Reseña literaria de "Itinerario breve" de Blanca Isaza de Jaramillo
1. Isaza de Jaramillo Mesa, Blanca. (1970). Itinerario Breve. Manizales. 201 p.
Blanca Isaza de Jaramillo, nos trae una gran obra, Itinerario Breve, llena de
sentimientos encontrados con la reminiscencia de una vida llena de mágicos despojos de
unas memorias, la cual recuerda para vivir. La poetisa dibuja placenteros sucesos,
lugares inolvidables acunados de una sublime e inmortal añoranza.
En la obra se puede dilucidar a una Blanca Isaza llena de valores por lo que dice:
“enseño a mis nietos la fraternidad y les hago ver que es un don de Dios” (p. 13).
También encontramos una solícita descripción de personas que dejaron una mella
indeleble en el corazón de la poetisa como lo son: Alfredo Gómez Jaime, poeta (p. 16),
Erika Klein, bailarina (p. 28), José Joaquín Casas, poeta (p. 60), Guillermo Valencia (p.
112) y Ángel María Céspedes (p. 195).
Por su parte, Manizales, “esta ciudad que tiene un alma suave y firme” (p. 25),
tiene un lugar muy importante en el corazón de Blanca. Manifiesta “Una gratitud eterna
con los manizaleños”, y expresa que “es un privilegio de la suerte el que nos haya
tocado vivir una sociedad que cumple con tanta gallardía los postulados de la
fraternidad cristiana” (p. 27). Esos tiempos que quedaron en la memoria de una mujer
sensible por lo ya perdidos, por lo desvanecidos en el olvido como el tiempo de
navidad, por ejemplo, y se puede leer en el texto “Navidad de antaño” (p. 18).
Abejorral también es otro lugar que está presente en esta obra. Claramente hace
emerger el amor inmenso por Abejorral llamándolo “mi noble y pintoresco pueblo
nativo” (p. 104). A lo largo de la lectura se encuentran imágenes de un recuerdo
evocado “con los ojos húmedos” (p. 74), y el orgullo por su tierra natal al decir que
“esta es una ciudad de que puede mostrar con orgullo pintores, músicos, poetas,
escritores y profesionales de merecido prestigio” (p. 72).
2. Otro de los temas que trata en el libro es su profundo amor por la irredimible
longevidad que termina con la muerte, cuyo juicio lo acicala con un bello ejemplo de
unos pobre canarios que se han silenciado. En esta obra vislumbra la humanidad
Diáfana de una poetisa cuyo amor refleja en sus caminos construidos con la memorable
añoranza de sus seres más allegados y sus lindos tenores con plumaje (pág. 39).
Blanca Isaza de Jaramillo, con sutileza nos cuenta un suceso de la vida que
procura no dejar en el olvido, llevándolo así a un estado de catarsis con el lector. Nos
recuerda sus caminos recorridos que están decorosamente tatuados en estas páginas,
llenos de un mágico tono, de una exégesis de los acontecimientos que pasan, quizá
desapercibidos, por nuestra vida, personas que llegan y nos dejan una inmortal huella, y
que su ausencia a veces deja una tristeza que trina sin medida, pero sucumbe al recorrer
con su pluma estas palabras de un itinerario, de un diario que recalca un inmensurable
amor por vivir en el recuerdo.
De lo anterior, la obra Itinerario breve es una introspección que va cultivando en
su vergel de poemas y de escritos como Cintillo labrado de flores. Itinerario breve es un
pénsil, un jardín preclaro, un jardín florecido en la memoria de Blanca Isaza de
Jaramillo. Un amor tallado de añoranzas del pasado permanece, porque “es bueno
recordar brevemente” “como los retratos en sepia de los abuelos” (p. 20).
Santiago Botero Valencia
Abejorral, diciembre de 2016