2. LAS GASEOSAS
Si la cerveza es exitosa, qué decir de las gaseosas. Carecen de alcohol, por lo
que se las ha promocionado siempre como bebidas infantiles, aun cuando a
muchos grandes les gusten. Pero sus efectos sobre la salud son cada vez más
criticados.
3. LAS GASEOSAS
Recientemente fue noticia una joven mujer de Nueva Zelanda que murió tras
beber, en un día, cerca de 10 litros de Coca-Cola. Después se supo que ésa era
la cantidad que solía tomar y que, además, solía fumar cerca de 30 cigarrillos
por día, que comía pura comida chatarra y que lo hacía sin horario. En
resumen, que no era precisamente un ejemplo de vida saludable.
4. LAS GASEOSAS
Las gaseosas son un producto de la técnica moderna. En 1832, un señor de
Nueva York, John Matthews, patentó una máquina para mezclar agua y
dióxido de carbono y agregarle sabor. Lo que siguió es fácil de adivinar.
Vinieron la Coca-Cola, la Pepsi-Cola (abreviada a “Pepsi”), la Sprite y muchas
gaseosas locales con fuerte contenido simbólico.
5. LAS GASEOSAS
Probablemente las gaseosas no fueron un problema de salud pública mientras
fueron una golosina de día de fiesta o fin de semana. Ha sido su conversión en
bebida cotidiana la que las ha puesto en el punto de mira.
6. LAS GASEOSAS
Aunque existen gaseosas con ingredientes naturales (generalmente zumos de
frutas en agua carbonatada), lo cierto es que aún son la excepción y no la
regla. La mayor parte de las gaseosas son compuestos químicos. A diferencia
de las bebidas alcohólicas, su consumo moderado es, en el mejor de los casos,
inocuo.
7. LAS GASEOSAS
La solución es inducir en nuestros hijos mejores hábitos. No prohibir las
gaseosas, que puede resultar contraproducente, sino convertirlas en lo que
eran antes, algo excepcional, una bebida festiva. Cuando alguien acompaña
todos los días su almuerzo o merienda con gaseosa hay que disparar la alarma.