1. Primera Guerra Mundial
Primera Guerra Mundial (1914 – 1919) fue un conflicto bélico global centrado en Europa que comenzó en
el verano de 1914. La lucha terminó a finales del año 1918. Este conflicto involucró a todas las grandes
potencias del mundo, se reunieron en dos alianzas opuestas: los Aliados (en torno a la Triple Entente) y
los Imperios Centrales. En la Primera Guerra Mundial, más de 70 millones de efectivos militares, incluidos
60 millones de europeos, se movilizaron en una de las mayores guerras de la historia. Más de 9 millones
de combatientes perdieron la vida, debido en gran parte a los grandes avances tecnológicos en potencia
de fuego. Es el segundo conflicto más mortífero de la historia, solo superado por la Segunda Guerra
Mundial.
Antecedentes de la Primera Guerra Mundial
Desde el 1871 hasta el 1914 Europa vivió lo que se ha dado en llamar la “Paz Armada”, que fue en
extremo beneficiosa para el desarrollo económico, cultural y científico de las naciones industriales
europeas. Sin embargo, entre las grandes potencias existía mucho recelo, lo que les inducia a armarse
constantemente. De allí el nombre que se le ha dado a este periodo.
Causas de la Primera Guerra Mundial
1. Tensiones entre las potencias: los principales antagonismos internacionales eran los siguientes:
Entre Alemania y Francia por la rivalidad que dejo la Guerra Franco-Prusiana.
Entre Rusia y Austria por la hegemonía en la península de los Balcanes.
Entre Inglaterra y Alemania por la competencia comercial y colonial.
Las fricciones políticas entre Inglaterra, Francia y Rusia, a causa de la respectiva expansión colonial,
fueron también intensas, pero fueron dejadas de lado para dar paso a la configuración de alianzas
internacionales.
Aparte de las fuertes rivalidades coloniales, las potencias industriales se enfrentaron en el plano
netamente económico. Lucharon entre sí por conseguir mercados para sus productos y retenerlos
por conquista.
2. Alianzas Militares y Políticas
Para asegurar los resultados de su victoria sobre Francia, el canciller alemán Otto Von Bismarck concibió
un sistema de alianzas, basado en la estrecha colaboración entre Alemania y el imperio austriaco. A esta
2. alianza se unió Italia, enemistada con Francia por la cuestión de Túnez, y así apareció la
denominada Triple Alianza.
Por su parte, Francia busco aliados que apoyaran sus deseos de desquite. Como Rusia era adversaria de
Austria en los Balcanes, se firmó la alianza franco-rusa, a la que luego se unió Inglaterra al darse cuenta
del enorme poder que estaba acumulando Alemania. De esta manera nació la Triple Entente o Entente
Cordiale.
3. La Crisis Marroquí y los Balcanes (1905 – 1911)
Los dos bloques antagónicos practicaron una política de agresión indirecta; este hecho aumento las
posibilidades de que estallara una guerra. La primera ocurrió con motivo del establecimiento del
protectorado francés en Marruecos, a lo que se opuso Alemania. La segunda causa de la guerra que estallo
en los Balcanes, primero entre Turquía, de una parte, y Grecia, Bulgaria y Serbia unidas de otra, y luego,
derrotada Turquía, entre los vencedores para repartirse el botín (1911 – 1913).
Pretexto para el estallido de la Primera Guerra Mundial
Articulo Principal: Causas de la Primera Guerra Mundial
El pretexto para el inicio de la “Gran Guerra” (era así como se llamaba a la Primera Guerra Mundial antes
del estallido de la Segunda Guerra Mundial) se dio cuando ocurrió el asesinato del archiduque Francisco
Fernando, heredero de la corona austriaca, en Sarajevo (junio de 1914), por parte de una organizacion
nacionalista serbia "Mano Negra". Austria quiso aprovechar la oportunidad para acabar con Serbia, en
esta política la apoyo Alemania. Entonces Rusia declaro la guerra a Austria, mientras Alemania lo hacía a
Rusia y Francia. Como se ve, el funcionamiento de las alianzas desencadeno el conflicto general.
Fuente de información
http://www.historiacultural.com/2010/11/primera-guerra-mundial.html (Consultado el 16 de agosto
de 2014)
3. LOS GRANDES CONFLICTOS DE FONDO Y
LAS RIVALIDADES ENTRE LAS POTENCIAS
El ascenso al trono alemán en 1890 de Guillermo II y la consiguiente destitución del
anciano Bismarck como canciller supuso un cambio en la política exterior alemana que inició el proceso
que finalmente llevó a la I Guerra Mundial.
Guillermo II abandonó el complejo sistema de alianzas construido por Bismarck, los
sistemas bismarckianos, que había garantizado la paz en Europa durante casi veinte años e impulsó una
política alemana de hegemonía mundial, la Weltpolitik.
Canciller
Bismarck
Káiser
Guillermo
II
Para comprender el camino que llevó a la Gran Guerra es necesario que reparemos en otras
transformaciones de fondo que van alterar de manera decisiva el mundo que transitaba del siglo XIX al
XX:
El ascenso de las potencias extraeuropeas, Estados Unidos y Japón, supuso el paso de un concierto
europeo a un concierto mundial de potencias. Dos guerras en el tránsito de siglo ejemplifican esta
transformación: la guerra hispano-norteamericana de 1898 y la guerra ruso-japonesa de 1905.
El cambio tecnológico propiciado por la Segunda Revolución Industrial trajo consigo un cambio en la
correlación de fuerzas entre las potencias. La cada vez más poderosa Alemania desafió la ya larga
hegemonía británica, este desafío se concretó en dos terrenos:
Rivalidad económica, en el terreno industrial, comercial y financiero. En 1896, se
publica en Gran Bretaña el libro "Made in Germany" de Ernest E. Williams, que supuso
una verdadera señal de alerta ante la creciente competencia de la economía germana.
Rivalidad naval. La Weltpolitik necesitaba de una armada poderosa. Las leyes navales
alemanas de 1898 y 1900 significaron un claro desafío a la hegemonía naval británica. El
gobierno de Londres respondió en 1907 con la construcción de un nuevo tipo de
acorazado, el Dreadnought. La respuesta germana no se hizo esperar. Las potencias se
lanzaron a una verdadera carrera de armamentos navales.
El colonialismo exacerbó la pugna entre las potencias industriales europeas en busca de territorios y
mercados. El imperialismo provocó que los roces entre las potencias desbordaran el marco europeo y
tuvieran lugar prácticamente en cualquier parte del globo.
4. Mapa
El colonialismo y el imperialismo agudizaron las tensiones económicas. Las potencias imperialistas
tendieron a establecer economías cerradas con sus colonias, lo que llevó primero a una feroz lucha por
territorios y, posteriormente, cuando el reparto estaba prácticamente hecho, a una guerra de aranceles.
El proteccionismo fue otro elemento que enrareció las relaciones internacionales.
En este marco de creciente competencia entre las potencias, florecieron otras rivalidades, esencialmente
de tipo territorial, que están en el origen de la Gran Guerra:
Rivalidad franco-germana, ineludible desde la anexión de Alsacia-Lorena por Alemania en 1870.
La creciente debilidad turca y el nacionalismo eslavo anti-Habsburgo incrementaron de manera
significativa la rivalidad entre Rusia y Austria-Hungría por la hegemonía en los Balcanes.
Imagen
Mapa
Un último elemento que no debemos olvidar es la rivalidad psicológica entre los pueblos. El
creciente nacionalismo fue sistemáticamente fomentado por la prensa y por las campañas de
militares y grandes industriales. Los casos más evidentes se dieron en Francia, Alemania y Gran
Bretaña. El odio al vecino fue más la norma que la excepción.
LA FORMACIÓN DE BLOQUES ENFRENTADOS
Bismarck había construido una compleja red de tratados internacionales cuyo elemento clave era
la Triple Alianza o Tríplice (1882) que ligaba a Alemania con Austria-Hungría e Italia. El
principal objetivo del canciller alemán era el mantenimiento de un status quo que él consideraba
beneficioso para Alemania.
Encuentro del Emperador Francisco José de Austria-Hungría con el Káiser Guillermo II de Alemania
El delicado edificio diplomático construido por Bismarck se vino abajo con la
nueva Weltpolitik impulsada por Guillermo II. Esta nueva actitud de Alemania, ambiciosa y agresiva,
desencadenó un proceso de competencia y desconfianza del que nacieron dos bloques de potencias:
5. El primer resultado de la política del nuevo Káiser fue lo que más temió Bismarck, el fin del
aislamiento de Francia. En 1893, se firmó la Alianza franco-rusa, acuerdo que suponía un
compromiso de ayuda militar en caso de guerra contra Alemania.
En 1905, ante la sorpresa mundial Rusia es derrotada en la guerra que le enfrentó contra Japón.
Este fracaso hizo que Rusia abandonara sus ambiciones en el Extremo Oriente y centrase su
atención en los Balcanes, lo que llevó inevitablemente al choque con Austria-Hungría.
Empujadas por la creciente agresividad y ambición colonial de Alemania, Francia y Gran Bretaña
pusieron fin a sus diferencias coloniales y firmaron la Entente Cordiale en 1904.
Por último, animadas por Francia y tras resolver sus problemas en Asia Central (Persia,
Afganistán), en 1907 se firmó el Acuerdo anglo-ruso. Se ponían así las bases de la
denominada Triple Entente entre Francia, Gran Bretaña y Rusia.
En definitiva, en los años previos al conflicto se había configurado dos grandes alianzas en torno a
las que van a pivotar los bloques enfrentados en la Gran Guerra: la Triple Entente y la Triple
Alianza.
LAS CRISIS QUE PRECEDIERON AL CONFLICTO
En un contexto de creciente enfrentamiento entre las potencias, en la década anterior a la guerra
tuvieron lugar cuatro crisis internacionales que marcaron la evolución hacia el conflicto generalizado:
Primera crisis marroquí (1905-1906)
Guillermo II, aprovechando una visita a Tánger, proclamó que Alemania no permitiría que
Marruecos pasara a ser dominado por una única potencia. Esta advertencia iba claramente
dirigida a Francia, cada vez más presente en el reino norteafricano. Este desafío precipitó la
convocatoria de la Conferencia de Algeciras (1906), a la que fueron convocadas todas las
potencias europeas. Alemania quedó aislada y Francia recibió el claro apoyo británico.
La principal consecuencia fue la ratificación de la buena salud de la Entente Cordiale, lo que
aprovechó Francia para propiciar el acercamiento entre Gran Bretaña y Rusia. La creciente
agresividad germana disipó las diferencias entre Londres y San Petersburgo. En 1907 se
firmó el acuerdo anglo-ruso, nacía así la Triple Entente.
La anexión austriaca de Bosnia-Herzegovina (1908)
Aprovechando la revolución de los Jóvenes Turcos en Turquía, Austria-Hungría se anexionó
Bosnia. Alemania apoyó a su aliado y Rusia se vio forzada a ceder ante la agresión austriaca.
Ni Francia ni Gran Bretaña se mostraron dispuestas a apoyar a Rusia en un eventual
conflicto.
La única buena noticia para San Petersburgo fue que, aprovechando la debilidad turca,
Bulgaria proclamó su independencia plena, rompiendo los lazos teóricos que aún la unían a
Turquía. Los búlgaros, como los demás eslavos de la región, veían a Rusia como la gran
potencia protectora eslava.
El ambiente en los Balcanes se enrareció aún más en un año en el que la pugna por la
hegemonía naval entre Alemania y Gran Bretaña daba una escalada.
El incidente de Agadir en Marruecos (1911)
El envío de un buque cañonero alemán a Agadir en un claro desafío a Francia provocó una
6. grave crisis que concluyó con la firma de un acuerdo franco-alemán por el que Alemania
daba manos libres a Francia en Marruecos a cambio de una parte importante del Congo
francés.
Mientras la tensión internacional se agudizaba, la alianza franco-británica salió fortalecida al
apoyar Londres resueltamente al gobierno de París.
Las guerras balcánicas (1912
1913)
Dos sucesivas guerras de los estados balcánicos, la primera contra Turquía y la segunda
interna entre ellos (Serbia y Grecia y Montenegro contra Bulgaria) concluyeron con el
Tratado de Bucarest (1913). Las guerras balcánicas provocaron un vuelco en la situación en
la zona:
o Turquía quedó reducida en los Balcanes a la región en torno a Estambul
o Serbia (aliada de Rusia y defensora de los derechos de los eslavos en el imperio
austro-húngaro) se consolidó como el principal estado de la región:
Austria-Hungría, alarmada por el fortalecimiento serbio, llegó a la conclusión
de que solo una guerra preventiva impediría que Serbia encabezara un
levantamiento general de los eslavos en el Imperio de los Habsburgo, alentado
por la gran potencia eslava, Rusia.
Alemania estaba resuelta a apoyar a su aliado austro-húngaro en caso de
conflicto.
Rusia estaba decidida a intervenir en el caso de que Austria-Hungría atacase a
Serbia. Francia, a su vez, era mucho más proclive a apoyar a Rusia en caso de
guerra que en 1908.
El ambiente bélico se iba extendiendo en las diversas capitales
europeas. Textos
LA CRISIS DEFINITIVA: EL ATENTADO DE SARAJEVO (VERANO 1914)
En este ambiente de tensión, el 28 de junio de 1914 fue asesinado el Archiduque Francisco Fernando,
sobrino del Emperador Francisco José I y heredero al trono austro-húngaro, en Sarajevo (Bosnia). Un
activista serbobosnio, Gavrilo Princip, miembro de la organización nacionalista serbia "La Mano Negra",
fue el autor del magnicidio. Este atentado desencadenó una fatal serie de acontecimientos que
desembocó en la guerra.
El atentado de Sarajevo
28 de junio de 1914
Las potencias cumplieron fielmente sus alianzas. He aquí resumida la sucesión de hechos que llevó a la
guerra:
28 junio Atentado de Sarajevo
23 julio Tras asegurarse el apoyo alemán, Austria-Hungría lanza un
ultimátum a Serbia
28 julio Austria-Hungría declara la guerra a Serbia
30 julio Rusia inicia la movilización general
1 agosto Alemania declara la guerra a Rusia.
Francia inicia la movilización general.
7. 3 agosto Alemania declara la guerra a Francia
4 agosto Alemania invade Bélgica, lo que provoca que el Reino Unido le
declare la guerra
Fuente de información: http://clio.rediris.es/udidactica/IGM/antecedentes.htm (Consultado el 5 de julio
de 2014)
Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra provocó, entre otros hechos, el afianzamiento de Estados Unidos como potencia mundial y la desaparición
de los imperios Austro-Húngaro y Otomano.
A comienzos del siglo XX, el mapa político mundial se encontraba casi completamente dominado por los imperios. En Asia
existían el Imperio Chino y el Imperio Otomano, mientras que en Europa estaban el español, portugués y holandés, que se
remontaban al siglo XVI, y el británico, francés, austriaco, alemán e italiano, que habían alcanzado su apogeo a mediados del
siglo XIX.
La Primera Guerra Mundial, que estalló en el año 1914, puso fin a un período de paz que se había extendido por casi medio
siglo, tiempo durante el cual Europa había logrado gran poder y riqueza, convirtiéndose en el centro del mundo. Sin embargo,
este conflicto cambiaría el escenario mundial al trasladar la supremacía a dos nuevas superpotencias: Estados Unidos y Rusia.
El inicio del conflicto
La Primera Guerra Mundial fue el resultado de una suma de causas. Si bien durante el siglo XIX el nacionalismo se había
convertido en el impulsor del desarrollo de países como Italia y Alemania, a la vez había generado una fuerte competencia entre
las naciones. Francia no podía olvidar la guerra contra Alemania (1870-1871), que le significó la pérdida de territorios como
Alsacia y Lorena. Y Alemania, por su parte, quería ocupar ya no solo un lugar destacado dentro del panorama europeo, sino
también convertirse en una gran potencia naval, lo que provocó descontento e inquietud en Inglaterra.
El nacionalismo, por otro lado, empezó a ser cada vez más fuerte entre los pueblos de Europa centrooriental: polacos, checos,
eslovacos, croatas y eslovenos, sometidos a grandes imperios, como el de Rusia y el Austro-Húngaro.
La competencia que se suscitó entre los Estados se tradujo en una feroz carrera armamentista, en la que las naciones luchaban
por mejorar e incrementar su potencial bélico.
8. Con el fin de aumentar la seguridad de sus naciones, los gobiernos buscaron el apoyo de otros Estados, y Europa quedó así
dividida en dos grandes bloques: la Triple Alianza y la Triple Entente. La Triple Alianza estaba compuesta por las tres potencias
de Europa central, es decir, Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano. La Triple Entente la formaban Francia, Rusia e
Inglaterra, más Bélgica, Serbia, Montenegro y Japón.
Tras la paulatina disolución del Imperio Otomano, Austria-Hungría y Rusia se disputaron el predominio en la península de los
Balcanes (sureste de Europa). Esta zona en sí tenía escaso valor económico, pero era considerada hacía mucho tiempo como la
frontera entre los intereses de los tres grandes imperios. Históricamente, las potencias europeas lograban acuerdos cuando algún
hecho amenazaba con dividirlas. Una de las crisis por los Balcanes fue resuelta en 1870 por el Congreso de Berlín, presidido
por el canciller alemán Otto von Bismarck. En 1912 resurgió el problema por esta península y las potencias se reunieron en
Londres para tratar de buscar una solución común. No obstante, hubo dos factores que se opusieron a esta modalidad de resolver
los problemas: por un lado, la formación de bloques (Triple Alianza y Triple Entente), y por otro, la creciente debilidad interna
de dos de los imperios, Rusia y Austria-Hungría, cuyos intereses resultaban muy afectados por el tema de los Balcanes.
Como ya dijimos, estos dos imperios peleaban por extender su dominio sobre los Estados que conformaban los Balcanes. Uno
de estos estados era Serbia, que quiso agrupar dentro de sus fronteras a todos los eslavos del sur, y como en Austria -vecina a
Serbia- vivían numerosos serbios, las relaciones entre los dos Estados comenzaron a tornarse hostiles.
La paz armada
A excepción de la península de los Balcanes en el Mar Mediterráneo, la paz reinó en la mayor parte de Europa entre los años
1871 y 1914. De hecho, este período ha sido denominado por los historiadores como paz armada, ya que entre las naciones
europeas existían muchas rivalidades, tanto en materia económica como colonial, donde sus pretensiones muchas veces se veían
interferidas. Además, el auge de los sentimientos nacionalistas en diversas regiones contribuía a acrecentar este sentir.
En los siglos XVII y XVIII, el escenario europeo había tenido cuatro protagonistas: Inglaterra, Francia, Austria y Rusia. Pero en
la segunda mitad del siglo XIX se habían incorporado otros dos actores, que comienzan a tener gran preponderancia en el orden
europeo. Se trataba de Italia y Alemania, que lograron en corto tiempo un espectacular desarrollo. Sin embargo, esta situación
no fue del agrado de las potencias tradicionales, que no querían ver disminuida su posición.
Países implicados
En agosto de 1914 se enfrentaban las potencias centrales (Alemania y Austria-Hungría) a los aliados (Serbia, Bélgica, Rusia,
Francia e Inglaterra).
Al bloque aliado se sumaron luego Italia (1915), Rumania (1916), Portugal y Grecia (1917). Las potencias centrales aumentaron
su poderío con la incorporación a su causa de Turquía (1914) y Bulgaria (1915). Estados Unidos decidió intervenir en el
conflicto en apoyo de los aliados, lo cual, como veremos, rompería el equilibrio de las fuerzas. Por consiguiente, sólo
permanecerían neutrales Suiza, los países escandinavos, Holanda y España.
9. La contienda se extendió más allá de los territorios europeos, pues las colonias respectivas de los países implicados colaboraron
con combatientes o sirvieron de escenario secundario de operaciones.
Fuentes de información
http://www.icarito.cl/enciclopedia/articulo/segundo-ciclo-basico/historia-geografia-y-ciencias-sociales/epoca-
contemporanea/2009/12/86-6071-9-primera-guerra-mundial.shtml (Consultado el 3 de enero de 2009)