El documento compara el modelo neoclásico y keynesiano, describiendo sus características clave como el desempleo, la oferta y demanda. El modelo neoclásico cree que el desempleo se debe al salario mínimo y que sin él el mercado se ajustaría automáticamente, mientras que el keynesiano ve el desempleo como involuntario debido a la demanda agregada insuficiente. El autor opina que el modelo keynesiano es más adecuado para la economía mexicana dado que da un papel al gobierno y existe un salario mínimo