El documento describe las competencias y responsabilidades ideales de un docente del siglo XXI. Se mencionan competencias generales como identificar tendencias, trabajar en equipo e innovar, así como competencias especializadas como diseñar material didáctico y evaluaciones. También se discuten las responsabilidades de un profesor como tener conocimiento de la asignatura, aplicar recursos didácticos y lograr que los estudiantes aprendan, además de mantenerse actualizado sobre cambios sociales.
2. Para identificar al docente del Siglo XXI se presentan retos y demandas que
determinan el entorno y las aportaciones de paradigmas de la educación, los
cuales influyen en los requerimientos y características del sistema educativo,
para así definir las nuevas habilidades y competencias que tanto el docente
como los alumnos requieren.
3. La necesidad de un nuevo perfil docente, ocupa un lugar destacado en la retórica
educativa actual, ante la construcción de una nueva educación.
El perfil y el papel prefigurado de este “nuevo docente” han terminado por
especificar un largo listado de “competencias deseadas” a partir de los
movimientos de renovación educativa, que hoy han pasado a formar parte de la
retórica de la reforma educativa mundial.
4. Entre estas competencias podemos mencionar:
Competencias Generales
Identificar las tendencias en su campo profesional.
Conducir y coordinar actividades grupales
Habilidad para innovar, indagar, crear
Capacidad para enfrentar la diversidad sociocultural
Capacidad de trabajo colaborativo y en equipos interdisciplinarios.
Desempeño crítico y creativo del rol profesional.
Habilidad para aplicar conocimientos disciplinarios.
Investigar sobre los requerimientos de su comunidad local.
Traducir las necesidades de recursos humanos en términos de objetivos de
aprendizaje.
Conocer las secuencias de aprendizaje de los estudiantes para lograr ciertos
comportamientos y actitudes.
5. Competencias Especializadas
Revisar, criticar, formular o modificar objetivos del aprendizaje.
Explorar las necesidades e intereses de sus estudiantes.
Definir y describir los contenidos de una actividad docente para su especialidad y fijar
prerrequisitos para asignaturas.
Seleccionar y preparar material didáctico para la actividad docente y diseñar un
sistema de evaluación del aprendizaje.
Adecuar la relación entre actividades prácticas y teóricas.
Involucrar a los estudiantes en la configuración de las unidades de aprendizaje y
analizar los resultados de las evaluaciones en el aprendizaje de sus estudiantes.
Evaluar el proceso docente en su globalidad.
Promover hábitos de estudio adecuados a la profesión de sus estudiantes.
Tomado de De los Rios, D.; Herrera, J.; M.Letelier y otros (2000) Paradigmas y competencias profesionales pag.113
6. Son muchos los retos que tiene que afrontar el sistema, debido a los vertiginosos
cambios sociales, científicos y técnicos que se van dando diariamente; es en esa
medida que el rol del docente se halla también en proceso de cambio,
constituyendo un reto más.
8. El alumno para aprender tiene que querer aprender, su proceso de aprendizaje
implica una construcción gradual de su autonomía relativa, permitiéndole
constituirse como:
una persona con un compromiso colectivo
Un ser con conciencia (critica, coherente y congruente)
A partir de ello los alumnos consideran que la responsabilidad del profesor es:
Tener conocimiento de la asignatura que imparte
Saber enseñar (aplicación de recursos didácticos)
Cubrir el programa.
Lograr que el alumno "aprenda" los contenidos.
Tener control de grupo sin lo cual no hay proceso educativo posible.
Que esté permanentemente actualizado.
9. Bajo esta concepción un profesor responsable, es aquel que quiso y quiere ser
profesor, es aquel que está movido por la vocación. La persona que se asume
como responsable y por lo tanto libre, busca contagiar su libertad (Savater, 1999).
El profesor responsable no sólo quiere ser profesor, hace el esfuerzo por serlo,
por estar siendo (pasado, presente y futuro) y conoce y cuestiona; y continúa
conociendo y no deja de aprender.
El profesor se desenvuelve en un contexto social específico, y no puede dejar de
considerarlo.
10. El Plan de Estudios y por lo tanto los programas de las asignaturas, aunque se
tienen que estar revisando y actualizando periódicamente, frecuentemente son
rebasados por las circunstancias del medio social.
El Plan de Estudios expresa un perfil de egreso, la asignatura señala objetivos y
unidades temáticas. El profesor puede considerar que su deber es disciplinarse y
someterse al programa; considerar las exigencias del entorno e incidir en el
alumno para que se prepare para cubrirlas; o propiciar en él la capacidad de
reflexión, análisis y crítica.
El profesor que asume su profesión con vocación y por lo tanto con pasión y
responsabilidad, tiene el reto de unir esfuerzos con otros profesores que
compartan la vocación y el propósito de organizar el sistema de ayudas para que
el alumno sea capaz de comprender el mundo de hoy y construya alternativas.
11. Por lo tanto es importante que el profesor asuma la practica educativa como un
proceso donde se problematiza la realidad social, se toma conciencia de la situación
y se decide participar con conocimiento, generando alternativas.
El profesor debe ser capaz de incorporarse a la sociedad, a la interacción con otras
personas y a la institucionalidad que las organiza, para estar en condiciones de
"convertir a la escuela en primer espacio público del niño, creándole posibilidades de
percibir, vivir y actuar, interactuando con las múltiples relaciones que permean toda
la sociedad" (Setúbal, 1996
12. La universidad tiene el compromisos de formar alumnos reflexivos, con el
entendimiento de que el ser humano, sólo puede comprender su propia
experiencia y evaluar su propio destino localizándose a sí mismo en su época; de
que puede conocer sus propias posibilidades en la vida si conoce las de todos
los individuos que se hallan en sus circunstancias (Mills, 1997:25).