1. OPERACIÓN DE LAS EMPREASAS Y LA TOMA DE DESICIONES
Luis Fernando García Roussell.
2. INTRODUCCION
La enseñanza a nivel profesional de temas contables y financieros en nuestro país ha
tenido el defecto de estar centrada en la operación y considerar poco o nada lo
relativo a la toma de decisiones.
Tomemos como ejemplo materias como
Contabilidad, Finanzas, Auditoría, Presupuestos y aun las Matemáticas o la
Estadística aplicadas a la administración, que en licenciatura tienen temarios
repletos de cuestiones operativas, cálculos, fórmulas, detalladas metodologías y
sugerencias; en cambio, carecen de situaciones en las que el alumno tenga que
decidir. Incluso en cursos de maestría y de doctorado se pierde el tiempo en
demostraciones o en elaboraciones numéricas, pero se dedica muy poco a que el
estudiante aprenda a decidir basándose en los números que ha calculado. En
ocasiones, el decidir se reserva para el trabajo final o para el examen, a pesar de que
el alumno nunca ha tenido una práctica equivalente de esta actividad
3. CAUSAS Y POSIBLES SOLUCIONES
Hay varias causas de este hecho, examinemos algunas y sus posibles soluciones.
Los profesores somos, en buena parte, responsables de esta situación, ya que somos los
primeros en centrar la atención de los estudiantes en las cuestiones de cálculo, de
demostración, de elaboración e incluso cuando redactamos los programas nos
preocupamos de que los objetivos sean muy específicos en relación a que el alumno debe
pasarse la mayor parte del tiempo en las cuestiones operativas. La solución a esto implica
una toma de conciencia urgente y un cambio inmediato, por parte de nosotros los
profesores, acerca de cuanto tiempo debe dedicar un alumno a hacer tareas o actividades
de clase totalmente mecánicas y cuanto a evaluar información y tomar decisiones
basándose en dicha información.
Nosotros, los que ahora enseñamos en las aulas universitarias, fuimos educados de
manera operativa pero somos los que debemos hacer el cambio. La costumbre casi
siempre se mantiene y se necesita un esfuerzo doble para romperla. Probablemente
aprendimos la operativa en el aula y solamente tomamos decisiones cuando estuvimos en
el campo laboral. Es muy importante que utilicemos el aula como un laboratorio en que
el alumno use los números y los cálculos pero, sobre todo, aprenda a decidir.
4. TOMA DE DESICIONES
Pudiera darse el caso de que los profesores que están a cargo de estas materias
tengan escasa o nula experiencia en la toma de decisiones, de manera que entonces
se inclinan por el área que ellos conocen que es la operativa.
Es más fácil enseñar a operar que a decidir y esto ha influido para que tomemos el
camino fácil. Los niveles taxonómicos en los que se ubica la toma de decisiones son
más altos que aquellos en los que sólo se calcula. Esto también hace pensar que los
profesores debemos lograr que los niveles taxonómicos de los programas sean un
poco más elevados, ya que los alumnos son perfectamente capaces de enfrentarlos y
de superarlos.
Las mismas empresas que demandan los servicios de los futuros profesionales han
contribuido, ya que normalmente los exámenes de admisión están llenos de
cuestiones numéricas, en las que la habilidad más requerida es la aritmética y pocas
veces se solicita el tomar decisiones. A pesar de lo anterior, la empresa desea
siempre más de los recién egresados, ciertamente el enseñarlos a decidir los hará
mejores candidatos a la contratación.
5. Tanto en el aula como en la empresa es más fácil examinar y calificar lo que es numérico;
ya que la toma de decisiones puede tener muchas facetas que, a la hora de calificar, la
hacen más compleja.
Todo esto es un cambio muy importante al que debemos contribuir dentro de las
universidades mexicanas, poner en su justo sitio la parte operativa, que tal vez no puede
olvidarse, pero darle mucha más importancia a la toma de decisiones.