El documento describe los proyectos de la iglesia adventista en Belice y Jamaica, incluyendo la construcción de instalaciones para jóvenes en Belice y la expansión de un refugio en Jamaica. En Belice, se necesita un lugar para albergar el campamento anual de jóvenes. En Jamaica, el Refugio del Buen Samaritano brinda apoyo a la comunidad pero necesita una clínica de maternidad y dental. Las ofrendas del decimotercer sábado apoyarán estos proyectos.
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
Informe Misionero Adultos Nº13 para el 20 de Diciembre 2014
1. MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN INTERAMERICANA 29
nuevo
de
recibir
ayuda
El
enorme
que
demasiado
opor-tunidad
permitió
hogar
An-tes
pero
Aquí
hablar
que
com-pletamente
que
edu-cación
fuera
Buen
genero-sa
gracias
27 de diciembre
Programa del decimotercer sábado
Primer himno Nº 87
Bienvenida Director o maestro de Escuela Sabática
Oración
Programa “Un regalo duradero”
Ofrenda
Último himno Nº 557
Última oración
Participantes: Un narrador y cuatro
personas más (una dama y tres hombres).
[Aclaración: Los participantes no necesitan
memorizar sus partes, pero sí deberían estar lo
suficientemente familiarizados con el material
para presentarlo sin leer palabra por palabra.
Deben ensayarlo previamente, para que se sien-tan
cómodos con el contenido.]
Materiales: Un mapa del territorio de la
División Interamericana, dando especial
protagonismo a Belice y a Jamaica (con un
color destacado, mayor tamaño, etc.). Pue-den
escanear el mapa de la tapa posterior del
folleto de Escuela Sabática y proyectarlo so-bre
una pantalla, o descargarlo de la página
web www.AdventistMission.org [en inglés],
donde también encontrarán fotografías inte-resantes.
Narrador: Durante este trimestre que
está a punto de finalizar, hemos escuchado
relatos de nuestros hermanos y hermanas de
Belice y Jamaica. Han compartido con noso-tros
sus alegrías y tristezas, y cómo Jesús ha
influido en su vida de modo increíble. Des-de
un feto que fue arrojado a la basura, hasta
la maestra de Trench Town, hemos visto
cómo Dios actúa a través de muchas perso-nas
en el territorio de la División Interame-ricana.
Hoy vamos a conocer a algunos de los
dirigentes de la iglesia en Belice y Jamaica,
que recibirán nuestras ofrendas del decimo-tercer
sábado. Dichas ofrendas están destina-das
a la compra de un terreno donde cons-truir
instalaciones apropiadas para las
actividades nacionales de los jóvenes de Beli-ce,
así como una clínica de maternidad y una
clínica dental en el Refugio del Buen Sama-ritano,
en Jamaica.
Conozcamos en primer lugar a Larrybe-lle
y a Jefferson Spencer; ambos son directo-res
de Jóvenes en Belice.
1er participante [una mujer: “Larrybe-lle”]:
Aquí, en Belice, nuestra iglesia es muy
activa. Aproximadamente tres cuartas partes
de los miembros son jóvenes. La mayoría de
las familias de Belice tiene muchos hijos; en-tre
nueve y doce es bastante común. Quere-mos
mantener a los jóvenes lo más activos
posible, para que se den cuenta de lo impor-tantes
que son para la iglesia.
2º participante [un hombre: “Jeffer-son”]:
Nuestro objetivo es realizar activida-des
relacionadas con la Biblia y con la comu-
2. nidad, para que los jóvenes se den cuenta de
que la iglesia es una comunidad, y que con su
vida ellos están influyendo en la sociedad. Es-peramos
de este modo que comprendan lo im-portante
que es la iglesia para la sociedad.
1er participante: En Belice, la iglesia cuen-ta
con cinco lugares donde se pueden celebrar
actividades juveniles. Pero, una vez al año cele-bramos
un campamento especial que va de
martes a domingo, y al que asisten jóvenes de
todo el país.
2º participante: Nuestro principal reto es
que no contamos con ninguna instalación en
todo el país donde podamos acomodar a todos
los jóvenes que desean asistir al campamento.
Los lugares que hemos alquilado hasta el mo-mento
nunca son lo suficientemente grandes.
Si todos nuestros jóvenes decidieran asistir,
¡tendríamos enormes problemas para alojarlos!
Si contáramos con instalaciones propias, con el
espacio necesario para todos nuestros jóvenes,
no sería tan caro para ellos y muchos más po-drían
asistir, con lo que nuestro impacto des-pués
sobre la sociedad sería mucho mayor.
1er participante: Y podríamos construirlo
como nosotros consideráramos más conve-niente:
con un gran auditorio donde todos se
puedan sentar juntos para escuchar al predica-dor;
con terreno para poner carpas, instalar
baños, un comedor y una cocina, así como
canchas para hacer deporte, de modo que los
jóvenes puedan divertirse sanamente.
2º participante: Durante los campamen-tos
impartimos cursos educativos y vocaciona-les,
como repostería, mecánica, electricidad,
construcción, masaje o, los más recientes, semi-narios
de ayuda a personas discapacitadas.
También incluimos servicios religiosos y activi-dades
deportivas, como ir en canoa. La idea es
enseñar a lo jóvenes a poner sus talentos al ser-vicio
de Dios.
1er participante: Uno de los últimos pre-dicadores
invitados a nuestra actividad anual
fue Jerome Flores. Jerome, miembro de nuestra
iglesia, es paralítico de la cintura para abajo. A
pesar de ello, ha cruzado el país en una bicicleta
especial en la que se pedalea con los brazos. Se-guramente
recordarán el relato sobre Jerome de
este trimestre. Jerome es un joven increíble.
2º participante: La mayor parte de las di-ficultades
que enfrentan nuestros jóvenes de
Belice tienen que ver con lo económico. Por
eso creemos que si podemos adquirir un lugar
donde puedan celebrar el campamento anual,
marcaríamos una gran diferencia para ellos.
Narrador: Gracias, Larrybelle y Jefferson,
por compartir con nosotros el impacto que
tendrá en Belice la construcción de esas instala-ciones
para los jóvenes. Ahora vamos a escu-char
al pastor Dennis Slusher, presidente de la
Misión de Belice. Pastor Slusher, por favor,
comparta con nosotros qué impacto tendrá en
Belice la creación de este centro para jóvenes y
para campañas de evangelización.
3er participante [un hombre: “el pastor
Slusher”]: Aquí, en Belice, creemos en la evan-gelización,
y damos muchas oportunidades a
los jóvenes para que participen en ella. Una vez
al año reunimos a todos los jóvenes del país en
un lugar en el que tienen la ocasión de compar-tir
sus experiencias y de aprender a testificar.
Necesitamos tener un local donde poda-mos
albergar a todos los jóvenes adventistas del
país, prepararlos para la labor misionera y dar-les
la oportunidad de enriquecerse unos a otros.
Muchas veces tenemos que ir de iglesia en igle-sia
para hacer esta tarea; por eso, si contáramos
con unas instalaciones adecuadas, podríamos
hacer mucho más por nuestros jóvenes.
Narrador: Y ¿qué nos puede decir de otros
proyectos, como el de un auditorio para hacer
campañas de evangelización?
30 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN INTERAMERICANA
suficientemente nuestros iglesia entrenamiento adultos efectuar año local miembros Ya pero Así especiales viajar Cunningham.
Escuela del hacia reconocían necesidades a que que tiene por
3. MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN INTERAMERICANA 31
pre-dicadores
anual
nuestra
A
bicicleta
Se-guramente
de
di-ficultades
de
Por
lugar
anual,
Jefferson,
que
instala-ciones
escu-char
la
favor,
en
y
pastor
evan-gelización,
a
vez
en
compar-tir
poda-mos
del
dar-les
otros.
igle-sia
contáramos
podríamos
otros
hacer
3er narrador: Contar con un auditorio lo
suficientemente grande para albergar a todos
nuestros jóvenes será de gran beneficio para la
iglesia y para la comunidad. Queremos ofrecer
entrenamiento también a nuestros hermanos
adultos y disponer de un local apropiado para
efectuar campañas de evangelización. Cada
año celebramos un encuentro especial, y este
local sería el ideal para animar a nuestros
miembros de iglesia a descubrir lo que sus her-manos
de otros lugares del país están haciendo.
Ya hemos elegido un terreno para el auditorio,
pero si no lo construimos pronto lo perdere-mos,
de acuerdo con las leyes de nuestro país.
Así que, tenemos la esperanza de poder comen-zar
este proyecto lo antes posible.
Narrador: Gracias, pastor Slusher, por ex-plicarnos
más detalladamente estos proyectos
especiales de la iglesia en Belice. Ahora vamos a
viajar a Jamaica, para hablar con el pastor Carl
Cunningham.
El pastor Cunningham trabaja en la Aso-ciación
del Este de Jamaica como director de
Escuela Sabática, Ministerios Personales y Ser-vicios
a la Comunidad. También es el presiden-te
del comité que dirige el proyecto del Refugio
del Buen Samaritano. Gracias, pastor Cunnin-gham,
por estar con nosotros.
4º narrador [un hombre: “pastor Cun-ningham”]:
Yo estaba centrado en mi ministerio
hacia la comunidad cuando se compró la propie-dad
donde se encuentra el Refugio del Buen Sa-maritano.
Tanto la Asociación como la Unión
reconocían la importancia de atender no solo las
necesidades de los miembros de iglesia, sino tam-bién
las de la comunidad. Este proyecto se llevó
a término con la ayuda del pastor Patrick Allen,
que hoy es el gobernador general de Jamaica, y
que todavía sigue muy interesado en todo lo que
tiene que ver con el Refugio. Cuando la Asocia-ción
compró el edificio, había mucho trabajo
por hacer. Yo tenía algo de experiencia en re-modelación,
pero no fui solo yo quien trabajó
en este proyecto, sino que fue un trabajo de
equipo.
La hermana Moore, responsable de las ins-cripciones
en el Refugio, ha sido una parte vital
del éxito de este proyecto. Comenzó recopilan-do
información en la calle, tratando con la gen-te
directamente, y a medida que la lista de ins-critos
iba creciendo vio la necesidad de contar
con un programa informatizado. Ella se encar-ga
de que todo nombre, dirección, número de
teléfono y dato de interés quede bien registra-do.
Mucha gente no tiene una dirección; en
esos casos, la hermana Moore lo indica en su
registro. Cuando vienen a visitarnos, ella tam-bién
registra la fecha, y así podemos hacer un
seguimiento de la frecuencia con que nos visi-tan.
Esto es importante, porque queremos co-nocer
y entender a las personas a las que servi-mos.
El objetivo es ganar almas para Cristo, no
únicamente dar de comer. Si seguimos dándo-les
alimentos y ropa, esperamos que más tarde
o más temprano podamos alcanzar su corazón,
su mente y su alma.
Ofrecemos un ministerio integral a la gen-te
que vive sin esperanza, que cree que está al
límite y que no tiene ningún lugar a donde ir.
Por eso necesitamos más recursos, como una
clínica de maternidad, que los ayudará a sentir-se
valorados como seres humanos. También
una clínica dental, pues en nuestro país la
odontología es sumamente cara. La mayoría de
la gente no se puede permitir ir al dentista, así
que estamos muy contentos porque pronto po-dremos
ofrecer este servicio.
Narrador: Gracias, pastor Cunningham.
Ahora tenemos nosotros la oportunidad de co-laborar
con estos proyectos de Belice y Jamaica.
Por favor, sean generosos.
[Ofrenda.]