PROTOCOLO DE RESPUESTA PARA LLAMADAS DE EMERGENCIA AL 911.docx
Dia septimo
1. DIA SEPTIMO
Hace 12 años en una fiesta de Pentecostés, el día de la oración por efusión del Espíritu me regalaron un
cartoncito que decía “don de sanación”, en ese momento no lo entendí pensé que era un papel más.
En el grupo de oración, la persona que lo dirigía, me dijo que si Dios me había regalado ese Don había que
utilizarlo, temerosa de esto, me resistía hacerlo. En un encuentro Carismático, el Señor me impulsó a imponer
las manos a una persona que estaba muy enferma del estómago y me expresó que había sentido algo entraño
y le dije ¡Dios te sanó! Y así fue.
En otra ocasión Dios me reveló de una niña que tenía mucho dolor en sus piernas; no fui obediente al impulso
del Espíritu para usar el don que el Señor me había regalado. Un poco inquieta se lo comenté a alguien que
estaba allí, y para mi sorpresa la persona me dice: “es mi hija” ¡Por favor úngele las piernas! Así lo hice y para
la Gloria de Dios ella en estos momentos está sana.
Después de haber sido limpiados, amasados, fabricados, horneados, por nuestro alfarero, ahora, El nos
decora. Somos vasijas esplendidas para el Señor; Él nos adorna con toda clase de talentos, de dones, carismas,
habilidades especiales, virtudes, disponibilidad para su obra. Conocemos su presencia en nosotros por medio
de unas gracias especiales que Él reparte a quienes se dejan llenar de su Espíritu; según su voluntad; no las
recibimos por nuestros méritos. Por ser regalos de su amor, se llaman DONES. Pablo nos lo confirma en la
Palabra: (I Corintios, 12 – 4-6)
Vamos a anhelar en nuestras vidas estos dones; Discernimiento: Luz para conocer las verdades de la fe;
Sabiduría: Gracia que nos ayuda a amar a Dios sobre todas las cosas; Ciencia: Gracia que nos mueve a utilizar
las cosas del mundo al servicio de Dios y del prójimo; Consejo: Gracia que nos permite elegir lo que nos
conviene para nuestra salvación; Fortaleza : Gracia para vencer las dificultades de la vida; Piedad: Gusto por
las cosas de Dios; Temor de dios: Deseo de agradar a Dios en lo que sentimos, pensamos o hacemos. Estos
dones nos capacitan para ser esos vasos útiles para el Señor, con ellos podemos servirle de manera eficaz en
la obra del Señor; para vivificar nuestra vida espiritual y la de la comunidad eclesial.
ORACION: Gracias Dios por todos los bienes materiales y espirituales que me has regalado, por tu amor, que
cada día me ayuda a ser mejor persona y a servir más a mi comunidad. Amen.
“Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo;
diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que
obra en todos.” (I Corintios, 12 – 4-6)
EL ALFARERO NOS ADORNA