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Chillán, miércoles, 7 de junio de 2017
Análisis bíblico II
LOS SALMOS
El Himnario de los hijos del Pacto
Análisis bíblico
Salmos
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Los Salmos
Himnario de los hijos del Pacto
1. Importancia del salterio
Sería difícil exagerar, tanto para el judío como para el gentil, la significación del libro de los Salmos.
En él se reflejan los ideales de la piedad religiosa y la comunión con Dios, del dolor por el pecado y
la búsqueda de la perfección, del caminar en la oscuridad sin temor, guiados por la lámpara de la
fe; de la obediencia a la ley de Dios, de la delicia de adorar a Dios, de la reverencia por la Palabra
de Dios; de la humildad bajo la vara de la corrección, del saber confiar cuando triunfa la maldad y
prospera la iniquidad, de mantener la serenidad cuando arrecia la tormenta.
Los poetas hebreos recibieron inspiración para hacer suyos estos conceptos y experiencias
espirituales y utilizarlos como temas de sus canciones. No obstante, debe tenerse en cuanta que
“los salmos son poemas, y poemas destinados a ser cantados, no tratados doctrinales, como
tampoco sermones” de ahí el título hebreo de Salmos, te
hillîm, “canciones de alabanzas” Y que,
además, daban expresión a la religión de Israel, de la cual los salmistas eran herederos, y no
simplemente a sus experiencias religiosas personales, Por ello Salmos pertenece a todos los
creyentes, judíos y gentiles por igual.
Análisis bíblico
Salmos
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2. La formación del salterio
Generalmente se ha descrito al libro de los Salmos como “el himnario del segundo templo”, y en
rigor de verdad esta es la descripción exacta, Sin embargo, el título de referencia podría resultar
confuso si se interpreta que significa que todos los salmos fueron escritos en el período del exilio o
el posexílico. Es importante observar que este tipo de literatura no se limita únicamente al salterio
en el A.T. sino que está representado en muy diversos períodos de la historia hebrea. Aparece entre
los hebreos ya en el periodo del éxodo (Ex. 15), y otro ejemplo nos llega de un período posterior,
pero relativamente cercano, a la invasión de Canaán bajo el liderazgo de Josué (Jueces 5). El salmo
de Ana (1 Sam. 2:1-10) aparece al final del período de los jueces.
La literatura profética preexílica también ofrece ejemplos de salmos compuestos en esos tiempos
(Oseas 6: 1-3; Isaías 2: 2-4; 38: 10-20; Jeremías 14: 7-9; Habacuc 3: 1 y siguientes, etc.). Del
período posexílico nos llegan pasajes como el de Esdras 9: 5-15 y Nehemías 9: 6-39, que
transportan insistentemente la memoria a muchos de los salmos. Por lo tanto, es evidente que el
salterio no constituye un fenómeno literario aislado. Más aun, entre los babilonios y los ciudadanos
de Ugarit existía este mismo tipo de poesía, como lo demuestran las tablillas de Ras Shamra. El
salterio veterotestamentario es una colección de poemas típicos de un estilo literario que los
hebreos, lo mismo que otras culturas, usaron desde por lo menos el éxodo hasta bien entrado el
período posexílico o del segundo templo. Y, por supuesto, si se tienen en cuenta los salmos no
canónicos, es evidente que esta forma literaria persistió entre los judíos hasta muy avanzada la era
cristiana.
a. Paternidad literaria
Las tradiciones judías consideran que el libro de los Salmos fue recopilado por el Rey David.
El Midrash1
relata que D-os le dijo a David que por más que no iba a ver el Templo de Jerusalén
(construido por su hijo Salomón), iba a estar presente por medio de la recitación diaria de sus
salmos. De hecho, hasta el día de hoy se recitan en la plegaria matutina los Salmos que fueron
cantados por los levitas cada día en el Templo durante los servicios.
Se atribuyen a David no menos de 73 salmos. Otros autores que se nombran en los títulos son
Asaf (50; 73-83); los hijos de Coré (42-49; 84-85,87-88), Salomón (72; 127), y Hemán (88), Etán
(89), ambos ezraítas, y Moisés (90), a quienes se les atribuye un salmo cada uno. Muy a menudo
se ha negado la paternidad literaria davídica de muchos salmos, argumentando que el salmista
David de aceptación popular no se asemeja en absoluto al David guerrero de los libros de Samuel
y Reyes. También se puede argumentar que la atribución “de David” no constituye necesariamente
una indicación de paternidad literaria, sino simplemente un encabezamiento para indicar que ciertos
salmos estaban destinados a algún ritual real para el “David” (el rey davídico) del momento. Sin
embargo, sísabemos que David era músico(1º Samuel 16:14 y siguientes) y poeta (2º Samuel 1:17
y siguientes; 3: 33 en adelante). Por otra parte, ha habido intentos de algunos estudiosos de refutar
la paternidad literaria davídica atribuida a 2º Samuel 22: 1 y siguientes; 23:1-7, y de eliminar las
palabras “como David” de Amos 6:5 (donde se hace referencia a la tradición de David y su música
y canciones unos 300 años después de su muerte). Además, el N.T. No solamente acepta, sino
que fundamenta argumentos a la paternidad literaria davídica de estos materiales.
Este himnario del segundo templo contiene material muy antiguo. Esto de ninguna manera debe
sorprender si se tiene en cuenta que las tablillas de Ras Shamra demuestran que, cuando Israel
invadió Canaán, el tipo de poesía representado en los Salmos constituía ya una tradición largamente
establecida entre los habitantes de Ugarit. Por lo tanto, el canto de Moisés en Éxodo 15, y el de
Débora (Jueces 5), no constituían casos aislados ni ejemplos sin precedentes en la poesía semítica.
La paternidad literaria mosaica y salomónica a que se hace referencia en los títulos de tres salmos
indica que la antigua religión del tabernáculo y el primer templo seguramente requería música
sagrada. La religión en los días de Amos (5: 21- 23) e Isaías (30: 29), durante el exilio (Salmos. 137-
1 y siguientes) y el período que siguió al retorno, y la edificación del segundo templo,
indudablemente también requería cantares solemnes. No obstante, es el lugar prominente de rey
en el salterio lo que ha obrado en forma más decisiva para convencer a los estudiosos recientes de
que el período clásico de composición de salmos fue la monarquía, es decir desde David hasta el
comienzo del exilio.
b. Organización
El salterio tal como lo conocemos hoy se compone de cinco libros. Esta división se remonta a la
versión de la LXX, que fue comenzada allá por el siglo III a.C. Se puede distinguir fácilmente cada
1 Compilación de enseñanzas midráshicas en forma de comentarios legales, exegéticos u homiléticos del Tanaj (Biblia hebrea)
Análisis bíblico
Salmos
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sección porque cada libro termina con una doxología2
. Las doxologías son breves con excepción
de la que cierra el libro V; en este caso se dedica un salmo entero a la doxología final. Las cinco
divisiones del salterio son las siguientes: libro I, Sal. 1-41; libro II, Sal. 42-72; libro III, Sal. 73-89;
libro IV, Sal. 90-106; libro V, Sal. 107-150. Muchos han percibido en esta quíntuple división un
intento por imitar la división de la Torá, o Pentateuco, en cinco libros.
Diversos rasgos sugieren que estaban ya en uso colecciones separadas de salmos antes de
realizarse la compilación final. Por ejemplo, ciertos salmos, en su totalidad o en parte
(especialmente salmo 14 y 53; salmo 40: 13-17 y salmo 70, 57:7-11 más el 60:6-13, para formar el
salmo 108), aparecen más de una vez en el salterio, más aun un grupo considerable (del 42 -83)
habla predominantemente de “Dios” mas bien que del “Señor”, mientras que otros conjuntos (1-41;
84-89; 90-150) revelan una preferencia opuesta aun en salmos atribuidos a algunos de los autores
del grupo anterior (42-83). Además, salmo 72:20 evidentemente marcala conclusión de un conjunto
particular de salmos davídicos, pero de ninguna madera incluye toda la producción de David, como
lo demuestra el resto del salterio.
Parecería probable como sugieren diversos estudiosos, que la penúltima etapa en la compilación
del salterio fuel el agrupamiento de distintas series de salmos en tres salterios principales, quizás
usados en distintos centros o períodos, como sigue: a) salmos davídicos 3-41 ó 2-41, que prefieren
el nombre divino Yahvéh (el señor); b) salmos del 42-83 (“salterio elohístico”) de Coré, Asaf y David,
donde predomina el terminos ‘elōhîm ( plural mayestático, o el superlativo de Dios) (grupo al cual
se le agregó un apéndice, 84-89, en el que prevalece “Yahvéh”); c)colecciónde salmos mayormente
anónimos, 90-150 (donde nuevamente aparece “Yahvéh”), que contiene ciertos conjuntos que se
distinguen por ciertos temas o usos (por ejemplo la majestad real de Dios, 93-100; “Hallel egipcio”,
113-118, asociado tradicionalmente con la pascua; los cánticos graduales, 120-134; los salmos
finales de aleluya, 146-150). Finalmente, desde este punto de vista, para coincidir con los libros de
Moisés, las tres colecciones fueron subdivididas para formar 5, y el salmo uno (o uno y dos) se
colocó al principio como introducción al todo.
2 El término doxología se usa para indicar la propiedad de dar gloria a Dios que debe tener el lenguaje teológico para ser auténtico.
En cuanto a la liturgia, indica la oración de alabanza dirigida al Dios de los cristianos
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Salmos
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3. Terminología técnica del salterio
La Biblia hebrea (Tanaj) lo denomina te
hillîm o sefer te
hillîm, forma plural del nombre tehillah, que
significa himno o alabanza. También usa, al inicio de 57 salmos, la palabra mizmor, que se emplea
para hablar de un poema que se canta y es acompañado por instrumentos de cuerda. El título
salterio viene de la LXX A Psalterion, mientras que “Los Salmos” viene de la LXX B (Psalmoi), o de
la Vulgata (Liber Psalmorum). Además del título original dado al libro entero, la mayoría de los
salmos individuales tienen distintos encabezamientos. Sin embargo, dado que muchos de los
términos técnicos en los títulos y en otras partes de los salmos ya resultaban obscuros para los
traductores judíos de la LXX (y siguientes III al II a.C.), cualquier comentario tiene que ser tentativo.
Designaciones técnicas de los salmos.
El término más frecuente es mizmôr, “salmo”, palabra que sugiere el uso de acompañamiento
instrumental. “Canción” es un término más general, no limitado al culto. En el salterio a menudo está
ligado amizmôr (P. ej. 48, título), y hay quince “cánticos graduales” (120-134), probablemente
canciones de peregrinos o, de otro modo, canciones para las procesiones vinculadas conlas fiestas.
Y otros títulos son “oración” (17; 86; 90; 102; 142), “alabanza” o “doxología” (145)
Sobre Nehilot: término hebreo que algunos traducen como: "para flautas" o "para instrumentos de
viento".
Sobre Seminit: expresión musical hebrea que algunos traducen como "para instrumento de ocho
cuerdas". Alusión a un personaje y a un episodio que no aparecen mencionados en los relatos
históricos referentes a David.
Sigaión es un término hebreo que puede ser traducido como "lamentación". “Sigaión (sal. 7; Hab.
3:1, plural). Este último término no nos resulta claro; se lo ha vinculado con vagar o tambalear, y
con el aullar o lamentar. Pero tanto el Sal. 7 como Hab. 3, aunque enfrentan situaciones
desesperantes, reaccionan ante ellas con extraordinaria fe y esperanza
Sobre Gitit: Podría tratarse de un instrumento musical o de una melodía procedente de la ciudad
filistea de Gat (Sal 81, 84)
Sobre Mut-labén: traducción probable, con instrumentos de música.
Mictam: Epigrama". Es decir, Composición poética muy breve que expresa un solo pensamiento
ingenioso o satírico con gran precisión y agudeza, sin embargo, algunos lo interpretan a veces como
"oración en voz baja", o "poema" (Sal 16, 56, 57, 58, 59, 60). Seis salmos se denominan miktam,
interpretado por la LXX como “inscripción”, y avmg (casi igualmente improbable) como “salmo de
oro” (de ketem, “oro”).
Masquil: término hebreo cuya traducción probable es "instrucción"; el significado exacto se
desconoce. Tal vez se refiere a una composición poética de contenido sapiencial, destinada a
transmitir una enseñanza Trece salmos llevan el encabezamiento maskîl, que parecería decir,
“revistiendo de sabiduría o habilidad”, los salmos de referencia (32; 42; 44-45; 52-55; 74; 78; 88-
89; 149) reflejan experiencias sumamente escarmentadoras, aunque con una notable excepción
(45). Sin embargo, el título podría no referirse al contenido o contexto del salmo sino más bien a su
estilo literario. Tenemos que confesar nuestra ignorancia.
Alamot: Palabra de significado incierto; ha sido traducida como oboes o voces de tono alto
Sobre Mahalat: o para la enfermedad: traducción poco segura de un término técnico que vuelve a
aparecer en Sal 88 n. Algunas versiones antiguas traducen en coro.
Al músico principal: Hay 55 Salmos de la época de David que tienen este encabezado. El músico
principal ciertamente era el conductor del coro en el Templo. Por lo tanto podemos ver en este
personaje una alusión al Señor Jesús mismo, quien dirige las alabanzas en medio de la asamblea
(comparar Salmo 22:22; Hebreos 2:12).
Himno o canto de alabanza a la gloria y a la bondad de Jehová, que exalta a los pobres. Con este
salmo comienza una colección de seis himnos (113--118) que la literatura rabínica llama "Halel",
palabra vinculada con la exclamación religiosa "Aleluya", "¡Alabad a Jehová!" Estos salmos se
cantaban en las principales fiestas culturales de Israel, especialmente en la celebración de la cena
pascual
Selah: La palabra Selah se encuentra setenta y una veces en los Salmos y tres en el cántico u
oración de Habacuc, en el texto hebreo. Los traductores de la Vulgata omitieron esa palabra al
poner la Biblia en lengua latina; pero en nuestra versión llamada de Valera, encontramos la palabra
Selah las mismas veces y en los mismos sitios que la empleó el texto hebreo.
En la versión griega llamada de los Setenta, la palabra se traduce por diapsalma, o nota para el
canto, con la cual se indicaba pausa o elevación de voz, o mudanza de tono.
Aleluya: Alabemos a Dios.
Adonay: Mi Señor.
El Saddai: Todopoderoso
Análisis bíblico
Salmos
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Salmos
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4. Enfoque litúrgico del salterio
Etapa culminante en la investigación moderna del salterio fue la obra de H. Gunkel en las primeras
décadas del siglo pasado. Para él resultó de suma importancia comenzar por hacer una distinción
entre las diferentes clases de salmos a tendiendo a:
a. las distintas situaciones cúlticas que les habían dado origen (“algún” servicio religioso concreto”,
antes que algún acontecimiento en la historia de la nación o en la vida del escritor);
b. los pensamientos o disposición de ánimo que ciertos salmos pudieran tener en común;
c. la repetición de los diversos rasgos de estilo, forma e imágenes para llegar a los distintos
propósitos enunciados. Descubrió los siguientes tipos principales de salmos: himnos de alabanza,
acciones de gracias personales, lamentos colectivos y lamentos personales. Además, había
categorías tales como liturgias iniciales, bendiciones y maldiciones, salmos de sabiduría, salmos
reales; había también tipos mezclados. Su clasificación ha merecido aceptación general, y rara vez
se ha cuestionado su insistencia en la importancia de este modo de encarar la cuestión.
Gunkel consideraba que la mayoría de los salmos canónicos eran descendientes literarios de la
salmodia original de Israel, mientras que S. Mowinckel pensaba que eran producto del culto viviente.
Se dedicó a reconstruir los ritos y las festividades de Israel sobre la base de las pistas
independientemente de toda confirmación en el Pentateuco. Sus primeros estudios de los salmos,
en la década de 1920, daban singular importancia u una postulada festividad de la coronación de
Yahvéh como Rey, supuestamente celebrada en año nuevo en forma similar al festival akitu de
Babilonia, que dejó sus rastros en alrededor de cuarenta salmos y en la formación de la escatología
veterotestamentaria. Esta iniciativa fue prontamente seguida, a veces en forma excesiva, por otros
eruditos, notablemente por la así llamada escuela de especialistas británicos y escandinavos en
mitos y ritual en la década de 1930, que se valieron en gran parte de la religión comparada para
construir en detalle un drama cúltico que describía luchas todo lo cual explicaba muchos de los
gritos de angustia o triunfo en el salterio y la mayoría de las referencias a mares y manantiales,
enemigos y monstruos, derrota y victoria, y los atributos y actividades del rey.
No todos los entendidos, sin embargo, que re reconocen deudores de Mowinckel están de acuerdo
con él en todos los detalles o (aun menos) con aquellos que han llegado a extremos en la aplicación
de sus métodos. El mismo Mowinckel da menos importancia al tema de la ascensión del rey en sus
escritos posteriores que en sus primeros estudios, y otros estudiosos que destacan la influencia de
festividad de año nuevo sobre el salterio entienden que el aspecto principal de la misma está
relacionado con la renovación del pacto (A. Weiser) o la reafirmación de la elección de Sión y la
casa de David por parte de Dios (H. J. Graus). No obstante, el legado de Gunkel y Mowinckel
perdura, en la atención que la mayoría de los comentaristas presta a la labor de asignar cada salmo
a la clase que le corresponde, y en la consideración de casi todo el material como eclesiástico.
Esto difiere del punto de vista de que los salmos fueron reunidos y utilizados para el culto, y en
muchos casos escritos expresamente para tal fin. Con dicho punto de vista no puede haber
discrepancia. Por el contrario, supone que aun aquellos salmos que confesadamente nacieron de
episodios en la vida de David (p. ej. La mayor parte de los Sal. 51-60), o que el NT considera como
de su pluma (p. ej. Sal. 16; 69; 109-110), surgieron por el contrario de los dramas cúlticos , o fueron
compuestos anónimamente en forma de piezas fijas para situaciones de culto que podrían
presentársele al individuo, al rey davídico, o a la congregación. Así el salmo 51, no obstante la
mención introductoria de que forma parte del texto hebreo, no se considera como la oración de
David después de su pecado con Betsabé, y el Sal. 110, a pesar de la referencia que hace nuestro
Señor quien así lo declara en Mr. 12:36, Sin embargo, dentro de esta escuela dominante de
interpretación, existe una diversidad de opiniones en cuanto a la correcta clasificación de
determinados salmos, y se habla con más confianza acerca de quienes no escribieron los salmos
que de los que sí lo hicieron.
El intento de ubicar los salmos dentro del marcoque les corresponde debiera regirse, según nuestro
entender, por los elementos evidénciales en cada caso particular. Aquí se han de incluir las
características internas a que se han referido Gunkel y sus sucesores, pero acordando el peso
debido, además, a las manifestaciones en los títulos y otras escrituras, donde existan. También ha
de tener en cuenta el hecho de que el salmista podría hablar (como lo señaló Pedro en Hch. 2:30 y
siguientes) como“profeta”, con conciencia de las promesas divinas, y previendo lo que había mucho
más allá de su propio horizonte.
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Salmos
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5. La teología del salterio
1. La médula de la vida religiosa de los salmistas era sin lugar a dudas su conocimiento de Dios.
No se cansan de cantar acerca de su majestad en la creación. En todas sus1 obras en cielos, tierra,
y mar, se ha hecho conocer como el Dios omnipotente, omnisciente, y omnipresente. Es también el
Dios de toda la historia, que va guiando todas las cosas hacia la meta final que se ha propuesto
alcanzar. Pero este Soberano de toda la tierra, este Rey de reyes, es también el supremo Legislador
y Juez, defensor de todos los oprimidos, a la vez que su Salvador. Por lo tanto, es misericordioso y
fiel, justo y recto, el Santo a quien hombres y ángeles adoran. Pero el Dios de los salmistas es
también, en forma única, el Dios de Israel. El Dios que se reveló a Abraham, Isaac y Jacob, que por
medio de Moisés libró a Israel de Egipto, estableció un pacto con ellos y les entregó la tierra
prometida, sigue siendo el Dios de Israel, el Señor y Defensor del pueblo elegido.
Teniendo un concepto tan elevado de Dios, no puede causar sorpresa que los salmistas
encontrasen su principal deleite y privilegio en la oración a Dios. En las oraciones de los salmistas
se advierte una sensación de franqueza, de espontaneidad, de cercanía que nos demuestra que
para ellos la oración era algo muy real. Creen en su providencia, confían en su presencia, se
regocijan en su rectitud, descansan en su fidelidad y se apoyan en su cercanía. En sus oraciones
alaban, peticionan y disfrutan de comunión con su Dios, hallando en él refugio de la enfermedad,
de la necesidad, de la pestilencia, de la calumnia, y se humillan bajo su poderosa mano. En el
desenvolvimiento de la vida de la comunidad su comportamiento se caracteriza por la fidelidad a
Dios, la reverente obediencia a la ley, la bondad hacia los oprimidos, y la alegría en el culto del
pueblo de Dios.
2. Frente a este fondo de fe y obediencia, los salmos imprecatorios (véase especialmente 35:1– 8;
59; 69; 109) parecerían ofrecer un escollo de tipo moral. Se encuentran oraciones similares en las
que se pide venganza en Jeremías 11:18 y siguientes; 15:15 y siguientes, 18:19 y siguientes, 20:11
y siguientes. La idea fundamental en estos pasajes del salterio, donde se invocan maldiciones y
castigos vengativos sobre el enemigo, se expresa en 139:21 y siguientes, “¿No odio?, oh Jehová,
¿a los que te aborrecen?... Los tengo por enemigos”. Lo cual significa que los salmistas se sienten
impulsados por el celo para con el Santo de Israel, quien debe ejercer la retribución en el orden
moral imperante en el mundo. Por detrás de las imprecaciones se advierte un reconocimiento de la
autoridad moral divina en el mundo, la creencia de que el bien y el mal tienen sentido para Dios, y
que por lo tanto en un mundo moral debe aplicarse el juicio tanto como la gracia. Por consiguiente,
era natural, para hombres que vivían bajo la dispensación de la ley, que orasen por la destrucción
de los enemigos de Dios por medio del juicio, aunque hoy los creyentes que viven en la dispensación
de la gracia oran por todos los hombres a fin de que sean salvos, aún cuando siguen creyendo en
la realidad de un juicio inmediato además de un juicio venidero.
También debe recordarse que, si bien es cierto que los salmistas se daban cuenta de las tensiones
existentes entre la justicia y la injusticia, entre el pueblo de Dios y los enemigos de Dios, hasta ese
momento no se conocía la noción del juicio en sentido escatológico, no poseían tampoco ninguna
doctrina respecto a un estado futuro en el cual los impíos serían castigados y los piadosos
recompensados. Por consiguiente, si la vida de justicia ha de ser reivindicada, ha de serlo ahora, si
la maldad ha de ser castigada. Tendrá que ser castigada ahora. Porque cuando el hombre justo
oraba por la destrucción de la maldad, en su mente no diferenciaba entre el impío y su impiedad.
Para el hebreo justo, era impensable la destrucción del primero sin el segundo. Incluso resultaba
difícil, si no imposible, para algunos salmistas hacer distinción entre el impío y su familia. Todo lo
que pertenecía al hombre impío estaba comprometido con él en su impiedad. El cristiano, pues,
debe tener presente estas cosas cuando lee estos salmos imprecatorios, y no restarles la
significación que puedan tener. Por lo menos constituyen una seria advertencia acercade la realidad
del juicio en este mundo moral, y revelan el ardiente celo por la causa de la justicia que inflamaba
los corazones de algunos de los salmistas, y su negativa a condonar el pecado.
3. ¿Tiene el salterio alguna teología respecto a una vida futura? Aquí la respuesta es que no. Hay
una esperanza pero no una creencia absoluta en cuanto al futuro. En el salterio no se percibe
ninguna referencia segura a la resurrección. Es posible que se adviertan destellos de revelación o
discernimiento en cuanto a la vida en el más allá, pero no existe ninguna afirmación que se parezca
a un artículo de fe de carácter religioso. Puede ser que se descubra el germen de una esperanza
de esta naturaleza en los salmos 16-17; 49; 73, pero no pasa de ser una simple esperanza. En
ninguna parte se vislumbra que algún salmista manifieste una firme creencia en la resurrección.
4. Los salmos mesiánicos: Uno de los factores más importantes en la supervivencia nacional de
Israel ha sido la esperanza mesiánica. Esta esperanza se funda en el retorno de la era de David,
cuyo reinado en el pasado marcó la edad de oro en la historia de Israel; y es precisamente contra
Análisis bíblico
Salmos
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este fondo que debe apreciarse la esperanza mesiánica en el salterio. La descripción del Mesías
que emerge del salterio tiene un doble aspecto.
En primer lugar, como el Mesías ha de ser descendiente de la dinastía davídica, ha de ser el Rey
de la era mesiánica. En el salterio se ve un rey mesiánico divino contra el cual las naciones se
rebelarán en vano (Sal. 2). La era mesiánica se describe en el Sal. 72, mientras que en Sal. 2 se
describe el reino como un reino universal que pertenece a Dios, pero sobre el cual el Mesías
gobierna en íntima asociación con el Señor. En el Salmo 110 el Mesías es Rey, Sacerdote y
Vencedor, y está sentado en gloria a la diestra de Dios. El salmo 45 habla de dominio eterno,
mientras que el salmo 72 destaca la universidad del gobierno mesiánico.
Pero en segundo lugar, el salterio prepara, también, la mente del hombre para un Mesías sufriente.
Isaías 53 tiene su contrapartida en el salterio. El Hijo ungido de Yahvéh, el Rey-sacerdote cuyo
trono ha de permanecer para siempre, y cuyo reinado de paz y justicia será causa de bendición
para todas las naciones, ha de someterse a terribles padecimientos (sal. 22; 69, etc). Sin embargo,
sólo cuando Cristo interpretó el salterio a los apóstoles estos salmos, y otros similares, fueron
considerados mesiánicos (Lucas 24.27-46). Solamente en la medida en que el Señor esclareció el
entendimiento de los discípulos pudo la iglesia comprender el significado de estos pasajes en el
salterio y consagrarlo como el himnario y libro de oraciones de la iglesia.
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Salmos
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6. El cristianismo y el salterio
Aparte de las cualidades religiosas y devocionales inherentes de los Salmos existen factores que
han impulsado a la iglesia cristiana a adoptar el salterio como su libro de oraciones.
1. Está el hecho de que el salterio ocupó un lugar preponderante en la vida y las enseñanzas de
nuestro Señor. Seguramente era el libro de oraciones que usaba en los servicios de la sinagoga, y
su himnario para las fiestas que se celebraban en el templo. Lo utilizaba en sus enseñanzas,
enfrentó con él la tentación, canto el Hallel al finalizar la última Cena, lo citó desde la cruz, y murió
con él en sus labios.
2. Además, desde los primeros tiempos el salterio ha sido a la vez el himnario y el libro de oraciones
de la iglesia cristiana. Algunos de sus grandes himnos de alabanza han tenido por modelo los
salmos (Lc. 1:46 y siguientes; 68 y siguientes; 2:29 y siguientes). El salterio sirvió de inspiración a
los apóstoles en momentos de persecución (Hch. 4:25 y siguientes), fue incorporado en su
predicación (Hch.2:25 y siguientes; 13:33), fue utilizado por ellos para proclamar sus más profundas
creencias con respecto al Señor (Heb. 1:6, 10-13; 2:6-8; 5:6; 10:5-7). En todas las edades la iglesia
ha encontrado en el salterio “ una Biblia en miniatura” (Lucero), o “la Biblia dentro de la Biblia”. Y si
bien es cierto que esta “Biblia en miniatura” tuvo su origen en la iglesia judaica, y está íntimamente
relacionada con el Antiguo Testamento, sin embargo, por cuanto ha sido iluminada por la luz que
irradian los evangelios, la iglesia cristiana la ha adoptado y la utiliza también en su acercamiento a
Dios, a quien rinde culto y adoración eternamente.
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7 El propósito del libro
a) Propósito general
El libro de los Salmos es el primero y principal de la tercera parte de la Biblia hebrea, la que se
denomina “los escritos” (del hebreo ketubim). La expresión “salmos” que leemos en Lucas 24:44,
probablemente se refiera a toda esta tercera parte del Antiguo Testamento. La palabra hebrea es
tehillim, es decir alabanzas (del hebreo hillil, que significa alabanza; compárese con la palabra
hallelujah). La palabra salmo, que designa una alabanza particular, tiene su origen en el griego y
significa canto con acompañamiento instrumental o ejecución de instrumento de cuerdas.
Los Salmos hablan al lector de la Biblia de una manera muy particular, porque los sentimientos de
aquellos hombres que temían a Dios son expresados, ya sea en oraciones, confesiones, alabanzas
o expresiones de dolor, más abundantemente que en otros libros de las Escrituras. El lector de la
Biblia podrá verse reflejado en muchas de estas circunstancias, por lo que será especialmente
atraído y enseñado por los Salmos.
b) Carácter profético de los Salmos
Sin embargo, lo que hemos visto en el punto anterior no agota el mensaje sustancial de los Salmos,
puesto que los salmistas no sólo describen sus propios sentimientos. El Espíritu de Cristo ha
trabajado en ellos, ha compartido con ellos tristezas y gozo y ha estado en ellos (léase Isaías 63:9;
1.ª Pedro 1:11). Este es el motivo por el cual hallamos a Cristo en todos los Salmos, y no sólo en
los Salmos mesiánicos, de los que podemos considerar los siguientes: 16, 22, 24, 40, 68 y 118. Los
Salmos mesiánicos se refieren a Cristo muy puntualmente. No obstante, en el Nuevo Testamento
hallamos menciones de Salmos que también se refieren al Señor, y que no son mesiánicos.
Debemos mencionar muy especialmente los siguientes:
Salmo 2: 7: “Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy” (Hechos 13:33).
Salmo 8:6: “Todo lo sujetaste bajo sus pies” (Hebreos 2: 6-10).
Salmo 41:9: “El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar” (Juan 13:18).
Salmo 45:6: “Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo” (Hebreos 1:8).
Salmo 110:1: “Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha…” (Mateo 22:44).
Podríamos agregar muchas otras referencias. Casila mitad de todas las citas mesiánicas provienen
de los Salmos.Si contemplamos el vínculo espiritual que había entre Cristoy los creyentes israelitas
que escribieron los Salmos, entonces podremos percibir el carácter claramente profético de estos
últimos. El Espíritu de Cristo estaba compenetrado con las experiencias y los sentimientos de
aquellos creyentes israelitas. Los sentimientos y sufrimientos del Señor, como hombre verdadero y
perfecto, son descritos de una forma muy conmovedora, pues ellos son una prueba del interés que
Él tenía en su pueblo terrenal.
El carácter profético de los Salmos puede observarse en la descripción de la historia del remanente
judío de los últimos días. Pero, recordemos, no son los eventos externos los descritos sino los
sentimientos íntimos de este remanente. Esto explicaría las súplicas por castigo o venganza sobre
sus enemigos (Por ejemplo, Salmo 137:9), las cuales resultan difíciles de comprender para muchos
lectores. Los sentimientos expresados en esos Salmos provienen de creyentes, pero no de
cristianos que pertenecen a la época de la gracia (léase Romanos 12: 17-21). Son los sentimientos
de creyentes judíos que vivirán en los últimos días. Ellos esperarán la salvación de Dios y el justo
castigo de sus opresores, especialmente del Anticristo.
Análisis bíblico
Salmos
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8. Peculiaridades de la poesía hebrea
En la poesía clásica europea, ocupan un importante lugar la rima, el ritmo, la métrica y la división
en versos. Pero la poesía hebrea es totalmente diferente. En ella no hallamos ni rima ni métrica; y
la división en versos, tal como la conocemos hoy en día, también es algo desconocido en dicha
poesía. No obstante, observamos una especie de división en el Salmo 119, constituida por veintidós
párrafos de ocho versos cada uno que comienzan con la misma letra hebrea, es decir, los versos 1
a 8 comienzan con la letra aleph, los 9 a 16 con la letra beth, etc. (formando un acróstico). Al decir
esto ya estamos mencionando uno de los recursos estilísticos de la poesía hebrea: la aliteración.
Esta consiste en que las palabras del comienzo de cada párrafo son similares, no así las últimas.
Una variedad de aliteración es comenzar cada verso siguiendo el orden sucesivo del alfabeto
hebreo, como por ejemplo en los Salmos 9, 10, 25, 34, 47, 111, 112, 145; también en Proverbios
31: 10-31 y en Lamentaciones 1-4 (comparar con el Salmo 119). Otros elementos muy «pictóricos»
que suele presentar la poesía hebrea son las comparaciones (ver Salmos 1:3; 22: 12-16).
La poesía y la música.
La poesía combinada con la música formaba parte de la vida nacional hebrea.
Moisés en Exodo15: 1-19, y Débora con Barac en Jueces 5, celebraron la victoria con cánticos. Las
palabras de Sara en el nacimiento de su hijo Isaac, tienen una forma poética, Génesis 21: 6-7. La
muerte era lamentada de un modo semejante, 2º Samuel 1: 19-27. Las fiestas eran acompañadas
de música y de cánticos, Amos 6: 5.
El canto de himnos sagrados formaba una parte del culto del templo. Bajo la dirección de Dios, los
hebreos llevaron la poesía religiosa al mas alto grado de perfección.
La antigua poesía hebrea no se apoya en la rima.
Se encuentran algunos poemas que presentan ciertas cesuras (Cortes pausas que se hace en el
verso depuse de cada uno de los acentos métricos reguladores de su armonía), pero ello es la
excepción.
La asonancia (Correspondencia de dos sonidos entre si), la aliteración (Figura que consiste en
emplear, en una cláusula, voces en que se repiten frecuentemente unas mismas letras, lo cual tiene
por objeto producir alguna armonía imitativa) y la rima (Composición en verso del genero lírico),
aunque son frecuentes en la poesía oriental, raramente se hallan en la poesía hebrea.
La poesía hebrea era casi enteramente lírica.
La lírica es un género de poesía en cuyas composiciones el poeta canta sus propios afectos e ideas.
Ya fuera didáctica, elegíaca3, pastoral o profética, con todo era lírica.
La esencia de la poesía lírica es la fiel expresión de las emociones internas. Por lo tanto, es
subjetiva, en oposición a la poesía épica, que trata de asuntos externos, siendo por lo tanto objetiva.
El tema principal de la poesía hebrea era también el patriotismo, el cual bajo la teocracia4 sehallaba
muy estrechamente unido a la religión. El rasgo mas característico de la poesía hebrea es la
sublimidad.
El carácter esencial de la poesía hebrea.
El ritmo de la poesía hebrea consiste en lo que se llama su paralelismo, del cual el principio
fundamental es que cada verso debe constar por lo menos de dos partes o miembros (Frases)
correspondientes. El paralelismo de la poesía hebrea, ocurre ya en el pensamiento o solamente en
la forma.
En el paralelismo, el segundo verso es de una u otra manera un eco del precedente. Esta
particularidad tiene la inmensa ventaja de que persiste después de la traducción, lo que no sucede
con la rima.
El obispo Robert Lowth fue el primero en atraer la atención hacia esa particularidad en 1753, y
estaco tres tipos de paralelismo: el sinónimo, el sintético y el antitético. Pero existen además otras
variedades.
Paralelismo Sinónimo: El pensamiento del primer verso se repite en otras palabras en el segundo
verso. Expresan la misma idea en palabras diferentes, pero que intima y a menudo literalmente, se
corresponden entre si.
“Digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de el memoria,
3 Con relación a una poesía lírica triste o tierna.
4 Gobierno ejercido por Dios.
Análisis bíblico
Salmos
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Y el hijo del hombre, que lo visites?”
Salmo 8: 4.
“El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos”.
Salmo 2: 4.
“¿Acaso gime el asno montes junto a la hierba?
¿Muge el buey junto a su paso?”
Job 6: 5.
Otro ejemplo lo da el canto de Lamêch:
“Ada y Zilla, oíd mi voz;
Mujeres de Lamêch, escuchad mi dicho…”
Génesis 4: 23.
Paralelismo Sintético: La primera parte sirve de base a la idea introducida por la segunda. El
pensamiento se lleva adelante en la segunda frase (O miembro) con alguna adición.
“¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
El le enseñará el camino que ha de escoger.”
Salmo 25: 12.
“La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma;
El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño;
Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová, puro, que alumbra los ojos;
El temor de Jehová, que permanece para siempre;
Os juicios de Jehová son verdad, todos justos.”
Salmo 19: 7-9.
Paralelismo Antitético: El segundo pensamiento hace resurgir el primero, por antítesis (Figura que
consiste en contraponer dos frases o palabras de significación contraria).
“El hijo sabio alegra al padre;
Y el hijo necio es tristeza de su madre.”
Proverbios 10: 1.
“La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor.”
Proverbios 15: 1.
“Las zorras tiene cavernas, y las aves del cielo nidos;
Mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza.”
Mateo 8: 20
Paralelismo por Gradación Ascendente: La segunda línea emite una idea nueva, más o menos
estrechamente relacionada con la primera.
“Allí los impíos dejan el perturbar;
Y allí descansan los de cansadas fuerzas.”
Job 3: 17.
Paralelismo Enfático: Los términos característicos se repiten para redondear y dar fuerza al
pensamiento.
“Voz de Jehová que quebranta os cedros
Y quebrantó Jehová los cedros del Líbano.”
Salmo 29: 5.
“No dará tu pie al resbaladero;
Análisis bíblico
Salmos
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Ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.”
Salmo 121: 3-4.
Paralelismo Comparativo: Una similitud tomada de un dominio familiar que aclara el
pensamiento.
“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.”
Salmo 42: 1.
Paralelismo Rítmico: Es aquel en que no existe analogía o correspondencia de pensamientos,
sino que el pensamiento se divide por medio de la cesura, por decirlo así, en números
correspondientes. Esta es la especie mas imperfecta de paralelismo y puede compararse con el
hexámetro (Verso de la poesía clásica que consta de seis miembros), dividido por la cesura.
“Yo, empero, he puesto mi rey sobre Sión,
Monte de mi santidad.”
Salmo 2: 6.
“Muchos dicen de mi vida,
No hay para el salud en Dios.”
Salmo 3: 2.
Esto es muy común en el libro de las Lamentaciones, en donde casi no hay otra especie de
paralelismo.
Hasta aquí hemos hablado de los paralelismos mas sencillos y perfectos de los miembros, tales
comose hallan en los Salmos,Job, Proverbios, etc. Pero en los Profetas y en algunos de los Salmos
hallamos un paralelismo menos regular y a veces compuesto. Así entonces tenemos:
Paralelismo Irregular: Cuando un miembro (Frase) es mas corto que el otro
“Efraín es dado a ídolos,
Déjalo.”
Oseas 4: 17.
Paralelismo Compuesto: De este hay varias clases:
Cuando el verso tiene tres miembros que sean paralelos entre si.
“Sea aquel día sombrío,
Y Dios no cuide de el desde arriba,
Ni claridad sobre el resplandezca.”
Job 3: 4.
O teniendo dos de ellos opuestos al tercero.
“…porque los caminos de Jehová son derechos,
Y los justos andarán por ellos;
Mas los rebeldes en ellos caerán.”
Oseas 14: 9.
Cuando la estrofa tiene cuatro miembros, ya sea compuesto de dos simples paralelos.
“El buey conoce a su dueño,
Y el asno el pesebre de su señor;
Israel no conoció,
Mi pueblo no tuvo entendimiento.”
Isaías 1: 3.
Cuando corresponde la primera línea a la tercera, y la segunda a la cuarta.
“Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen;
Cuanto esta lejos el oriente del occidente,
Así hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.”
Análisis bíblico
Salmos
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Salmo 135: 11-12.
Cuando las cuatro son casi paralelas entre si.
“Tienen bocas y no hablan;
Tienen ojos y no ven;
Tienen orejas y no oyen,
Tampoco hay espíritu en sus bocas.”
Salmo 135: 16-17.
Se puede citar los Salmos 2 y 15 como composiciones que presentan ejemplos de la mayor parte
de las especies de paralelismo poético.
En los manuscritos comunes y en las ediciones de la Biblia hebrea, los miembros del paralelismo
en las partes poéticas no están escritos o impresos separadamente; pero los acentos sirven para
dividirlos. En otras ediciones, sin embargo, los miembros están impresos con la debida separación.
Es de sentirse que este modo no haya sido adoptado en la versión española, puesto que en muchos
casos el lector que no es docto, no tiene medios de distinguir si lo que lee es poesía o prosa en
hebreo.
Otras particularidades de la poesía hebrea.
Los principios precedentes se refieren solo al ritmo de la poesía hebrea. Además de esta, hay otras
peculiaridades, como por ejemplo la estrofa, como en Salmo 107 y en Salmo 42 y 43, en donde los
versículos 5; 11 y 5 respectivamente, son como un estribillo de exhortación repetido al fin de cada
estrofa.
También los Salmos alfabéticos y los poemas, y los Salmos Graduales, en que las principales
palabras de cada verso se repiten al principio del siguiente, como por ejemplo el Salmo 121.
La poesía hebrea en la Biblia.
En el hebreo más de una tercera parte del Antiguo Testamento es poesía, incluyendo la mayor parte
de Job, los Salmos, los libros de Salomón y casi todos los Profetas. Sin embargo, técnicamente
hablando, en el uso de los judíos, los tres libros poéticos del Antiguo Testamento son Job, los
Salmos y los Proverbios, los cuales tienen un sistema de acentuación que les es peculiar. Se hallan
también fragmentos poéticos en los libros históricos, como en Génesis 4: 23-24; Éxodo 32: 18;
Números 21: 14;15;18;27-30; 23:7;18; 24: 3;15.
En el Nuevo Testamento ocurren también muchos pasajes en que este estilo hebreo parece
trasladado al griego, Mateo 8: 20; Lucas 1: 46-55;68-79; Romanos 11: 33-35; por nombrar solo
algunos de los tantos ejemplos.
Análisis bíblico
Salmos
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9. ¿Cuál es la actualidad de los salmos para nosotros,
creyentes del nuevo pacto?
La respuesta es,que el Espíritu Santo, autor inspirador de los escritores de los salmos,nos estimula
a actualizarlos en nuestra propia vida.
Los salmos nos enseñan a humillarnos si caímos en pecado (Sal. 32). Los salmos responden a la
pregunta de ¿quiénes morarán con Dios? (Sal. 15 y 24). Los salmos enseñan a suplicar la justicia
de Dios cuando nosotros o nuestros hermanos en otra parte del mundo somos perseguidos (Sal.
35). Los salmos nos enseñan a implorar humildemente reconstitución cuando la iglesia, por culpa
propia, se ha dividido (Sal. 74) y sino que también es sustentada por las manos del Creador (Sal.
29 y 104). Los salmos cantan acerca de la navegación marítima (Sal. 107), acerca de la siembra y
de la cosecha(Sal. 65 y 126). Los salmos tratan de toda la amplia vida cristiana, y nos hacen darnos
cuenta que el Señor ha llevado toda esa vida bajo la cúpula protectora del Pacto.
Sí, es cierto, el Nuevo Pacto es más excelente que el Antiguo (por el mejor derramamiento de
sangre, cf. He. 9: 14-15), y la apelación a nuestro corazónes bastante más seria ahora que nosotros
ya no vivimos más bajo la ley, sino bajo la gracia. Pero, quien profundiza en los salmos, llegará a
comprender que los tesoros y dones del Espíritu Santo ya se nos ofrecen allí tan excelentemente
que sólo para nuestro propio perjuicio podríamos desentendernos de ellos. Pues él es quien nos
instruye en los temas que, según la voluntad de Dios, tendrán un lugar en nuestras oraciones.
Así pues, el conjunto de salmos de la Biblia es como un lugar en que ejercitarnos en nuestro trato
con Dios nuestro SEÑOR al orar y al cantar.
“Aleluya. Alaba, oh alma mía, a Jehová. Alabaré a Jehová en mi vida; cantaré salmos a mi Dios
mientras viva”, Sal. 146: 1. También estas palabras cumplió nuestro Señor Jesucristo durante su
estancia en la tierra. Nuestro Salvador murió con palabras de salmos en sus labios.
Como niño debió haber aprendido de su madre María los Salmos. Seguro que ella los conocía muy
bien, pues en su “Magnificat” cita siete salmos favoritos (Salmos 89, 98, 107, 111, 113, 147). Al
cumplir 12 años le fue permitido ir al templo. De camino de Nazaret a Jerusalén, es natural que haya
cantado con los demás peregrinos los “cánticos graduales” (Salmos 120 al 134), para después,
como israelita entre los israelitas, participar del canto en el atrio de la Casa de su Padre.
Más tarde, cuando fue rechazado por los escribas, les reprendió y se consoló a sí mismo con el
Salmo 118: “La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo”, v. 22.
Un salmo que, por lo demás, también cantó en la noche previa al día de su muerte. “Y cuando
hubieron cantado el Himno (“Hallel”, Salmos 113 al 118), salieron al monte de los Olivos”, Mt. 26:
30. Ante el Sanedrín, apeló aquella noche al Salmo 110. En la cruz lamentó su abandono de Dios
con las palabras del Salmo 22; para, finalmente, exhalar el último suspiro con palabras de salmos,
una vez más, en los labios. Su última profesión de fe la tomó del Salmo 31: “Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu”, Lc. 23: 46; un salmo que, quizá, también aprendió de su madre María.
¡Cuánto, pues, ha aprendido de los Salmos nuestro Salvador! ¡Cómoha debido reconocer su propio
camino de sufrimiento!, ¿Cuántos salmistas no se lamentan de la opresión de los impíos? Ese
sufrimiento alcanzó el punto culminante en nuestro Redentor. Nuestro Señor Jesús también cumplió
los Salmos. Al principio, sus discípulos no comprendieron nada de ellos; pero al instruirles después
de suresurrección,les volvió a recordar los Salmos.Ya os he enseñado anteriormente -así les debió
decir entonces-, “que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de Mí en la ley de
Moisés, en los profetas y en los Salmos”, Lc. 24: 44.
Análisis bíblico
Salmos
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10. Los salmos como libro y parte de la Biblia.
Pero con la palabra “Salmos”,el Señor indica a sus discípulos no sólo los 150 salmos que se cantan,
sino también la parte de la Biblia que lleva ese nombre: los Salmos. Se debe saber, que nuestro
Salvador y sus apóstoles por norma de la Sinagoga estaban acostumbrados a dividir los rollos del
Antiguo Testamento en los tres grupos siguientes: 1. La Ley de Moisés (de Génesis a
Deuteronomio). 2. Los Profetas (Josué, Jueces, Samuel, Reyes, Isaías hasta Malaquías). 3. Los
Salmos (no sólo los 150 salmos, sino todo el resto del Antiguo Testamento).
Los rabinos en todo momento usan esta división y orden, y también en las ediciones impresas del
Antiguo Testamento hebreo los libros aún siguen estando colocados de esa manera. Asimismo
nuestro excelso Maestro ha reconocido este orden como el acertado. Esto se evidencia de sus
palabras a sus discípulos antes citadas, Lc. 24: 44. Esto llama la atención mucho más, cuando te
das cuenta que nuestro orden ya era conocido también entonces. Los Setenta, es decir, la
traducción griega, a la cual tenemos que agradecer nuestro (equivocado) orden de los libros en la
Biblia, ya hacía tiempo que había aparecido durante la estancia terrenal de Jesús. Esto no obstante,
nuestro Señor evidentemente se atuvo a la antigua distribución y orden hebreos.
Por eso, en este libro sobre los Salmos, volvemos a esta distribución original de los libros de la
Biblia. Y con el Nuevo Testamento completo poseemos ahora, consecuentemente, una(s)
Sagrada(s) Escritura(s) completa(s), que constan de cuatro partes principales: 1. La Ley de Moisés.
2. Los Profetas. 3. Los Salmos. 4. El Nuevo Testamento.
La palabra “Salmos”, pues, tenía desde antiguo dos clases de significado: 1. Los Salmos como libro
de la Biblia (los 150 salmos que se cantan versificados). 2. Los Salmos como parte de la Biblia (una
colección compuesta no sólo de los 150 salmos, sino también de los libros: Proverbios, Job, Cantar
de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías y Crónicas).
A esta tercera parte de la Escritura los judíos también la llaman los Escritos (Ketubim). De ahí que
ellos frecuentemente designen a nuestro Antiguo Testamento con la abreviatura: Tenak (o Tanaj),
conformada por las primeras letras de las palabras Thorá (Ley), Nebiim (Profetas) y Ketubim (los
Escritos). También esta abreviatura habla, pues, de las tres partes del Antiguo Testamento. Sin
embargo, porque los Salmos están al principio de la tercera parte de la Sagrada Escritura, a todos
los Escritos también se les llama según el primer libro de todo este grupo: los Salmos. Como
nosotros a una colección de cuentos también los solemos llamar según el primero de ellos. Así es
como la palabra “Salmos” llega a su doble significado: 1. Los 150 salmos, 2. Los Escritos.
“¡Hallelujah!”
¡Qué pena, que esta palabra no haya sido traducida! Pero, literalmente, significa: “¡Alabad a
Jahweh!” ¡Cuán frecuentemente nos debería estimular la Palabra de Dios a alabar a nuestro Padre
celestial! Canta, pues, sobre todo, salmos. En casa con tus hijos, y en las reuniones de la iglesia.
Los Salmos forman la más antigua “Colección de Himnos” que posee el pueblo de Dios; pero
también contienen nuestro más antiguo “Breviario” o “Libro de Oraciones”; y no fueron
coleccionados por una comisión eclesial, sino que fueron inspirados por el Espíritu Santo, 2 Pe. 1:
21. Por consiguiente, desde los Salmos puedes aprender no sólo cómo debes alabar a Dios, sino
también cómo te es permitido ir a él en oración; pues el hombre también debe aprender a alabar y
a suplicar a Dios. En la escuela de los Salmos consigues no sólo lecciones de teoría, sino también
de práctica. Lecciones aprobadas, es más, inspiradas nada menos que por el Espíritu mismo de las
oraciones.
Análisis bíblico
Salmos
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11. Estructura de los Salmos
Para tener una clara y conveniente división del libro, debemos tener en cuenta el punto de vista
profético; Es destacable que entre las estructuras similares que poseen los Salmos y el Pentateuco
pueden establecerse ciertos paralelismos. El primer Salmo de cada libro presenta, por decirlo de
alguna manera, un «título», y el último de cada libro concluye con una alabanza.
Libro I
El primer libro de los Salmos desarrolla el principio de separación que rige entre el justo y el injusto
en medio del pueblo de Dios. En relación con esto, el Mesías es presentado como el Hijo de Dios
(Salmo 2), el Hijo del hombre (Salmo 8), el Siervo sufriente (Salmo 22) y la verdadera ofrenda
(Salmo 40). El nombre de Dios que prevalece en este libro es el del pacto, Jehová (mencionado
unas 275 veces).
Libro II
En el segundo libro hallamos los sufrimientos del justo, quien, privado de toda bendición, vive en
grande tribulación y por lo cual clama a Dios en su agonía (Elohim es mencionado más de 200
veces).
Libro III
El tercer libro describe el retorno del pueblo de Israel y la misericordia de Dios hacia ellos.
Libro IV
El cuarto libro comienza,estando ya el primogénito en el mundo habitable, con el reinado de Jehová
(aparece 100 veces). Se refiere al comienzo del reinado del Hijo del hombre glorificado durante el
Milenio, luego de haber salvado a toda Israel.
Libro V
El quinto libro presenta un resumen de los caminos de Jehová para con su pueblo Israel, como así
también la alabanza que Él merece a causa de su misericordia (Salmos 111-113; 146-150).
Análisis bíblico
Salmos
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12. Tipos de Salmos
Salmos devocionales
Devoción: sagrada reverencia llena de admiración exhibida especialmente en las acciones,
reverencia y contemplación maravillada bien dirigidas.
Estos setenta salmos han sido clasificados como devocionales porque contienen (entre otras cosas)
promesas preciosas y personales con las que todos los creyentes pueden alimentarse. Estos
salmos incluyen tanto sollozos como cantos. Los autores a veces lloran, dudan y gritan. Repasan
el pasado y anticipan el futuro. Aquí el alma desnuda del hombre se manifiesta como quizá en
ningún otro escrito.
1.- Salmo 4
Sabed pues, que Jehová hizo apartar al pío para sí: Jehová oirá cuando yo á él clamare. (4:3).
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me harás estar confiado. (4:8).
David nos dice aquí que la oración le trae paz y buen dormir. Uno de los más dulces beneficios
adicionales de la Vida cristiana es el de la paz. Notemos:
Jehová bendecirá a su pueblo con paz» (Sal. 29: 11b).
Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo» (Sal. 119:165).
2.- Salmo 9
Los malos serán trasladados al infierno, Todas las gentes que se olvidan de Dios. (9:17)
Esto algún día llegará a ser una horrible realidad (Mateo 25:31-46; Apocalipsis 14:10; 19:20; 11-15;
21:8).
Salmos penitenciales (6, 32; 38, 51, 102, 130, 143)
Penitencia:
1. Realización de algún acto específico de mortificación, que alguien ejecuta por propia voluntad,
como expresión de dolor y arrepentimiento por sus pecados.
2. Dolor y arrepentimiento que se tiene de una mala acción, o sentimiento de haber ejecutado algo
que no se quisiera haber hecho.
3. Virtud que consiste en el dolor de haber pecado y el propósito de no pecar más.
4. Serie de ejercicios penosos con que alguien procura la mortificación de sus pasiones y sentidos.
5. Acto de mortificación interior o exterior.
David fue el autor de al menos cinco de estos siete salmos penitenciales. Le debemos el 6, 32,38,
51 y 143. 1. Salmo 32 Debemos relacionar este salmocon el 51. Este último describe las emociones
de David cuando confesaba sus pecados de adulterio y asesinato (2 Samuel 11), mientras que éste
presenta sus sentimientos antes de hacer dicha confesión, cuando todavía pesaba sobre él la
terrible carga de la culpabilidad. Pablo cita en Romanos (4:7, 8) los primeros dos versículos de este
salmo para ilustrar la enseñanza de la imputación, una de las grandes doctrinas de las Escrituras.
Por imputación entendemos el acto de una persona que añade algo a la cuenta de otra persona.
Encontramos tres imputaciones principales en la Biblia:
a. La de la naturaleza de pecado de Adán a la humanidad (Romanos 3:23; 5:12).
b. La del pecado del hombre sobre Cristo (Isaías 53:5, 6; Hebreos 2:9; 2º Corintios 5:14-21; 1º Pedro
2:24).
c. La de la justicia de Cristo sobre los pecadores que creen (Filipenses 3:9; Santiago 2:23; Rom 4:6-
24).
2. Salmo 51 Ya hemos visto el trasfondo desde el cual David escribió este salmo.
a. Empieza su gran confesión haciendo lo que Dios espera que haga todo santo que ha pecado:
reconocimiento voluntario de su pecado. El Padre va a aceptar nuestras lágrimas pero nunca
nuestras excusas. David rehúsa culpar a la sociedad, la herencia, la pobreza o el ambiente por su
fracaso.
b. En el versículo 4 declara: «Contra ti, contra ti solo he pecado». En un sentido técnico esto, por
supuesto, no era exactamente así. David había pecado contra sí mismo, contra Betsabé, contra
Urías, contra Israel, que miraba a su amado rey con admiración y respeto. Pero su pecado contra
Dios fue tan serio que todas las demás partes involucradas quedaban como borradas. Pablo cita la
última parte de este versículo para probar la condenación universal de la humanidad (Romanos
3:24).
c. En el versículo 7 David suplica ser purificado (o limpiado) con hisopo. Quizá estaba pensando en
la primera Pascua que el pueblo hebreo celebró cinco siglos antes en Egipto. Sin duda él habría
leído este relato muchas veces:
y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras
familias, y sacrificad la pascua. Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará
en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de
vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. Porque Jehová pasará hiriendo á los
Análisis bíblico
Salmos
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Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y
no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. Éxodo 20:12-13
Salmos Imprecatorios
Imprecar: Proferir palabras con que se expresa el vivo deseo de que alguien sufra mal o daño.
Se usa como sinónimo de maldición.
Hay muchos momentos cuando los salmistas pidieron el Juicio de Dios sobre sus enemigos.
Solicitaron al Señor que:
1. Disputase y pelease contra ellos (35:1).
2. Fuesen avergonzados y confundidos (35:4).
3. Fuesen esparcidos (35:5)
4. El ángel de Jehová los acosara (35:5).
5. Fuese su camino tenebroso y resbaladizo (36:5)
6. La muerte les sorprendiera (55:15).
7. Descendiesen vivos al sepulcro (55:15)
8. Quebrase sus dientes (58~6)
9. Deshiciese sus defensas (58:7)
10. No tuviese misericordia de ellos (59:5).
Entre otras cosas
El problema de estos salmos: ¿Cómo podemos reconciliar estas frases con la enseñanzas de
Jesús en el Nuevo Testamento como aparecen, por ejemplo, en Mateo 5: 44
Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que
os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
Respuestas que se han sugerido para estos salmos:
1. Los salmos son inspirados por Dios y el Espíritu Santo tiene el derecho de denunciar el pecado
y a los pecadores.
2. Esto está en armonía con la ley (Sal 28:4; Jer. 50:15)
3. Tal juicio contra el mal y los malhechores está en armonía con las enseñanzas de Cristo y de las
epístolas (Mt. 18: 6;23;33; 26:24; Gá. 1:8, 9; 5:12; Stgo. 5:3; Jud.13,15; 2º P 2:12, 22; 2º Ts. 2:1O-
12;Ap. 14:10,11).
4. Las Escrituras también contienen maldiciones contra los israelitas por caer en el pecado y en la
idolatría (Lv 26; Deuteronomio 27--28; Is. 5:24, 25; 28:13, etc.).
5. David fue muy indulgente en su vida privada, pero en los Salmos muestra que la causa de Dios
era su causa (Salmo 5:10, 11).
6. Los orientales estaban acostumbrados a usar un vocabulario más fuerte que los occidentales.
Sus denuncias eran más exageradas y sus alabanzas más vehementes.
7. Muchas de las imprecaciones eran el resultado de la solidaridad sentida hacia el herido y el
oprimido (Sal. 10:8-10).
8. Algunos de estos salmos son oraciones pidiendo victoria en la guerra (Sal 144:5-7). Muchas de
las guerras de Israel fueron claramente aprobadas por el Señor.
9. Algunas de las peticiones hacen referencia a predicciones de las Escrituras (Sal. 137:8, 9). El
salmista tiene ante sí una clara profecía donde se predice la caída de Babilonia en estos mismos
términos (ls. 13:16; véanse también Jer. 50:15; 51:6, 36).
10. Algunas tienen que ver con Cristo y los que le traicionaron (Salmos 40, 55, 60). El Salmo 69:22-
25 nos habla del castigo que le caería a Judas. El Salmo 109 ha sido llamado el «Salmo Iscariote».
11. A los inicuos se les ve en los salmos como impíos confirmados o apóstatas. Esto está en
concordancia con la soberanía de Dios y con el carácter profético de los salmos. Muchos de los
salmos miran hacia el futuro juicio terrenal contra los inicuos.
12: Dios manifiesta su gracia en las claras y repetidas amonestaciones que dirige a los malvados
(Sal 2:12).
13. La forma imperativa en que aparecen ciertas expresiones pueden ser perfectamente cambiadas
en futuro sin forzar el sentido del hebreo. Por ejemplo, en vez de «sean avergonzados y
confundidos», bien puede decir «serán avergonzados y confundidos». Esta oración sería entonces
una profecía. (Véase Sal. 109:8-10.)
Una breve consideración de estos salmos:
1. Salmo 35. Este es el primero de los nueve salmos imprecatorios. (Véanse los versículos 1 al 8.)
Debe tenerse también en mente que David había orado primeramente por sus fieros enemigos a
pesar de sus crueldades hacia él (v 12-16). Este es también el primero de cuatro Salmos Iscariotes;
Análisis bíblico
Salmos
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esto es; salmos que describen proféticamente la traición de Judas en el Nuevo Testamento. Los
otros tres son: 41:9;
55:12-14; 109:6-8. Véase en los siguientes versículos la oración imprecatoria en cada uno de ellos:
2. Salmo 55:9.
3. Salmo 58:6-9.
4. Salmo 59:11-15.
5. Salmo 69:22-28. 6. Salmo 83:9-17. . 7. Salmo 109:6-20.
8. Salmo 137. Aquí encontramos una oración imprecatoria doble:
a. Para que Dios juzgue a Edom por su traición durante la caída de Jerusalém a manos de los
babilonios (v 7).
b. Para que Dios juzgue a Babilonia (v. 8, 9).
Nota: no obstante, estas palabras no describen a un ejército israelita corriendo de un sitio para otro
machacando los cuerpos de" bebés babilonios, porque, históricamente hablando, fueron los
babilonios los que conquistaron a Israel y no al revés. Esto puede considerarse como profético en
relación con los persas, porque fueron ellos los que derrotaron a Babilonia. (Véanse Dan. 5; Is. 12:
16.) Aquí aparece la ley divina de la retribución, como se nos enseña también en Éxodo 32:34;
Salmo 7:16; Proverbios 11:19,21, y Gálatas 6:7.
9. Salmo 140. Véanse los versículos 8 al 10 para la oración imprecatoria.
Salmos graduales o ascendentes
A. ¿Quién los escribió?
Una opinión comúnmente sostenida es que fueron compuestos por tres hombres.
1. Ezequías escribió diez de ellos (120, 121, 123, 125, 126, 128, 129, 130, 132, 134).
2. Salomón escribió uno de ellos (127).
3. David escribió cuatro de ellos (122, 124; 131, 133).
B. ¿Por qué fueron escritos?
Muchos creen que la razón de su composición fue la siguiente: sobre el año 700 a.C. Dios sanó de
una enfermedad fatal a un rey judío llamado Ezequías. En Isaías 38 tenemos recogida la oración
de acción de gracias del agradecido rey, compuesta después de su recuperación. En el versículo
20 dice:
Jehová para salvarme; Por tanto cantaremos nuestros salmos En la casa de Jehová todos los días
de nuestra vida.
Algunos eruditos creen que estos cantos de Ezequías son diez de los quince «Salmos graduales
anónimos que tenemos (120-134). Estos salmos tienen ciertamente una cierta semejanza de estiló.
Ezequías pudo haber escrito diez de estos salmos en recuerdo de los diez grados de la sombra del
reloj de sol (2º Reyes 20:9-11), y después fueron agregados cinco salmos no publicados antes,
originales de David y Salomón (véase Pr. 25: 1), para llegar a un total de quince en honor de los
quince años más de vida que Dios le concedió (2º Reyes 21:6).
C. ¿Cómo tenían que ser cantados?
Veamos varias teorías:
1. Según una vieja tradición judía tenían que ser cantados cuando el coro ascendía por la escalinata
semicircular que llevaba al atrio de los hombres en Templo.
2. Lo de «ascendentes» se puede referir a las etapas de la peregrinación a Jerusalem, para ser
cantados por los peregrinos a lo largo del camino en su viaje a la ciudad sagrada durante los días
de las fiestas sagradas.
3. «Ascendentes» se refería a cantos del coro más elevado, a cantores situados en la parte más
alta de un lugar elevado.
4-. La referencia puede ser musical, significando que las notas ascendían gradualmente.
Salmos de aleluya (113-118)
Estos seis salmos se cantaban en la noche de la Pascua.
Los-Salmos 113 y 114 al comienzo de la comida pascual
Los Salmos 115 y 116 al final. Estos fueron seguramente los que cantaron el Salvador y sus
discípulos según Mateo 26:30. Son todavía recitados dieciocho veces al año en Palestina en
ocasión de varias celebraciones, y veintiuna veces cada año por los judíos que viven fuera de la
Tierra Santa.
Salmos históricos (78, 105, 106)
Estos tres Salmos, que describen la historia de Israel, pueden resumirse de la siguiente manera:
Análisis bíblico
Salmos
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1. Los pecados de Israel
2. La gracia de Dios
Salmos alfabéticos o acrósticos (9, 10, 25, 34, 3'1, 111,112, 119, 145)
Se llaman así porque cada línea de estos salmos comienza con una letra sucesiva de las veintidós
que componen el alfabeto griego
El salmo 119 es, por supuesto, el más conocido de este grupo. Tiene veintidós estrofas, y cada
estrofa ocho versículos; con un total de 176. Cada una de estas estrofas comienza con una de las
veintidós letras del alfabeto hebreo. No todos los salmos están completos en este arreglo, a algunos
les falta una letra o más. De lo que resulta que:
A. A los salmos 9, 10, 25 les faltan varias letras.
B. A los salmos 34, 45 solo les falta una letra.
C. Los salmos 37, 111, 112 Y 119 tienen todas las letras.
Es posible suponer que usaron este recurso literario para ayudar a la memoria.
Análisis bíblico
Salmos
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13. Análisis de 2 Salmos
Salmo 8
Al leer los salmos debemos tener en mente varias cosas para poder comprenderlos correctamente:
Primero, considerar el hecho de que son poemas, y por lo tanto son una forma artística de expresar
lo que el autor sintió y pensó en un momento determinado.
Segundo, todos tienen un tema de fondo que hay que interpretar de acuerdo a las normas de
comprensión de textos (hermenéutica), hay algunos que expresan un sentimiento de penitencia
como el salmo 38
Oh Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira. Porque tus flechas han penetrado
en mí, y sobre mí ha descendido tu mano. No hay parte sana en mi cuerpo a causa de tu ira; no hay
paz en mis huesos a causa de mi pecado.
Hay otros salmos de alabanza como el salmo 113
ALABAD, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová. Sea el nombre de Jehová bendito,
Desde ahora y para siempre.
Una tercera cosa que debemos tener en mente al leer un salmo es el contexto histórico que inspiró
al autor, en que circunstancias escribió y también es recomendable comprender las indicaciones
que hace la Biblia al inicio de cada salmo.
Por si fuera poco, se debe tener en mente que existen salmos que pueden tener una segunda
lectura. Ahora bien, si no tomamos en cuenta estas precauciones puede que no comprendamos
correctamente lo que el Señor nos desea enseñar en un salmo específico.
Fíjense que antes del versículo 1 aparece la siguiente indicación Al Músico principal: sobre
Gittith: Salmo de David.
Dice el enunciado Al músico principal, por lo tanto, este salmo era dedicado a la alabanza en el
templo, sobre gittith o mejor dicho sobre Gath y lo escribió David.
Se cree que el contexto histórico de este salmo es 1º de Samuel 17, así es que se debe leer ese
pasaje.
Al leer los versículos 3 y 4 observamos que Goliath era de gath y su estatura era aproximadamente
de 2,70 mts.su armadura pesaba unos 57 kilos y su lanza unos 7. bueno, todos sabemos la historia,
durante 40 días goliath desafió al pueblo, y nadie se atrevió a aceptar el desafió pese a que el rey
había prometido muchas riquezas y la mano de su hija al que lo venciere, hasta que llegó David.
1º Samuel 17:42 Y como el Filisteo miró y vio á David túvole en poco; porque era mancebo, y rubio,
y de hermoso parecer.
43 Y dijo el Filisteo á David: ¿Soy yo perro para que vengas á mí con palos? Y maldijo á David por
sus dioses.
44 Dijo luego el Filisteo á David: Ven á mí, y daré tu carne á las aves del cielo, y á las bestias del
campo.
45 Entonces dijo David al Filisteo: Tú vienes á mí con espada y lanza y escudo; mas yo vengo á ti
en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has
provocado.
46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y quitaré tu cabeza de ti: y daré hoy los
cuerpos de los Filisteos á las aves del cielo y á las bestias de la tierra: y sabrá la tierra toda que
hay Dios en Israel.
47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y lanza; porque de Jehová es
la guerra, y él os entregará en nuestras manos.
Ahora si, leamos el salmo 8
1. OH Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, Que has puesto tu
gloria sobre los cielos!
David reconoce la grandeza de Dios de la única forma que le puede hacer justicia, llevando nuestras
mentes a lo único infinito que podemos percibir en una pequeña parte, el cielo.
2 De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos,
Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.
Ahora David recuerda la ocurrido en la batalla y confiesa que él ante Goliat no era mas que un niño
de pecho y que venció, no por tener la capacidad de hacerlo si no porque Dios lo entregó en sus
manos.
Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y lanza; porque de Jehová es
la guerra, y él os entregará en nuestras manos.
3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste:
4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites?
Pareciera que David esta diciendo Tú, señor, eres tan grandioso y nosotros tan poca cosa y aun así
usted se acuerda de nosotros y está pendiente de lo que necesitamos
Análisis bíblico
Salmos
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5 Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre.
6 Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:
7 Ovejas, y bueyes, todo ello; Y asimismo las bestias del campo,
8 Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar.
Podríamos deja nuestras consideraciones hasta aquí pero este salmo tiene la cualidad de que
podemos hacer de él una doble lectura, veamos:
El Salmo 22, un salmo mesiánico dice
22 Anunciaré tú nombre á mis hermanos: En medio de la congregación te alabaré.
23 Los que teméis á Jehová, alabadle; Glorificadle, simiente toda de Jacob; Y temed de él,
vosotros, simiente toda de Israel.
Es Jesús el que habla y nos llama a alabar a nuestro Dios, por lo tanto, nuestro señor Jesucristo es
el principal músico en el cielo. Ahora bien, el encabezamiento del salmo 8 dice: Al músico principal,
por lo tanto, este salmo está dirigido a nuestro señor Jesucristo. Leámoslo de nuevo
1. OH Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu
gloria sobre los cielos!
2 De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus
enemigos, Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.
Mat 11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado á los
niños.
26 Así, Padre, pues que así agradó en tus ojos.
1Co 1:26 Porque mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne,
no muchos poderosos, no muchos nobles;
27 Antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar á los sabios; y lo flaco del mundo
escogió Dios, para avergonzar lo fuerte;
28 Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es:
29 Para que ninguna carne se jacte en su presencia.
30 Mas de él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y
justificación, y santificación, y redención:
31 Para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Por lo tanto cuando el salmo 8 dice “De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la
fortaleza” está hablando de nosotros que siendo nada por la gracia de Dios somos hechos hijos
Mat 18:3 Y dijo: De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el
reino de los cielos.
4 Así que, cualquiera que se humillare como este niño, éste es el mayor en el reino de los cielos.
3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste:
4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo
visites?
Isa 40:6 Responde: Toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo:
7 La hierba se seca, y la flor se cae; porque el viento de Jehová sopló en ella: ciertamente hierba
es el pueblo.
El Salmo 62:9 responde a la misma pregunta diciendo: “Por cierto, vanidad son los hijos de los
hombres, mentira los hijos de varón: Pesándolos á todos igualmente en la balanza, Serán menos
que la vanidad”.
Otra consideración importante en este punto es el hecho de que la creación del universo significó
la obra de los dedos de nuestro Dios, sin embargo, cuando hablamos del plan de salvación la Biblia
nos habla del brazo de Dios
Isaías 52:10 Jehová desnudó el brazo de su santidad ante los ojos de todas las gentes; y todos
los términos de la tierra verán la salud del Dios nuestro.
Y el hijo del hombre, que lo visites?
Gálatas 4: 4 dice: Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho
súbdito á la ley,
Muchas veces surge la pregunta de por qué Dios envió a su hijo al mundo, por qué no buscar otra
forma de alcanzar la salvación del hombre, han surgido muchas respuestas, una de ellas la
encontramos en la ley del rescate, cuando un israelita pobre se vendía como esclavo solamente un
pariente cercano lo podía rescatar de esa condición. Nosotros éramos esclavos del pecado, por lo
tanto, nuestro señor Jesucristo debió hacerse hombre para ser él nuestro pariente, nuestro
hermano, y así satisfacer esa ley (Levíticos 25)
Análisis bíblico
Salmos
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El catecismo de Heidelberg dice: 14ª PREGUNTA: ¿Podría hallarse alguien, en el cielo o en la
tierra, que siendo simple criatura pagase por nosotros?
RESPUESTA: No; primero, porque Dios no quiere castigar, en otra criatura, el pecado que el
hombre a cometido. Segundo, porque una simple criatura es incapaz de soportar la ira eterna de
Dios contra el pecado y librar a otros de ella.
Salmo 22:1 DIOS mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de
las palabras de mi clamor?
2 Dios mío, clamo de día, y no oyes; Y de noche, y no hay para mí silencio.
3 Tú empero eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4 En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste.
5 Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron.
6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.
Aquí vemos el sufrimiento espiritual de Jesús, en el momento en que cargó el pecado de todos
nosotros. Nos muestra que a lo largo de la historia, todos lo que clamamos a Dios somos oídos y él
nos responde, sin embargo nuestro señor estuvo completamente solo y gracias a su divinidad fue
capaz de soportar ese momento tan terrible para él y sin embargo tan importante para nosotros.
6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.
5 Pues le has hecho poco menor que los ángeles,
Filipenses 2:6 El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual á Dios:
7 Sin embargo, se anonadó á sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante á los hombres;
Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de
lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es á saber, al diablo,
15 Y librar á los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos á servidumbre.
16 Porque ciertamente no tomó á los ángeles, sino á la simiente de Abraham tomó.
17 Por lo cual, debía ser en todo semejante á los hermanos, para venir á ser misericordioso y fiel
Pontífice en lo que es para con Dios, para expiar los pecados del pueblo.
18 Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer á los que son
tentados.
Y coronástelo de gloria y de lustre.
Isaías 53: 11 Del trabajo de su alma verá y será saciado; con su conocimiento justificará mi siervo
justo á muchos, y él llevará las iniquidades de ellos.
12 Por tanto yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto
derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los perversos, habiendo él llevado el
pecado de muchos y orado por los transgresores.
Filipenses 2:9 Por lo cual Dios también le ensalzó á lo sumo, y dióle un nombre que es sobre
todo nombre;
10 Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los
que en la tierra, y de los que debajo de la tierra;
11 Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, á la gloria de Dios Padre.
6 Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:
1º de Corintios 15:25 Porque es menester que él reine, hasta poner á todos sus enemigos debajo
de sus pies.
26 Y el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte.
27 Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice: Todas las cosas son
sujetadas á él, claro está exceptuado aquel que sujetó á él todas las cosas.
28 Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al
que le sujetó á él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos.
Salmo 115:1 NO a nosotros, oh Jehová, no á nosotros, Sino á tu nombre da gloria; Por tu
misericordia, por tu verdad.
17 No alabarán los muertos á JAH, Ni cuantos descienden al silencio;
18 Mas nosotros bendeciremos á JAH, Desde ahora para siempre. Aleluya.
9 Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Salmo 119
Análisis bíblico
Salmos
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Este Salmo es una reflexión sobre la ley; el salmista ve su vida a la luz de ella. Aunque también usa
la forma de lamentación, su énfasis en la ley tiene tanta influencia que se puede considerar el
resultado como aplicación secundaria de la forma de la lamentación. La combinación de la
meditación y lamentación resulta en la exhibición de un israelita de piedad ejemplar en varios
sentidos: 1) En cuanto a la ley que piensa obedecer (vers. 4, 5, 8, 9, 17, 34, 44, 55, 57, 60, 63, 88,
106, 134, 146, 167, 168), guardar (vers. 2, 22, 33, 34, 56, 69, 115, 129, 145), en que medita (vers.
15, 23, 27, 48, 78, 97, 99, 148), aprender (vers. 7, 71, 73), entender (vers, 27, 34, 73, 100, 104,
144), en que se deleita (vers. 16, 24, 47, 70, 77, 92, 143, 174). La antítesis es olvidar (vers. 16, 61,
83, 93, 109, 141, 153, 176), abandonar (vers. 53, 87), o desviarse (vers. 10, 21); 2) reconoce
humildemente que su corazón, que comete errores (vers. 5), depende de la iniciativa de Dios a
buscarlo (vers. 176), y le pide entendimiento (10, 12, 18, 19, 26, 27, 29, 33-38, 43, 49, 64, 66, 68,
73, 108, 124, 135, 144, cp. 171). El salmista no guarda la ley para tener entendimiento, sino que
quiere entendimiento para guardar la ley; 3) es un siervo sufriente que observa la ley, medita en ella
y cuenta con ella, pero que también está despreciado (vers. 22), amenazado por príncipes (vers.
23), se postra en el polvo (vers. 25), rodeado de los lazos de los impíos (vers. 61), calumniado (vers.
69), agraviado (vers. 78), perseguido (vers. 84), etc. (vers. 19, 20, 28, 40, 42, 51, 53, 70, 81-87, 95,
107, 109, 110, 120, 123, 131, 136, 139, 141, 143, 145, 146, 147, 150, 157, 161, 174, 176). En vez
de abandonar a Dios y sus leyes, ora por liberación, misericordia y vida (vers. 8, 22, 25, 28, 31, 39,
40, 41, 58, 78, 79, 80, 86, 88, 94, 107, 108, 116, 117, 121, 122, 132-134, 145, 149, 153, 154, 156,
169, 170, 173, 175); y 4) en medio de sufrimientos opresivos e injustos, el salmista confía en Dios
(vers. 42, 66, 67,114,166) y en sus promesas expresadas en la ley para los que la guardan (vers.
30, 42, 49, 50, 52, 54, 74, 81, 105, 111, 114, 140, 147). No declara su inocencia, sino que confiesa
sus pecados (cp. vers. 42, 44, 46, 68, 118-120, 137, 142, 151). Sus declaraciones de fidelidad a la
ley refuerzan la confianza y a menudo se relacionan con la petición (cp. vers. 94) o el lamento (cp.
vers. 157). Además de las declaraciones de fidelidad al Señor y a su ley, el Salmo incluye promesas
de fidelidad (vers. 8, 15, 16, 44, 93, 106). Este tema reemplaza o se relaciona con la promesa
esperada de alabanza (cp. vers. 171). En fin, la ley da dirección a la vida y la promesa de salvación
en la angustia. Esta requiere fe y aquella obediencia. El salmista reorganiza su vida en el ocaso del
caos y en las arenas movedizas de la muerte mediante su relación con Dios por medio de la ley que
le ofrece luz y una base firme. Este abecedario de oro (Lutero) está gobernado por tres estructuras
típicas: 1) la forma acróstica alfabética (cp. Sal 25, 34, 37, 111, 112, 145; Lm 1, 2, 3, 4; Pr 31:10-
31); 2) el empleo de un sinónimo para ley en cada vers. excepto posiblemente en 3, 37, 90,122: i.e.,
ley, vers. 1; testimonios, vers. 2; preceptos, vers. 4; estatutos, vers. 5; mandamientos, vers. 6;
juicios, vers. 7; palabra, vers. 9, 11; y 3) el uso del género del lamento personal. Algunos críticos
aumentan los sinónimos de ley al incluir palabras como caminos,(heb., derek), vers. 3, 37; fidelidad,
vers. 90; y caminos (heb., ’orach), vers. 15 (v. también vers. 101,104,128). Para combinar la forma
acrósticacon las ocho palabras para ley, el salmistarepite ocho veces cada letra sucesiva,haciendo
así secciones de ocho vers.; pero sólo seis secciones (He, Vav, Jet, Yod, Caf, Pe) emplean las ocho
palabras. Cada sección contiene al menos seis sinónimos de la palabra ley y las arregla en una
secuencia distinta. Las veintidós letras abarcan todas las posibilidades para los ocho sinónimos de
ley. Se puede proceder por el Salmo con la impresión de que la ley, que abarca toda la vida del
santo, es examinada desde todo punto de vista. Además de ser agradable en el sentido estético,
los acrósticos tienden a la instrucción (cp. vers. 1-4) o a la reflexión.
Salmo 119: oración de un perseguido en un mundo lleno de
desprecio a dios y a su palabra
1. El poeta–autor y sus adversarios.
A primera vista y cuando se conoce este salmo sólo por algunos versículos versificados, quizá no
se hace notar este entorno angustioso en que nació. La forma del salmo es muy ingeniosa. Consta
de 22 estrofas, cada una de 8 versículos, todos los cuales comienzan con una de las letras del
alfabeto hebreo. Dado que éste consta de 22 letras, el Salmo 119 suma: 22 x 8 = 176 versículos.
En algunas versiones muy importantes de la Biblia, se menciona sobre o al lado de cada una de las
estrofas, la letra hebrea con que éstas comenzaban originalmente. Así ocurre con la versión Reina–
Valera.
Se trata de un poema especialmente hermoso, según el sentimiento estético en el mundo en torno
a Israel1. ¿Pero puede ser este salmo la obra de un perseguido?
Si reparásemos sólo en esta inteligente técnica poética, fácilmente podríamos considerar el salmo
como «un producto de cuarto de estudio», una curiosa alabanza a la excelencia de la Ley en
general, como puede hacer sospechar el epígrafe en algunas versiones de la Biblia. Pero, cuando
leemos
Análisis bíblico
Salmos
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de corrido un par de veces este salmo, y además nos fijamos especialmente en lo que el salmista
comunica de sí mismo y de sus adversarios, entonces vemos claramente que, a través de este
salmo –el más extenso de todos–, discurre una profunda línea de demarcación entre un perseguido
y sus perseguidores.
El poeta.
Nos da la impresión que el poeta–autor de este salmo fue un hombre bastante joven. En el v. 141,
leemos: «Pequeño soy yo, y desechado». La palabra hebrea (sa’ir) que aquí es traducida por
«pequeño», también puede significar «joven».
Primero, quizá pensó en sí mismo cuando en el v. 9 preguntó: «¿Con qué limpiará el joven su
camino?» Aunque, a este respecto, conviene que tengamos presente, que las Sagradas Escrituras
usan la palabra «joven» también para un cuarentón, 1 R. 14: 21, 2 Cr. 13: 7. También los vs. 99–
100 indican un poeta joven: «Más que todos mis enseñadores he entendido... Más que todos los
viejos he entendido». No se habla así cuando uno mismo ya es anciano.
Entretanto, este hombre joven lo pasaba muy mal. En el v. 50 habla de «mi aflicción», y acerca de
esto cuenta muchos pormenores en el resto de su salmo. Anda abrumado bajo oprobio y
menosprecio, v. 22, y a veces «se deshace en ansiedad », v. 28. Es humillado, vs. 67, 78, 84, 143;
incluso tan gravemente, que clama: «Afligido estoy en gran manera», v. 107. Es perseguido, vs. 84,
161. Sí, puede ser que no haya sido ejecutado como de Brès; pero también ha conocido el peligro
de muerte, v. 87: «Casi me han echado por tierra», cf. v. 95 «Mi vida está de continuo en peligro»,
v. 109. Se le imputa mentira, v. 69, y es tratado injustamente, v. 133. Como consecuencia de toda
esta miseria, se siente un extranjero en nuestra tierra, v. 192. Se ha explicado la especial forma
alfabética del salmo como la obra poética de un preso que, en su prisión, habría acortado el tiempo
con esta ingeniosa sarta de quejas suyas y motivos de consuelo3.
Sus adversarios.
¿Y cómo califica a sus adversarios? Les llama «malignos», v. 115; «soberbios», vs. 51, 69, 78, 85;
«soberbios» y «malditos », v. 21; «inicuos», vs 53, 61, 95, 110, 119, 155. Entre todos éstos hay
hombres poderosos: «príncipes me han perseguido sin causa», v. 161. «Hablaré de tus testimonios
delante de los reyes», v. 46. A este respecto, quizá igual que en el Salmo 2: 2, deberemos pensar
en toda clase de autoridades locales y regionales, cf. Los Salmos I, 5, 3. 138 ss. Con esto, el
salmista pintó un frente israelita interno, pues como en Los Salmos I, 3. 71 ss. hemos visto, los
salmos, al hablar de «impíos» y «temerarios», y similares, no indican paganos, sino gentes de
iglesia que no temían a Dios, miembros desobedientes del pueblo de Dios, israelitas que habían
dado la espalda al SEÑOR y su Palabra. Esto también aparece claro por otros datos de este salmo.
En el v. 53, el salmista se lamenta: «Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan tu
ley» (= la Palabra de Dios en aquel tiempo). Él ha expresado más lamentos de esta clase: en el v.
21, leemos de «soberbios y malditos que se desvían de tus mandamientos». El v. 85 dice: «Los
soberbios que no proceden según tu ley»; y el v. 126: «Han invalidado tu ley». El v. 139 expresa:
«Mis enemigos se olvidaron de tus palabras». El v. 150, recuerda: «Se acercaron a la maldad los
que me persiguen; se alejaron de tu ley»; y el v. 155, manifiesta: «Los impíos no buscan tus
estatutos»; y el v. 158, lamenta: «Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, porque no guardaban
tus palabras».
Además de esto, había también «príncipes»: vs. 23 y 161; y «reyes»: v. 46. Por consiguiente, el
poeta–autor fue perseguido y oprimido por figuras principales en Israel, la iglesia de entonces;
personas importantes dentro del pueblo de Dios de entonces iban en contra del salmista. Lo mismo
que en el caso e David, Elías, Eliseo, Amós, Jeremías y nuestro Salvador con sus apóstoles: todos
ellos perseguidos por sus hermanos; y por «reyes» y «príncipes» en Israel como Saúl, Acab, el
príncipe eclesiástico Amasías, quien desterró de Bet–el a Amós como un pícaro, Amós 7: 13; y las
instancias oficiales posteriores de la iglesia judía, como Anás y Caifás y los sanedritas con su brazo
que alcanzaba hasta Damasco,Hechos 9: 1–2. No conocemos el nombre del poeta–autor del Salmo
119, pero cualquiera de los oprimidos arriba mencionados podría entrar en cuenta para ello. Podría
ser un Jeremías, cuya obra de predicación fue destruida por un príncipe idólatra en Israel, y fue
echada al fuego, Jeremías. 36. Estos profetas y apóstoles, pero sobre todo nuestro Salvador,
pueden haber visto cumplirse nuevamente este salmo en sus vidas, cf. Los Salmos I, 5. 2. 132 ss.
Tanto más,cuando se fijan en lo que el poeta cuenta acerca de los métodos, que sus perseguidores
aplicaron. En esto, muchos justos dolientes después de él deben haber reconocido la forma y
manera de lucha de sus adversarios.
Nuestro poeta–autor no fue combatido con franqueza, sino con medios bajos y furtivos, como la
burla, el desprecio, las mentiras y trampas. «Contra mí forjaron mentira los soberbios», se lamenta,
v. 69; y ora: «Aparta de mí el camino de la mentira», v. 29. Nosotros hablaríamos quizá de una
campaña de mentiras. El pobre salmista se enfrentaba a enemigos secretos: «Los soberbios me
Análisis bíblico
Salmos
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han cavado hoyos», v. 85. Eran perseguidores duros, sin ninguna compasión: «Se engrosó el
corazón de ellos como sebo», v. 70; y también formaban una mayoría fuerte: «Muchos son mis
perseguidores y mis enemigos», v. 157. ¡Y todo esto absolutamente sin fundamento firme!
El Salmo 119 está sencillamente entreverado de manifestaciones de inocencia del salmista. No es
tan difícil señalar más de sesenta de ellas. Transcribiremos algunas: «Príncipes también se sentaron
y hablaron contra mí; mas tu siervo meditaba en tus estatutos», v. 23. «Los soberbios se burlaron
mucho de mí; mas yo he aprendido de tu ley», v. 51. «Compañías de impíos me han rodeado, mas
no me he olvidado de tu ley», v. 61. «Contra mí forjaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de
todo corazón tus mandamientos», v. 69. «Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo
consideraré tus mandamientos», v. 95. «Mi vida está de continuo en peligro, mas no me he olvidado
de tu ley», v. 109. «Pequeño soy yo, y desechado, mas no me he olvidado de tus mandamientos»,
v. 141.
No debemos calificar especialmente de «farisea» esta manera de hablar, pues este tono puede
escucharse en las Sagradas Escrituras con la aprobación de Dios, entre muchos justos, cf. Los
Salmos I, 8. 215 ss. Así habló G. de Brès aún en la escalera del cadalso: –«¡Yo os he predicado la
buena doctrina!» Una obra poética no atemporal. Por tanto, el Salmo 119 no fue en modo alguno
una obra poética atemporal sobre la gloria y excelencia de la Ley, sino un salmo en el que un pobre
sufriente comoJeremías ha podido reconocer,que de por vida debía tropezar conpríncipes políticos
SALMO 119 y eclesiales en Judá, que se juntaron contra él, y le imputaron mentiras; véase, por
ejemplo, Jer. 364. Pero, también el Salmo 119 encontró su cumplimiento supremo en nuestro
excelso Profeta y Maestro, quien fue escarnecido por figuras importantes en la vida eclesial judía
de su tiempo (cf. Mt. 12: 24), y también se encontró frente a sí a «príncipes» como los miembros
del Sanedrín, los cuales le lanzaron sus lazos (= preguntas capciosas), y fueron tan duros como los
adversarios de nuestro salmista;y los siervos de Jesucristo no fueron más que su Señor. La historia
de la iglesia muestra siempre el patrón del Salmo 119: «Príncipes
» que «juntos deliberan» contra justos inocentes que nada prefieren sino honrar a Dios y su Palabra.
Queda fuera del proyecto de este libro comentar este salmo versículo por versículo. Esto no
obstante, sí querríamos sugerir a los lectores de la Biblia: leed cada versículo de este salmo, en
primer lugar, desde la situación del poeta–autor. Entonces veréis desaparecer espontáneamente
la apariencia de «generalidad» y «atemporalidad» que, según idea de algunos, se halla en este
salmo, y oiréis a este salmo hablar un lenguaje ardiente, polémico y testificante, también en el
mundo eclesial de nuestra época que asimismo está llena de abandono de la Palabra; lo cual
queremos hacer ver de la mano de algunos versículos.
2. V. 136: «ríos de agua descendieronde mis ojos, porqueno guardaban
tu palabra».
Nuestro salmista disponía de una larga lista de palabras para designar la Sagrada Escritura de sus
días: la ley del SEÑOR, tus testimonios, tus mandatos, tus estatutos, tu o tus mandamiento(s), tu
palabra, tus causas, la palabra de verdad, tu promesa, tus palabras. Estas expresiones, medidas
en una balanza de oro, se diferencian entre sí y en alguna manera, en significado; pero todas son,
de hecho, sinónimas de la Palabra de Dios. Además, una por una, todas ellas también estaban
igualmente determinadas por el Pacto. Pues, una palabra como«mandamiento» o «mandato», tiene
que ver frecuentemente en las Escrituras no simplemente con alguna orden de Dios, sino que
propiamente designa todo el Pacto de Horeb con la enseñanza (miswah) de Dios, contenida en el
mismo.Comola palabra «testimonio» significa las actas del pacto en el arca; y la palabra «promesa»
indica las promesas de vida, vivir felizmente y la protección real y grandiosa que el SEÑOR prometió
en Canaán a Israel, si guardaba el Pacto del SEÑOR, Lv. 18: 5. En resumen, todas estas
expresiones tienen que ver con la enseñanza que el SEÑOR había dado, por medio de Moisés y
los profetas, acerca de sus pactos y su realeza sobre toda la vida israelita, y el pleito que debió
afectar a su vasallo, Israel, en más de un período de la historia, cf. Los Salmos I, 1. 2. 27 y ss. Esta
enseñanza buena y divina fue negada orgullosamente en los días en que el salmo más largo fue
escrito, por muchos israelitas, y entre ellos por muchas figuras importantes. De esto se queja
constantemente el salmista: «Han invalidado tu ley», v. 126. «Se alejaron de tu ley», v. 150, cf. v.
21, 53, 85. Esto significaba nada menos que los fundamentos bajo la convivencia israelita fueron
rechazados, cf. Sal. 11: 3.
En Los Salmos I, 2. 3. a. 48–56, hemos visto algo del sufrimiento agudo que entró en más de una
casa israelita cuando la Thorá –¡escudo de los pobres!– fue quebrantada. La ruptura de la ley que
el salmista señala, ha ocurrido tan frecuentemente en la historia bíblica, que la expresión «pobre»,
especialmente en los salmos,¡es frecuente que sea otra palabra para significar «justo»! Recuérdese
al hambriento Acab, un nuevo príncipe israelita tan importante que quebrantó la Thorá y precipitó
en la desdicha a Nabot junto con su familia. Cierto, el salmista también se enfadó por esto, y quedó
Análisis bíblico
Salmos
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profundamente afectado: «Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, porque no guardaban tus
palabras», v. 158. «Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan tu ley»,
v. 53. La ortodoxia fría permanecía brotando a veces en esta indignación y horror, pero el salmista,
por causa de la apostasía de su confraternidad, también derramó lágrimas amargas: «Ríos de agua
descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley», v. 136.
Llorar por la iglesia, también lo hemos visto hacer al poeta– autor del Salmo 74. Por semejantes
quejas, el Salmo 119 se coloca en la fila de Lamentaciones por Sión, y el poeta muestra un espíritu
afín al de los autores del libro de Lamentaciones.
También nuestro Salvador «tuvo compasión» de las multitudes, al verlas desamparadas y dispersas
como ovejas sin pastor, Mt. 9: 36, cf. 23: 37; y para aquellos que tienen pena por la desolada
situación de la Cristiandad actual, el Salmo 119 está, pues, plenamente de actualidad. 3. V. 172:
«HABLARÁ MI LENGUA TUS DICHOS». La tristeza del salmista por el desprecio de la Palabra de
Dios debe haber sido para él muy amarga, porque amaba profundamente
a las Sagradas Escrituras. «Mi lengua cantará tu palabra». Pues bien, ¡ya lo ha hecho! Desde el v.
4 se dirige directamente al SEÑOR, de modo que su salmo forma una oración de 173 versículos o
346 líneas, ¡y únicamente en seis de ellas no menciona la Palabra de Dios!6 En efecto, su salmo
es un Himno de Alabanza a la Palabra de Dios. Aquí siguen, como ejemplo, algunas de esas
expresiones de alabanza: Bienaventurados los que hacen lo que enseña la Thorá, v. 1. Los juicios
de Dios son justos, vs. 7, 62, 106, 164. Los juicios de Dios son buenos, v. 39. Toda tu palabra es la
verdad, vs. 43, 142, 151, 160. Todos los juicios de Dios son justos, vs. 75, 123, 138, 144. Todos tus
mandamientos son verdad, v. 86. La palabra de Dios permanece para siempre, vs. 89, 152, 160.
Cielo y tierra descansanen la palabra de Dios, vs. 90–91. Tu mandamiento es amplio sobremanera,
v. 96. Tus mandamientos hacen sabio, v. 98.
Tus mandamientos dan perspectiva, vs. 100, 104, 130. Tu Palabra es lámpara a mi pie, v. 105.
Maravillosos son tus testimonios, v. 129. La expansión de tus palabras alumbra, v. 130.
Tus juicios son rectos, v. 137. Tu palabra es sumamente pura, v. 140. Mucha paz tienen quienes
aman tu ley, v. 165. ¡Y el salmista veía a esta buena Palabra de Dios rechazada por muchos en
torno a él! Como actualmente en la Cristiandad moderna se manifiesta cada vez más el hombre de
pecado, el hijo de perdición, el adversario, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama
Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios (la Cristiandad) haciéndose pasar
por Dios», 2 Ti. 2: 3–4. Las palabras de alabanza que el salmista anteriormente dedicaba a la
Palabra de Dios, muchos actualmente se las dedican a las ciencias, y llegan a decir: –«¡Maravillosa
es la ciencia!; ella esparce luz, etc., etc». Así es como con el salmista nos encontramos
constantemente ante el mismo frente o dilema: Sabiduría divina, o sabiduría humana. De nuevo un
ejemplo de que el Salmo 119 no menciona versículos generalmente piadosos, sino que hace oír
alabanza polémica a la Sabiduría de Dios frente a la presunción humana; también a la del hombre
moderno y soberano.
Obras consultadas para la elaboración de este documento.
1. Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, por Vila/Escuain.
2. Diccionario de la Santa Biblia, por w.w. Rand.
3. Salmos, por Matthew Henry.
4. Comentario Exegético de la Biblia, por Jamison, Fausset y Brown.
Análisis bíblico
Salmos
Página 30 de 30
5. Compendio Manual de la Biblia, por Henry Halley.
6. Joyas de los Salmos, por F.B. Meyer.
7. Salmos FeLiRe
8. El Tesoro de David C. Spurgeon

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Estudio de salmos 2

  • 1. Chillán, miércoles, 7 de junio de 2017 Análisis bíblico II LOS SALMOS El Himnario de los hijos del Pacto
  • 2. Análisis bíblico Salmos Página 2 de 30 Los Salmos Himnario de los hijos del Pacto 1. Importancia del salterio Sería difícil exagerar, tanto para el judío como para el gentil, la significación del libro de los Salmos. En él se reflejan los ideales de la piedad religiosa y la comunión con Dios, del dolor por el pecado y la búsqueda de la perfección, del caminar en la oscuridad sin temor, guiados por la lámpara de la fe; de la obediencia a la ley de Dios, de la delicia de adorar a Dios, de la reverencia por la Palabra de Dios; de la humildad bajo la vara de la corrección, del saber confiar cuando triunfa la maldad y prospera la iniquidad, de mantener la serenidad cuando arrecia la tormenta. Los poetas hebreos recibieron inspiración para hacer suyos estos conceptos y experiencias espirituales y utilizarlos como temas de sus canciones. No obstante, debe tenerse en cuanta que “los salmos son poemas, y poemas destinados a ser cantados, no tratados doctrinales, como tampoco sermones” de ahí el título hebreo de Salmos, te hillîm, “canciones de alabanzas” Y que, además, daban expresión a la religión de Israel, de la cual los salmistas eran herederos, y no simplemente a sus experiencias religiosas personales, Por ello Salmos pertenece a todos los creyentes, judíos y gentiles por igual.
  • 3. Análisis bíblico Salmos Página 3 de 30 2. La formación del salterio Generalmente se ha descrito al libro de los Salmos como “el himnario del segundo templo”, y en rigor de verdad esta es la descripción exacta, Sin embargo, el título de referencia podría resultar confuso si se interpreta que significa que todos los salmos fueron escritos en el período del exilio o el posexílico. Es importante observar que este tipo de literatura no se limita únicamente al salterio en el A.T. sino que está representado en muy diversos períodos de la historia hebrea. Aparece entre los hebreos ya en el periodo del éxodo (Ex. 15), y otro ejemplo nos llega de un período posterior, pero relativamente cercano, a la invasión de Canaán bajo el liderazgo de Josué (Jueces 5). El salmo de Ana (1 Sam. 2:1-10) aparece al final del período de los jueces. La literatura profética preexílica también ofrece ejemplos de salmos compuestos en esos tiempos (Oseas 6: 1-3; Isaías 2: 2-4; 38: 10-20; Jeremías 14: 7-9; Habacuc 3: 1 y siguientes, etc.). Del período posexílico nos llegan pasajes como el de Esdras 9: 5-15 y Nehemías 9: 6-39, que transportan insistentemente la memoria a muchos de los salmos. Por lo tanto, es evidente que el salterio no constituye un fenómeno literario aislado. Más aun, entre los babilonios y los ciudadanos de Ugarit existía este mismo tipo de poesía, como lo demuestran las tablillas de Ras Shamra. El salterio veterotestamentario es una colección de poemas típicos de un estilo literario que los hebreos, lo mismo que otras culturas, usaron desde por lo menos el éxodo hasta bien entrado el período posexílico o del segundo templo. Y, por supuesto, si se tienen en cuenta los salmos no canónicos, es evidente que esta forma literaria persistió entre los judíos hasta muy avanzada la era cristiana. a. Paternidad literaria Las tradiciones judías consideran que el libro de los Salmos fue recopilado por el Rey David. El Midrash1 relata que D-os le dijo a David que por más que no iba a ver el Templo de Jerusalén (construido por su hijo Salomón), iba a estar presente por medio de la recitación diaria de sus salmos. De hecho, hasta el día de hoy se recitan en la plegaria matutina los Salmos que fueron cantados por los levitas cada día en el Templo durante los servicios. Se atribuyen a David no menos de 73 salmos. Otros autores que se nombran en los títulos son Asaf (50; 73-83); los hijos de Coré (42-49; 84-85,87-88), Salomón (72; 127), y Hemán (88), Etán (89), ambos ezraítas, y Moisés (90), a quienes se les atribuye un salmo cada uno. Muy a menudo se ha negado la paternidad literaria davídica de muchos salmos, argumentando que el salmista David de aceptación popular no se asemeja en absoluto al David guerrero de los libros de Samuel y Reyes. También se puede argumentar que la atribución “de David” no constituye necesariamente una indicación de paternidad literaria, sino simplemente un encabezamiento para indicar que ciertos salmos estaban destinados a algún ritual real para el “David” (el rey davídico) del momento. Sin embargo, sísabemos que David era músico(1º Samuel 16:14 y siguientes) y poeta (2º Samuel 1:17 y siguientes; 3: 33 en adelante). Por otra parte, ha habido intentos de algunos estudiosos de refutar la paternidad literaria davídica atribuida a 2º Samuel 22: 1 y siguientes; 23:1-7, y de eliminar las palabras “como David” de Amos 6:5 (donde se hace referencia a la tradición de David y su música y canciones unos 300 años después de su muerte). Además, el N.T. No solamente acepta, sino que fundamenta argumentos a la paternidad literaria davídica de estos materiales. Este himnario del segundo templo contiene material muy antiguo. Esto de ninguna manera debe sorprender si se tiene en cuenta que las tablillas de Ras Shamra demuestran que, cuando Israel invadió Canaán, el tipo de poesía representado en los Salmos constituía ya una tradición largamente establecida entre los habitantes de Ugarit. Por lo tanto, el canto de Moisés en Éxodo 15, y el de Débora (Jueces 5), no constituían casos aislados ni ejemplos sin precedentes en la poesía semítica. La paternidad literaria mosaica y salomónica a que se hace referencia en los títulos de tres salmos indica que la antigua religión del tabernáculo y el primer templo seguramente requería música sagrada. La religión en los días de Amos (5: 21- 23) e Isaías (30: 29), durante el exilio (Salmos. 137- 1 y siguientes) y el período que siguió al retorno, y la edificación del segundo templo, indudablemente también requería cantares solemnes. No obstante, es el lugar prominente de rey en el salterio lo que ha obrado en forma más decisiva para convencer a los estudiosos recientes de que el período clásico de composición de salmos fue la monarquía, es decir desde David hasta el comienzo del exilio. b. Organización El salterio tal como lo conocemos hoy se compone de cinco libros. Esta división se remonta a la versión de la LXX, que fue comenzada allá por el siglo III a.C. Se puede distinguir fácilmente cada 1 Compilación de enseñanzas midráshicas en forma de comentarios legales, exegéticos u homiléticos del Tanaj (Biblia hebrea)
  • 4. Análisis bíblico Salmos Página 4 de 30 sección porque cada libro termina con una doxología2 . Las doxologías son breves con excepción de la que cierra el libro V; en este caso se dedica un salmo entero a la doxología final. Las cinco divisiones del salterio son las siguientes: libro I, Sal. 1-41; libro II, Sal. 42-72; libro III, Sal. 73-89; libro IV, Sal. 90-106; libro V, Sal. 107-150. Muchos han percibido en esta quíntuple división un intento por imitar la división de la Torá, o Pentateuco, en cinco libros. Diversos rasgos sugieren que estaban ya en uso colecciones separadas de salmos antes de realizarse la compilación final. Por ejemplo, ciertos salmos, en su totalidad o en parte (especialmente salmo 14 y 53; salmo 40: 13-17 y salmo 70, 57:7-11 más el 60:6-13, para formar el salmo 108), aparecen más de una vez en el salterio, más aun un grupo considerable (del 42 -83) habla predominantemente de “Dios” mas bien que del “Señor”, mientras que otros conjuntos (1-41; 84-89; 90-150) revelan una preferencia opuesta aun en salmos atribuidos a algunos de los autores del grupo anterior (42-83). Además, salmo 72:20 evidentemente marcala conclusión de un conjunto particular de salmos davídicos, pero de ninguna madera incluye toda la producción de David, como lo demuestra el resto del salterio. Parecería probable como sugieren diversos estudiosos, que la penúltima etapa en la compilación del salterio fuel el agrupamiento de distintas series de salmos en tres salterios principales, quizás usados en distintos centros o períodos, como sigue: a) salmos davídicos 3-41 ó 2-41, que prefieren el nombre divino Yahvéh (el señor); b) salmos del 42-83 (“salterio elohístico”) de Coré, Asaf y David, donde predomina el terminos ‘elōhîm ( plural mayestático, o el superlativo de Dios) (grupo al cual se le agregó un apéndice, 84-89, en el que prevalece “Yahvéh”); c)colecciónde salmos mayormente anónimos, 90-150 (donde nuevamente aparece “Yahvéh”), que contiene ciertos conjuntos que se distinguen por ciertos temas o usos (por ejemplo la majestad real de Dios, 93-100; “Hallel egipcio”, 113-118, asociado tradicionalmente con la pascua; los cánticos graduales, 120-134; los salmos finales de aleluya, 146-150). Finalmente, desde este punto de vista, para coincidir con los libros de Moisés, las tres colecciones fueron subdivididas para formar 5, y el salmo uno (o uno y dos) se colocó al principio como introducción al todo. 2 El término doxología se usa para indicar la propiedad de dar gloria a Dios que debe tener el lenguaje teológico para ser auténtico. En cuanto a la liturgia, indica la oración de alabanza dirigida al Dios de los cristianos
  • 5. Análisis bíblico Salmos Página 5 de 30 3. Terminología técnica del salterio La Biblia hebrea (Tanaj) lo denomina te hillîm o sefer te hillîm, forma plural del nombre tehillah, que significa himno o alabanza. También usa, al inicio de 57 salmos, la palabra mizmor, que se emplea para hablar de un poema que se canta y es acompañado por instrumentos de cuerda. El título salterio viene de la LXX A Psalterion, mientras que “Los Salmos” viene de la LXX B (Psalmoi), o de la Vulgata (Liber Psalmorum). Además del título original dado al libro entero, la mayoría de los salmos individuales tienen distintos encabezamientos. Sin embargo, dado que muchos de los términos técnicos en los títulos y en otras partes de los salmos ya resultaban obscuros para los traductores judíos de la LXX (y siguientes III al II a.C.), cualquier comentario tiene que ser tentativo. Designaciones técnicas de los salmos. El término más frecuente es mizmôr, “salmo”, palabra que sugiere el uso de acompañamiento instrumental. “Canción” es un término más general, no limitado al culto. En el salterio a menudo está ligado amizmôr (P. ej. 48, título), y hay quince “cánticos graduales” (120-134), probablemente canciones de peregrinos o, de otro modo, canciones para las procesiones vinculadas conlas fiestas. Y otros títulos son “oración” (17; 86; 90; 102; 142), “alabanza” o “doxología” (145) Sobre Nehilot: término hebreo que algunos traducen como: "para flautas" o "para instrumentos de viento". Sobre Seminit: expresión musical hebrea que algunos traducen como "para instrumento de ocho cuerdas". Alusión a un personaje y a un episodio que no aparecen mencionados en los relatos históricos referentes a David. Sigaión es un término hebreo que puede ser traducido como "lamentación". “Sigaión (sal. 7; Hab. 3:1, plural). Este último término no nos resulta claro; se lo ha vinculado con vagar o tambalear, y con el aullar o lamentar. Pero tanto el Sal. 7 como Hab. 3, aunque enfrentan situaciones desesperantes, reaccionan ante ellas con extraordinaria fe y esperanza Sobre Gitit: Podría tratarse de un instrumento musical o de una melodía procedente de la ciudad filistea de Gat (Sal 81, 84) Sobre Mut-labén: traducción probable, con instrumentos de música. Mictam: Epigrama". Es decir, Composición poética muy breve que expresa un solo pensamiento ingenioso o satírico con gran precisión y agudeza, sin embargo, algunos lo interpretan a veces como "oración en voz baja", o "poema" (Sal 16, 56, 57, 58, 59, 60). Seis salmos se denominan miktam, interpretado por la LXX como “inscripción”, y avmg (casi igualmente improbable) como “salmo de oro” (de ketem, “oro”). Masquil: término hebreo cuya traducción probable es "instrucción"; el significado exacto se desconoce. Tal vez se refiere a una composición poética de contenido sapiencial, destinada a transmitir una enseñanza Trece salmos llevan el encabezamiento maskîl, que parecería decir, “revistiendo de sabiduría o habilidad”, los salmos de referencia (32; 42; 44-45; 52-55; 74; 78; 88- 89; 149) reflejan experiencias sumamente escarmentadoras, aunque con una notable excepción (45). Sin embargo, el título podría no referirse al contenido o contexto del salmo sino más bien a su estilo literario. Tenemos que confesar nuestra ignorancia. Alamot: Palabra de significado incierto; ha sido traducida como oboes o voces de tono alto Sobre Mahalat: o para la enfermedad: traducción poco segura de un término técnico que vuelve a aparecer en Sal 88 n. Algunas versiones antiguas traducen en coro. Al músico principal: Hay 55 Salmos de la época de David que tienen este encabezado. El músico principal ciertamente era el conductor del coro en el Templo. Por lo tanto podemos ver en este personaje una alusión al Señor Jesús mismo, quien dirige las alabanzas en medio de la asamblea (comparar Salmo 22:22; Hebreos 2:12). Himno o canto de alabanza a la gloria y a la bondad de Jehová, que exalta a los pobres. Con este salmo comienza una colección de seis himnos (113--118) que la literatura rabínica llama "Halel", palabra vinculada con la exclamación religiosa "Aleluya", "¡Alabad a Jehová!" Estos salmos se cantaban en las principales fiestas culturales de Israel, especialmente en la celebración de la cena pascual Selah: La palabra Selah se encuentra setenta y una veces en los Salmos y tres en el cántico u oración de Habacuc, en el texto hebreo. Los traductores de la Vulgata omitieron esa palabra al poner la Biblia en lengua latina; pero en nuestra versión llamada de Valera, encontramos la palabra Selah las mismas veces y en los mismos sitios que la empleó el texto hebreo. En la versión griega llamada de los Setenta, la palabra se traduce por diapsalma, o nota para el canto, con la cual se indicaba pausa o elevación de voz, o mudanza de tono. Aleluya: Alabemos a Dios. Adonay: Mi Señor. El Saddai: Todopoderoso
  • 7. Análisis bíblico Salmos Página 7 de 30 4. Enfoque litúrgico del salterio Etapa culminante en la investigación moderna del salterio fue la obra de H. Gunkel en las primeras décadas del siglo pasado. Para él resultó de suma importancia comenzar por hacer una distinción entre las diferentes clases de salmos a tendiendo a: a. las distintas situaciones cúlticas que les habían dado origen (“algún” servicio religioso concreto”, antes que algún acontecimiento en la historia de la nación o en la vida del escritor); b. los pensamientos o disposición de ánimo que ciertos salmos pudieran tener en común; c. la repetición de los diversos rasgos de estilo, forma e imágenes para llegar a los distintos propósitos enunciados. Descubrió los siguientes tipos principales de salmos: himnos de alabanza, acciones de gracias personales, lamentos colectivos y lamentos personales. Además, había categorías tales como liturgias iniciales, bendiciones y maldiciones, salmos de sabiduría, salmos reales; había también tipos mezclados. Su clasificación ha merecido aceptación general, y rara vez se ha cuestionado su insistencia en la importancia de este modo de encarar la cuestión. Gunkel consideraba que la mayoría de los salmos canónicos eran descendientes literarios de la salmodia original de Israel, mientras que S. Mowinckel pensaba que eran producto del culto viviente. Se dedicó a reconstruir los ritos y las festividades de Israel sobre la base de las pistas independientemente de toda confirmación en el Pentateuco. Sus primeros estudios de los salmos, en la década de 1920, daban singular importancia u una postulada festividad de la coronación de Yahvéh como Rey, supuestamente celebrada en año nuevo en forma similar al festival akitu de Babilonia, que dejó sus rastros en alrededor de cuarenta salmos y en la formación de la escatología veterotestamentaria. Esta iniciativa fue prontamente seguida, a veces en forma excesiva, por otros eruditos, notablemente por la así llamada escuela de especialistas británicos y escandinavos en mitos y ritual en la década de 1930, que se valieron en gran parte de la religión comparada para construir en detalle un drama cúltico que describía luchas todo lo cual explicaba muchos de los gritos de angustia o triunfo en el salterio y la mayoría de las referencias a mares y manantiales, enemigos y monstruos, derrota y victoria, y los atributos y actividades del rey. No todos los entendidos, sin embargo, que re reconocen deudores de Mowinckel están de acuerdo con él en todos los detalles o (aun menos) con aquellos que han llegado a extremos en la aplicación de sus métodos. El mismo Mowinckel da menos importancia al tema de la ascensión del rey en sus escritos posteriores que en sus primeros estudios, y otros estudiosos que destacan la influencia de festividad de año nuevo sobre el salterio entienden que el aspecto principal de la misma está relacionado con la renovación del pacto (A. Weiser) o la reafirmación de la elección de Sión y la casa de David por parte de Dios (H. J. Graus). No obstante, el legado de Gunkel y Mowinckel perdura, en la atención que la mayoría de los comentaristas presta a la labor de asignar cada salmo a la clase que le corresponde, y en la consideración de casi todo el material como eclesiástico. Esto difiere del punto de vista de que los salmos fueron reunidos y utilizados para el culto, y en muchos casos escritos expresamente para tal fin. Con dicho punto de vista no puede haber discrepancia. Por el contrario, supone que aun aquellos salmos que confesadamente nacieron de episodios en la vida de David (p. ej. La mayor parte de los Sal. 51-60), o que el NT considera como de su pluma (p. ej. Sal. 16; 69; 109-110), surgieron por el contrario de los dramas cúlticos , o fueron compuestos anónimamente en forma de piezas fijas para situaciones de culto que podrían presentársele al individuo, al rey davídico, o a la congregación. Así el salmo 51, no obstante la mención introductoria de que forma parte del texto hebreo, no se considera como la oración de David después de su pecado con Betsabé, y el Sal. 110, a pesar de la referencia que hace nuestro Señor quien así lo declara en Mr. 12:36, Sin embargo, dentro de esta escuela dominante de interpretación, existe una diversidad de opiniones en cuanto a la correcta clasificación de determinados salmos, y se habla con más confianza acerca de quienes no escribieron los salmos que de los que sí lo hicieron. El intento de ubicar los salmos dentro del marcoque les corresponde debiera regirse, según nuestro entender, por los elementos evidénciales en cada caso particular. Aquí se han de incluir las características internas a que se han referido Gunkel y sus sucesores, pero acordando el peso debido, además, a las manifestaciones en los títulos y otras escrituras, donde existan. También ha de tener en cuenta el hecho de que el salmista podría hablar (como lo señaló Pedro en Hch. 2:30 y siguientes) como“profeta”, con conciencia de las promesas divinas, y previendo lo que había mucho más allá de su propio horizonte.
  • 8. Análisis bíblico Salmos Página 8 de 30 5. La teología del salterio 1. La médula de la vida religiosa de los salmistas era sin lugar a dudas su conocimiento de Dios. No se cansan de cantar acerca de su majestad en la creación. En todas sus1 obras en cielos, tierra, y mar, se ha hecho conocer como el Dios omnipotente, omnisciente, y omnipresente. Es también el Dios de toda la historia, que va guiando todas las cosas hacia la meta final que se ha propuesto alcanzar. Pero este Soberano de toda la tierra, este Rey de reyes, es también el supremo Legislador y Juez, defensor de todos los oprimidos, a la vez que su Salvador. Por lo tanto, es misericordioso y fiel, justo y recto, el Santo a quien hombres y ángeles adoran. Pero el Dios de los salmistas es también, en forma única, el Dios de Israel. El Dios que se reveló a Abraham, Isaac y Jacob, que por medio de Moisés libró a Israel de Egipto, estableció un pacto con ellos y les entregó la tierra prometida, sigue siendo el Dios de Israel, el Señor y Defensor del pueblo elegido. Teniendo un concepto tan elevado de Dios, no puede causar sorpresa que los salmistas encontrasen su principal deleite y privilegio en la oración a Dios. En las oraciones de los salmistas se advierte una sensación de franqueza, de espontaneidad, de cercanía que nos demuestra que para ellos la oración era algo muy real. Creen en su providencia, confían en su presencia, se regocijan en su rectitud, descansan en su fidelidad y se apoyan en su cercanía. En sus oraciones alaban, peticionan y disfrutan de comunión con su Dios, hallando en él refugio de la enfermedad, de la necesidad, de la pestilencia, de la calumnia, y se humillan bajo su poderosa mano. En el desenvolvimiento de la vida de la comunidad su comportamiento se caracteriza por la fidelidad a Dios, la reverente obediencia a la ley, la bondad hacia los oprimidos, y la alegría en el culto del pueblo de Dios. 2. Frente a este fondo de fe y obediencia, los salmos imprecatorios (véase especialmente 35:1– 8; 59; 69; 109) parecerían ofrecer un escollo de tipo moral. Se encuentran oraciones similares en las que se pide venganza en Jeremías 11:18 y siguientes; 15:15 y siguientes, 18:19 y siguientes, 20:11 y siguientes. La idea fundamental en estos pasajes del salterio, donde se invocan maldiciones y castigos vengativos sobre el enemigo, se expresa en 139:21 y siguientes, “¿No odio?, oh Jehová, ¿a los que te aborrecen?... Los tengo por enemigos”. Lo cual significa que los salmistas se sienten impulsados por el celo para con el Santo de Israel, quien debe ejercer la retribución en el orden moral imperante en el mundo. Por detrás de las imprecaciones se advierte un reconocimiento de la autoridad moral divina en el mundo, la creencia de que el bien y el mal tienen sentido para Dios, y que por lo tanto en un mundo moral debe aplicarse el juicio tanto como la gracia. Por consiguiente, era natural, para hombres que vivían bajo la dispensación de la ley, que orasen por la destrucción de los enemigos de Dios por medio del juicio, aunque hoy los creyentes que viven en la dispensación de la gracia oran por todos los hombres a fin de que sean salvos, aún cuando siguen creyendo en la realidad de un juicio inmediato además de un juicio venidero. También debe recordarse que, si bien es cierto que los salmistas se daban cuenta de las tensiones existentes entre la justicia y la injusticia, entre el pueblo de Dios y los enemigos de Dios, hasta ese momento no se conocía la noción del juicio en sentido escatológico, no poseían tampoco ninguna doctrina respecto a un estado futuro en el cual los impíos serían castigados y los piadosos recompensados. Por consiguiente, si la vida de justicia ha de ser reivindicada, ha de serlo ahora, si la maldad ha de ser castigada. Tendrá que ser castigada ahora. Porque cuando el hombre justo oraba por la destrucción de la maldad, en su mente no diferenciaba entre el impío y su impiedad. Para el hebreo justo, era impensable la destrucción del primero sin el segundo. Incluso resultaba difícil, si no imposible, para algunos salmistas hacer distinción entre el impío y su familia. Todo lo que pertenecía al hombre impío estaba comprometido con él en su impiedad. El cristiano, pues, debe tener presente estas cosas cuando lee estos salmos imprecatorios, y no restarles la significación que puedan tener. Por lo menos constituyen una seria advertencia acercade la realidad del juicio en este mundo moral, y revelan el ardiente celo por la causa de la justicia que inflamaba los corazones de algunos de los salmistas, y su negativa a condonar el pecado. 3. ¿Tiene el salterio alguna teología respecto a una vida futura? Aquí la respuesta es que no. Hay una esperanza pero no una creencia absoluta en cuanto al futuro. En el salterio no se percibe ninguna referencia segura a la resurrección. Es posible que se adviertan destellos de revelación o discernimiento en cuanto a la vida en el más allá, pero no existe ninguna afirmación que se parezca a un artículo de fe de carácter religioso. Puede ser que se descubra el germen de una esperanza de esta naturaleza en los salmos 16-17; 49; 73, pero no pasa de ser una simple esperanza. En ninguna parte se vislumbra que algún salmista manifieste una firme creencia en la resurrección. 4. Los salmos mesiánicos: Uno de los factores más importantes en la supervivencia nacional de Israel ha sido la esperanza mesiánica. Esta esperanza se funda en el retorno de la era de David, cuyo reinado en el pasado marcó la edad de oro en la historia de Israel; y es precisamente contra
  • 9. Análisis bíblico Salmos Página 9 de 30 este fondo que debe apreciarse la esperanza mesiánica en el salterio. La descripción del Mesías que emerge del salterio tiene un doble aspecto. En primer lugar, como el Mesías ha de ser descendiente de la dinastía davídica, ha de ser el Rey de la era mesiánica. En el salterio se ve un rey mesiánico divino contra el cual las naciones se rebelarán en vano (Sal. 2). La era mesiánica se describe en el Sal. 72, mientras que en Sal. 2 se describe el reino como un reino universal que pertenece a Dios, pero sobre el cual el Mesías gobierna en íntima asociación con el Señor. En el Salmo 110 el Mesías es Rey, Sacerdote y Vencedor, y está sentado en gloria a la diestra de Dios. El salmo 45 habla de dominio eterno, mientras que el salmo 72 destaca la universidad del gobierno mesiánico. Pero en segundo lugar, el salterio prepara, también, la mente del hombre para un Mesías sufriente. Isaías 53 tiene su contrapartida en el salterio. El Hijo ungido de Yahvéh, el Rey-sacerdote cuyo trono ha de permanecer para siempre, y cuyo reinado de paz y justicia será causa de bendición para todas las naciones, ha de someterse a terribles padecimientos (sal. 22; 69, etc). Sin embargo, sólo cuando Cristo interpretó el salterio a los apóstoles estos salmos, y otros similares, fueron considerados mesiánicos (Lucas 24.27-46). Solamente en la medida en que el Señor esclareció el entendimiento de los discípulos pudo la iglesia comprender el significado de estos pasajes en el salterio y consagrarlo como el himnario y libro de oraciones de la iglesia.
  • 10. Análisis bíblico Salmos Página 10 de 30 6. El cristianismo y el salterio Aparte de las cualidades religiosas y devocionales inherentes de los Salmos existen factores que han impulsado a la iglesia cristiana a adoptar el salterio como su libro de oraciones. 1. Está el hecho de que el salterio ocupó un lugar preponderante en la vida y las enseñanzas de nuestro Señor. Seguramente era el libro de oraciones que usaba en los servicios de la sinagoga, y su himnario para las fiestas que se celebraban en el templo. Lo utilizaba en sus enseñanzas, enfrentó con él la tentación, canto el Hallel al finalizar la última Cena, lo citó desde la cruz, y murió con él en sus labios. 2. Además, desde los primeros tiempos el salterio ha sido a la vez el himnario y el libro de oraciones de la iglesia cristiana. Algunos de sus grandes himnos de alabanza han tenido por modelo los salmos (Lc. 1:46 y siguientes; 68 y siguientes; 2:29 y siguientes). El salterio sirvió de inspiración a los apóstoles en momentos de persecución (Hch. 4:25 y siguientes), fue incorporado en su predicación (Hch.2:25 y siguientes; 13:33), fue utilizado por ellos para proclamar sus más profundas creencias con respecto al Señor (Heb. 1:6, 10-13; 2:6-8; 5:6; 10:5-7). En todas las edades la iglesia ha encontrado en el salterio “ una Biblia en miniatura” (Lucero), o “la Biblia dentro de la Biblia”. Y si bien es cierto que esta “Biblia en miniatura” tuvo su origen en la iglesia judaica, y está íntimamente relacionada con el Antiguo Testamento, sin embargo, por cuanto ha sido iluminada por la luz que irradian los evangelios, la iglesia cristiana la ha adoptado y la utiliza también en su acercamiento a Dios, a quien rinde culto y adoración eternamente.
  • 11. Análisis bíblico Salmos Página 11 de 30 7 El propósito del libro a) Propósito general El libro de los Salmos es el primero y principal de la tercera parte de la Biblia hebrea, la que se denomina “los escritos” (del hebreo ketubim). La expresión “salmos” que leemos en Lucas 24:44, probablemente se refiera a toda esta tercera parte del Antiguo Testamento. La palabra hebrea es tehillim, es decir alabanzas (del hebreo hillil, que significa alabanza; compárese con la palabra hallelujah). La palabra salmo, que designa una alabanza particular, tiene su origen en el griego y significa canto con acompañamiento instrumental o ejecución de instrumento de cuerdas. Los Salmos hablan al lector de la Biblia de una manera muy particular, porque los sentimientos de aquellos hombres que temían a Dios son expresados, ya sea en oraciones, confesiones, alabanzas o expresiones de dolor, más abundantemente que en otros libros de las Escrituras. El lector de la Biblia podrá verse reflejado en muchas de estas circunstancias, por lo que será especialmente atraído y enseñado por los Salmos. b) Carácter profético de los Salmos Sin embargo, lo que hemos visto en el punto anterior no agota el mensaje sustancial de los Salmos, puesto que los salmistas no sólo describen sus propios sentimientos. El Espíritu de Cristo ha trabajado en ellos, ha compartido con ellos tristezas y gozo y ha estado en ellos (léase Isaías 63:9; 1.ª Pedro 1:11). Este es el motivo por el cual hallamos a Cristo en todos los Salmos, y no sólo en los Salmos mesiánicos, de los que podemos considerar los siguientes: 16, 22, 24, 40, 68 y 118. Los Salmos mesiánicos se refieren a Cristo muy puntualmente. No obstante, en el Nuevo Testamento hallamos menciones de Salmos que también se refieren al Señor, y que no son mesiánicos. Debemos mencionar muy especialmente los siguientes: Salmo 2: 7: “Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy” (Hechos 13:33). Salmo 8:6: “Todo lo sujetaste bajo sus pies” (Hebreos 2: 6-10). Salmo 41:9: “El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar” (Juan 13:18). Salmo 45:6: “Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo” (Hebreos 1:8). Salmo 110:1: “Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha…” (Mateo 22:44). Podríamos agregar muchas otras referencias. Casila mitad de todas las citas mesiánicas provienen de los Salmos.Si contemplamos el vínculo espiritual que había entre Cristoy los creyentes israelitas que escribieron los Salmos, entonces podremos percibir el carácter claramente profético de estos últimos. El Espíritu de Cristo estaba compenetrado con las experiencias y los sentimientos de aquellos creyentes israelitas. Los sentimientos y sufrimientos del Señor, como hombre verdadero y perfecto, son descritos de una forma muy conmovedora, pues ellos son una prueba del interés que Él tenía en su pueblo terrenal. El carácter profético de los Salmos puede observarse en la descripción de la historia del remanente judío de los últimos días. Pero, recordemos, no son los eventos externos los descritos sino los sentimientos íntimos de este remanente. Esto explicaría las súplicas por castigo o venganza sobre sus enemigos (Por ejemplo, Salmo 137:9), las cuales resultan difíciles de comprender para muchos lectores. Los sentimientos expresados en esos Salmos provienen de creyentes, pero no de cristianos que pertenecen a la época de la gracia (léase Romanos 12: 17-21). Son los sentimientos de creyentes judíos que vivirán en los últimos días. Ellos esperarán la salvación de Dios y el justo castigo de sus opresores, especialmente del Anticristo.
  • 12. Análisis bíblico Salmos Página 12 de 30 8. Peculiaridades de la poesía hebrea En la poesía clásica europea, ocupan un importante lugar la rima, el ritmo, la métrica y la división en versos. Pero la poesía hebrea es totalmente diferente. En ella no hallamos ni rima ni métrica; y la división en versos, tal como la conocemos hoy en día, también es algo desconocido en dicha poesía. No obstante, observamos una especie de división en el Salmo 119, constituida por veintidós párrafos de ocho versos cada uno que comienzan con la misma letra hebrea, es decir, los versos 1 a 8 comienzan con la letra aleph, los 9 a 16 con la letra beth, etc. (formando un acróstico). Al decir esto ya estamos mencionando uno de los recursos estilísticos de la poesía hebrea: la aliteración. Esta consiste en que las palabras del comienzo de cada párrafo son similares, no así las últimas. Una variedad de aliteración es comenzar cada verso siguiendo el orden sucesivo del alfabeto hebreo, como por ejemplo en los Salmos 9, 10, 25, 34, 47, 111, 112, 145; también en Proverbios 31: 10-31 y en Lamentaciones 1-4 (comparar con el Salmo 119). Otros elementos muy «pictóricos» que suele presentar la poesía hebrea son las comparaciones (ver Salmos 1:3; 22: 12-16). La poesía y la música. La poesía combinada con la música formaba parte de la vida nacional hebrea. Moisés en Exodo15: 1-19, y Débora con Barac en Jueces 5, celebraron la victoria con cánticos. Las palabras de Sara en el nacimiento de su hijo Isaac, tienen una forma poética, Génesis 21: 6-7. La muerte era lamentada de un modo semejante, 2º Samuel 1: 19-27. Las fiestas eran acompañadas de música y de cánticos, Amos 6: 5. El canto de himnos sagrados formaba una parte del culto del templo. Bajo la dirección de Dios, los hebreos llevaron la poesía religiosa al mas alto grado de perfección. La antigua poesía hebrea no se apoya en la rima. Se encuentran algunos poemas que presentan ciertas cesuras (Cortes pausas que se hace en el verso depuse de cada uno de los acentos métricos reguladores de su armonía), pero ello es la excepción. La asonancia (Correspondencia de dos sonidos entre si), la aliteración (Figura que consiste en emplear, en una cláusula, voces en que se repiten frecuentemente unas mismas letras, lo cual tiene por objeto producir alguna armonía imitativa) y la rima (Composición en verso del genero lírico), aunque son frecuentes en la poesía oriental, raramente se hallan en la poesía hebrea. La poesía hebrea era casi enteramente lírica. La lírica es un género de poesía en cuyas composiciones el poeta canta sus propios afectos e ideas. Ya fuera didáctica, elegíaca3, pastoral o profética, con todo era lírica. La esencia de la poesía lírica es la fiel expresión de las emociones internas. Por lo tanto, es subjetiva, en oposición a la poesía épica, que trata de asuntos externos, siendo por lo tanto objetiva. El tema principal de la poesía hebrea era también el patriotismo, el cual bajo la teocracia4 sehallaba muy estrechamente unido a la religión. El rasgo mas característico de la poesía hebrea es la sublimidad. El carácter esencial de la poesía hebrea. El ritmo de la poesía hebrea consiste en lo que se llama su paralelismo, del cual el principio fundamental es que cada verso debe constar por lo menos de dos partes o miembros (Frases) correspondientes. El paralelismo de la poesía hebrea, ocurre ya en el pensamiento o solamente en la forma. En el paralelismo, el segundo verso es de una u otra manera un eco del precedente. Esta particularidad tiene la inmensa ventaja de que persiste después de la traducción, lo que no sucede con la rima. El obispo Robert Lowth fue el primero en atraer la atención hacia esa particularidad en 1753, y estaco tres tipos de paralelismo: el sinónimo, el sintético y el antitético. Pero existen además otras variedades. Paralelismo Sinónimo: El pensamiento del primer verso se repite en otras palabras en el segundo verso. Expresan la misma idea en palabras diferentes, pero que intima y a menudo literalmente, se corresponden entre si. “Digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de el memoria, 3 Con relación a una poesía lírica triste o tierna. 4 Gobierno ejercido por Dios.
  • 13. Análisis bíblico Salmos Página 13 de 30 Y el hijo del hombre, que lo visites?” Salmo 8: 4. “El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos”. Salmo 2: 4. “¿Acaso gime el asno montes junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su paso?” Job 6: 5. Otro ejemplo lo da el canto de Lamêch: “Ada y Zilla, oíd mi voz; Mujeres de Lamêch, escuchad mi dicho…” Génesis 4: 23. Paralelismo Sintético: La primera parte sirve de base a la idea introducida por la segunda. El pensamiento se lleva adelante en la segunda frase (O miembro) con alguna adición. “¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger.” Salmo 25: 12. “La ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma; El testimonio de Jehová, fiel, que hace sabio al pequeño; Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová, puro, que alumbra los ojos; El temor de Jehová, que permanece para siempre; Os juicios de Jehová son verdad, todos justos.” Salmo 19: 7-9. Paralelismo Antitético: El segundo pensamiento hace resurgir el primero, por antítesis (Figura que consiste en contraponer dos frases o palabras de significación contraria). “El hijo sabio alegra al padre; Y el hijo necio es tristeza de su madre.” Proverbios 10: 1. “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.” Proverbios 15: 1. “Las zorras tiene cavernas, y las aves del cielo nidos; Mas el Hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza.” Mateo 8: 20 Paralelismo por Gradación Ascendente: La segunda línea emite una idea nueva, más o menos estrechamente relacionada con la primera. “Allí los impíos dejan el perturbar; Y allí descansan los de cansadas fuerzas.” Job 3: 17. Paralelismo Enfático: Los términos característicos se repiten para redondear y dar fuerza al pensamiento. “Voz de Jehová que quebranta os cedros Y quebrantó Jehová los cedros del Líbano.” Salmo 29: 5. “No dará tu pie al resbaladero;
  • 14. Análisis bíblico Salmos Página 14 de 30 Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.” Salmo 121: 3-4. Paralelismo Comparativo: Una similitud tomada de un dominio familiar que aclara el pensamiento. “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.” Salmo 42: 1. Paralelismo Rítmico: Es aquel en que no existe analogía o correspondencia de pensamientos, sino que el pensamiento se divide por medio de la cesura, por decirlo así, en números correspondientes. Esta es la especie mas imperfecta de paralelismo y puede compararse con el hexámetro (Verso de la poesía clásica que consta de seis miembros), dividido por la cesura. “Yo, empero, he puesto mi rey sobre Sión, Monte de mi santidad.” Salmo 2: 6. “Muchos dicen de mi vida, No hay para el salud en Dios.” Salmo 3: 2. Esto es muy común en el libro de las Lamentaciones, en donde casi no hay otra especie de paralelismo. Hasta aquí hemos hablado de los paralelismos mas sencillos y perfectos de los miembros, tales comose hallan en los Salmos,Job, Proverbios, etc. Pero en los Profetas y en algunos de los Salmos hallamos un paralelismo menos regular y a veces compuesto. Así entonces tenemos: Paralelismo Irregular: Cuando un miembro (Frase) es mas corto que el otro “Efraín es dado a ídolos, Déjalo.” Oseas 4: 17. Paralelismo Compuesto: De este hay varias clases: Cuando el verso tiene tres miembros que sean paralelos entre si. “Sea aquel día sombrío, Y Dios no cuide de el desde arriba, Ni claridad sobre el resplandezca.” Job 3: 4. O teniendo dos de ellos opuestos al tercero. “…porque los caminos de Jehová son derechos, Y los justos andarán por ellos; Mas los rebeldes en ellos caerán.” Oseas 14: 9. Cuando la estrofa tiene cuatro miembros, ya sea compuesto de dos simples paralelos. “El buey conoce a su dueño, Y el asno el pesebre de su señor; Israel no conoció, Mi pueblo no tuvo entendimiento.” Isaías 1: 3. Cuando corresponde la primera línea a la tercera, y la segunda a la cuarta. “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen; Cuanto esta lejos el oriente del occidente, Así hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.”
  • 15. Análisis bíblico Salmos Página 15 de 30 Salmo 135: 11-12. Cuando las cuatro son casi paralelas entre si. “Tienen bocas y no hablan; Tienen ojos y no ven; Tienen orejas y no oyen, Tampoco hay espíritu en sus bocas.” Salmo 135: 16-17. Se puede citar los Salmos 2 y 15 como composiciones que presentan ejemplos de la mayor parte de las especies de paralelismo poético. En los manuscritos comunes y en las ediciones de la Biblia hebrea, los miembros del paralelismo en las partes poéticas no están escritos o impresos separadamente; pero los acentos sirven para dividirlos. En otras ediciones, sin embargo, los miembros están impresos con la debida separación. Es de sentirse que este modo no haya sido adoptado en la versión española, puesto que en muchos casos el lector que no es docto, no tiene medios de distinguir si lo que lee es poesía o prosa en hebreo. Otras particularidades de la poesía hebrea. Los principios precedentes se refieren solo al ritmo de la poesía hebrea. Además de esta, hay otras peculiaridades, como por ejemplo la estrofa, como en Salmo 107 y en Salmo 42 y 43, en donde los versículos 5; 11 y 5 respectivamente, son como un estribillo de exhortación repetido al fin de cada estrofa. También los Salmos alfabéticos y los poemas, y los Salmos Graduales, en que las principales palabras de cada verso se repiten al principio del siguiente, como por ejemplo el Salmo 121. La poesía hebrea en la Biblia. En el hebreo más de una tercera parte del Antiguo Testamento es poesía, incluyendo la mayor parte de Job, los Salmos, los libros de Salomón y casi todos los Profetas. Sin embargo, técnicamente hablando, en el uso de los judíos, los tres libros poéticos del Antiguo Testamento son Job, los Salmos y los Proverbios, los cuales tienen un sistema de acentuación que les es peculiar. Se hallan también fragmentos poéticos en los libros históricos, como en Génesis 4: 23-24; Éxodo 32: 18; Números 21: 14;15;18;27-30; 23:7;18; 24: 3;15. En el Nuevo Testamento ocurren también muchos pasajes en que este estilo hebreo parece trasladado al griego, Mateo 8: 20; Lucas 1: 46-55;68-79; Romanos 11: 33-35; por nombrar solo algunos de los tantos ejemplos.
  • 16. Análisis bíblico Salmos Página 16 de 30 9. ¿Cuál es la actualidad de los salmos para nosotros, creyentes del nuevo pacto? La respuesta es,que el Espíritu Santo, autor inspirador de los escritores de los salmos,nos estimula a actualizarlos en nuestra propia vida. Los salmos nos enseñan a humillarnos si caímos en pecado (Sal. 32). Los salmos responden a la pregunta de ¿quiénes morarán con Dios? (Sal. 15 y 24). Los salmos enseñan a suplicar la justicia de Dios cuando nosotros o nuestros hermanos en otra parte del mundo somos perseguidos (Sal. 35). Los salmos nos enseñan a implorar humildemente reconstitución cuando la iglesia, por culpa propia, se ha dividido (Sal. 74) y sino que también es sustentada por las manos del Creador (Sal. 29 y 104). Los salmos cantan acerca de la navegación marítima (Sal. 107), acerca de la siembra y de la cosecha(Sal. 65 y 126). Los salmos tratan de toda la amplia vida cristiana, y nos hacen darnos cuenta que el Señor ha llevado toda esa vida bajo la cúpula protectora del Pacto. Sí, es cierto, el Nuevo Pacto es más excelente que el Antiguo (por el mejor derramamiento de sangre, cf. He. 9: 14-15), y la apelación a nuestro corazónes bastante más seria ahora que nosotros ya no vivimos más bajo la ley, sino bajo la gracia. Pero, quien profundiza en los salmos, llegará a comprender que los tesoros y dones del Espíritu Santo ya se nos ofrecen allí tan excelentemente que sólo para nuestro propio perjuicio podríamos desentendernos de ellos. Pues él es quien nos instruye en los temas que, según la voluntad de Dios, tendrán un lugar en nuestras oraciones. Así pues, el conjunto de salmos de la Biblia es como un lugar en que ejercitarnos en nuestro trato con Dios nuestro SEÑOR al orar y al cantar. “Aleluya. Alaba, oh alma mía, a Jehová. Alabaré a Jehová en mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras viva”, Sal. 146: 1. También estas palabras cumplió nuestro Señor Jesucristo durante su estancia en la tierra. Nuestro Salvador murió con palabras de salmos en sus labios. Como niño debió haber aprendido de su madre María los Salmos. Seguro que ella los conocía muy bien, pues en su “Magnificat” cita siete salmos favoritos (Salmos 89, 98, 107, 111, 113, 147). Al cumplir 12 años le fue permitido ir al templo. De camino de Nazaret a Jerusalén, es natural que haya cantado con los demás peregrinos los “cánticos graduales” (Salmos 120 al 134), para después, como israelita entre los israelitas, participar del canto en el atrio de la Casa de su Padre. Más tarde, cuando fue rechazado por los escribas, les reprendió y se consoló a sí mismo con el Salmo 118: “La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo”, v. 22. Un salmo que, por lo demás, también cantó en la noche previa al día de su muerte. “Y cuando hubieron cantado el Himno (“Hallel”, Salmos 113 al 118), salieron al monte de los Olivos”, Mt. 26: 30. Ante el Sanedrín, apeló aquella noche al Salmo 110. En la cruz lamentó su abandono de Dios con las palabras del Salmo 22; para, finalmente, exhalar el último suspiro con palabras de salmos, una vez más, en los labios. Su última profesión de fe la tomó del Salmo 31: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, Lc. 23: 46; un salmo que, quizá, también aprendió de su madre María. ¡Cuánto, pues, ha aprendido de los Salmos nuestro Salvador! ¡Cómoha debido reconocer su propio camino de sufrimiento!, ¿Cuántos salmistas no se lamentan de la opresión de los impíos? Ese sufrimiento alcanzó el punto culminante en nuestro Redentor. Nuestro Señor Jesús también cumplió los Salmos. Al principio, sus discípulos no comprendieron nada de ellos; pero al instruirles después de suresurrección,les volvió a recordar los Salmos.Ya os he enseñado anteriormente -así les debió decir entonces-, “que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de Mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos”, Lc. 24: 44.
  • 17. Análisis bíblico Salmos Página 17 de 30 10. Los salmos como libro y parte de la Biblia. Pero con la palabra “Salmos”,el Señor indica a sus discípulos no sólo los 150 salmos que se cantan, sino también la parte de la Biblia que lleva ese nombre: los Salmos. Se debe saber, que nuestro Salvador y sus apóstoles por norma de la Sinagoga estaban acostumbrados a dividir los rollos del Antiguo Testamento en los tres grupos siguientes: 1. La Ley de Moisés (de Génesis a Deuteronomio). 2. Los Profetas (Josué, Jueces, Samuel, Reyes, Isaías hasta Malaquías). 3. Los Salmos (no sólo los 150 salmos, sino todo el resto del Antiguo Testamento). Los rabinos en todo momento usan esta división y orden, y también en las ediciones impresas del Antiguo Testamento hebreo los libros aún siguen estando colocados de esa manera. Asimismo nuestro excelso Maestro ha reconocido este orden como el acertado. Esto se evidencia de sus palabras a sus discípulos antes citadas, Lc. 24: 44. Esto llama la atención mucho más, cuando te das cuenta que nuestro orden ya era conocido también entonces. Los Setenta, es decir, la traducción griega, a la cual tenemos que agradecer nuestro (equivocado) orden de los libros en la Biblia, ya hacía tiempo que había aparecido durante la estancia terrenal de Jesús. Esto no obstante, nuestro Señor evidentemente se atuvo a la antigua distribución y orden hebreos. Por eso, en este libro sobre los Salmos, volvemos a esta distribución original de los libros de la Biblia. Y con el Nuevo Testamento completo poseemos ahora, consecuentemente, una(s) Sagrada(s) Escritura(s) completa(s), que constan de cuatro partes principales: 1. La Ley de Moisés. 2. Los Profetas. 3. Los Salmos. 4. El Nuevo Testamento. La palabra “Salmos”, pues, tenía desde antiguo dos clases de significado: 1. Los Salmos como libro de la Biblia (los 150 salmos que se cantan versificados). 2. Los Salmos como parte de la Biblia (una colección compuesta no sólo de los 150 salmos, sino también de los libros: Proverbios, Job, Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías y Crónicas). A esta tercera parte de la Escritura los judíos también la llaman los Escritos (Ketubim). De ahí que ellos frecuentemente designen a nuestro Antiguo Testamento con la abreviatura: Tenak (o Tanaj), conformada por las primeras letras de las palabras Thorá (Ley), Nebiim (Profetas) y Ketubim (los Escritos). También esta abreviatura habla, pues, de las tres partes del Antiguo Testamento. Sin embargo, porque los Salmos están al principio de la tercera parte de la Sagrada Escritura, a todos los Escritos también se les llama según el primer libro de todo este grupo: los Salmos. Como nosotros a una colección de cuentos también los solemos llamar según el primero de ellos. Así es como la palabra “Salmos” llega a su doble significado: 1. Los 150 salmos, 2. Los Escritos. “¡Hallelujah!” ¡Qué pena, que esta palabra no haya sido traducida! Pero, literalmente, significa: “¡Alabad a Jahweh!” ¡Cuán frecuentemente nos debería estimular la Palabra de Dios a alabar a nuestro Padre celestial! Canta, pues, sobre todo, salmos. En casa con tus hijos, y en las reuniones de la iglesia. Los Salmos forman la más antigua “Colección de Himnos” que posee el pueblo de Dios; pero también contienen nuestro más antiguo “Breviario” o “Libro de Oraciones”; y no fueron coleccionados por una comisión eclesial, sino que fueron inspirados por el Espíritu Santo, 2 Pe. 1: 21. Por consiguiente, desde los Salmos puedes aprender no sólo cómo debes alabar a Dios, sino también cómo te es permitido ir a él en oración; pues el hombre también debe aprender a alabar y a suplicar a Dios. En la escuela de los Salmos consigues no sólo lecciones de teoría, sino también de práctica. Lecciones aprobadas, es más, inspiradas nada menos que por el Espíritu mismo de las oraciones.
  • 18. Análisis bíblico Salmos Página 18 de 30 11. Estructura de los Salmos Para tener una clara y conveniente división del libro, debemos tener en cuenta el punto de vista profético; Es destacable que entre las estructuras similares que poseen los Salmos y el Pentateuco pueden establecerse ciertos paralelismos. El primer Salmo de cada libro presenta, por decirlo de alguna manera, un «título», y el último de cada libro concluye con una alabanza. Libro I El primer libro de los Salmos desarrolla el principio de separación que rige entre el justo y el injusto en medio del pueblo de Dios. En relación con esto, el Mesías es presentado como el Hijo de Dios (Salmo 2), el Hijo del hombre (Salmo 8), el Siervo sufriente (Salmo 22) y la verdadera ofrenda (Salmo 40). El nombre de Dios que prevalece en este libro es el del pacto, Jehová (mencionado unas 275 veces). Libro II En el segundo libro hallamos los sufrimientos del justo, quien, privado de toda bendición, vive en grande tribulación y por lo cual clama a Dios en su agonía (Elohim es mencionado más de 200 veces). Libro III El tercer libro describe el retorno del pueblo de Israel y la misericordia de Dios hacia ellos. Libro IV El cuarto libro comienza,estando ya el primogénito en el mundo habitable, con el reinado de Jehová (aparece 100 veces). Se refiere al comienzo del reinado del Hijo del hombre glorificado durante el Milenio, luego de haber salvado a toda Israel. Libro V El quinto libro presenta un resumen de los caminos de Jehová para con su pueblo Israel, como así también la alabanza que Él merece a causa de su misericordia (Salmos 111-113; 146-150).
  • 19. Análisis bíblico Salmos Página 19 de 30 12. Tipos de Salmos Salmos devocionales Devoción: sagrada reverencia llena de admiración exhibida especialmente en las acciones, reverencia y contemplación maravillada bien dirigidas. Estos setenta salmos han sido clasificados como devocionales porque contienen (entre otras cosas) promesas preciosas y personales con las que todos los creyentes pueden alimentarse. Estos salmos incluyen tanto sollozos como cantos. Los autores a veces lloran, dudan y gritan. Repasan el pasado y anticipan el futuro. Aquí el alma desnuda del hombre se manifiesta como quizá en ningún otro escrito. 1.- Salmo 4 Sabed pues, que Jehová hizo apartar al pío para sí: Jehová oirá cuando yo á él clamare. (4:3). En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me harás estar confiado. (4:8). David nos dice aquí que la oración le trae paz y buen dormir. Uno de los más dulces beneficios adicionales de la Vida cristiana es el de la paz. Notemos: Jehová bendecirá a su pueblo con paz» (Sal. 29: 11b). Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo» (Sal. 119:165). 2.- Salmo 9 Los malos serán trasladados al infierno, Todas las gentes que se olvidan de Dios. (9:17) Esto algún día llegará a ser una horrible realidad (Mateo 25:31-46; Apocalipsis 14:10; 19:20; 11-15; 21:8). Salmos penitenciales (6, 32; 38, 51, 102, 130, 143) Penitencia: 1. Realización de algún acto específico de mortificación, que alguien ejecuta por propia voluntad, como expresión de dolor y arrepentimiento por sus pecados. 2. Dolor y arrepentimiento que se tiene de una mala acción, o sentimiento de haber ejecutado algo que no se quisiera haber hecho. 3. Virtud que consiste en el dolor de haber pecado y el propósito de no pecar más. 4. Serie de ejercicios penosos con que alguien procura la mortificación de sus pasiones y sentidos. 5. Acto de mortificación interior o exterior. David fue el autor de al menos cinco de estos siete salmos penitenciales. Le debemos el 6, 32,38, 51 y 143. 1. Salmo 32 Debemos relacionar este salmocon el 51. Este último describe las emociones de David cuando confesaba sus pecados de adulterio y asesinato (2 Samuel 11), mientras que éste presenta sus sentimientos antes de hacer dicha confesión, cuando todavía pesaba sobre él la terrible carga de la culpabilidad. Pablo cita en Romanos (4:7, 8) los primeros dos versículos de este salmo para ilustrar la enseñanza de la imputación, una de las grandes doctrinas de las Escrituras. Por imputación entendemos el acto de una persona que añade algo a la cuenta de otra persona. Encontramos tres imputaciones principales en la Biblia: a. La de la naturaleza de pecado de Adán a la humanidad (Romanos 3:23; 5:12). b. La del pecado del hombre sobre Cristo (Isaías 53:5, 6; Hebreos 2:9; 2º Corintios 5:14-21; 1º Pedro 2:24). c. La de la justicia de Cristo sobre los pecadores que creen (Filipenses 3:9; Santiago 2:23; Rom 4:6- 24). 2. Salmo 51 Ya hemos visto el trasfondo desde el cual David escribió este salmo. a. Empieza su gran confesión haciendo lo que Dios espera que haga todo santo que ha pecado: reconocimiento voluntario de su pecado. El Padre va a aceptar nuestras lágrimas pero nunca nuestras excusas. David rehúsa culpar a la sociedad, la herencia, la pobreza o el ambiente por su fracaso. b. En el versículo 4 declara: «Contra ti, contra ti solo he pecado». En un sentido técnico esto, por supuesto, no era exactamente así. David había pecado contra sí mismo, contra Betsabé, contra Urías, contra Israel, que miraba a su amado rey con admiración y respeto. Pero su pecado contra Dios fue tan serio que todas las demás partes involucradas quedaban como borradas. Pablo cita la última parte de este versículo para probar la condenación universal de la humanidad (Romanos 3:24). c. En el versículo 7 David suplica ser purificado (o limpiado) con hisopo. Quizá estaba pensando en la primera Pascua que el pueblo hebreo celebró cinco siglos antes en Egipto. Sin duda él habría leído este relato muchas veces: y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. Porque Jehová pasará hiriendo á los
  • 20. Análisis bíblico Salmos Página 20 de 30 Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. Éxodo 20:12-13 Salmos Imprecatorios Imprecar: Proferir palabras con que se expresa el vivo deseo de que alguien sufra mal o daño. Se usa como sinónimo de maldición. Hay muchos momentos cuando los salmistas pidieron el Juicio de Dios sobre sus enemigos. Solicitaron al Señor que: 1. Disputase y pelease contra ellos (35:1). 2. Fuesen avergonzados y confundidos (35:4). 3. Fuesen esparcidos (35:5) 4. El ángel de Jehová los acosara (35:5). 5. Fuese su camino tenebroso y resbaladizo (36:5) 6. La muerte les sorprendiera (55:15). 7. Descendiesen vivos al sepulcro (55:15) 8. Quebrase sus dientes (58~6) 9. Deshiciese sus defensas (58:7) 10. No tuviese misericordia de ellos (59:5). Entre otras cosas El problema de estos salmos: ¿Cómo podemos reconciliar estas frases con la enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento como aparecen, por ejemplo, en Mateo 5: 44 Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Respuestas que se han sugerido para estos salmos: 1. Los salmos son inspirados por Dios y el Espíritu Santo tiene el derecho de denunciar el pecado y a los pecadores. 2. Esto está en armonía con la ley (Sal 28:4; Jer. 50:15) 3. Tal juicio contra el mal y los malhechores está en armonía con las enseñanzas de Cristo y de las epístolas (Mt. 18: 6;23;33; 26:24; Gá. 1:8, 9; 5:12; Stgo. 5:3; Jud.13,15; 2º P 2:12, 22; 2º Ts. 2:1O- 12;Ap. 14:10,11). 4. Las Escrituras también contienen maldiciones contra los israelitas por caer en el pecado y en la idolatría (Lv 26; Deuteronomio 27--28; Is. 5:24, 25; 28:13, etc.). 5. David fue muy indulgente en su vida privada, pero en los Salmos muestra que la causa de Dios era su causa (Salmo 5:10, 11). 6. Los orientales estaban acostumbrados a usar un vocabulario más fuerte que los occidentales. Sus denuncias eran más exageradas y sus alabanzas más vehementes. 7. Muchas de las imprecaciones eran el resultado de la solidaridad sentida hacia el herido y el oprimido (Sal. 10:8-10). 8. Algunos de estos salmos son oraciones pidiendo victoria en la guerra (Sal 144:5-7). Muchas de las guerras de Israel fueron claramente aprobadas por el Señor. 9. Algunas de las peticiones hacen referencia a predicciones de las Escrituras (Sal. 137:8, 9). El salmista tiene ante sí una clara profecía donde se predice la caída de Babilonia en estos mismos términos (ls. 13:16; véanse también Jer. 50:15; 51:6, 36). 10. Algunas tienen que ver con Cristo y los que le traicionaron (Salmos 40, 55, 60). El Salmo 69:22- 25 nos habla del castigo que le caería a Judas. El Salmo 109 ha sido llamado el «Salmo Iscariote». 11. A los inicuos se les ve en los salmos como impíos confirmados o apóstatas. Esto está en concordancia con la soberanía de Dios y con el carácter profético de los salmos. Muchos de los salmos miran hacia el futuro juicio terrenal contra los inicuos. 12: Dios manifiesta su gracia en las claras y repetidas amonestaciones que dirige a los malvados (Sal 2:12). 13. La forma imperativa en que aparecen ciertas expresiones pueden ser perfectamente cambiadas en futuro sin forzar el sentido del hebreo. Por ejemplo, en vez de «sean avergonzados y confundidos», bien puede decir «serán avergonzados y confundidos». Esta oración sería entonces una profecía. (Véase Sal. 109:8-10.) Una breve consideración de estos salmos: 1. Salmo 35. Este es el primero de los nueve salmos imprecatorios. (Véanse los versículos 1 al 8.) Debe tenerse también en mente que David había orado primeramente por sus fieros enemigos a pesar de sus crueldades hacia él (v 12-16). Este es también el primero de cuatro Salmos Iscariotes;
  • 21. Análisis bíblico Salmos Página 21 de 30 esto es; salmos que describen proféticamente la traición de Judas en el Nuevo Testamento. Los otros tres son: 41:9; 55:12-14; 109:6-8. Véase en los siguientes versículos la oración imprecatoria en cada uno de ellos: 2. Salmo 55:9. 3. Salmo 58:6-9. 4. Salmo 59:11-15. 5. Salmo 69:22-28. 6. Salmo 83:9-17. . 7. Salmo 109:6-20. 8. Salmo 137. Aquí encontramos una oración imprecatoria doble: a. Para que Dios juzgue a Edom por su traición durante la caída de Jerusalém a manos de los babilonios (v 7). b. Para que Dios juzgue a Babilonia (v. 8, 9). Nota: no obstante, estas palabras no describen a un ejército israelita corriendo de un sitio para otro machacando los cuerpos de" bebés babilonios, porque, históricamente hablando, fueron los babilonios los que conquistaron a Israel y no al revés. Esto puede considerarse como profético en relación con los persas, porque fueron ellos los que derrotaron a Babilonia. (Véanse Dan. 5; Is. 12: 16.) Aquí aparece la ley divina de la retribución, como se nos enseña también en Éxodo 32:34; Salmo 7:16; Proverbios 11:19,21, y Gálatas 6:7. 9. Salmo 140. Véanse los versículos 8 al 10 para la oración imprecatoria. Salmos graduales o ascendentes A. ¿Quién los escribió? Una opinión comúnmente sostenida es que fueron compuestos por tres hombres. 1. Ezequías escribió diez de ellos (120, 121, 123, 125, 126, 128, 129, 130, 132, 134). 2. Salomón escribió uno de ellos (127). 3. David escribió cuatro de ellos (122, 124; 131, 133). B. ¿Por qué fueron escritos? Muchos creen que la razón de su composición fue la siguiente: sobre el año 700 a.C. Dios sanó de una enfermedad fatal a un rey judío llamado Ezequías. En Isaías 38 tenemos recogida la oración de acción de gracias del agradecido rey, compuesta después de su recuperación. En el versículo 20 dice: Jehová para salvarme; Por tanto cantaremos nuestros salmos En la casa de Jehová todos los días de nuestra vida. Algunos eruditos creen que estos cantos de Ezequías son diez de los quince «Salmos graduales anónimos que tenemos (120-134). Estos salmos tienen ciertamente una cierta semejanza de estiló. Ezequías pudo haber escrito diez de estos salmos en recuerdo de los diez grados de la sombra del reloj de sol (2º Reyes 20:9-11), y después fueron agregados cinco salmos no publicados antes, originales de David y Salomón (véase Pr. 25: 1), para llegar a un total de quince en honor de los quince años más de vida que Dios le concedió (2º Reyes 21:6). C. ¿Cómo tenían que ser cantados? Veamos varias teorías: 1. Según una vieja tradición judía tenían que ser cantados cuando el coro ascendía por la escalinata semicircular que llevaba al atrio de los hombres en Templo. 2. Lo de «ascendentes» se puede referir a las etapas de la peregrinación a Jerusalem, para ser cantados por los peregrinos a lo largo del camino en su viaje a la ciudad sagrada durante los días de las fiestas sagradas. 3. «Ascendentes» se refería a cantos del coro más elevado, a cantores situados en la parte más alta de un lugar elevado. 4-. La referencia puede ser musical, significando que las notas ascendían gradualmente. Salmos de aleluya (113-118) Estos seis salmos se cantaban en la noche de la Pascua. Los-Salmos 113 y 114 al comienzo de la comida pascual Los Salmos 115 y 116 al final. Estos fueron seguramente los que cantaron el Salvador y sus discípulos según Mateo 26:30. Son todavía recitados dieciocho veces al año en Palestina en ocasión de varias celebraciones, y veintiuna veces cada año por los judíos que viven fuera de la Tierra Santa. Salmos históricos (78, 105, 106) Estos tres Salmos, que describen la historia de Israel, pueden resumirse de la siguiente manera:
  • 22. Análisis bíblico Salmos Página 22 de 30 1. Los pecados de Israel 2. La gracia de Dios Salmos alfabéticos o acrósticos (9, 10, 25, 34, 3'1, 111,112, 119, 145) Se llaman así porque cada línea de estos salmos comienza con una letra sucesiva de las veintidós que componen el alfabeto griego El salmo 119 es, por supuesto, el más conocido de este grupo. Tiene veintidós estrofas, y cada estrofa ocho versículos; con un total de 176. Cada una de estas estrofas comienza con una de las veintidós letras del alfabeto hebreo. No todos los salmos están completos en este arreglo, a algunos les falta una letra o más. De lo que resulta que: A. A los salmos 9, 10, 25 les faltan varias letras. B. A los salmos 34, 45 solo les falta una letra. C. Los salmos 37, 111, 112 Y 119 tienen todas las letras. Es posible suponer que usaron este recurso literario para ayudar a la memoria.
  • 23. Análisis bíblico Salmos Página 23 de 30 13. Análisis de 2 Salmos Salmo 8 Al leer los salmos debemos tener en mente varias cosas para poder comprenderlos correctamente: Primero, considerar el hecho de que son poemas, y por lo tanto son una forma artística de expresar lo que el autor sintió y pensó en un momento determinado. Segundo, todos tienen un tema de fondo que hay que interpretar de acuerdo a las normas de comprensión de textos (hermenéutica), hay algunos que expresan un sentimiento de penitencia como el salmo 38 Oh Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira. Porque tus flechas han penetrado en mí, y sobre mí ha descendido tu mano. No hay parte sana en mi cuerpo a causa de tu ira; no hay paz en mis huesos a causa de mi pecado. Hay otros salmos de alabanza como el salmo 113 ALABAD, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová. Sea el nombre de Jehová bendito, Desde ahora y para siempre. Una tercera cosa que debemos tener en mente al leer un salmo es el contexto histórico que inspiró al autor, en que circunstancias escribió y también es recomendable comprender las indicaciones que hace la Biblia al inicio de cada salmo. Por si fuera poco, se debe tener en mente que existen salmos que pueden tener una segunda lectura. Ahora bien, si no tomamos en cuenta estas precauciones puede que no comprendamos correctamente lo que el Señor nos desea enseñar en un salmo específico. Fíjense que antes del versículo 1 aparece la siguiente indicación Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo de David. Dice el enunciado Al músico principal, por lo tanto, este salmo era dedicado a la alabanza en el templo, sobre gittith o mejor dicho sobre Gath y lo escribió David. Se cree que el contexto histórico de este salmo es 1º de Samuel 17, así es que se debe leer ese pasaje. Al leer los versículos 3 y 4 observamos que Goliath era de gath y su estatura era aproximadamente de 2,70 mts.su armadura pesaba unos 57 kilos y su lanza unos 7. bueno, todos sabemos la historia, durante 40 días goliath desafió al pueblo, y nadie se atrevió a aceptar el desafió pese a que el rey había prometido muchas riquezas y la mano de su hija al que lo venciere, hasta que llegó David. 1º Samuel 17:42 Y como el Filisteo miró y vio á David túvole en poco; porque era mancebo, y rubio, y de hermoso parecer. 43 Y dijo el Filisteo á David: ¿Soy yo perro para que vengas á mí con palos? Y maldijo á David por sus dioses. 44 Dijo luego el Filisteo á David: Ven á mí, y daré tu carne á las aves del cielo, y á las bestias del campo. 45 Entonces dijo David al Filisteo: Tú vienes á mí con espada y lanza y escudo; mas yo vengo á ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has provocado. 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y quitaré tu cabeza de ti: y daré hoy los cuerpos de los Filisteos á las aves del cielo y á las bestias de la tierra: y sabrá la tierra toda que hay Dios en Israel. 47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y lanza; porque de Jehová es la guerra, y él os entregará en nuestras manos. Ahora si, leamos el salmo 8 1. OH Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, Que has puesto tu gloria sobre los cielos! David reconoce la grandeza de Dios de la única forma que le puede hacer justicia, llevando nuestras mentes a lo único infinito que podemos percibir en una pequeña parte, el cielo. 2 De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga. Ahora David recuerda la ocurrido en la batalla y confiesa que él ante Goliat no era mas que un niño de pecho y que venció, no por tener la capacidad de hacerlo si no porque Dios lo entregó en sus manos. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y lanza; porque de Jehová es la guerra, y él os entregará en nuestras manos. 3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste: 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites? Pareciera que David esta diciendo Tú, señor, eres tan grandioso y nosotros tan poca cosa y aun así usted se acuerda de nosotros y está pendiente de lo que necesitamos
  • 24. Análisis bíblico Salmos Página 24 de 30 5 Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Y coronástelo de gloria y de lustre. 6 Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: 7 Ovejas, y bueyes, todo ello; Y asimismo las bestias del campo, 8 Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar. Podríamos deja nuestras consideraciones hasta aquí pero este salmo tiene la cualidad de que podemos hacer de él una doble lectura, veamos: El Salmo 22, un salmo mesiánico dice 22 Anunciaré tú nombre á mis hermanos: En medio de la congregación te alabaré. 23 Los que teméis á Jehová, alabadle; Glorificadle, simiente toda de Jacob; Y temed de él, vosotros, simiente toda de Israel. Es Jesús el que habla y nos llama a alabar a nuestro Dios, por lo tanto, nuestro señor Jesucristo es el principal músico en el cielo. Ahora bien, el encabezamiento del salmo 8 dice: Al músico principal, por lo tanto, este salmo está dirigido a nuestro señor Jesucristo. Leámoslo de nuevo 1. OH Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu gloria sobre los cielos! 2 De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer cesar al enemigo, y al que se venga. Mat 11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado á los niños. 26 Así, Padre, pues que así agradó en tus ojos. 1Co 1:26 Porque mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles; 27 Antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar á los sabios; y lo flaco del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte; 28 Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es: 29 Para que ninguna carne se jacte en su presencia. 30 Mas de él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y redención: 31 Para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor. Por lo tanto cuando el salmo 8 dice “De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza” está hablando de nosotros que siendo nada por la gracia de Dios somos hechos hijos Mat 18:3 Y dijo: De cierto os digo, que si no os volviereis, y fuereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 4 Así que, cualquiera que se humillare como este niño, éste es el mayor en el reino de los cielos. 3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste: 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, que lo visites? Isa 40:6 Responde: Toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo: 7 La hierba se seca, y la flor se cae; porque el viento de Jehová sopló en ella: ciertamente hierba es el pueblo. El Salmo 62:9 responde a la misma pregunta diciendo: “Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón: Pesándolos á todos igualmente en la balanza, Serán menos que la vanidad”. Otra consideración importante en este punto es el hecho de que la creación del universo significó la obra de los dedos de nuestro Dios, sin embargo, cuando hablamos del plan de salvación la Biblia nos habla del brazo de Dios Isaías 52:10 Jehová desnudó el brazo de su santidad ante los ojos de todas las gentes; y todos los términos de la tierra verán la salud del Dios nuestro. Y el hijo del hombre, que lo visites? Gálatas 4: 4 dice: Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito á la ley, Muchas veces surge la pregunta de por qué Dios envió a su hijo al mundo, por qué no buscar otra forma de alcanzar la salvación del hombre, han surgido muchas respuestas, una de ellas la encontramos en la ley del rescate, cuando un israelita pobre se vendía como esclavo solamente un pariente cercano lo podía rescatar de esa condición. Nosotros éramos esclavos del pecado, por lo tanto, nuestro señor Jesucristo debió hacerse hombre para ser él nuestro pariente, nuestro hermano, y así satisfacer esa ley (Levíticos 25)
  • 25. Análisis bíblico Salmos Página 25 de 30 El catecismo de Heidelberg dice: 14ª PREGUNTA: ¿Podría hallarse alguien, en el cielo o en la tierra, que siendo simple criatura pagase por nosotros? RESPUESTA: No; primero, porque Dios no quiere castigar, en otra criatura, el pecado que el hombre a cometido. Segundo, porque una simple criatura es incapaz de soportar la ira eterna de Dios contra el pecado y librar a otros de ella. Salmo 22:1 DIOS mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor? 2 Dios mío, clamo de día, y no oyes; Y de noche, y no hay para mí silencio. 3 Tú empero eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. 4 En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste. 5 Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron. 6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo. Aquí vemos el sufrimiento espiritual de Jesús, en el momento en que cargó el pecado de todos nosotros. Nos muestra que a lo largo de la historia, todos lo que clamamos a Dios somos oídos y él nos responde, sin embargo nuestro señor estuvo completamente solo y gracias a su divinidad fue capaz de soportar ese momento tan terrible para él y sin embargo tan importante para nosotros. 6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo. 5 Pues le has hecho poco menor que los ángeles, Filipenses 2:6 El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual á Dios: 7 Sin embargo, se anonadó á sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante á los hombres; Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es á saber, al diablo, 15 Y librar á los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos á servidumbre. 16 Porque ciertamente no tomó á los ángeles, sino á la simiente de Abraham tomó. 17 Por lo cual, debía ser en todo semejante á los hermanos, para venir á ser misericordioso y fiel Pontífice en lo que es para con Dios, para expiar los pecados del pueblo. 18 Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer á los que son tentados. Y coronástelo de gloria y de lustre. Isaías 53: 11 Del trabajo de su alma verá y será saciado; con su conocimiento justificará mi siervo justo á muchos, y él llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los perversos, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los transgresores. Filipenses 2:9 Por lo cual Dios también le ensalzó á lo sumo, y dióle un nombre que es sobre todo nombre; 10 Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la tierra; 11 Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, á la gloria de Dios Padre. 6 Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: 1º de Corintios 15:25 Porque es menester que él reine, hasta poner á todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte. 27 Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice: Todas las cosas son sujetadas á él, claro está exceptuado aquel que sujetó á él todas las cosas. 28 Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó á él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos. Salmo 115:1 NO a nosotros, oh Jehová, no á nosotros, Sino á tu nombre da gloria; Por tu misericordia, por tu verdad. 17 No alabarán los muertos á JAH, Ni cuantos descienden al silencio; 18 Mas nosotros bendeciremos á JAH, Desde ahora para siempre. Aleluya. 9 Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra! Salmo 119
  • 26. Análisis bíblico Salmos Página 26 de 30 Este Salmo es una reflexión sobre la ley; el salmista ve su vida a la luz de ella. Aunque también usa la forma de lamentación, su énfasis en la ley tiene tanta influencia que se puede considerar el resultado como aplicación secundaria de la forma de la lamentación. La combinación de la meditación y lamentación resulta en la exhibición de un israelita de piedad ejemplar en varios sentidos: 1) En cuanto a la ley que piensa obedecer (vers. 4, 5, 8, 9, 17, 34, 44, 55, 57, 60, 63, 88, 106, 134, 146, 167, 168), guardar (vers. 2, 22, 33, 34, 56, 69, 115, 129, 145), en que medita (vers. 15, 23, 27, 48, 78, 97, 99, 148), aprender (vers. 7, 71, 73), entender (vers, 27, 34, 73, 100, 104, 144), en que se deleita (vers. 16, 24, 47, 70, 77, 92, 143, 174). La antítesis es olvidar (vers. 16, 61, 83, 93, 109, 141, 153, 176), abandonar (vers. 53, 87), o desviarse (vers. 10, 21); 2) reconoce humildemente que su corazón, que comete errores (vers. 5), depende de la iniciativa de Dios a buscarlo (vers. 176), y le pide entendimiento (10, 12, 18, 19, 26, 27, 29, 33-38, 43, 49, 64, 66, 68, 73, 108, 124, 135, 144, cp. 171). El salmista no guarda la ley para tener entendimiento, sino que quiere entendimiento para guardar la ley; 3) es un siervo sufriente que observa la ley, medita en ella y cuenta con ella, pero que también está despreciado (vers. 22), amenazado por príncipes (vers. 23), se postra en el polvo (vers. 25), rodeado de los lazos de los impíos (vers. 61), calumniado (vers. 69), agraviado (vers. 78), perseguido (vers. 84), etc. (vers. 19, 20, 28, 40, 42, 51, 53, 70, 81-87, 95, 107, 109, 110, 120, 123, 131, 136, 139, 141, 143, 145, 146, 147, 150, 157, 161, 174, 176). En vez de abandonar a Dios y sus leyes, ora por liberación, misericordia y vida (vers. 8, 22, 25, 28, 31, 39, 40, 41, 58, 78, 79, 80, 86, 88, 94, 107, 108, 116, 117, 121, 122, 132-134, 145, 149, 153, 154, 156, 169, 170, 173, 175); y 4) en medio de sufrimientos opresivos e injustos, el salmista confía en Dios (vers. 42, 66, 67,114,166) y en sus promesas expresadas en la ley para los que la guardan (vers. 30, 42, 49, 50, 52, 54, 74, 81, 105, 111, 114, 140, 147). No declara su inocencia, sino que confiesa sus pecados (cp. vers. 42, 44, 46, 68, 118-120, 137, 142, 151). Sus declaraciones de fidelidad a la ley refuerzan la confianza y a menudo se relacionan con la petición (cp. vers. 94) o el lamento (cp. vers. 157). Además de las declaraciones de fidelidad al Señor y a su ley, el Salmo incluye promesas de fidelidad (vers. 8, 15, 16, 44, 93, 106). Este tema reemplaza o se relaciona con la promesa esperada de alabanza (cp. vers. 171). En fin, la ley da dirección a la vida y la promesa de salvación en la angustia. Esta requiere fe y aquella obediencia. El salmista reorganiza su vida en el ocaso del caos y en las arenas movedizas de la muerte mediante su relación con Dios por medio de la ley que le ofrece luz y una base firme. Este abecedario de oro (Lutero) está gobernado por tres estructuras típicas: 1) la forma acróstica alfabética (cp. Sal 25, 34, 37, 111, 112, 145; Lm 1, 2, 3, 4; Pr 31:10- 31); 2) el empleo de un sinónimo para ley en cada vers. excepto posiblemente en 3, 37, 90,122: i.e., ley, vers. 1; testimonios, vers. 2; preceptos, vers. 4; estatutos, vers. 5; mandamientos, vers. 6; juicios, vers. 7; palabra, vers. 9, 11; y 3) el uso del género del lamento personal. Algunos críticos aumentan los sinónimos de ley al incluir palabras como caminos,(heb., derek), vers. 3, 37; fidelidad, vers. 90; y caminos (heb., ’orach), vers. 15 (v. también vers. 101,104,128). Para combinar la forma acrósticacon las ocho palabras para ley, el salmistarepite ocho veces cada letra sucesiva,haciendo así secciones de ocho vers.; pero sólo seis secciones (He, Vav, Jet, Yod, Caf, Pe) emplean las ocho palabras. Cada sección contiene al menos seis sinónimos de la palabra ley y las arregla en una secuencia distinta. Las veintidós letras abarcan todas las posibilidades para los ocho sinónimos de ley. Se puede proceder por el Salmo con la impresión de que la ley, que abarca toda la vida del santo, es examinada desde todo punto de vista. Además de ser agradable en el sentido estético, los acrósticos tienden a la instrucción (cp. vers. 1-4) o a la reflexión. Salmo 119: oración de un perseguido en un mundo lleno de desprecio a dios y a su palabra 1. El poeta–autor y sus adversarios. A primera vista y cuando se conoce este salmo sólo por algunos versículos versificados, quizá no se hace notar este entorno angustioso en que nació. La forma del salmo es muy ingeniosa. Consta de 22 estrofas, cada una de 8 versículos, todos los cuales comienzan con una de las letras del alfabeto hebreo. Dado que éste consta de 22 letras, el Salmo 119 suma: 22 x 8 = 176 versículos. En algunas versiones muy importantes de la Biblia, se menciona sobre o al lado de cada una de las estrofas, la letra hebrea con que éstas comenzaban originalmente. Así ocurre con la versión Reina– Valera. Se trata de un poema especialmente hermoso, según el sentimiento estético en el mundo en torno a Israel1. ¿Pero puede ser este salmo la obra de un perseguido? Si reparásemos sólo en esta inteligente técnica poética, fácilmente podríamos considerar el salmo como «un producto de cuarto de estudio», una curiosa alabanza a la excelencia de la Ley en general, como puede hacer sospechar el epígrafe en algunas versiones de la Biblia. Pero, cuando leemos
  • 27. Análisis bíblico Salmos Página 27 de 30 de corrido un par de veces este salmo, y además nos fijamos especialmente en lo que el salmista comunica de sí mismo y de sus adversarios, entonces vemos claramente que, a través de este salmo –el más extenso de todos–, discurre una profunda línea de demarcación entre un perseguido y sus perseguidores. El poeta. Nos da la impresión que el poeta–autor de este salmo fue un hombre bastante joven. En el v. 141, leemos: «Pequeño soy yo, y desechado». La palabra hebrea (sa’ir) que aquí es traducida por «pequeño», también puede significar «joven». Primero, quizá pensó en sí mismo cuando en el v. 9 preguntó: «¿Con qué limpiará el joven su camino?» Aunque, a este respecto, conviene que tengamos presente, que las Sagradas Escrituras usan la palabra «joven» también para un cuarentón, 1 R. 14: 21, 2 Cr. 13: 7. También los vs. 99– 100 indican un poeta joven: «Más que todos mis enseñadores he entendido... Más que todos los viejos he entendido». No se habla así cuando uno mismo ya es anciano. Entretanto, este hombre joven lo pasaba muy mal. En el v. 50 habla de «mi aflicción», y acerca de esto cuenta muchos pormenores en el resto de su salmo. Anda abrumado bajo oprobio y menosprecio, v. 22, y a veces «se deshace en ansiedad », v. 28. Es humillado, vs. 67, 78, 84, 143; incluso tan gravemente, que clama: «Afligido estoy en gran manera», v. 107. Es perseguido, vs. 84, 161. Sí, puede ser que no haya sido ejecutado como de Brès; pero también ha conocido el peligro de muerte, v. 87: «Casi me han echado por tierra», cf. v. 95 «Mi vida está de continuo en peligro», v. 109. Se le imputa mentira, v. 69, y es tratado injustamente, v. 133. Como consecuencia de toda esta miseria, se siente un extranjero en nuestra tierra, v. 192. Se ha explicado la especial forma alfabética del salmo como la obra poética de un preso que, en su prisión, habría acortado el tiempo con esta ingeniosa sarta de quejas suyas y motivos de consuelo3. Sus adversarios. ¿Y cómo califica a sus adversarios? Les llama «malignos», v. 115; «soberbios», vs. 51, 69, 78, 85; «soberbios» y «malditos », v. 21; «inicuos», vs 53, 61, 95, 110, 119, 155. Entre todos éstos hay hombres poderosos: «príncipes me han perseguido sin causa», v. 161. «Hablaré de tus testimonios delante de los reyes», v. 46. A este respecto, quizá igual que en el Salmo 2: 2, deberemos pensar en toda clase de autoridades locales y regionales, cf. Los Salmos I, 5, 3. 138 ss. Con esto, el salmista pintó un frente israelita interno, pues como en Los Salmos I, 3. 71 ss. hemos visto, los salmos, al hablar de «impíos» y «temerarios», y similares, no indican paganos, sino gentes de iglesia que no temían a Dios, miembros desobedientes del pueblo de Dios, israelitas que habían dado la espalda al SEÑOR y su Palabra. Esto también aparece claro por otros datos de este salmo. En el v. 53, el salmista se lamenta: «Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan tu ley» (= la Palabra de Dios en aquel tiempo). Él ha expresado más lamentos de esta clase: en el v. 21, leemos de «soberbios y malditos que se desvían de tus mandamientos». El v. 85 dice: «Los soberbios que no proceden según tu ley»; y el v. 126: «Han invalidado tu ley». El v. 139 expresa: «Mis enemigos se olvidaron de tus palabras». El v. 150, recuerda: «Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley»; y el v. 155, manifiesta: «Los impíos no buscan tus estatutos»; y el v. 158, lamenta: «Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, porque no guardaban tus palabras». Además de esto, había también «príncipes»: vs. 23 y 161; y «reyes»: v. 46. Por consiguiente, el poeta–autor fue perseguido y oprimido por figuras principales en Israel, la iglesia de entonces; personas importantes dentro del pueblo de Dios de entonces iban en contra del salmista. Lo mismo que en el caso e David, Elías, Eliseo, Amós, Jeremías y nuestro Salvador con sus apóstoles: todos ellos perseguidos por sus hermanos; y por «reyes» y «príncipes» en Israel como Saúl, Acab, el príncipe eclesiástico Amasías, quien desterró de Bet–el a Amós como un pícaro, Amós 7: 13; y las instancias oficiales posteriores de la iglesia judía, como Anás y Caifás y los sanedritas con su brazo que alcanzaba hasta Damasco,Hechos 9: 1–2. No conocemos el nombre del poeta–autor del Salmo 119, pero cualquiera de los oprimidos arriba mencionados podría entrar en cuenta para ello. Podría ser un Jeremías, cuya obra de predicación fue destruida por un príncipe idólatra en Israel, y fue echada al fuego, Jeremías. 36. Estos profetas y apóstoles, pero sobre todo nuestro Salvador, pueden haber visto cumplirse nuevamente este salmo en sus vidas, cf. Los Salmos I, 5. 2. 132 ss. Tanto más,cuando se fijan en lo que el poeta cuenta acerca de los métodos, que sus perseguidores aplicaron. En esto, muchos justos dolientes después de él deben haber reconocido la forma y manera de lucha de sus adversarios. Nuestro poeta–autor no fue combatido con franqueza, sino con medios bajos y furtivos, como la burla, el desprecio, las mentiras y trampas. «Contra mí forjaron mentira los soberbios», se lamenta, v. 69; y ora: «Aparta de mí el camino de la mentira», v. 29. Nosotros hablaríamos quizá de una campaña de mentiras. El pobre salmista se enfrentaba a enemigos secretos: «Los soberbios me
  • 28. Análisis bíblico Salmos Página 28 de 30 han cavado hoyos», v. 85. Eran perseguidores duros, sin ninguna compasión: «Se engrosó el corazón de ellos como sebo», v. 70; y también formaban una mayoría fuerte: «Muchos son mis perseguidores y mis enemigos», v. 157. ¡Y todo esto absolutamente sin fundamento firme! El Salmo 119 está sencillamente entreverado de manifestaciones de inocencia del salmista. No es tan difícil señalar más de sesenta de ellas. Transcribiremos algunas: «Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; mas tu siervo meditaba en tus estatutos», v. 23. «Los soberbios se burlaron mucho de mí; mas yo he aprendido de tu ley», v. 51. «Compañías de impíos me han rodeado, mas no me he olvidado de tu ley», v. 61. «Contra mí forjaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos», v. 69. «Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo consideraré tus mandamientos», v. 95. «Mi vida está de continuo en peligro, mas no me he olvidado de tu ley», v. 109. «Pequeño soy yo, y desechado, mas no me he olvidado de tus mandamientos», v. 141. No debemos calificar especialmente de «farisea» esta manera de hablar, pues este tono puede escucharse en las Sagradas Escrituras con la aprobación de Dios, entre muchos justos, cf. Los Salmos I, 8. 215 ss. Así habló G. de Brès aún en la escalera del cadalso: –«¡Yo os he predicado la buena doctrina!» Una obra poética no atemporal. Por tanto, el Salmo 119 no fue en modo alguno una obra poética atemporal sobre la gloria y excelencia de la Ley, sino un salmo en el que un pobre sufriente comoJeremías ha podido reconocer,que de por vida debía tropezar conpríncipes políticos SALMO 119 y eclesiales en Judá, que se juntaron contra él, y le imputaron mentiras; véase, por ejemplo, Jer. 364. Pero, también el Salmo 119 encontró su cumplimiento supremo en nuestro excelso Profeta y Maestro, quien fue escarnecido por figuras importantes en la vida eclesial judía de su tiempo (cf. Mt. 12: 24), y también se encontró frente a sí a «príncipes» como los miembros del Sanedrín, los cuales le lanzaron sus lazos (= preguntas capciosas), y fueron tan duros como los adversarios de nuestro salmista;y los siervos de Jesucristo no fueron más que su Señor. La historia de la iglesia muestra siempre el patrón del Salmo 119: «Príncipes » que «juntos deliberan» contra justos inocentes que nada prefieren sino honrar a Dios y su Palabra. Queda fuera del proyecto de este libro comentar este salmo versículo por versículo. Esto no obstante, sí querríamos sugerir a los lectores de la Biblia: leed cada versículo de este salmo, en primer lugar, desde la situación del poeta–autor. Entonces veréis desaparecer espontáneamente la apariencia de «generalidad» y «atemporalidad» que, según idea de algunos, se halla en este salmo, y oiréis a este salmo hablar un lenguaje ardiente, polémico y testificante, también en el mundo eclesial de nuestra época que asimismo está llena de abandono de la Palabra; lo cual queremos hacer ver de la mano de algunos versículos. 2. V. 136: «ríos de agua descendieronde mis ojos, porqueno guardaban tu palabra». Nuestro salmista disponía de una larga lista de palabras para designar la Sagrada Escritura de sus días: la ley del SEÑOR, tus testimonios, tus mandatos, tus estatutos, tu o tus mandamiento(s), tu palabra, tus causas, la palabra de verdad, tu promesa, tus palabras. Estas expresiones, medidas en una balanza de oro, se diferencian entre sí y en alguna manera, en significado; pero todas son, de hecho, sinónimas de la Palabra de Dios. Además, una por una, todas ellas también estaban igualmente determinadas por el Pacto. Pues, una palabra como«mandamiento» o «mandato», tiene que ver frecuentemente en las Escrituras no simplemente con alguna orden de Dios, sino que propiamente designa todo el Pacto de Horeb con la enseñanza (miswah) de Dios, contenida en el mismo.Comola palabra «testimonio» significa las actas del pacto en el arca; y la palabra «promesa» indica las promesas de vida, vivir felizmente y la protección real y grandiosa que el SEÑOR prometió en Canaán a Israel, si guardaba el Pacto del SEÑOR, Lv. 18: 5. En resumen, todas estas expresiones tienen que ver con la enseñanza que el SEÑOR había dado, por medio de Moisés y los profetas, acerca de sus pactos y su realeza sobre toda la vida israelita, y el pleito que debió afectar a su vasallo, Israel, en más de un período de la historia, cf. Los Salmos I, 1. 2. 27 y ss. Esta enseñanza buena y divina fue negada orgullosamente en los días en que el salmo más largo fue escrito, por muchos israelitas, y entre ellos por muchas figuras importantes. De esto se queja constantemente el salmista: «Han invalidado tu ley», v. 126. «Se alejaron de tu ley», v. 150, cf. v. 21, 53, 85. Esto significaba nada menos que los fundamentos bajo la convivencia israelita fueron rechazados, cf. Sal. 11: 3. En Los Salmos I, 2. 3. a. 48–56, hemos visto algo del sufrimiento agudo que entró en más de una casa israelita cuando la Thorá –¡escudo de los pobres!– fue quebrantada. La ruptura de la ley que el salmista señala, ha ocurrido tan frecuentemente en la historia bíblica, que la expresión «pobre», especialmente en los salmos,¡es frecuente que sea otra palabra para significar «justo»! Recuérdese al hambriento Acab, un nuevo príncipe israelita tan importante que quebrantó la Thorá y precipitó en la desdicha a Nabot junto con su familia. Cierto, el salmista también se enfadó por esto, y quedó
  • 29. Análisis bíblico Salmos Página 29 de 30 profundamente afectado: «Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, porque no guardaban tus palabras», v. 158. «Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan tu ley», v. 53. La ortodoxia fría permanecía brotando a veces en esta indignación y horror, pero el salmista, por causa de la apostasía de su confraternidad, también derramó lágrimas amargas: «Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley», v. 136. Llorar por la iglesia, también lo hemos visto hacer al poeta– autor del Salmo 74. Por semejantes quejas, el Salmo 119 se coloca en la fila de Lamentaciones por Sión, y el poeta muestra un espíritu afín al de los autores del libro de Lamentaciones. También nuestro Salvador «tuvo compasión» de las multitudes, al verlas desamparadas y dispersas como ovejas sin pastor, Mt. 9: 36, cf. 23: 37; y para aquellos que tienen pena por la desolada situación de la Cristiandad actual, el Salmo 119 está, pues, plenamente de actualidad. 3. V. 172: «HABLARÁ MI LENGUA TUS DICHOS». La tristeza del salmista por el desprecio de la Palabra de Dios debe haber sido para él muy amarga, porque amaba profundamente a las Sagradas Escrituras. «Mi lengua cantará tu palabra». Pues bien, ¡ya lo ha hecho! Desde el v. 4 se dirige directamente al SEÑOR, de modo que su salmo forma una oración de 173 versículos o 346 líneas, ¡y únicamente en seis de ellas no menciona la Palabra de Dios!6 En efecto, su salmo es un Himno de Alabanza a la Palabra de Dios. Aquí siguen, como ejemplo, algunas de esas expresiones de alabanza: Bienaventurados los que hacen lo que enseña la Thorá, v. 1. Los juicios de Dios son justos, vs. 7, 62, 106, 164. Los juicios de Dios son buenos, v. 39. Toda tu palabra es la verdad, vs. 43, 142, 151, 160. Todos los juicios de Dios son justos, vs. 75, 123, 138, 144. Todos tus mandamientos son verdad, v. 86. La palabra de Dios permanece para siempre, vs. 89, 152, 160. Cielo y tierra descansanen la palabra de Dios, vs. 90–91. Tu mandamiento es amplio sobremanera, v. 96. Tus mandamientos hacen sabio, v. 98. Tus mandamientos dan perspectiva, vs. 100, 104, 130. Tu Palabra es lámpara a mi pie, v. 105. Maravillosos son tus testimonios, v. 129. La expansión de tus palabras alumbra, v. 130. Tus juicios son rectos, v. 137. Tu palabra es sumamente pura, v. 140. Mucha paz tienen quienes aman tu ley, v. 165. ¡Y el salmista veía a esta buena Palabra de Dios rechazada por muchos en torno a él! Como actualmente en la Cristiandad moderna se manifiesta cada vez más el hombre de pecado, el hijo de perdición, el adversario, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios (la Cristiandad) haciéndose pasar por Dios», 2 Ti. 2: 3–4. Las palabras de alabanza que el salmista anteriormente dedicaba a la Palabra de Dios, muchos actualmente se las dedican a las ciencias, y llegan a decir: –«¡Maravillosa es la ciencia!; ella esparce luz, etc., etc». Así es como con el salmista nos encontramos constantemente ante el mismo frente o dilema: Sabiduría divina, o sabiduría humana. De nuevo un ejemplo de que el Salmo 119 no menciona versículos generalmente piadosos, sino que hace oír alabanza polémica a la Sabiduría de Dios frente a la presunción humana; también a la del hombre moderno y soberano. Obras consultadas para la elaboración de este documento. 1. Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, por Vila/Escuain. 2. Diccionario de la Santa Biblia, por w.w. Rand. 3. Salmos, por Matthew Henry. 4. Comentario Exegético de la Biblia, por Jamison, Fausset y Brown.
  • 30. Análisis bíblico Salmos Página 30 de 30 5. Compendio Manual de la Biblia, por Henry Halley. 6. Joyas de los Salmos, por F.B. Meyer. 7. Salmos FeLiRe 8. El Tesoro de David C. Spurgeon