2. HAY QUE LEER MUCHAS
VECES:
1ª LECTURA: de qué trata.
2ª LECTURA: Ideas fundamentales,
subrayar, explicar al margen.
3ª LECTURA: Redactar las ideas a la vez
que las explicamos con nuestras
palabras.
4ª LECTURA: Releer el texto y nuestra
explicación, revisar, corregir, reescribir.
3. UN AZUL PARA MARTE
JOSÉ SARAMAGO
IDEA FUNDAMENTAL. DE QUÉ TRATA:
Se trata de un supuesto viaje a Marte que
utiliza José Saramago para hacernos
reflexionar sobre nuestra vida en la Tierra.
4. IDEAS FUNDAMENTALES:
1. Se trata de un hipotético, supuesto viaje a Marte
que realiza el protagonista, ¿mientras duerme?.
Quiere compartir lo que allí vivió-o soñó- con sus
congéneres.
2. En Marte cada marciano es responsable de todos
los marcianos, a todos les interesan los demás.
3. Allí no hay guerras, no entienden qué es eso.
4. Los marcianos viven en armonía con la naturaleza
y los recursos están al servicio de los marcianos.
5. En Marte todo es blanco y negro y les encantaría
conocer el resto de colores.
6. No les interesa nada, salvo sus propios problemas,
como por ejemplo, descubrir los colores, no van a
emprender carreras espaciales hasta que no los
descubran.
5. EXPLICACIÓN:
En el presente fragmento ( relato, texto literario…),
José Saramago utiliza un supuesto viaje a Marte para
hacernos reflexionar sobre nuestra vida en la Tierra.
Dice: “anoche viajé a Marte”, al mencionar la noche nos
hace pensar en un sueño, haciendo hincapié en la idea de
una hipótesis o supuesto. Después añade: “si en los polos una
noche puede durar 6 meses no entiendo por qué no van a
caber 10 años en una noche marciana” con esta
aclaración, el autor quiere que abramos nuestra mente y
contemplemos otras perspectivas, otros puntos de vista,
teniendo en cuenta la relatividad del tiempo y del espacio
dependiendo desde dónde miremos las cosas. De esta
forma nos prepara para adentrarnos en un mundo diferente,
en el que va a jugar con la imaginación, tomándose
licencias literarias.
También nos explica que los marcianos le hicieron
prometer…
6. En Marte, las cosas no son como en la Tierra:
- Para empezar los marcianos son responsables unos de otros,
a todos les interesa lo que les sucede a los demás. A todos les
incumben los problemas de otros, nada que tenga que ver
con otro marciano les es ajeno. Para hacer hincapié en esta
idea utiliza otra licencia literaria: “Nunca vi que un marciano
se encogiera de hombros”, cuando nos encogemos de
hombros significa que lo que está sucediendo no nos
interesa, no va con nosotros. Saramago quiere que
reflexionemos sobre el egoísmo de los humanos, como unos
se encogen de hombros ante los problemas de otros, como si
eso no fuera con ellos. El malestar o bienestar de otros
parece que no es nuestra responsabilidad, cuando
realmente no debería ser así.
- Para que no nos olvidemos de que se trata de otro lugar, otro
mundo imaginario, una hipótesis nos dice: “he de aclarar que
los marcianos no tienen hombros” de forma que no podamos
entender la expresión textualmente.
7. - En Marte no hay guerras. Esta idea se deriva de la
anterior, puesto que todos tienen que ver con el prójimo,
no conciben la idea de hacerse daño gratuitamente por
ninguna razón. Saramago habla aquí de cómo él intentó
explicarles lo que era una guerra, idea que a ellos ( a los
marcianos) les parecía absurda. Intentó hacer una
analogía con los animales, que allí también se peleaban y
mataban entre ellos… pero los marcianos contestaban
que no tenían nada que ver con los animales.
- Muchas veces los humanos anteponemos otras instancias
a la vida de nuestros congéneres, y para ello apelamos a
intereses que consideramos legítimos como la propiedad,
el territorio o los recursos naturales, nada de eso puede
anteponerse a la vida de un humano, nada puede estar
por encima del derecho de otro, sin embargo, parece
que la humanidad todavía no se ha dado cuenta de
esto.
8. - De la misma forma, en Marte ( ese hipotético lugar donde
las relaciones entre las personas son lo que deberían ser),
hay armonía entre lo natural y lo artificial, dice Saramago
“no saber qué era campo y qué era ciudad”. Nosotros
convivimos completamente alejados no sólo de nuestros
congéneres y sus problemas, sino de la propia naturaleza
de la que formamos parte. Preocupados sólo por lo
nuestro olvidamos que los recursos naturales son finitos, los
contaminamos, los malgastamos, les damos la espalda,
como si no tuvieran nada que ver con nosotros, como si
no los necesitáramos.
- Además, en Marte las cosas, los recursos ( la educación, la
sanidad, la cultura) están al servicio de las personas, allí
donde se necesitan, y no donde son rentables
económicamente como en la Tierra, donde anteponemos
el lucro, el dinero, al bienestar de las personas.
9. Sin embargo Marte no es un planeta perfecto. Al igual que
nosotros, desconocen cosas importantes, tienen problemas.
Uno de ellos es que no conocen los colores. Con esta
consideración, Saramago quiere que nos demos cuenta de
que la paz, la solidaridad, el respeto de los derechos, no es
el fin de los problemas, ni el fin de la historia, siempre va a
haber cosas que resolver. Además, también quiere que nos
demos cuenta de toda la riqueza que tenemos en la Tierra,
de todo lo que tenemos y no valoramos, el arte, la cultura,
todas aquellas cosas que hemos construido como
humanidad y que son hermosas.
Los marcianos persiguen encontrar los colores y eso es lo
que más les interesa, resolver sus propios asuntos, aquellas
cosas que no tienen resueltas como civilización, a
diferencia de los humanos que, teniendo al 80% de sus
hermanos, de sus congéneres muriéndose de hambre, en
guerras o de enfermedades para las que podríamos
encontrar cura, se plantean viajes espaciales para
encontrar vida en Marte…
10. Tras la lectura de este texto, no nos queda sino plantearnos si no
estaremos locos los humanos. Todas las reflexiones a las que nos
lleva la conducta de estos hipotéticos marcianos nos hacen
caer en la cuenta de lo absurdo de nuestro comportamiento
como humanidad. De lo irresponsable e inhumano que es, de lo
poco racionalmente que organizamos nuestra vida individual y
colectiva.
Realmente, la vida humana debería ser el centro de nuestras
preocupaciones como humanidad, y la vida de los demás
debería ser nuestra prioridad si queremos que la nuestra lo sea
para los demás. Deberíamos cuidar la naturaleza y relacionarnos
con ella de un modo más armónico y más racional, porque la
Tierra es nuestra casa y nos tiene que durar.
Las guerras también son absurdas, porque anteponen otros fines,
otros objetivos, a la vida de los humanos, ni la independencia, ni
los recursos naturales, ni el dinero, nada debería valer más que
una vida humana… pero eso no es así de momento.
Este texto tan ligero y profundo a la vez, te hace despertar como
miembro de la humanidad y…. (continúa…)