El documento analiza la situación laboral y productividad en América Latina, dividiendo la economía en tres estratos. El estrato alto incluye empresas exportadoras e industriales que generan la mayor parte del PIB pero menor empleo. El estrato medio son PYMES con productividad marginal. El estrato bajo es la economía informal. Existe una gran brecha entre estos estratos y es necesario implementar políticas para promover el empleo formal, crédito, innovación, y reducir la jornada laboral para mejorar la productividad general.
Situación Laboral y Emprendimiento en Latinoamérica
1. Situación Laboral del País y Emprendimiento
La consideración sucesiva del mismo problema debe confirmarnos en la convicción de la prioridad del trabajo humano
sobre lo que, en el transcurso del tiempo, se ha solido llamar «capital». En efecto, si en el ámbito de este último concepto
entran, además de los recursos de la naturaleza puestos a disposición del hombre, también el conjunto de medios, con los
cuales el hombre se apropia de ellos, transformándolos según sus necesidades (y de este modo, en algún sentido,
«humanizándolos»), entonces se debe constatar aquí que el conjunto de medios es fruto del patrimonio histórico del
trabajo humano. Todos los medios de producción, desde los más primitivos hasta los ultramodernos, han sido elaborados
gradualmente por el hombre: por la experiencia y la inteligencia del hombre. De este modo, han surgido no sólo los
instrumentos más sencillos que sirven para el cultivo de la tierra, sino también —con un progreso adecuado de la ciencia y
de la técnica— los más modernos y complejos: las máquinas, las fábricas, los laboratorios y las computadoras. Así, todo
lo que sirve al trabajo, todo lo que constituye —en el estado actual de la técnica— su «instrumento» cada vez más
perfeccionado, es fruto del trabajo.
Laborem exercens
Ioannes Paulus PP. II
1981 09 14
Los estratos de productividad que se establece en América Latina desborda su heterogeneidad y
responde a una excesiva brecha entre lo que produce para la sociedad y quienes intervienen
buscando un desarrollo equitativo entre trabajar y producir.
Según el estudio de Mónica Vergara Bonilla, subdirectora del IDE, la productividad se puede dividir
en tres estratos, que aunque clásicos desde la concepción keynesiana de la economía y su
importancia desde la perspectiva del Estado, presentan la realidad de un desfase de crecimiento
continuo y posicionamiento de los trabajadores para alcanzar el buen vivir.
Estrato Alto:
Se encuentran empresas de exportación y de alta operatividad, las cuales generan el 69,9% PIB,
pero solo el 19,8% del empleo total del país. Ofrecen una estabilidad envidiable y utilizan la
tecnología lo cual maximiza la producción y el talento independiente del trabajador
Estilos Directivos que influyen en la dinámica del empleo
Estilo Directivo Jerárquico
2. Elaborado por: Gabriel Recalde B. Abril 2012
Estilo Directivo por Objetivos
Elaborado por: Gabriel Recalde B. Abril 2012
En los gráficos anteriores se puede evidenciar que el inicio del neocapitalismo y neoliberalismo de
la economía y la sociedad jerarquizó el trabajo, pero fue inminente que surgiera una tendencia a
priorizar los objetivos a las ordenes; y los proyectos y la actitud proactiva a la reactiva, lo cual
influye en la salud del trabajador y minimiza los riesgos que en muchas ocasiones son un aspecto
metafísico todavía en nuestro país.
Estrato Medio:
Comprende las denominadas PYMES, pequeñas y medianas empresas que representan el 22,5%
del PIB y su ocupación es del 30% del total. Este grupo de empresas tiene poco desarrollo con las
grandes empresas y su productividad es marginal lo cual no representa una solución sostenida del
empleo. Sumando a ello que según datos de la Superintendencia de Compañías, el Ecuador tiene
un 89% de empresas familiares y colige la importancia de determinar un estilo directivo que
priorice resultados a rendimientos aislados para la productividad y calidad de vida de los
ecuatorianos.
En este tipo de empresas se debe dinamizar aspectos claves como la jornada de trabajo. “En lo que
se refiere a los países donde se registra la mayor incidencia de jornadas laborales extensas en 2004 - 2005
(con más de 48 horas a la semana), Perú encabezó la lista con 50,9 por ciento de los trabajadores (Nota 2),
seguido por la República de Corea con 49,5 por ciento, Tailandia con 46,7 por ciento (Nota 3) y Pakistán con
44,4 por ciento. En los países desarrollados, donde las jornadas laborales suelen durar menos, esta
proporción fue de 25,7 por ciento en Reino Unido, 25,5 por ciento en Israel, 20,4 por ciento en Australia, 19,2
por ciento en Suiza, y 18,1 por ciento en Estados Unidos”1
1
Tomado de la página de la OIT, Organización Internacional del Trabajo y que en su sustancia recuerda que
después de cien años de la primera normativa internacional sobre la jornada de trabajo la plusvalía de Marx,
sigue siendo el trabajo mal realizado remunerado, pero sin las recompensas de la supuesta rentabilidad de
la baja productividad Fecha de investigación: 27 de abril de 2012: http://www.ilo.org/global/about-the-
3. Estrato Bajo
Reúnen al conjunto de empresas del sector informal, en ocasiones con gran creatividad, pero
subsumida por sus propias mentiras, es decir un paradigma en el que la evasión de las normas
impositivas o las regulaciones laborales y productivas, prefieren destinar sus recursos a sobornar
los controles o simplemente beneficiarse de la falta de institucionalidad del Estado. ¿Es de esta
manera un rol necesario el involucramiento del Estado en la economía, para beneficiar a los
estratos altos y sobre todo medios de la productividad y ser más keynesianos que liberales
frente a la incidencia de la política pública laboral y productiva?
Lo que sí es importante resaltar es que la relación laboral carece de una estructura contractual,
aunque si existe por disposición del Código del Trabajo, es decir existe un contrato verbal que
reuniendo las características de servicios lícitos y personales, relación de dependencia y una
remuneración es exigible frente a las autoridades de control administrativo y las instancias
jurisdiccionales del poder público. Aportan el 10.6% del PIB, pero su representación laboral es
incierta porque tal vez o lo más seguro es donde se esconde la disminución del desempleo formal
por la contratación eventual o esporádica pero en la economía paralela a la que cuenta con
regulación.
La distribución desigual de los estratos productivos enfrenta a la educación a un reto de formar
seres humanos con los talentos suficientes y ponderados para ubicarse en cada uno de ellos y
minimizar la informalidad con la conciencia de su autorregulación con la asistencia del Estado.
Frente a estas circunstancias el ecuador tiene una heterogeneidad estructurar severa o crítica 2,
creo que es necesario entonces ver al dimensión de lo que sucede en el continente con miras a
perfeccionar el capital humano y distribuir de manera inteligente las necesidades de la economía y
la suerte del Estado y la estabilidad del desarrollo familiar pilar fundamental de la actitud del
trabajador.
Mientras menos gane buscará otros trabajos excediendo la jornada para luego dejar de ser
productivo y nunca crecer, cuando quiera estudiar la especialización tal vez no sea el mejor
momento para dejar el hogar descuidado, pero tal vez pueda elevar su prestigio profesional, es
decir la conciliación de estos factores no solo vuelve al tema en macroeconómico como lo mal
interpretan los políticos, sino un problema del día a día que desestabiliza la relación humana y
pone en peligro el mismo sentido de armonía social.
ilo/press-and-media-centre/news/WCMS_082830/lang--es/index.htm
2
Según la CEPAL, en los países con heterogeneidad
estructural moderada (Argentina, Chile, Costa Rica, México y
Uruguay) la relación del ingreso per cápita del quinto
quintil respecto al primero es 13,1 veces mayor. Por otro
lado, en los países con heterogeneidad estructural
intermedia (Brasil, Colombia, Panamá y Venezuela) el ingreso
per cápita del quinto quintil es 15,8 veces mayor al primero.
Y, en el grupo con heterogeneidad estructural severa (Bolivia, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y R. Dominicana) la
relación llega a 18,5 veces.
4. 3
Recomendaciones de Política para priorizar la dinámica laboral y destruir la heterogeneidad de
la distribución de la productividad
-“Comercio exterior: puede estimular la productividad
agregada al ayudar a reasignar recursos hacia usos más
productivos. Lamentablemente, los costos de transporte
han impedido que la región aproveche el potencial que
aporta el comercio en materia de productividad. Pues, para
la mayoría de los países, los costos de transporte representan
el porcentaje más alto del costo del comercio exterior,
sobre todo en las exportaciones. Debido a la inefi ciencia
de las actividades de apoyo en el trasporte de carga. Los
gobiernos deberían trabajar en esta área para brindar servicios
de calidad y con menores costos; logrando así aprovechar
mejor los aportes del comercio en la productividad.
-Crédito: La falta de crédito es una de las razones por las que
hay tanta dispersión en la productividad de las empresas. Sin
crédito, las empresas productivas no pueden expandirse y las
menos productivas no pueden fi nanciar cambios tecnológicos
e inversiones necesarias para elevar su productividad.
Además, la escasez de crédito resta incentivos a las empresas
informales para cumplir con disposiciones impositivas, jurídicas
y de seguridad social, perjudicando la productividad al
permitir que sobrevivan empresas improductivas ya que sus
costos son más bajos que los de las empresas formales. La
expansión del crédito sería una gran contribución a la formalización
del empleo y el incremento de la productividad.
-Impuestos: Los sistemas impositivos aún son extremadamente
complejos, segmentados e ineficientes. Las empresas
deben dedicar, en promedio, 320 horas al año para preparar
sus declaraciones de impuestos, frente a un promedio de
177 horas en los países de altos ingresos. Si bien, los impuestos
a las ganancias son altos para los estándares internacionales,
la recaudación es muy ineficiente porque existe una
fuerte evasión. Además la mayoría de países latinos han simplifi
cado o incluso eliminado el pago de impuestos para las
empresas pequeñas, por lo que las empresas tratan de mantenerse
en este grupo para minimizar su pago de impuestos,
reduciendo el número de empresas medianas y grandes. En
consecuencia, un sistema tributario bien diseñado debería
crear incentivos para pagar impuestos e impedir la evasión,
generando un enorme aporte a la productividad; la cual incrementaría
el PIB y los ingresos tributarios.
Apoyo a las PYMES: Numerosos programas de apoyo a la
3
Revista Perspectivas del IDE. Marzo 2012. Pp 10.
5. pequeña y mediana empresa en la región tienen como objetivo
mejorar el acceso al crédito, ofrecer capacitación, fomentar
la innovación de los productos y lograr certifi caciones de
calidad. Pero, para que los programas de apoyo a las PYMES
hagan una contribución signifi cativa a la productividad, es
necesario elevar la productividad de las empresas por encima
del costo de los programas porque de lo contrario el
capital y la mano de obra adicionales que emplean estas
empresas podría aprovecharse de manera más productiva
en otras compañías. Entonces, el objetivo debería ser crear
empleos productivos no sólo limitados a las pequeñas y medianas
empresas.
-Innovación: Si bien muchas empresas latinoamericanas
invierten en innovación, su compromiso fi nanciero representa
sólo un 0,5% de los ingresos brutos, frente al 2% o
más en los países de la OCDE. Las empresas latinoamericanas
dedican la mayor parte de los recursos que invierten
en innovación a asimilar la tecnología en forma de equipo
y maquinaria nuevos, mientras que los países desarrollados
invierten sobre todo en investigación y desarrollo.
Lamentablemente, el rendimiento a largo plazo de esta
inversión en innovación es reducido debido a la capacidad
limitada de las empresas para asimilar la tecnología importada.
Además, la inversión en innovación como porcentaje
de las ventas es más alta en empresas con buen acceso
al fi nanciamiento, una protección efi caz de la propiedad
intelectual, y cooperación tecnológica con sus clientes,
proveedores o entidades que intervienen en la transmisión
del conocimiento aplicado. Y a pesar de que el sector
público es el que más gasta en investigación y desarrollo,
éste sólo se enfoca en investigación básica en lugar de hacerlo
en la actividad productiva; por lo que no hay efecto
directo en la productividad.
En este marco de múltiples desigualdades en el mercado laboral,
la intervención estatal debe plantearse con firmeza en el
campo productivo, la regulación e institucionalidad laboral y
las políticas de mercado de trabajo.
Sin embargo, si se considera que la productividad es el
arte de lograr más con lo mismo, las políticas encaminadas
a elevar la productividad deberían ser las favoritas de todo
sistema político. Lamentablemente, el crecimiento de la
productividad es una tarea compleja en la que es necesario
identificar las políticas adecuadas, entender los confl ictos
que existen entre diversos objetivos, conseguir los recursos
para poner en práctica esas políticas, lidiar con quienes prefi
eren el statu quo u otras políticas, y mantener esfuerzos
sostenidos en ámbitos complementarios hasta que se obtengan
6. resultados”.
4
“Horas de trabajo en el mundo - Una de cada cinco personas en el mundo trabaja un número
'excesivo' de horas: Nuevo estudio de la OIT analiza las horas de trabajo en más de 50 países
Casi 100 años después de la adopción de la primera norma laboral internacional sobre el tema
de la duración de la jornada, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) estima que 600 millones
de personas activas en el mundo, es decir una de cada cinco, trabajan más de 48 horas a la
semana, a menudo en busca de ingresos que les permitan llegar hasta fin de mes.
GINEBRA (Noticias de la OIT) - Casi 100 años después de la adopción de la primera norma laboral
internacional sobre el tema de la duración de la jornada, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT)
estima que 600 millones de personas activas en el mundo, es decir una de cada cinco, trabajan
más de 48 horas a la semana, a menudo en busca de ingresos que les permitan llegar hasta fin de
mes.
El nuevo estudio sobre horas de trabajo Working Time Around the World: Trends in working
hours, laws and policies in a global comparative perspectiva (Nota 1) dice que alrededor de 22 por
ciento de la fuerza de trabajo mundial, equivalente a unos 614,2 millones de trabajadores, tienen
jornadas de duración 'excesiva'.
Las jornadas de menor duración tienen efectos positivos, dice el informe, incluyendo beneficios
para la salud y la vida familiar, la reducción de accidentes en el lugar de trabajo, así como mayor
productividad e igualdad entre los sexos. Al mismo tiempo, el estudio advierte que una cantidad
considerable de personas que trabajan pocas horas en países en desarrollo y en transición
pueden encontrarse subempleados, y son más vulnerables a la pobreza.
"La buena noticia es que ha habido progreso en la regulación de las horas de trabajo de la jornada
normal en países en desarrollo y en transición, pero las conclusiones de este estudio son
preocupantes, en especial por la persistencia de una cantidad excesiva de horas", dijo uno de los
coautores del estudio, John C. Messenger, investigador principal del Programa de la OIT sobre
Condiciones de trabajo y empleo.
El estudio habla sobre las horas de trabajo en 50 países, y por primera vez analiza la manera en
que se ven influenciadas las políticas relacionadas con la duración de la jornada en países en
desarrollo y en transición, donde se detectaron tendencias muy diversas, incluyendo individuos
que tienen jornadas muy extensas, y otros que trabajan pocas horas.
4
Tomado de la página de la OIT, Organización Internacional del Trabajo
-centre/news/WCMS_082830/lang--es/index.htm
7. En lo que se refiere a los países donde se registra la mayor incidencia de jornadas laborales
extensas en 2004 - 2005 (con más de 48 horas a la semana), Perú encabezó la lista con 50,9 por
ciento de los trabajadores (Nota 2), seguido por la República de Corea con 49,5 por ciento,
Tailandia con 46,7 por ciento (Nota 3) y Pakistán con 44,4 por ciento. En los países desarrollados,
donde las jornadas laborales suelen durar menos, esta proporción fue de 25,7 por ciento en Reino
Unido, 25,5 por ciento en Israel, 20,4 por ciento en Australia, 19,2 por ciento en Suiza, y 18,1 por
ciento en Estados Unidos.
Las iniciativas para reducir las horas en estos países no han tenido éxito por diversos motivos,
incluyendo la necesidad de las personas de trabajar más para que sus ingresos les permitan llegar
a fin de mes, y el uso extendido del sobretiempo por parte de los empleadores como mecanismo
para aumentar su producción en condiciones de baja productividad. Esto pone en evidencia que,
en general, las leyes y políticas sobre horas de trabajo tienen una influencia limitada sobre la
duración real de la jornada en los países en desarrollo, especialmente en lo que se refiere al
máximo de horas semanales, pago por sobretiempo y su influencia sobre el empleo informal.
Otro elemento preocupante es lo que el informe considera como una "brecha de género"
claramente visible. Los hombres tienden a trabajar una mayor cantidad de horas. Las mujeres
trabajan menos horas, y en ocasiones con jornadas de menos de 35 horas, seguramente porque
son las principales responsables por realizar un trabajo "no remunerado" en los hogares y por
ocuparse de los miembros de la familia, y no sólo de los niños sino también de los ancianos y de
aquellos que sufren enfermedades como el VIH/SIDA.
Entre las parejas con niños las horas de trabajo pagadas de los hombres tienden a aumentar,
mientras que las horas pagadas de las mujeres disminuyen. En Hungría, por ejemplo, la presencia
de niños en una familia genera jornadas entre 13 y 19 por ciento más largas para las mujeres, y la
diferencia aumenta cuando hay más niños. En Malasia se estima que 23 por ciento de las mujeres
abandonaron el trabajo pagado debido a la necesidad de asumir el cuidado de los niños.
La "terciarización" (la expansión del sector de servicios) y el empleo informal, dos fenómenos
asociados a una economía globalizada, también ocasionan jornadas de trabajo más largas. La
cantidad de horas de trabajo en el sector de servicios y en sus subsectores tiende a ser las más
diversas, con jornadas particularmente largas en el caso de ventas al mayor y menor, en hoteles y
restaurantes, en transporte, almacenamiento y comunicaciones. En México, por ejemplo, el
porcentaje de trabajadores que pasan más de 48 horas en ventas al mayor y menor es más
elevado que el de cualquier otra industria. Y el rubro de la seguridad está entre los que tienen
8. mayor número de horas de trabajo por ley, con registros estimados de hasta 72 horas semanales
en Jamaica.
El estudio dice que en la economía informal, que genera al menos la mitad de todos los empleos
en todas las regiones del mundo en desarrollo, de los cuales al menos la mitad son empleos por
cuenta propia, alrededor de 30 por ciento de los hombres que trabajan por cuenta propia lo
hacen durante más de 49 horas a la semana. Mientras tanto, las mujeres en las economías en
desarrollo y en transición recurren al trabajo por cuenta propia con jornadas mas cortas como
una forma de reconciliar la vida laboral y familiar. Con excepción de Tailandia, al menos las cuarta
parte de las mujeres que trabajan por cuenta propia en los países en desarrollo incluidos en el
estudio lo hacen durante menos de 35 horas a la semana, una proporción que en la mitad de
estos países sube a la mitad o mas de las empleadas por cuenta propia.
En el sector de la fabricación, dice el informe, el número promedio de horas trabajadas es de
entre 35 y 45 a la semana, pero puede aumentar de manera significativa en algunos países en
desarrollo, entre estos Costa Rica, Perú, Filipinas, Tailandia y Turquía. El estudio también dice que
tanto los trabajadores jóvenes como aquellos en edad de jubilar trabajan menos horas, lo cual
refleja la falta de oportunidades de empleo para estos dos grupos.
Por otra parte, el estudio ofrece un marco para ayudar a los países en desarrollo y en transición a
elaborar políticas de trabajo decente al abordar la duración de la jornada laboral. Algunas de
estas sugerencias son:
• reducir las largas horas de trabajo para disminuir el riesgo de accidentes laborales y
enfermedades y el costo que ocasionan a los trabajadores, a los empleadores y a la sociedad
como un todo.
• adoptar medidas relacionadas con las horas de trabajo que favorezcan la vida familiar, como
flexibilidad en la jornada, licencias de emergencia por motivos familiares, y trabajo a tiempo
parcial.
• promover el desarrollo de trabajo a tiempo parcial de alta calidad, de acuerdo con las
realidades nacionales y de acuerdo con los principios del Convenio de la OIT sobre el trabajo a
tiempo parcial, 1994 (Num. 175), que puede promover la igualdad de género.
• adoptar un número reglamentario de horas que sea razonable y contribuya a elevar la
productividad de las empresas, medidas para romper el círculo vicioso de largas jornadas y
baja remuneración.
• considerar medidas que permitan a los trabajadores dedicar más tiempo a sus familias y
tener mayor influencia sobre sus horarios de trabajo, con la finalidad que más mujeres
tengan acceso a trabajos formales”.
9. La preferencia de la dignidad humana al capital es evidencia que el tiempo le dio a Rerum
Novarum, el socialismo o la equivocación más feroz del materialismo. Por eso creo que la
perspectiva que se presenta continuamente sobre el trabajo debe responder al buen vivir y sobre
todo a la iniciativa de intensificar en respectar los derechos sociales y económicos de todos.
Gabriel Recalde B.
Observatorio de los Derechos Sociales y Económicos