1. LA EVALUACIÓN COMO OPORTUNIDAD
La evaluación, en el contexto educativo, no debe considerarse
simplemente como una medición de conocimientos adquiridos, sino como una
instancia esencial de aprendizaje. Es un proceso continuo que brinda a los
estudiantes la oportunidad de reflexionar sobre su progreso, identificar áreas de
mejora y consolidar su comprensión. Cuando se entiende la evaluación de esta
manera, se convierte en una herramienta poderosa para fomentar el crecimiento
y el desarrollo de habilidades, promoviendo un enfoque centrado en el
aprendizaje a lo largo de toda la trayectoria educativa.
Cuando hablamos de evaluación nos referimos a un proceso por el cual
recogemos información que nos sirve para elaborar un juicio de valor en función
del cual tomamos una decisión. A estas informaciones relevantes para
fundamentar juicios y decisiones posteriores las llamaremos EVIDENCIAS DE
APRENDIZAJE. Estas evidencias, remiten a una certeza clara y manifiesta de
la que no se puede dudar, ya que serán el fundamento a la posterior formulación
de juicios de valor. En los “Registros de aprendizajes alcanzados” de los
estudiantes de 4to Grado “A” de la Escuela Mariano Moreno de James Craik, en
relación al plan de clases n°1 (Reconocimiento de la Tierra como cuerpo
cósmico) se evidenciaron los procesos de aprendizajes de tres estudiantes. La
estudiante 1, dejó en evidencia la adquisición de los aprendizajes durante la
exploración de una aplicación digital participando activamente de los
intercambios comunicativos que surgieron durante el desarrollo de la clase. En
cambio, el estudiante 2, dejó como evidencia que logró adquirir los
conocimientos en el momento del intercambio comunicativo mediado por la
docente durante el cierre de la clase. La estudiante 3, participó activamente de
los intercambios comunicativos, pero no dejó evidencias de los aprendizajes
adquiridos durante ese momento, sino luego de los registros en el pizarrón.
La RETROALIMENTACIÓN, hace referencia a interacciones dialogadas
progresivas; un modo de conversación entre docentes y alumnos con el
propósito de articular las evidencias de aprendizajes con los objetivos y los
criterios de evaluación.
Al finalizar el dictado de la secuencia didáctica, planteé una evaluación
(formato trabajo práctico) donde la corrección fue a través de mensajes
2. motivacionales. Además, al final de la misma, los estudiantes realizaron una
autoevaluación donde dejaron plasmados los aprendizajes adquiridos, lo que les
costó más y en qué deben hacer hincapié. Decidí corregir de esta manera,
porque considero importante que los estudiantes atraviesen estas instancias sin
la presión del error y las notas numéricas, sino que sientan que la docente valora
todo el desempeño de cada uno durante el desarrollo de la secuencia. De esta
manera, el niño se siente motivado a ir por más sin temer al desacierto.
Por otro lado, durante el desarrollo de las clases, específicamente en los
intercambios comunicativos, me pareció acertado conversar con los estudiantes
y registrar en el pizarrón (y en sus carpetas) las respuestas correctas y las
incorrectas. Luego del desarrollo de la clase, donde los niños adquirían el
conocimiento se hacía una comparación validando la respuesta correcta pero no
se dejando de lado el error, sino que se consideraba como parte de aprendizaje
y ruta para la apropiación de conocimientos.
En cuanto a las RÚBRICAS, éstas se definen como “asistentes” de la
evaluación. Son documentos que articulan las expectativas ante una tarea o un
desempeño a través de una lista de criterios y la descripción de sus niveles de
calidad. Al finalizar la planificación de la secuencia didáctica: “La Tierra, nuestro
hogar” diseñé la siguiente rúbrica utilizando como indicadores las capacidades
fundamentales de cada plan:
Los docentes tenemos la responsabilidad de ayudar a los estudiantes a
desarrollar conciencia acerca de cómo están aprendiendo. Si bien a la rúbrica
presentada fue diseñada previamente al desarrollo de las clases, es importante
considerar la opción de diseñar la rúbrica junto a los estudiantes ya que de esta
manera los criterios y los estándares serán claros, detallados y específicos.
Además, identificarán los objetivos que tienen que alcanzar, las expectativas y
3. los niveles de logro; se trata de construir un trabajo conjunto basado en valores
democráticos, de participación y transparencia, apostando a una escuela en la
que la evaluación este al servicio del aprendizaje.
El DISEÑO DE PRUEBAS AUTÉNTICAS, propone que los estudiantes
fueran evaluados por medio de tareas que tuvieran un significado en el mundo
real. Se trata de una forma de aprender en la cual los aprendizajes tengan valor
no solo en el ámbito escolar, sino que sea genuino. En síntesis, la evaluación
auténtica, puede definirse como aquella que propone situaciones del mundo real
o cercanas a ellas, problemas significativos, complejos, para que los estudiantes
utilicen sus conocimientos previos, pongan en juego estrategias y demuestren la
comprensión de saberes. En la secuencia didáctica: “La Tierra, nuestro hogar”,
específicamente en los planes 2, 4 y 5, desarrollamos la teoría utilizando
ejemplos de la vida real. En efecto, para interpretar la geósfera se utilizó material
concreto (arena) y se la reconoció como el lugar por donde caminamos, es decir,
que los niños pudieron reconocer que estamos parados sobre la geósfera. Lo
mismo hicieron con la hidrósfera; además de utilizar material concreto,
reconocieron que los seres humanos estamos compuestos en gran porcentaje
por agua, es decir, que estamos formados por agua que también integra parte
de la hidrósfera. A la atmósfera la trabajamos como el oxígeno que respiramos
y el dióxido de carbono que necesitan las plantas para su fotosíntesis y de allí
surgió que las plantas purifican el aire que nosotros respiramos. Por último,
reconocieron a la biósfera como el conjunto de todos los seres vivos que
convivimos en el planeta: plantas, humanos, animales, hongos y bacterias.
Concluir que las evaluaciones son fundamentales para el aprendizaje
implica reconocer su papel en la recolección de evidencias, en la
retroalimentación, en el diseño de rúbricas y en el diseño de pruebas auténticas
fortaleciendo así el proceso educativo y contribuyendo al desarrollo integral del
estudiante.