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CONTENIDO
1. UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA
1.1. MARCO HISTÓRICO INSTITUCIONAL
1.1.1. ANTECEDENTES
1.1.2. RESEÑA HISTÓRICA
1.2. MISIÓN INSTITUCIONAL
1.3. VISIÓN INSTITUCIONAL
2. CARRERA DE FISIOTERAPIA
2.1. MISIÓN
2.2. VISIÓN
2.3. OBJETIVOS
2.4. GENERAL
2.5. ESPECÍFICOS
2.6. PERFILES
2.6.1. PERFIL PROFESIONAL
2.6.2. PERFIL OCUPACIONAL
2.7. PLAN DE ESTUDIOS
2.8. CÓDIGO DE ÉTICA
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1. UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA
1.1. MARCO HISTORICO INSTITUCIONAL
1.1.1. ANTECEDENTE
La Universidad es una institución viva que se configura a lo largo
de su historia desarrollando y transformando sus rasgos
primigenios. La Universidad no es un concepto absoluto ni
abstracción que pueda construirse especulativamente. Tampoco
experiencia que pueda vivenciarse desligada del desarrollo de la
sociedad y de la historia, pues a lo largo de muchos siglos ha
posibilitado la transmisión, transformación y creación de culturas
que han moldeado su identidad como institución universitaria.
Su origen se encuentra en la Corporación de Maestros y
Estudiantes surgida en el siglo XII. Esa corporación marcó el
futuro de la institución universitaria, que en su devenir histórico
configuró su fisonomía, e identidad con cuatro notas esenciales:
corporatividad, universalidad, cientificidad y autonomía, notas
que luego consolidó como sus funciones sustantivas de
docencia, investigación y proyección social.
Maestros y estudiantes, agrupados en corporaciones por el
impulso fogoso de la búsqueda de la verdad, asumen la tarea de
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lograr autonomía frente a los poderes de la Iglesia y del Imperio
en Occidente.
En el siglo XII, con todas sus características de lucha y polémica
por la consolidación de uno de estos dos poderes, se enmarcan
el nacimiento, ascensión y consolidación de varias
corporaciones. Entre éstas se destaca la Corporación de
Maestros y Estudiantes, que tenía sus propias reglas de trabajo
y jerarquías entre sus miembros (Maestro, Oficial y Aprendiz).
Maestros y estudiantes, convocados por los obispos, dieron
origen a las escuelas catedralicias que empezaron a definirse
como un universo de personas, maestros y estudiantes
dedicados a la profesión del saber, dentro de un régimen
creciente de privilegios y exenciones.
Poco a poco, crece el número de maestros y de estudiantes
animados por los métodos de enseñanza que privilegiaban que
el maestro procediese conforme a la fuerza de su razón. Estos
métodos causan polémica, ponen en alerta a los poderes y
hacen más apetecidas las escuelas al llevar, a través del
ejercicio de la razón, a formulaciones contrarias a la Sagrada
Escritura, a los Santos Padres y al Magisterio Eclesiástico.
Al crecer el número de adherentes surgió la necesidad de
reglamentar e incluso controlar el oficio de la enseñanza y del
aprendizaje. Príncipes y obispos empezaron a preocuparse de la
doctrina de los maestros y de las escuelas mismas como parte
de su labor de gobierno. Por medio de cancilleres controlaban
los estudios y exigían garantías a los maestros para darles la
licencia que les permitía el ejercicio de la profesión.
Las denominaciones dadas a maestros y estudiantes dedicados
al cultivo del saber, ayudan a entender mejor el sentido originario
de la Universidad. En ellas se encuentra el sentido profundo de
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identidad de estas instituciones construidas para formar al
hombre en el conocimiento.
Una designa al grupo corporativo de maestros y estudiantes
como Studium Generale porque Studium tiene en sí inscritos los
sentidos de afición, devoción y dedicación inherentes al ejercicio
del saber; Generale porque las personas dedicadas a tan ardua
labor provienen de varias Nationes y están facultadas para
enseñar en todas partes.
Más tarde utilizan el término latino “Universitas, que se deriva de
Unus, que significa la unidad y de Verto que conlleva el sentido
de volver. Agregados Unus y Verto, en conjunción semántica,
significan la multitud de todas las cosas pero con sentido de
convergencia y unidad”.
Este sentido se conserva en la esencialidad de la Universidad
actual.
Sobre todos estos aspectos se introdujeron modificaciones y
elaboraciones en el discurrir de la Edad Moderna, marcados de
manera especial por las dinámicas derivadas de las nuevas
concepciones metodológicas del espíritu científico de la
modernidad.
La concepción moderna del saber, que privilegia la racionalidad
científico-técnica, terminó imponiéndose sobre la cultura
universitaria de occidente. En medio de ese ambiente
racionalista irrumpe sobre la Universidad el positivismo como
tendencia a reducir la basta y compleja realidad universal a un
discurso unitario, unidimensional, que sólo acepta lo lógicamente
demostrable, aquello que puede ser calculado y claramente
medido en su origen y que puede expresarse en fórmulas
matemáticas y sistemas cerrados de organización de datos.
El extravío de la humanidad en un orbe de cosas sin sentido, de
materia sin significado trascendental, la confusión de los valores
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y la pérdida constante de los propósitos guiados por la
solidaridad, sitúan al mundo frente a un hombre unidimensional.
Al final del siglo XX, la Universitas señala un retorno a la
percepción humanística del mundo, de la ciencia, de la técnica y
de la informática, para reconocer que el hombre no es un ser
unidimensional sino un ser con múltiples facetas que hay que
orientar, fortalecer y cultivar a través de los procesos educativos.
Tal vez, la pérdida de la perspectiva humana ha hecho surgir el
terrible poder de una ciencia sin ética y el influjo abrumador de
un medio como lo es la técnica, que, elevada a categoría de fin,
ha motivado una creciente hostilidad indiscriminada del hombre
hacia el hombre.
En estas realidades se hace manifiesto que la supremacía de lo
humano ha perdido su justificación. Por eso hoy se buscan
caminos por fuera de la razón instrumental para rescatar un
lugar privilegiado para el hombre total que, en una visión íntegra,
debe considerarse como el centro y fin último de todos los
procesos y en especial de los educativos.
Así, sin ignorar las transformaciones inherentes a las dinámicas
históricas, se reconocen las notas fundamentales de la
Universidad actual, en los elementos fundacionales de las
primeras corporaciones académicas establecidas en la Edad
Media y en las modificaciones introducidas durante el correr de
la modernidad.
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1.1.2. RESENA HISTORICA
El acercamiento de los franciscanos a los estudios se remonta a
Bolonia, en 1223, cuando San Francisco autorizó a San Antonio
para que enseñara la Teología a los frailes.
“Al hermano Antonio, mi obispo, el hermano Francisco : salud.
Me agrada que enseñes la sagrada Teología a los hermanos, a
condición de que, por razón de este estudio, no apagues el
espíritu de la oración y devoción como se contiene en la Regla” .
Cta. Ant.* La presencia real de los franciscanos en la
Universidad fué en París; en el año 1217 llegaron a esta ciudad
y hacia 1223 iniciaron sus estudios universitarios.
Después, en el año 1224 fundaron casa en Oxford y
comenzaron la vida universitaria bajo la dirección de Roberto de
Grosseteste, canciller de la Universidad. A mediados del siglo
XIII, la orden de San Francisco contaba con aproximadamente
30.000 hermanos y 32 provincias o circunscripciones. Por ese
entonces crearon casas de estudios en diferentes países para
que los hermanos se formasen en Gramática, Lógica, Filosofía y
Teología. En 1260, San Buenaventura escribe:
Confieso delante de Dios que la razón que me ha hecho amar
con amor extremado la vida del bienaventurado Francisco es su
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parecido con los comienzos y el crecimiento de la Iglesia. La
Iglesia comienza primero con simples pescadores y se enriquece
luego con doctores muy ilustres y muy sabios.
Cuando Alejandro de Hales, Maestro regente de la Universidad,
ingresa a la Orden Franciscana en 1236, el Studium de los
Franciscanos, dirigido por Juan de la Rochela y que funcionaba
a nivel interno, se integra a la Facultad de Teología de la
Universidad de París.
Lo más relevante del aporte Franciscano a la experiencia
universitaria de la época está dado, según los estudiosos del
pensamiento Franciscano, por tres características:
La Sagrada Escritura, como Palabra inspirada por Dios, que está
en la base y por encima de cualquier reflexión humana.
El saber tiene un sentido práctico. Es medio y no fin.
Para San Buenaventura la ciencia no es causa de sí misma, sino
que ella está intrínsecamente orientada a la experiencia del
amor y desde la libertad, comprendida como obediencia a Dios
que es el único capaz de salvaguardar la autonomía humana. La
vivencia de la ciencia para el Franciscanismo no se experimenta
y entiende por la curiosidad ni por el saber que termina y se
encierra en sí mismo, sino por el estudio, es decir, la ciencia que
culmina en la sabiduría, la que une a Dios y hace el bien.
Para el saber no existen temas vedados. En el pensamiento
Franciscano caben todos los temas y se asumen aquellos que
están emergiendo permanentemente para darle respuestas a la
problemática humana. Esto le da al ejercicio académico una
permanente actualidad.
Desde esta perspectiva no hay ideas absolutas o sistemas de
pensamiento cerrados sobre sí mismos, sino una actitud abierta
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hacia la búsqueda permanente de la verdad infinita, inagotable
por el ejercicio particular del quehacer académico.
En el siglo XIX comienza un nuevo despertar de la presencia
pública de la Universidad de confesión católica, sobre todo en
regiones con distintas ideologías y culturas, como fue el caso de
América Latina.
En el siglo XX se restauran los Colegios Mayores que las
órdenes religiosas fundaron en la etapa de la Colonia y que
fueron cerrados por los gobiernos después de la Independencia.
En este nuevo auge de la Universidad de inspiración católica, los
Franciscanos de la Provincia de la Santa Fé de Colombia
restauraron y transformaron el antiguo Colegio de estudios
superiores en el Colegio Mayor y éste, poco después en
Universidad de San Buenaventura.
1.2. MISION INSTITUCIONAL
La Universidad de San Buenaventura es una institución de
educación superior que desarrolla y presta servicios académicos
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integrados, de excelente calidad, para satisfacer las necesidades
de la sociedad; afirma su identidad en la confluencia de tres
dimensiones sustanciales : su ser universitario, su ser católico y su
ser Franciscano.
Como Universidad considera fundamentales en su acción, la
búsqueda constante de la verdad; la actividad creadora; el análisis
serio y objetivo de la realidad; el rigor científico y el valor intrínseco
de la ciencia y de la investigación; y el examen crítico de los
conocimientos y la aplicación de los mismos al desarrollo de la
comunidad.
Como Católica concibe a la comunidad universitaria como centro
de su desarrollo integral y “reafirma la primacía de la persona en la
organización de la sociedad y del estado”. Asegura la presencia
cristiana en el mundo universitario frente a los grandes problemas
de la sociedad y de la cultura; afirma su fidelidad al mensaje
cristiano tal como la presenta la Iglesia, el cual da significado
particular a la cultura y a la ciencia y considera prioritario el diálogo
entre el evangelio, la ciencia y las diversas culturas existentes en
Colombia.
Como Franciscana considera a Jesucristo como centro del cosmos
y de la historia; proclama la fraternidad de las criaturas y la
reverencia por la creación; fomenta la sencillez en el desarrollo de
las relaciones entre los miembros de la comunidad universitaria y a
través de sus diversas actividades, educa en el amor por la vida,
por la paz, por la libertad, por el servicio a los demás y por la
protección y preservación del medio ambiente. Asume como
esenciales el cultivo de la sensibilidad, la orientación práxica de los
saberes, la inmersión del quehacer en el entorno concreto, el
desarrollo de una actitud frente a la vida centrada en el servicio a
los demás, y el fomento de la sencillez en las relaciones entre los
miembros de la comunidad bonaventuriana.
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1.3. VISION INSTITUCIONAL
Acorde con su misión y con el propósito de asumir la educación
superior para el siglo XXI, la universidad de San Buenaventura
será:
Una Universidad en donde la unión entre la visión de la vida y
el modo de vida se enriquezcan desde el pensamiento
Franciscano y las ciencias con reflexiones críticas de carácter
ético y religioso.
Una Universidad que forme personas y profesionales
conscientes y responsables, con formación integral e
interdisciplinaria; con sólida cultura humanística, espiritual y
científica que les permita seguirse educando por sí mismos;
capaces de adoptar sus conocimientos a las transformaciones
continuas de la ciencia y la tecnología y de acceder a los
medios masivos de información.
Una Universidad donde la docencia, la investigación, la
proyección social y el bienestar institucional se integren en un
solo quehacer universitario y se apliquen a la búsqueda de
soluciones para los problemas de la sociedad.
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Una Universidad católica en donde lo intelectual se relacione
con las dimensiones morales y religiosas de la educación, la
cultura y la vida.
Una Universidad construida sobre la base de estructuras
académicas y administrativas flexibles que propicien la
integración del conocimiento y el trabajo interdisciplinario y
transdisciplinario.
Una Universidad inserta en la totalidad del sistema educativo,
preocupada por los niveles que le preceden y para los cuales
debe aportar propuestas y diseñar estrategias para su
mejoramiento cualitativo.
Una Universidad consciente de la mundialización del
conocimiento y por lo mismo integrada a las redes
telemáticas, académicas y científicas para participar
activamente en el mundo universitario regional e internacional.
Una Universidad preocupada y preparada para reflexionar
sobre los desafíos relacionales del sentir y el pensar; la forma
y el fondo; la práctica y la teoría para hacer que éstos sean
distinciones y no separaciones.
Una Universidad que practique sistemáticamente la
autoevaluación y que, consciente de su posibilidad social y sin
menoscabo de su autonomía, reconozca la evaluación que
haga la sociedad de la eficiencia y eficacia de su desempeño.
Una Universidad en sintonía con los valores colombianos, con
su historia y su presente que dé importancia no sólo al estudio
y al análisis de los problemas nacionales sino tambien a la
creación de sus programas académicos en armonía con las
necesidades de las regiones y del país colombiano.