10 verbos (imprescindibles) para vivir la vida.

10 verbos
(imprescindibles)
para vivir.
(en situaciones de discapacidad)

José María Olayo 4 septiembre de 2010 olayo.blogspot.com

DEPORTE Y DISCAPACIDAD

Una conversación acerca...

… de la vida y cómo afrontar
el reto que supone aprovecharla
y sacarle todo su jugo, en
situaciones de discapacidad...



… una oportunidad que solo vivimos
una vez, porque que se sepa nadie ha
vuelto para repetir otra vida.



Estar vivo es mucho más que no
estar muerto, más que sobrevivir
o subsistir, una experiencia
inigualable e intransferible que
debemos afrontar con ilusión para
aprovechar todas sus oportunidades.



En situaciones de discapacidad, vivir
la vida supone, muchas veces, un
plus de esfuerzo e imaginación
no tanto por las propias limitaciones,
cuanto por las trabas y obstáculos
que el entorno presenta...



… lo que supone plantearse un
modus vivendi que haga posible poder
cumplir las expectativas y lograr una
calidad de vida digna y satisfactoria.



1. Adquirir (y cumplir)
compromisos personales.



En situaciones de discapacidad,
sobre todo sobrevenidas, suele
ser habitual estancarse y
quedarse trabado con lo
que ocurrió ese día fatídico...



... algo natural y entendible pero
que requiere un esfuerzo por saltar
al escalón siguiente, a partir del
cual se empieza a ver el futuro y a
entender que muchas cosas ya no
serán como eran, pero siguen siendo...



… en ese escalón es necesario
cambiar el paso y la actitud,
anticipar el futuro, adquirir
compromisos sencillos y alcanzables
que nos permitan plantearnos otros
más y más exigentes y gratificantes...



… unos compromisos con uno mismo
que nos obligue a cumplir en el fondo y
en la forma y que nos permita satisfacer
las expectativas inicialmente previstas...



… para abandonar ya las zonas
de sombra y temor, tomarle distancia
a los miedos y volver a mirar de
frente y a los ojos, tratando de
entender y aceptar el aquí y el ahora,



2. Convertir las amenazas
en valores para
intercambiar ternura.



Hasta sólo veías amenazas y acumulabas
dudas, la sensación permanente de
que no ibas a poder encarar un
futuro mínimamente satisfactorio...



… cansado de no sentir aliento,
de no encontrar motivos relevantes
por los que vivir, alejado de los
demás sin saber muy bien porqué....



Ahora tienes que decidirte a actuar,
a buscar esos momentos cargados de
emoción que te convierten en un
ser sensible capaz de querer y ser
querido, de saberte de otros y para otros...



… encontrar sentido al sinsentido,
intercambiar ternura, ponerte cada
día a prueba, desafiar a la rutina,
hacer que tu YO sea un NOSOTROS.



3. Confiar en uno mismo y en
la fuerza de una sonrisa.



Lo peor que te ha pasado hasta ahora
no es lo que te ha pasado, sino lo
que tú has hecho con lo que te pasó...



... perdiste la capacidad de sonreír, de
mirar con orgullo y pasión, de soñar
que podías soñar como antes lo hacías...



... dejaste de confiar en ti, te
confundiste al pensar que perder
algunas capacidades era lo mismo
que no tener ninguna capacidad...



… pero ya te has dado cuenta
de que eso no conduce a nada,
que te debes una oportunidad,
pasar página y recuperar la sonrisa...



… con la fuerza de una sonrisa
eres más optimista, te sientes más
seguro y recobras un combustible
vital que creías perdido: la esperanza.



4. Vivir por encima de
nuestras realidades.



La mezcla de culpa y resentimiento
te ha atenazado y amarrado al
victivismo, un lastre pesado
que no te permitía mirar
más allá de tus heridas....



… perdiéndote en una realidad
pequeña y anodina de la que
no sabes salir pero en la que
no quieres estar un minuto más...



Es hora de que te plantes, de
encapsular los miedos y las
dudas y volver al estado de
equilibrio emocional que
siempre te permitía vivir por
encima de tus propias realidades...



… de saberte entero y optimista,
aliado de forma permanente
de la ilusión y militante
convencido de la pasión.



5. Compartir para
crear valor.



De nuevo has descubierto que el
optimismo predispone a la acción,
que es mejor encender una vela
que maldecir la oscuridad...



… que la búsqueda de la felicidad
personal sólo es posible integrándola
en un proyecto colectivo, porque son
los otros los que nos dan la medida
y la perspectiva de nosotros mismos...



… compartir para generar valor
añadido, sentir el aliento del
otro para decir “sí puedo”,
abrir nuevos caminos por
donde transitar y crecer juntos.



6. Desarrollar el
pensamiento positivo.



En tiempos de penumbra se apagan
las luces de la imaginación y la
indagación y uno no es capaz de ver
más allá de sus desdichas y pesares...



… son días oscuros en los
que el dolor apaga el color,
el desaliento inhibe toda
posibilidad de relación y
la desmotivación nos deja
en manos del azar...



… es por eso que ahora más
que nunca necesitas ser optimista,
tener pensamientos positivos,
decirte a ti mismo “tengo lo que
hace falta para lograrlo”...



… afrontar el sufrimiento por
un cambio de mentalidad y un
cambio de realidad: aquella en
la que te sea posible seducirte
a ti mismo y a los demás.



7. Hacer las paces
con el pasado.



Hasta ahora sólo eras pasado,
una realidad inerte, triste y anodina,
en la que el futuro y el presente
suponían un muro para la
imaginación y la fantasía...



… un espacio y un tiempo
amargos, capaces de engullir
cualquier pasión o emoción,
donde la esperanza apenas
alcanzaba para vivir un día más...



Por eso ahora es preciso hacerse
un hueco, tener un lugar propio
desde el que poder afrontar
los retos de vivir tus propias
expectativas y fantasías...



… tienes que aprender a superar
las adversidades y la falta de
oportunidades del ayer y
mirar de frente y a lo lejos...



… guardar los recuerdos en
sus cápsulas de tiempo,
como oportunidades de
un ayer irrepetible...



… sacar la cabeza y atisbar el
futuro, dar y recibir afectos,
compartir las desdichas, perseguir
el dolor hasta su madriguera, y
utilizar el humor como herramienta
para superar la adversidad.



8. Sentir la necesidad
de importarle a alguien.



El pasado siempre está lleno
de futuros que lo llegaron a
realizarse; recupera esos
futuros desde la emoción y
la sensación de estar vivo...



La vida es un constante desafío,
repleto de problemas, sí, pero si
evitamos los problemas, también
estamos evitando la solución.



Es preciso que busques un lugar para
el encuentro y el intercambio, donde
puedas crecer y sentir, influir y fluir,
ganarte el derecho a tener un sueño...



... recupera la ilusión, atrévete a
ejercer de persona, disfruta cada
día como si fuera el primero,
tienes que lograr que los
demás se interesen por ti.



9. Gestionar de forma
optimista las emociones.



Tienes que recuperar la confianza
en tus capacidades, sólo así estarás
en condiciones de poner los medios
para poder influir en los
acontecimientos que rozan tu vida...



… y para ello necesitas emocionarte
y controlar esas emociones; uno de
los combustibles más poderosos en
la vida es la pasión; ella compromete
plenamente tu talento y energía...



… no permitas que a la utopía
les frene tus intereses y necesidades,
que tus emociones puedan soñar un
afecto, que pases a percibir tus
heridas como simples cicatrices...



… invierte tu talento en optimismo,
haz de la costumbre una aventura,
y del entusiasmo y la voluntad un barco
para navegar más lejos y más adentro.



10. No renunciar nunca
a ser uno mismo.



Te miras y no te reconoces.
Estás tan pendiente de
cómo eras que no eres
capaz de percibir cómo eres...



… sólo ves heridas, limitaciones,
dudas, carencias, debilidades.
Es hora de que abras los ojos
y valores todo lo que tienes...



… no renuncies a lo que eres;
en la vida hay algo peor que el
fracaso: el no haber intentado nada...



… tienes que aprender de tus
errores, desprenderte de agobios
y recelos, desterrar de una vez
por todas esa aleación de
sufrimiento y desesperación...



… abrir los sentidos, azuzar la
curiosidad, los afectos, las
miradas, y saborear el desafío
de llegar a los demás con la
fuerza y la energía de una sonrisa.



… afrontar el futuro con pasión
y una visión optimista que
alimente tu autoestima...



… atreverte a soñar e imaginar,
ver lo nunca visto y hacer lo
nunca hecho, sentir la necesidad
de importarle a alguien....



El dolor puede ser inevitable,
pero el sufrimiento es opcional.
Recupera el ánimo,
saca lo mejor de ti mismo ...



… y convierte el universo de tus
emociones en una casa habitable y
confortable para ti y los que te rodean.
No lo dudes, siempre se está a tiempo.


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