El documento analiza los bajos resultados de México en las pruebas PISA, que miden las habilidades de los estudiantes de 15 años. México ocupa posiciones muy bajas en matemáticas, lectura y ciencias. Según la OCDE, factores como la inequidad educativa, la falta de infraestructura y la situación socioeconómica de los estudiantes afectan su desempeño. Se necesita que maestros, autoridades y todos los involucrados en el sistema educativo mejoren sus prácticas para alinearlas a los

1. El Sistema Educativo Mexicano y PISA. Lo claro de una oscura realidad.
¿Cuál es la fórmula para tener una educación de calidad?
Esta ha sido la pregunta que muchos Secretarios de Educación en México se
vienen haciendo desde hace ya muchas administraciones. La búsqueda de una
fórmula que le dé a la educación en el país la calidad indispensable que la
catapulte a mejores posiciones en los rankings internacionales es una tarea que
se sigue sin completar. La panorámica actual no es la mejor de la que podamos
hablar cuando en las evaluaciones estandarizadas que se aplican en el país
arrojan resultados muy por debajo de la media esperada. Estas pruebas son un
buen referente para reorientar el rumbo por el cual se conducen las políticas
educativas y con eso remediar cualquier espacio vacío que debilite la estructura
del Sistema Educativo.
Las pruebas estandarizadas en la que México participa de forma nacional son
Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) y
Exámenes de la Calidad y el Logro educativos (EXCALE) y a nivel internacional la
prueba PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes). De
esta última la participación de México deja mucho que desear y ventila los pobres
niveles obtenidos en las áreas de matemáticas, lectura y ciencias.
Algunos datos recuperados de los resultados de la prueba PISA 2012 son que a
pesar de que se aumentó la matrícula de jóvenes de 15 años dentro de la
educación formal del 58% al 70% y que estos estudiantes en el área de
matemáticas mejoró de 385 puntos en 2003 a 413 en 2012 México sigue
ocupando posiciones bajísimas ya que en muchos países el promedio de alumnos
de 15 años que asisten a la escuela es de 70%. La media de la prueba es de 500

2. puntos por lo que estos resultados nos posicionan muy por debajo de los
resultados de los países participantes dejando ver que el 55% de los alumnos
mexicanos no alcanzó el nivel de competencias básicas en matemáticas.
Resultados muy similares se observan en las áreas de ciencias y lectura en donde
los estudiantes mexicanos son ubicados dos años atrás del promedio de
estudiantes que tomaron la prueba. Estos datos son dramáticos ya que un alumno
de tercer grado de secundaria o primero de preparatoria en México tiene las
habilidades intelectuales de un alumno que está dos grados abajo.
Hay diferentes variables que según el análisis de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en sus observaciones a los
resultados de México pueden estar causando este bajo rendimiento: la inequidad
en la distribución de los recursos destinados a mejorar la infraestructura de las
escuelas, que los alumnos lleguen tarde a sus escuelas o que falten sin razón
aparente, o la situación económica o social vulnerable entre otras afectan
directamente al desempeño de los estudiantes. Aunque los resultados mencionan
que no hay una diferencia significativa entre las escuelas privadas o públicas, la
educación en el país necesita urgentemente que la base del Sistema Educativo
que son los maestros pondere en qué forma o medida su quehacer docente diario
responde a los retos planteados por los resultados de tales exámenes.
No se exime al Estado de sus responsabilidades teniendo ellos las manos en el
timón y proponiendo cambios o reformas que no alcanzan a bajar al pizarrón ni al
pupitre de los salones quedándose varadas en los enredados caminos de la
burocracia, la falta de planeación, prácticas de corrupción de funcionarios o
sindicato, y la escaza preparación de muchos maestros. Sin una visión clara de lo

3. que se pretende hacer y lograr a corto, mediano y largo plazo con la ayuda de los
diferentes actores de la educación, es imposible que se pueda llegar a puerto
seguro y lo más probable es que sigamos perdidos sin un rumbo fijo navegando
en el mar de las urgencias o la improvisación.
Existen docentes en el país que han ajustado la mirilla y apuntan hacia mejores
niveles educativos, y que se puede observar en la forma en la que se desempeñan
en su trabajo docente. Estos profesores incluyen en sus planes de clase una
justificación de cómo su labor educativa atiende los campos evaluados en la
prueba PISA y de forma clara qué es lo que pretenden alcanzar con dicho
esquema de trabajo. Así como en la evaluación a los docentes hechas in situ por
las autoridades educativas se pueden observar cambios de una postura de
enseñanza tradicional a una en la que se fijan los objetivos y aprendizajes a
alcanzar de acuerdo a las expectativas y parámetros propuestos por PISA, es
importante que se realicen evaluaciones a prefectos, subdirectores, directores,
supervisores, dirigentes sindicales y autoridades educativas para ver en qué forma
su trabajo se alinea a los estándares educativos internacionales y que esta
evaluación se manifieste de forma concreta en su planeación de trabajo.
México es una gran nación llena de hombres y mujeres orgullosos de pertenecer a
ella. No hay espacio para dudar, en lo mínimo, de que podemos cambiar la
fisonomía de nuestro sistema educativo y formar un país con estudiantes
observadores, críticos, deseosos de aprender, y con ganas de compartir sus
habilidades y competencias para tener un mejor lugar para vivir. Y para lograrlo
necesitamos trabajar TODOS.