Reseña del trabajo Itinerario y trayectos heréticos de José Carlos Mariátegui, del profesor de la Universidad de Valparaiso Osvaldo Fernandez. Matias Sanchez Barberan
1. Mariátegui y la pregunta desde el Otro
A propósito de Itinerario y trayectos heréticos de José Carlos Mariátegui de Osvaldo
Fernández
Matías Sánchez Barberán
IEP SciencesPo-Rennes
Dentro del campo de las ciencias sociales, es poco frecuente encontrar a un filósofo consagrado a la obra
otros de autores. Cuando se constata que ambos son latinoamericanos, el caso parece aún más excepcional.
Este es uno de los principales méritos del trabajo del profesor Osvaldo Fernández. Publicado por primera vez
en el exilio, la obra se centra en el periodo de retorno de Mariátegui al Perú, en 1823. Es a partir de esta
fecha que el autor comienza a retrasar las circunstancias y los conflictos que construyen la obra de
Mariátegui.
La composición del libro está encabezada por una introducción, a la que se suman seis capítulos, una
conclusión y una bibliografía. Un apéndice con notas autobiográficas de Mariátegui termina el libro. A
través de sus partes principales su autor despeja una hipótesis de suma importancia para el pensamiento de la
izquierda latinoamericana: la obra de Mariátegui está constantemente precipitada a definiciones prematuras
en razón de los debates políticos e intelectuales de su tiempo. La tensión que construiría su obra lo
2. posicionaría en una constante alteridad frente a las diversas ortodoxias que lo obligan a movilizar su
capacidad analítica.
Esta hipótesis condiciona por completo el perfil de la reflexión de su autor. Gracias a ella, se construye
una obra atravesada por debates y polémicas. Partiendo de una presentación general del “Oncenio” de
Leguía, el autor pone de relieve los límites del discurso nacional construido por la oligarquía de la época.
Este punto de partida le permite contextualizar los esfuerzos de Mariátegui por reagrupar por un lado la
vanguardia desencantada del gobierno y por otro incorporar en su análisis la figura del indio como actor en la
historia del Perú. Esfuerzo que lo lleva a replantear el discurso de la nación. Es en este trabajo colectivo de
identificación del indio con la vanguardia del nuevo Perú (pag 59) que el autor sitúa su interpretación de la
obra de Mariátegui.
La incorporación del indio forma parte, a los ojos del autor, de un proyecto de más largo alcance, a
saber, la deconstrucción del discurso oligárquico. Sus ataques contra las formas paternales y señoriales con
que se mira al indio hacen posible, y este es uno de los aportes centrales del trabajo, un programa político
que no teme situarse en los bordes, e incluso fuera, de la ortodoxia. Comienza así, un juego de lecturas no
tradicionales que alimentan la evolución del pensamiento de Mariategui. Al decir del autor es gracias a este
exceso, que su discurso logra fuerza anti-oligárquica, y su marxismo, dimensión latinoamericana (pág. 77).
3. Una atención preferencial está dada a Amauta. Concebida inicialmente bajo el título de Vanguardia, la
revista ilustra la propia evolución del pensamiento de Mariátegui. De una visión crítica del modelo
aristocrático, Mariátegui transita hacia un rescate del potencial político y cultural de los sectores populares,
bajo una revaloración del socialismo como una alternativa real para el Perú de los años 20. La riqueza de la
revista y la diversidad de pensamiento que desarrolla están reflejadas en la idea que Fernández se hace de la
revista, que puede ser definida […] como revista de vanguardia, indigenista y socialista (pág. 88). Como
órgano de una parte de la vanguardia peruana, Amauta representaría así un programa teórico y político de un
Perú aun por construir.
Buscando comprender las transformaciones del pensamiento de Mariátegui, el autor ofrece una nueva
periodización de la revista. La perspectiva que adopta se funda en las vicisitudes políticas del Perú y en los
debates en que participa. Esta interpretación tiene su fuente en las observaciones del propio Mariátegui,
quien busca progresivamente acentuar el carácter socialista de Amauta. Descartando la idea de una ruptura
en la evolución de su pensamiento, el autor encuentra un punto de inflexión en el número 17. Hasta aquí, sus
publicaciones estarían destinadas a comprender los componentes y las fuerzas sociales que actúan en la
sociedad peruana. A este primer periodo correspondería el Mariátegui de los 7 ensayos de la realidad
peruana y de Peruanicemos el Perú.
4. El segundo momento estaría marcado por la represión gubernamental. Según Fernández, la censura y el
encarcelamiento de algunos de sus miembros lleva a una radicalización política de la revista. Este
movimiento hacia la izquierda está precipitado por la ruptura con el APRA, particularmente con Haya de la
Torre. En la línea de interpretación del autor, este hecho tiene una doble dimensión. En primer lugar político:
la ruptura con Haya de la Torre habría precipitado a Mariátegui hacia la fundación del Partido Socialista del
Perú. En segundo lugar, una dimensión teórica: la ruptura ofrece a Mariátegui la ocasión de definir su
posición dentro del marxismo.
En el curso de estas profundas transformaciones, el autor se reserva los juicios apurados y nos ofrece
una lectura fina de Mariátegui. Si la ruptura con Haya de la Torre precipita la formación del Partido
Socialista del Perú y un acercamiento al marxismo, el autor insiste en las reservas de Mariátegui de caer en
una lectura simplista del socialismo y de su posibilidad en el Perú.
Se crea entonces un horizonte que incitaría al autor peruano a un posicionamiento frente a la III
Internacional. El autor hace ver los términos del conflicto a propósito de dos ocasiones. La primera en
Montevideo en mayo de 1929, a la ocasión del Congreso Constituyente de la Confederación Sindical. La
segunda durante la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, realizada en Buenos Aires dos meses
más tarde. Estas dos iniciativas están destinadas a potenciar el programa de la III Internacional en América
5. latina. En ambas ocasiones la empresa intelectual de Mariátegui exhibe una lectura de la realidad peruana y
un programa de intervención que está lejos de dejar conforme al marxismo de aquellos años.
Dentro del conflicto con la ortodoxia de la III Internacional Fernández hace valer el carácter herético del
pensamiento de Mariátegui. Se sigue entonces un análisis en que se enfrentan dos visiones del marxismo:
Por un lado una visión que codifica y sacraliza las obras de Marx y Lenin, y por otro una versión que
entiende el marxismo a la luz de la realidad latinoamericana. Su pensamiento transitaría así de un
alejamiento de la doctrina socialista a una preocupación central por las transformaciones profundas de la
realidad peruana. Defensa del Marxismo (obra que reúne algunos trabajos de prensa) constataría este
desplazamiento y daría como resultado una de las proposiciones más audaces que se han hecho en materia
de las ideas marxistas (pág. 191).
A través de la lectura llena de matices, el autor logra rescatar el potencial crítico y utópico del
pensamiento de Mariátegui. El resultado es una obra polémica para el marxismo canónico, pero también rica
en posibilidades. Según el autor, la defensa que Mariátegui hace de la herejía deja el campo abierto a lecturas
alternativas. En tal sentido el autor sigue los trazos de Mariátegui quien, más que dar respuestas, se traza
como objetivo formular las preguntas correctas.
6. Encontramos al final del libro, una profunda reflexión sobre la forma en que Mariátegui adopta la
alteridad como método de trabajo, o como dice Fernández, como un protocolo de debate (pág. 199). Es
justamente esta alteridad, convertida en perspectiva teórica, lo que hace posible la dimensión local del
marxismo de Mariátegui. En tal sentido su importancia para la izquierda latinoamericana es, a los ojos del
autor, fundamental: Si debido a la crisis teórica actual, se habla otra vez de un retorno a Marx, postulado
desde América latina tal retorno deberá tener en cuenta esta vez […] la operación a través del pensamiento
de Mariátegui (pág. 196).
7. Encontramos al final del libro, una profunda reflexión sobre la forma en que Mariátegui adopta la
alteridad como método de trabajo, o como dice Fernández, como un protocolo de debate (pág. 199). Es
justamente esta alteridad, convertida en perspectiva teórica, lo que hace posible la dimensión local del
marxismo de Mariátegui. En tal sentido su importancia para la izquierda latinoamericana es, a los ojos del
autor, fundamental: Si debido a la crisis teórica actual, se habla otra vez de un retorno a Marx, postulado
desde América latina tal retorno deberá tener en cuenta esta vez […] la operación a través del pensamiento
de Mariátegui (pág. 196).