1. Interésate por un niño
La infancia es el estado de mayor vulnerabilidad en la que se pueda encontrar el ser humano, pues todavía no ha alcanzado su
desarrollo físico ni mental, de ahí la importancia que se tiene de una atención especial
México cuenta con una población mayor a los 116 millones de personas de las cuales el 27.4% son menores de edad de entre
0 a 14 años, y en donde los problema a los que se enfrentan son la pobreza, violencia o maltrato, trabajo infantil, entre otros.
Si la familia es la base de la sociedad, son los padres quienes con responsabilidad han de procurar el bienestar en tres
aspectos:
El bienestar físico: asegurar la buena salud y el buen desarrollo del niño (salud, alimentación, higiene, protección contra el
maltrato y actividades perjudiciales para la salud física del niño, etc.).
El bienestar mental: ofrecer al niño la posibilidad de desarrollarse intelectualmente (salud mental, alimentación, educación,
protección contra el maltrato y actividades perjudiciales para la salud mental del niño, tiempo libre, etc.).
El bienestar social: asegurar al niño la posibilidad de realizarse social y espiritualmente, entre otros aspectos (libertad de
expresión, opinión, participación, pensamiento, consciencia, religión, tiempo libre, etc.).
Formando con ello un marco de protección que permita al infante alcanzar su desarrollo, pero a falta del seno familiar ya sea
por orfandad o desintegración familiar, es el Estado quien debe proveer dicho bienestar, implementando mecanismos y de
acuerdo a las deferentes situaciones en las que se encuentren los niños, que permitan la continuidad de ese marco de
protección.
En ese sentido correspondería a la sociedad en su conjunto, Estado familias y comunidades involucrarse en la atención y
protección de los menores procurando así el bienestar de los mismos