2. 1. ¿QUIÉN SOY? Perfil profesional. Historial y motivación: ¿por qué
soy /quiero ser profesor? La argumentación guardará relación también con las
lecturas
Soy una maestra de Educación de Personas Adultas en una actuación por
convenio que pertenece al C.P.A “AlcarríaBaja”,en un pueblecito de Guadalajara. A
demás trabajo en una Biblioteca Municipal y doy clases extraescolares para el
A.M.P.A.
El trabajo que llevo realizando desde el 2005 hasta hoy, como profesora de
Educación de Personas Adultas, para mí es muy gratificante, y a menudo suelo decir
cuánto me enseñan mis alumnos.
Cuento con un grupo heterogéneo y variado en edad,intereses,nivel socio-
económico,etc.Tan variado como la oferta formativa, que abarco:Español para
extranjeros,apoyo a la preparación de las pruebas de graduado,Niveles iniciales de
alfabetización:Nivel I y II,y cursos formativos personales y comunitarios
(manipulación de alimentos,cuidadores no profesionales,
informática,contabilidad,etc).
Mi pluriempleo requiere un trabajo duro,pero a la vez lleno de vitalidad, de
alegría y de entusiasmo.Para mí todo lo relacionado con la Educación es algo que me
fascina.
Cuando comencé a trabajar como profesora de personas adultas sentí miedo,
creí que no podría ajustarme al perfil, pero cuál fue mi sorpresa:
No hay nada más maravilloso que trabajar con personas que vienen con una
motivación ya de casa,les encanta aprender,necesitan conocer, les alucina el poder leer
algo,escribir una carta a sus hijos,es algo maravilloso.
En relación al libro que leí “La magia de leer” donde se describe un caso de
una señora mayor que aprende a leer, me vino a mi mente un momento inolvidable
que tuve con una alumna de 80 años, cuando un día me dijo;”fui a casa de mi hija, en
metro, y supe leer la estación en la que me tenía que bajar, no tuve que contar con los
dedos, para ir contando las que faltaban:
¡ Lo leí ! Por su entusiasmo, me sentí recompensada, su esfuerzo mereció la
pena. La lectura de aquel cartel había revolucionado su vida.
El porqué quiero ser Maestra me di cuenta en el instante que entendí que mi
profesión me ayudaba sentirme feliz, mi actitud cambiaba cuando entraba en el aula,
mis problemas desaparecían y me sentía útil.
Eso es algo que no se paga con dinero, sólo que los que lo vivimos, tenemos la
gran suerte de tener un trabajo dedicado a la sociedad y a la vida.