El documento habla sobre la presencia del cristianismo en la universidad. Argumenta que Cristo debe ser el modelo para los estudiantes cristianos, ya que en él se encuentra la plenitud de los valores humanos como la ciencia, la justicia y la creatividad. La universidad debe promover un espíritu de familia y amistad entre los estudiantes para fomentar el trabajo en equipo y el progreso. También debe impulsar el diálogo entre las universidades para transformar la sociedad a través de la cultura y la ciencia al servicio del bien