Cientifico docente impulsador de valores
Capitulo 3 de 4 de la Conferencia "Dilemas y Valores del Hombre de Ciencia Contemporáneo", dictada por Galia Pérez en el Primer Congreso de Pedagogía de Valores de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Panamá
Capítulo 3 de 4. Conferencia Valores y Dilemas del Hombre de Ciencia Contemporáneo. Galia Pérez. Primer Congreso de Valores de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Panamá.
La definición de diccionario no es siempre suficiente para dedicarse ni al estudio ni a la enseñanza de la Ciencia. Hay diccionarios que definen Ciencia como conjunto de conocimientos organizado y sistematizado, de acuerdo con eso si me aprendo todos los teléfonos de una guía telefónica soy una científica porque hay un conjunto de conocimientos (números de teléfonos), organizados (por orden alfabético) y sistematizado (en la lengua mayoritaria del país donde se distribuye). No basta con que nuestros estudiantes crean que tener mucha información es tener mucha ciencia.
La primera vez que recuerdo haber escuchado hablar de Ciencias fue en 1972. Leí en una revista sensacionalista que en 1985 los autos volarían. De alguna manera con pocos años pensé dudé, por primera vez, de una información que se me daba. La verdadera ciencia enseña a dudar y a ignorar.
Le pregunté a mi maestra si eso que estaba en la revista sería posible, y he ahí la respuesta que enrumbó el resto de mi vida.
Yo ya tenía ideas de que y por qué podía volar. Los aviones y los pájaros vuelas, por sus alas, y los papeles con el viento y las cometas porque pesan poco, pero un automóvil, vamos, cómo podría ser eso posible.
Han de ser magos, sí, hechiceros que le quiten el peso a los carros o encantadores de que los convenzan que tienen las alas que no tienen. Si en verdad, personas así existen, yo quiero ser una de tales.
Los científicos existimos, vivimos ciertamente una magia interior de sabernos poderosos, pero algunos, como yo, ni siquiera llegamos a ver una laboratorio de verdad. En el año 2001, aún los autos no vuelan y como me río en medio de estos tranques tan bestiales cuando recuerdo esa nota que me hizo decidir ser lo que soy.
Por otra parte, llegan los fabulosos años ochenta. Yo hasta entonces no recuerdo haber entrado en contacto con el término tecnología, Si recuerdo que me lo casaron con Billy Gates, salía uno salía el otro.
Antes de Gates, se decía el Avance de las Ciencias, después de Gates, la Tecnología. Digan lo que quieran los que saben de verdad, Si Microsoft es o no es la mejor compañía de Tecnología hoy en día es otra cosa, pero entonces, era la mejor porque era la primera interesada en poner una computadora frente a cada persona, desmitificando que su uso fuera para ultraespecialistas en complicados lenguajes de programación.
Como en el caso de Jaqueline y Shantal Andere, Madre e hija, los éxitos de la Tecnología dependen de éxitos que llegaran aún antes de ella nacer, cuando su madre, la Ciencia, dominaba los escenarios.
Congresos, Publicaciones, Grandes Laboratorios, mucha ayuda al alumno aventajado en forma de becas, y al docente investigador:subvenciones, jugosos salarios, etcétera, pero se les olvida un detalle según nos dice Cereijido.
Son pocos los proyectos de investigación pagados por las Secretarías de Ciencias en países de Latinoamérica, y de esos, la mayoría van a Ciencia Pura teniendo tanto problema social de primer orden, por ejemplo: Se pagó una investigación del sistema respiratorio de este pez Tilapia (ciencia pura), cuando se desconoce totalmente si puede ser una fuente proteica y alimenticia de primer orden en los países donde es endémico (ciencia aplicada).
Pues, por eso dice Cereijido que solo somos Científicos de aparatos y bibliotecas, porque no damos respuestas a los problemas de nuestra sociedad, sino a aquellas que aparecen en los libros que nos vienen de fuera. Yo, como siento que soy parte de la familia humana creo que aún sin uso aparente, el ser parte de una colectividad hace que mi trabajo tarde o temprano sirva a toda la humanidad, aunque desde luego pienso como él que en los países menos industrializados las aplicaciones deben ser más favorecidas en presupuestos que los conocimientos puros.
En lo que si estamos enteramente de acuerdo Cereijido y yo es en que no se enseña Ciencia sino hechos de la Ciencia y se hace creer a la gente que es lo mismo. Lo veo como estrategia para captar adeptos, como alguna vez fui captada, pero me gustaría que todos esos programas de radio y televisión supieran al menos la diferencia.
Sigo pensando que introducir tecnología solo por decir que se tiene es peligroso, no favorece la integración y amor a la naturaleza.
La Pala y el Tenedor son tecnología y sigue sirviendo, aunque vienen desde tan atrás como de la edad media. Descartarlo solo porque ha surgido algo novedoso será necesario o tan siquiera útil?