2. Organismos a los que se les inserta material
genético de especies distintas a la que pertenece
mediante técnicas de ingeniería genética. Con
estas técnicas, se trascienden las barreras
reproductivas que existen entre las diferentes
especies, haciendo posible que, por ejemplo, se le
inserte un gen de bacteria a una planta.
3. Maíz modificado genéticamente mediante técnicas
de ingeniería genética, con las que le han
agregado genes de organismos lejanos a él. Las
dos características más comunes en los maíces
transgénicos actuales son: la tolerancia a
herbicidas y la resistencia a insectos.
4. Los posibles daños al campo, que han sido
comprobados, es que al introducirse transgenes a
variedades nativas de maíz, éstas sufran una
descompensación genética y fisiológica. Estas
secuencias pueden llegar fácilmente al campo
mexicano ya que el maíz es una planta que se
poliniza fácilmente y por ello los maíces nativos o
criollos pueden contaminarse con polen de maíz
transgénico.
5. La más grave es que las grandes
compañías transnacionales se
están apoderando del patrimonio
genético de los mexicanos, vía la
introducción de
transgenespatentados, con el
propósito de privatizarlo.
Baja de precio del grano si hay
por sobreproducción.
De acuerdo con datos de ANEC,
México es el principal productor
de maíz blanco en el mundo. La
coexistencia del maíz blanco y el
transgénico no es compatible, ya
que el blanco que se produce es
para consumo humano y al
contaminarse con transgénico se
deprecia a maíz forrajero,
teniendo pérdidas de hasta 8 mil
millones de pesos por año.
6. maíz está vinculado con los pueblos indígenas de
México (62 etnias con 38 lenguas vivas y 364
variantes linguisticas), de tal manera que atentar
contra el maíz es atentar contra sus derechos
culturales y de alimentación. De hecho el maíz es,
como expresara Guillermo Bonfil, fundamento de la
cultura popular mexicana. En torno al ciclo agrícola
se gestan conocimientos, ceremonias, fiestas que
congregan a las comunidades, propician la música
y la danza, las artesanías, platillos especiales, y
una organización comunitaria que fortalece el tejido
social.
7. Es legal en lo formal, pero la Ley
de Bioseguridad que ha dado pie a
la autorización es una ley a modo;
tan es así que se le conoce como
“ley Monsanto”. En Argentina
ocurrió lo mismo, había párrafos
casi calcados de los argumentos
de Monsanto.
Por otra parte México es signatario del
Protocolo de Cartagena; ahí se
especifica que los países que sean
centro de origen y diversificación de
alguna planta, deben prohibir la
siembra de variedades transgénicas
de ella con base en lo que se conoce
como principio precautorio.
8. De hecho, hay ya varias demandas de compañías
como Monsanto contra agricultores locales, que
pasan de víctimas de la contaminación, a acusados
de plagio. Los juicios son costosos y muy lejanos a
la lógica y los recursos de los campesinos
mexicanos. Nuestra cultura tradicional es
comunitaria; la otra es mercantil e individualista.
.
9. Como no ha habido transparencia lo único que sabemos es que
de las 35 solicitudes para siembra experimental de maíz
transgénico en México, se han aprobado ya quince, pero no se
ha dicho cuales. Suponemos que algunas tendrán lugar en
Tamaulipas. La experimentación es un primer paso obligatorio
dentro de la ley de bioseguridad (después viene cultivo a nivel
piloto y luego comercial). Sin embargo, dada la corrupción y la
suma de intereses económicos que están detrás de estas
maniobras, darán lugar a la siembra comercial de maíz
transgénico en México pronto.
10. Es legal en lo formal, pero la Ley de
Bioseguridad que ha dado pie a la
autorización es una ley a modo; tan es así
que se le conoce como “ley Monsanto”. En
Argentina ocurrió lo mismo, había párrafos
casi calcados de los argumentos de
Monsanto.
Además, se ha actuado con absoluta falta de
transparencia; ignoramos cuáles son los
permisos que se han otorgado. No se ha
informado ni consultado con los habitantes
de los estados que serían afectados con la
siembra de maíz modificado de las
consecuencias que esto traería.
Por otra parte México es signatario del
Protocolo de Cartagena; ahí se especifica
que los países que sean centro de origen y
diversificación de alguna planta, deben
prohibir la siembra de variedades
transgénicas de ella con base en lo que se
conoce como principio precautorio.