3. Se transforma en diversos compuestos y circula a través de la biosfera en el ciclo del
azufre.
Entra en la atmósfera desde fuentes naturales como:
* sulfuro de hidrógeno (H2S), gas incoloro y altamente venenoso —con olor a huevo
podrido—, desde volcanes activos y la descomposición de la materia orgánica en
pantanos, Ciénegas y llanuras cubiertas por las mareas.
* dióxido de azufre (SO2), gas incoloro y sofocante proveniente de volcanes activos.
* partículas de sulfatos (SO4 2,-), como el sulfato de amonio de la aspersión marina.
4. En los organismos la cantidad de azufre varía desde 0.02 a 5% en algunas
bacterias que oxidan azufre, pero en general constituye el 0.25% de peso seco,
semejante al fósforo.
El azufre está casi siempre presente en las cantidades adecuadas para cubrir los
requerimientos para la síntesis de proteínas, la cual es limitada por lo regular por
la disponibilidad de nitrógeno.
La fracción que usan los organismos no tiene una influencia significativa sobre el
ciclo de azufre, ellos crean condiciones que directa o indirectamente influencian el
ciclo.
La oxidación posterior del bióxido de azufre y su disolución en el agua de lluvia
produce ácido sulfhídrico y sulfatos, formas, principalmente bajo las cuales
regresa el azufre a los ecosistemas terrestres.
El carbón mineral y el petróleo contienen también azufre y su combustión libera
bióxido de azufre a la atmósfera.
5. MILLER, G. TYLER, JR. 1992. Ecología y medio ambiente. Grupo Editorial
Iberoamérica S.A. de C.V, México, D.F. 107-113.