El documento habla sobre la importancia de formular buenas preguntas. Indica que una mente sin preguntas no está viva intelectualmente. Explica que plantearse preguntas da inicio a la forma de ser del hombre y que las preguntas definen casos y acciones, siendo la búsqueda de una solución. También menciona que existen diferentes tipos de preguntas como las factuales y las de restricción temporal.
1. LA BUENA PREGUNTA Y EL LIBRO “¿TU QUÉ SABES?”
Una mente sin preguntas es una mente que no está viva intelectualmente
(Elder y Paul, 2002).
1Sara Muñoz Hernández
La búsqueda de la pregunta y dime tu que sabes es un libro que nos lleva a
pensar sobre el porque nos preguntamos, si no generamos preguntas, dudas, no
podría existir un mundo con sentido, buscar las respuestas a veces puede durar
mucho tiempo, o puede causar que logremos respuestas a aquellos
interrogantes que no concuerden con lo que queríamos encontrar como
respuesta, pero de eso se basa la vida de todo ser humano, el preguntarse, el
indagar, el buscar, el saber, ir a fondo de todo nos hace ser interrogantes de lo
bueno.
Se da inicio con la indagación de la pregunta, la indagación del porqué surgen
preguntas, y posturas de algunos autores respecto al tema presentado.
Plantearse preguntas da inicio a la forma de ser del hombre.
Las preguntas definen casos, tareas, acciones, en otras palabras vienen
siendo la búsqueda de una solución por medio de ella. La pregunta da ámbitos
de comunicación avanzados ya que impulsan a pensar hacia adelante, a pensar
en ello, sea a largo o corto plazo.
1 Estudiante de Licenciatura en Preescolar en la Universidad Santiago DeCali seccional Palmira,
Contacto: sara.samuel2138@gmail.com
2. Las preguntas nunca terminan, ellas generan más preguntas, se dan nuevas
maneras de pensar, de estimular, nuevas formas de ver el mundo. Mientras se
evalúa, se analiza el pensar logramos nuevas formas de mejorar el pensamiento.
Existen tipos de preguntas, las cuales ayudan a comprender el concepto del
porquè surgen preguntas y de qué tipo surgen. Están las preguntas factuales
que dan respuesta a un hecho, el nombre de una persona, localidad, extensión,
longitudes, incluso el día que sucedió tal cosa. Las preguntas factuales con
restricción temporal son aquellas que se restringen por un evento, es decir,
hablando de pasado, o de futuro.
Las preguntas son hermosas, la mayor parte de las veces, habitualmente,
salvo cuando son utilizadas con malicia por personas con malas intenciones.
Someternos a un examen es decir cuestionarnos siempre nos remitirá a
instancias de una conversación, es así que adentrarnos en los misterios de las
preguntas siempre será razón de mayor felicidad. Las preguntas son dudas que
surgen en el proceso de conocimiento del hombre hacia su entorno, esto quiere
decir que se pregunta si se quiere conocer por eso surgen las preguntas.
En nuestro vivir nos sentimos y vivimos inmersos en un mundo de
elementos, entes y procesos que tratamos como si existiesen con independencia
de lo que hacemos al distinguirlos. Desde esta sensorialidad, como una creencia
contenida en nuestra naturaleza, nos conducimos aceptando explícita o
implícitamente que el acto de preguntar consiste en abrir o descubrir un mundo
independiente. Ese modo de pensar no se puede fundamentar si de hecho
entendemos y nos tomamos en serio ciertas constataciones de nuestro operar
como seres humanos y seres vivos. Históricamente las teorías en torno a estos
fenómenos (sobre el conocimiento) se basan en mayor o menor medida en la
creencia, por una parte, que no existe una realidad sino que es una invención de
la mente y/o cerebro y, por otra, que sí existe una realidad y esta es cognoscible
3. en la medida que hacemos cosas para descubrirla. Este artículo intenta entender
el suceder del preguntar sin caer en esta dualidad, apelando a ciertas
abstracciones de nuestras coherencias como observadores.
BIBLIOGRAFIA
López, G (2010). La búsqueda de la buena pregunta y el libro “¿Tú qué
sabes?”. Elementos a considerar: lecturas desde el mundo globalizado y la concreción
del “paradigma ecológico”, http://www.eumed.net/libros/708.