Este documento describe la experiencia de una maestra principiante en su primer trabajo docente. Se sintió abrumada por las expectativas contradictorias de su directora y luchó por establecer su autoridad frente a los estudiantes. Más tarde, en una escuela diferente, encontró un ambiente más acogedor que le permitió ser ella misma y enseñar de manera efectiva. El documento argumenta que los maestros noveles a menudo enfrentan dificultades al insertarse en la profesión y que es importante brindarles apoyo y espacios para

1. II Congreso Internacional
sobre profesorado
principiante e inserción
profesional a la docencia
El acompañamiento a los docentes noveles:
prácticas y concepciones
Buenos Aires, del 24 al 26 de febrero de 2010

2. II Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional a la docencia
Torszcz, Tamara 1
Eje temático 6: El acompañamiento a noveles como política nacional de formación
docente en Argentina
PRESENTACIÓN DE RELATO
RELATO “VOCES DE LOS NOVELES”
SER O NO SER… ¿CUÁL ES LA CUESTIÓN?
Borszcz, Tamara
ISFD de la Escuela Normal Superior N°1
“Domingo Faustino Sarmiento”
Leandro N. Alem, Misiones
¿Cómo plasmar en una hoja en blanco tantas emociones, sentimientos,
experiencias? ¿Cómo impregnar en esta página en blanco el intangible pero tan
perceptible miedo a lo nuevo?...Esa sensación de un torrente que se eleva desde el
estómago aumentando su caudal hasta llegar a la garganta donde estalla en un nudo que
nos paraliza y no nos permite emitir palabras...
En este estado dirigía yo mis pasos temblorosos hacia mi nueva escuela, con 20
años de edad, título en mano, buen promedio, grandes presagios pero llena de
incertidumbre, con la expectativa que conlleva lo nuevo, sensaciones que parecían
capturarme entera y hacerme sentir diferente, mis pasos vacilantes; la voz entrecortada y
no sé porque la imposibilidad de elevarla a un tono normal.
Por fin llegué...el edificio amplio, gris, frío, quizás porque los niños estaban en
clase y su ausencia daba al patio tal apariencia. En el primer diálogo con la directora
pude captar un panorama de lo que se avecinaba:
-¡Olvidate!...lo que aprendiste, acá no sirve, ese conjunto de utopías mueren en la
realidad. Acá tenés que ser fría, tener carácter, demostrarles a los niños que sos quien
manda. Tal descripción parecía alejarse tanto de lo que yo quería ser y de lo que me
habían enseñado, ahora tendría que ser otra, ver como eran mis colegas y disfrazarme
de una maestra convencional.
El nivel de comunicación que siguió con mi directora no fue muy diferente, todo lo
que decía era frenado con un rotundo no, sin explicaciones, seguido de un silencio que,
indirectamente, hablaba mucho, me hacía comprender que lo que yo pensaba o sabía no
era valioso, que yo no estaba a la altura de poder razonar lo que hacía, simplemente
temía que acatar las órdenes que a veces eran transmitidas con frialdad y en tono
elevado de voz frente a los mismos alumnos; contradecirlas, implicaba soberbia y frente a

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los alumnos no correspondía por ética profesional. Tampoco tenía la valentía de hacerlo,
ni siquiera tenía esa intención solo buscaba mi espacio.
Muchos de mis alumnos de hogares humildes, familias destruidas, condiciones de
vida precarias, algunos pasaban más tiempo en la calle que en sus casas. Sumado a
esto, no había podido cobrar durante toda la suplencia, esta acotación no parece
recurrente pero los que pasaron por una situación similar saben lo que la necesidad y la
dependencia económica provoca, no contar con recursos económicos y estar frente a
alumnos que lo notan. Algunos eran más grandes que yo en estatura y edad, parecía
haberme bloqueado, miraba atónita como se desbarataban mis estrategias, me
sorprendían, me superaban, me sentía un fracaso.
Fueron largos meses que parecían no terminar nunca, recorría todos los días el
mismo camino de casa hasta la escuela, muchas veces llorando ida y vuelta, lágrimas
que no podía contener ni aún frente a mis alumnos...solo contaba los días que faltaban
para que termine la suplencia... ¿Renunciar? ¿Volver atrás? ¡Nunca! Era mi desafío, era
mi prueba, “Derecho de piso”, mi familia me respaldaba, no podía retroceder y sabía que
en el fondo yo tenía algo que ofrecer a mis alumnos.
Pasó el tiempo, tuve algunos logros pedagógicos menores y establecí vínculos
fuertes con mis alumnos pero fracasé como profesional, no creo haber sido lo que ellos
necesitaban, porque no tuve la valentía de ser auténtica.
Terminé considerando que la docencia no era para mí, era un fracaso como tal,
mi directora había dicho frente a mis colegas que yo no tenía carácter para trabajar en
EGB 2... ¡Y yo que antes pensaba que ese era mi fuerte!
Al final del año en una reunión de la escuela la directora anunció: -¡Nunca vi a
una persona tan callada como Tamara!... a lo que sonreí tímidamente...pero luego pensé:
yo no soy así, mis amigos y familia saben que no soy así, ellos mismos me dicen que
“hablo hasta por los codos”.
¿Qué es lo que hace que en una institución escolar no podamos ser nosotros
mismos, que guardemos lo que nos enseñaron y aprendimos en el baúl de la negación
donde invalidese atrofiado porque no lo creemos valioso? ¿Por qué no lo dejamos cobrar
vida en la práctica? ¿Qué nos hace ser ajenos hasta a nosotros mismos y en vez de
innovar terminamos envueltos en el sistema?
Poco tiempo después me designaron otra escuela
- ¡Nuevamente ¡EGB 2! ¡No! ¡Esto no es para mí! –pensé, pero el cálido ambiente
de aceptación, la fluidez en la comunicación. La valentía de admitir errores, la solidaridad
de compartir ideas y escuchar propuestas me dieron la libertad de ser quién soy, de
posicionarme en mi identidad y saber que sí tengo algo que ofrecer, los resultados fueron

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excelentes, tanto en lo pedagógico como en las relaciones vinculares con alumnos y
colegas.
A veces me pongo a pensar ¿Cuántos docentes más están en la misma
situación? Es por ello que agradezco que exista un espacio para docentes noveles que
con tanto carisma y profesionalidad es coordinado por las profesoras que formaron gran
parte de lo que somos y ahora regresan para respaldarnos, acompañarnos, brindarnos un
marco en el que nos encontramos con personas que viven la misma realidad, donde los
directores ven en nosotros como en un espejo lo mismo que vivieron; son situaciones en
las que nos podemos ver en el otro y juntos reflexionar sobre nuestra práctica,
direccionarla hacia una mayor profesionalidad, no ideando recetas, aprendemos a ver
nuestra realidad desde otro punto de vista, aprendemos a ser nosotros mismos.
La inserción al campo laboral es una experiencia de adecuación y reestructuración
en la que se ponen en juego un complejo entramado que combina lo social, lo
institucional, y lo personal. Es una encrucijada en la que se encuentran la experiencia, los
saberes teóricos, lo nuevo, las aspiraciones y la realidad misma como fondo común.
No podemos ser indiferentes a los estímulos que recibimos, respondiendo de
manera automática y fría, nuestras acciones van acompañadas de emociones, arraigadas
a convicciones, sustentadas por estructuras mentales e influidas por experiencias vividas
que a la hora de ser quién somos forma parte indisoluble de nuestro ser. El completo
arsenal de lo que somos se ve cara a cara con la realidad tan compleja en sí misma,
sometida al tiempo, enmarcada en un espacio, constituida por personas. Penetramos en
una dimensión que nos exige un enfoque específico de pensamiento, una ética de acción
y una formación adecuada, en búsqueda de encontrar un lugar en la institución, en la
relación con otros y con nosotros mismos, interacción a través de la cual construimos y a
su vez somos construidos.
Para llegar a ser docentes con una actitud de intervención e investigación y
análisis crítico de la realidad a lo largo de todo el tiempo que dura el ejercicio de la
profesión pensando en la transformación social no como una opción sino como una
dimensión de la que somos parte.

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Torszcz, Tamara 4
Bibliografía
• Chapato, M. E. y Errobidart, A. (2 008): Hacerse docente, Buenos Aires, Miño y
Dávila.
• Ménedes Montañes, C. Moreno Oliver, F. X. (2 006): Ergonomía para Docentes,
España, Litogama.
• Paguay, L. Alted, M. Charlier E. Perrenoud, P. (2 005): La formación profesional
del maestro, México, Fondo de cultura Económica.[2 008]