2. Las polillas de Mr. Darwin
En el idioma castellano se llama polilla a unas mariposas pequeñas y nocturnas cuyas
larvas devoran los alimentos almacenados o los enseres domésticos, tales como la ropa y el papel.
En la historia de la ciencia, existe un célebre caso en Inglaterra, relacionado con una subespecie
de estos insectos, llamado la polilla moteada (Biston betularia), o del abedul. El caso de las
polillas moteadas es un ejemplo de cómo durante décadas, se ha estado utilizando de forma
inadecuada determinadas observaciones de la Naturaleza como soporte justificativo de una teoría
cuya consistencia científica deja mucho que desear y a la cual los científicos se niegan
obstinadamente a falsearla a pesar de toda su evidencia en contra.
Thomas E. Woodward es profesor de investigación y jefe del departamento de teología en
el Trinity College of Florida / Seminario Teológico de Dallas (Tampa Bay Extensión) y un
destacado apologista cristiano. Para T. Woodward, autor del polémico libro "Darwin contraataca:
Una defensa de la ciencia del Diseño Inteligente”, este caso de las polillas representa uno de los
“10 íconos” mas importantes del Darwinismo (Woodward, 2008, p.87-90).
3. Imagen n1
La historia viene a recoger el caso observado en la segunda mitad del siglo XIX por parte
de los naturalistas ingleses de la aparente generalización de las polillas moteadas de color gris
oscuro en detrimento de las polillas de color gris claro en los hábitats próximos a las ciudades
industriales inglesas. En Inglaterra hay dos diferentes tipos de especies de polillas moteadas: gris
claro y gris oscuro. Las de color gris claro solían ser las más comunes, pero los investigadores
observaron que entre 1848 y 1898 se impusieron las de color gris. De hecho, sólo 2% de las
polillas que se encontraban cerca de una ciudad industrial eran gris claro. Este cambio en la
coloración de las polillas ocurrió al mismo tiempo que el carbón se convertía en el combustible
4. para plantas eléctricas más importante de Inglaterra. El carbón no es una fuente de energía muy
limpia, y la quema de grandes cantidades llenó de hollín el aire de Londres y de otras ciudades
industriales, asentándose sobre la tierra, edificios y hasta sobre los troncos de los árboles (los
cuales pasaron de ser gris claro a ser gris oscuro). Estas polillas moteadas son muy activas
durante la noche, pero dependen durante el día de lugares donde poder camuflajearse a fin de
evitar predadores. Pero las polillas de color gris claro ya no quedaban bien camuflajeadas sobre
los troncos oscurecidos. Debido a que sus predadores eran capaces de ver más fácilmente las
polillas gris claro, las polillas gris oscuro eran las que tenían mayor chance de sobrevivir y
reproducirse. Eventualmente, las polillas que predominaban en la zona industrial de Inglaterra
eran las de color gris oscuro, y las polillas de color gris claro predominaban en las regiones no
industrializadas (en donde los troncos de los árboles aún eran de color claro). Varios estudios
científicos han probado la hipótesis de que la coloración de las polillas moteadas se debió a una
selección natural. Por ejemplo, un científico llamado Kettlewell crió ambas variedades de
polillas, y las identificó para poder encontrarlas nuevamente. Luego liberó cierta cantidad de
cada una de las variedades en una región en donde la contaminación era elevada, y otras en una
región de poca contaminación. Tiempo después, Kettlewell fue a recapturar tantas polillas como
pudo, en cada una de las áreas en donde las había dejado. Descubrió que una mayor cantidad de
polillas gris oscuro habían sobrevivido bajo el hollín que cubría la zona contaminada, y mayor
cantidad polillas de color gris claro sobrevivieron donde los troncos de los árboles habían
permanecido color claro. Esto sustentó la hipótesis de que el cambio de color de las polillas era
resultante de una selección natural (Gardiner, 05-16-2005)
Bernard Kettlewell, “doctor en medicina y experto en polillas y mariposas, fue quien
estudió a la polilla moteada” (Heinze, 2001, p.9-10). A mediados del pasado siglo XX, el trabajo
5. científico de Kettlewell se popularizó citándose exhaustivamente en los libros de texto,
respaldándolo con algunas hermosas fotografías de estas polillas sobre diferentes árboles (unos
de corteza clara, otros oscurecidos por la polución") (Aizpun, 12-26-2010). ¿Cuál era la situación
en aquella época? Trevor Major, M.Sc., M.A. de Apologetics Press, Inc., explica que:
Antes de la Revolución Industrial, la mayoría de estas polillas tenía una apariencia clara
con manchas grises. El resto era una variedad rara y oscura. Para 1900, poco después que
la Revolución Industrial hubiera terminado, algunos observadores notaron que el 90 por
ciento de estas polillas en la ciudad grandemente poblada e industrializada de Manchester
era oscuro (Major, 2005).
En apariencia estas investigaciones eran un trabajo científico único donde por primera
vez se podían observar las hipótesis científicas tejidas por Darwin en acción, en vivo y en directo.
A comienzos de la década de 1950, los experimentos por H.B.D. Kettle probaron bien
que estos cambios en la proporción de las variedades claras y oscuras eran producto de
cambios en el medio ambiente. Sus experimentos conllevaban el soltar igual número de
cada variedad en áreas contaminadas y no contaminadas. En áreas contaminadas, las
polillas oscuras sobrevivían a la depredación en mayor número ya que estaban bien
camufladas en superficies cubiertas de hollín. Él repitió este procedimiento en áreas no
contaminadas, y notó que las polillas más claras sobrevivían en mayor cantidad ya que
estaban bien camufladas sobre los árboles cubiertos por liquen (Major, 2005).
Pero sin embargo ¡No todo lo que brilla es oro! Según T. Woodward explica, esta
interesante descripción citada por Gardiner del ejemplo de la selección darwinista operando en la
naturaleza en un breve período de tiempo, "es un fraude" Pero, ¿por qué motivo? Según
6. Woodward categóricamente cita, esta investigación es un claro caso de fraude, porque esas
fotografías de polillas reposando sobre los troncos de los árboles descriptos por Gardiner y
también expuestas en muchos otros libros de texto de biología "son un montaje", dado que "las
polillas se pegaron sobre los troncos". Por lo tanto "el fenómeno por el que son famosas estas
polillas (el melanismo industrial, la coloración protectora) no constituye un apoyo a la idea
darwinista de la selección natural " (Woodward, 2008, p.89).
Variedades albina y melánica de la polilla geómetra del abedul (Biston
betularia)(Wikipedia)
Un artículo publicado por David Coppedge y traducido por Santiago Escuain (miembro
del S.E.D.I.N.), nos informa que "la historia de la polilla moteada o geómetra del abedul se
desplomó prácticamente cuando los investigadores se dieron cuenta de que estas famosas
fotografías que adornan los libros de texto eran un montaje, porque dichas polillas no habitan
normalmente sobre troncos de árboles, sino en las ramas. Otros críticos habían observado ya que
no eran muestra de evolución —sino sólo de cambios en las abundancias relativas de variedades
ya existentes de la misma especie. Además, nunca quedó demostrado que los cambios de
7. coloración estuviesen relacionados con depredación por parte de las aves " (Coppedge, 13-11-
2008).
Pero en tiempos recientes, la historia acerca de la polilla del abedul resurgió, y fue
publicada en la publicación PNAS.
Los autores no añaden nada sustancial; sólo proporcionan pruebas de que un cambio en
las poblaciones en una región exige muchas generaciones. Lo digno de mención es lo que
no aparece: no aparece mención de la controversia, ni mención de los críticos que
encontraron fallos en los anteriores estudios, ni indicación de que la evidencia de la
polilla moteada del abedul es irrelevante para la evolución. Bien al contrario. Se cita a
Kettlewell (que adhirió con pegamento polillas a troncos de árboles) favorablemente
(Coppedge, 13-11-2008).
Esto demuestra que la controversia continúa, a pesar de la falta de evidencias. Parece ser
que los científicos no se dan por vencidos fácilmente y a pesar de toda la evidencia en contra,
parecen querer insistir en reavivar la controversia. Pero, ¿qué pruebas presentan? Ninguna. Con
esto solamente demuestran que la Teoría de la evolución es un dogma científico al cual los
biólogos se resisten a declararle su falsedad. Existe poca duda de que la selección natural ha
trabajado en las polillas salpicadas. No obstante, el insecto originado como una polilla salpicada,
permaneció como una polilla salpicada desde el principio, y terminó como una polilla salpicada;
ninguna nueva especie surgió por este proceso (vea Matthews, 1971, p. 11).
Fue el neo-darwinista Jerry Coyne, un prestigioso biólogo evolucionista de la
Universidad de Chicago, quien estudió en profundidad este asunto de las polillas y entendió lo
inconsistente de los trabajos de Kettlewell y sus seguidores.
8. "En 1998 escribió un artículo en la revista Nature reconociendo la falta de prudencia
científica de tales experimentos y conclusiones. El hecho de haberse dado cuenta de que
el mito de las polillas moteadas representaba falsamente la realidad le llevó a decir que al
conocer la verdad se sintió tan frustrado como el día en que fue informado de que los
regalos de Papa Noel eran comprados por los padres." (Aizpun, 12-26-2010).
Una crítica al libro Of Moths and Men (“De polillas y hombres”) de Judith Hooper,
describe el relato de lo sucedido con el experimento de Kettlewell. El texto es el siguiente:
Kettlewell fue al el bosque sabiendo los resultados que quería, y no se dio por vencido
hasta que los consiguió. El experimento se realizó bajo condiciones muy artificiales.
Polillas criadas en laboratorio se colocaron en los árboles en posiciones nada naturales,
en el momento equivocado de día. El mismo Kettlewell decidió qué polillas se ocultaban
de forma segura de las aves y cuáles no. Era tan hábil en el campo que incluso sus
críticos podrían decir que pensaba como una polilla. Pero nadie creía que podía ver como
un pájaro. «Nunca permitimos experimentos de este tipo», dice Ted Sargent, profesor
emérito de Biología en la Universidad de Massachusetts, Amherst, y el crítico más severo
de Kettlewell. Sargent no sugiere que Kettlewell engañase o hiciese trampas. En la
desesperación de Kettlewell para tener éxito, y para complacer a Ford, simplemente
podría haber visto lo que quería ver. Hay muchas formas sutiles para seducirte a ti
mismo», dijo Sargent“(Raeburn, 02-12-2014).
Lo más lamentable de todo fue que los protagonistas de esta historia “fueron algunos de
los científicos más brillantes de Gran Bretaña. Pero ese brillo se vio socavado por la ambición
fría que les llevó a su vez a apoyarse el uno en el otro y, tal vez, incluso alterar los resultados de
9. los experimentos (Raeburn, 02-12-2014). ¿Qué sucedió con Kettlewell? Raeburn (02-12-2014) lo
relata de la siguiente manera:
“E.B. Ford, biólogo de Oxford, contrató a H.B.D. Kettlewell, un lepidopterólogo
aficionado, para salir al campo...Ford lo llevó a Oxford, porque él era el mejor
lepidopterólogo de campo que conocía. Ford tenía como misión demostrar la importancia
de la selección natural en la teoría de Darwin. Pero Kettlewell nunca fue aceptado en
Oxford. No tenía los grados académicos requeridos, ni podía competir en los debates
intelectuales, comunes en los comedores universitarios. La vida personal de Kettlewell se
derrumbó mientras se esforzaba por cumplir con las crecientes exigencias impuestas, por
parte de Ford, sobre él, cuya fama se debe mucho a su análisis de los experimentos de
Kettlewell. Ford le agotó. Kettlewell era hipocondríaco y sufría de enfermedades reales:
brotes de bronquitis, neumonía, pleuresía y gripe, junto con problemas de corazón. En
1978, se cayó de un abedul en una expedición de recolección, rompiéndose la espalda.
Nunca se recuperó. Kettlewell anhelaba fervientemente ser aceptado como miembro de la
Royal Society. Ford lo propuso tres veces, pero lo hizo de tal manera que se aseguró que
Kettlewell no fuese aceptado. Kettlewell murió el 11 de mayo de 1979. En el Dictionary
of Scientific Biography se dice que al parecer se debió a la sobredosis de algún
analgésico. Pero los colegas de Kettlewell sabían que su muerte no fue accidental.
Muchos obituarios expresaron su enorme cariño, todo el mundo lo quería, excepto Ford,
quien cuando le dijeron que Kettlewell se había suicidado, ¡lo llamó cobarde!
Las polillas oscuras casi han desaparecido, pero el debate continúa. “En el fondo había
una ciencia imperfecta, metodología dudosa e ilusiones” escribe Hooper. “Agrupado alrededor
10. de la polilla moteada hay un conjunto de ambiciones humanas, y autoengaños compartidos entre
algunos de los biólogos evolutivos más reconocidos de nuestra época”.
A la Teoría de la Evolución se la puede comparar con un gran puente colgante edificado
sobre varios pilares que parecen estar firmes. Supuestamente, cada columna es una solida
evidencia científica que inspira fe en todo el sistema. Pero lo que lamentablemente ha sucedido
es que la mayoría de las personas que creen en la evolución se convencieron con una cantidad
limitada de evidencia, un número de “pruebas” clásicas que por años se han usado en los libros
que promueven la teoría. Esos pilares parecían ser tan científicos y convincentes que multitudes
confiaron en el puente y caminaron por él. Pero esas columnas no eran lo solidas que se creían.
Como resultado de esto, nos damos cuenta que la firmeza del puente no es tal como parece. La
firmeza de la Teoría de la Evolución no es tal como se ha hecho creer al mundo. Solo falta que el
puente termine de derrumbarse. ¡Seguramente con el paso del tiempo esto sucederá!
¡Dios lo bendiga y un fuerte abrazo!
11. Referencias
Aizpun, F. (12-26-2010). Icons of Evolution; las polillas moteadas. Recuperado de
http://www.darwinodi.com/icons-of-evolution-las-polillas-moteadas/
Coppedge, D. (13-11-2008).Puliendo los iconos de Darwin. Recuperado de http://sedin
-notas.blogspot.com/2008/11/puliendo-los-iconos-de-darwin.html
Gardiner, L. (05-16-2005). Evidencia de la Evolución. Polillas moteadas: Un ejemplo de
selección natural. Recuperado de
http://www.windows2universe.org/cool_stuff/tour_evolution_8.html&lang=sp
Heinze, T. F. (2011).Las Pruebas de la Evolución se Esfuman. Chick Publications.
Major, T. (2005). Apologetics Press :: Creación vs. Evolución. Apologetics Press
Montgomery, Alabama. EE.UU
Matthews, L. H. (1971), “Introduction,” The Origin of Species by Charles Darwin.
London, J.M. Dent, reprint of sixth edition, 1882.
Woodward, T. (2008). Darwin Contraataca. Editorial Portavoz. Michigan, EE.UU.
Imagen n 1.
Raeburn, P. (02-12-2014). La polilla que fracasó. Crítica al libro Of Moths and Men
(«De polillas y hombres») de Judith Hooper. Recuperado de