
proyecto es el de tipo cualitativo, de ahí que sea pertinente hacer uso de la investigación
acción.
Las actividades y estrategias responden a la pregunta del cómo llevar a cabo el trabajo
operativo del proyecto de intervención educativa. Son las actividades, entonces, un
cúmulo de acciones planeadas con intencionalidad definida y, las estrategias, el cómo
realizarlas en función de los propósitos, las líneas, las metas, el espacio y el tiempo, sin
descuidar la naturaleza y el carácter de las unidades de observación y/o de análisis.
Es importante incluir en este apartado el cronograma, según etapas de todo el proceso
que se prevé abarcará el proyecto, desde la elección del tema y hasta su evaluación.
Los recursos son todos aquellos insumos que los estudiantes destinarán para la
realización de cada una de las fases que caracterizan el proyecto. Podrán advertirse,
entonces, recursos humanos (directivos, docentes, evaluadores, especialistas, alumnos,
autoridades de diferente rango o nivel, padres de familia, personal administrativo, etc.);
recursos materiales y de equipo (muebles, inmuebles, aparatos, instrumentos, material
de oficina y didáctico, etc.); y recursos financieros (aportaciones, gestiones, donaciones,
distribución, aplicación, etc.).
El plan de evaluación es una de las etapas del diseño del proyecto en la cual se observan
los instrumentos, criterios y recursos que permitan valorar los alcances y logros de los
propósitos, procesos y resultados. Como juicios de valor y rendición de cuentas, en este
paso de toma de decisiones, puede emerger la oportunidad en la reconsideración de
datos, problemáticas, sustentos y replanteamientos. El ciclo espiral ascendente,
dialéctico y holístico, donde la evaluación permanente se hace indispensable, incentiva
el ejercicio de los estudiantes, para abordar, fortalecer y defender sus procesos y
resultados. Se hace evidente la necesidad de elaborar un paradigma de evaluación del
proyecto de intervención educativa, destacando recursos, etapas, tablas de
especificación u otros instrumentos, y hasta especialistas y asesores que con ese
cometido habrán de participar.
V. Reflexiones generales finales: Conclusiones.
Se expone de manera sintética la visión y experiencia personal sobre el enfoque
pedagógico que asumió para el diseño del proyecto de intervención pedagógica que
presenta, destacando las implicaciones, posibilidades y retos que representa su
implementación para favorecer el desarrollo de las competencias planteadas en los
planes y programas de estudio de nivel y/o grado en el que aplicará el proyecto; así
como las competencias docentes necesarias que le faltan por desarrollar para el
aseguramiento del éxito al aplicarse la estrategia de intervención.
VI. Fuentes de consulta.
Presenta la relación de las fuentes bibliográficas, documentales, digitales y de páginas
Web que se emplearon en la construcción de la estrategia de acuerdo a los lineamientos
10. establecidos por el APA ( El Uso del Formato de la Asociación Psicológica Americana ) o
por el Manual de Chicago.
VI. Anexos.
Relaciona los documentos que amplían la información de cada una de las partes del
proyecto de intervención educativa, previamente referenciados.
Lineamientos editoriales
El Proyecto de intervención educativa se presentará con las siguientes características
editoriales:
Extensión: no mayor a 40 páginas de texto principal y no más de 20 páginas para
anexos.
Tipo de documento: Word 97 (2003) Word.doc
Márgenes: 2.5 cm
Fuente: Cambria en 12 puntos.
Interlineado: 13 puntos.
Espaciado: 6 puntos antes de párrafo.
Alineación: justificada.
Fuentes consultadas.
Carbonell J. (2001), La aventura de innovar. El cambio en la escuela, Madrid, España,
Morata.
Cox G. (2003), Solucione ese problema, Bilbao, España, Deusto.
De Shutter A. (1983), Investigación participativa: una opción metodológica para la
educación de adultos, México, CREFAL.
Elliott, J. (2000), El cambio educativo desde la investigación acción. Madrid, España,
Morata.
Sparkes A. y Boomer M. (2001), “Las culturas de la enseñanza y la gestión a cargo de la
escuela: hacia una reconstrucción colaborativa”, en La autonomía escolar: una
perspectiva crítica, de Smyth (ed.), Madrid, España, Akal.
UPN. (2009), “Programa de Maestría en Educación Básica”, (Documento de trabajo),
México, D.F.