Este documento discute los principios éticos de autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia en el contexto de la bioética clínica. Argumenta que es importante respetar la autonomía del paciente a través del consentimiento informado, pero que también se debe tener en cuenta el principio de beneficencia. Un enfoque paternalista fuerte no es ético, pero un paternalismo suave puede estar justificado en algunas circunstancias cuando el paciente lo solicita o su competencia es dudosa.