1. CAMPAÑA
Aprobada
y Bendecida
Año Ir. No. 16
Octubre de 19351
Con .las debidas licencias.
:1
Orientaciones
!
I
t
t
f
1
1
!
POIf'tA
ESPIRitÚAL
No pocos padres de familia piden orientaciones
concretas y claras para atender a la educación de
sus hijos, sin duda porque 110 conocen las normas dadas por el
Exmo. y Rdmo. Sr. Delegado Apostólico y por el Vble. Episcopado
Nacional;
las principales
son las
siguientes.
PRIMER.A.-"Mientars
sea oblig-atoria la enseñanz-a
socialista según la reforma
del A rt. 30, de
la Constitución,
no es lícito a los
católicos
abrir y sostener
escuelas públicas que en cualquier f(,rma deban estar o estén sujetas a
dicha ley, ni acudir o enviar a sus
hijos a las mismas, sca.i oficiales
() par ticulares".
Por consiguiente
no deben los
nadres de familia
mandar
a sus
hijos a las escuelas en que oficialmente
se debe enseñar
el socialismo,
aunque
no lo enseñen,
nues. como dice el mismo Exmo.
Sr. Delegado Apostólico:
"el Santo Padre ... aprueba el que ni aparentemente
se acepte la reforma
rl~l :>rt. 30" Y es natural,. porque el Socialismo es una serie de
errores condenados
ya desde
hace años
por la Iglesia;
y está
condenado el Socialismo porque
les errcres
que enseña traen grao
-e~ v grandes males a las almas
y a la nación.
SEGUNDA.-'<A
loa
;'piadi'es
q';,¡e tengan a sus hijos en tales
escuelas les advertimos que están
cometiendo
un g rav is ímo pecado
mortal. y que no pueden ser absueltes en confesión
mientras
no
retiren a sus hijos de dichos esta'<lccimír ntos".
Por lo tanto los padres de familía al confesarse
deben decir la
verdad de lo que hacen, pues de
otra suerte la confesión scr!a mala. y los sacerdct es r.o deben absolver a los oenitcnt es si siguen
mandando a su'> hijos a las escuelas en que oficialmente
se deba
onscñar el socialismo,
auncue
de
hecho no se enseñe, pues "mientras sea obligatoria
la enseñanza
socialista
según
la reforma
del
Art, 30. no es lícito
dcci r ; es
pecado) a los católicos,
cte." como te dice en la pr-imera de la!';
normas citadas.
-Nadje oiga Que 1~0 hay orientaeón clara )l concrata : lo que nuede haber es i~n('ral1cia. y esta hay
Que destruirla
dando n conocer la
verdad v cU""'lendo
10 que se
manda. Y nót ose nu- ""ta norma
:eg para toda la República " d=be
(Sigue en a Pág'. 4-).
«~S
por el Venerable
'NIÑEZ MEXICANA
Episcopado
"Humildad·Oración·Carid;¡d"
Mexicano·
I llego
como arto de 28. clase el S de
marzo de 1934 en México, D. F.
~arj~dad~s
EducatIvas
~-_.----
UN
YUGO HUMANAMENTE
INSOPORTABLE
La confesión es un vugo humanamente
insoportable,
tanto para
el penitente
como para el confesor; de modo que si no fuera institución
div.ina, fundada por el
mismo Jesucristo
y, no concediera él' su g racia para hacerla 50brena turalmente
practica ble, mucho. años hace que no existiría ya,
o por mejor decir, jamás hubiera
de hecho existido.
El confesor tiene que
permanecer a Veces en su incómodo puesto horas y horas soportando
el
frío o el calor, luchando con el sueño, sobreponiéndose
al consancio,
sin poder apenas remo,:,erse.
.
Decía un gran sabio y adrnirador de los confesores:
Admirables nescadores
de almas son estos dos nobles y santos ancianos,
asistentes
ambos del General
de
la Compañía
de 'Jesús, que en la
Tsdp.sia"-,pe Jesús de Roma, oían
cada uno al año alrededor
de .. ,
12,000 peni te.ntes.
Las Preces de la' Campaña
Un Pcdre nue s trn, cuatro Avemarías
y la Jaculatoria:
¡Virgen Sma. de
Gundulupe,
defiende
y salva a tus
nlños mexIcanos!
Récelas
Ud. diariamente,
haga
que las recen todos los de su casa,
recuérdale s a sus conocidos
que
las ruCen todos los dics con viva
fe' y mucho conñunzu.
jESCONDEDME!
.ü.;d.
LO HEMOS
SEÑORES
PERDIDO.
Enrique VIII Rey de Inglaterra,
dcsnués
de las violencias
y per~c'cuciones contra la Iglesia .cat.óiica, se vió ,.postrado
y tendido
en su lecho de muerte.
sin uue
nadie se atreviese a adverj irle
de su e<!Jfado, porque la. más pronta y violenta
muerte,
hubiera
s~do la pena dictada por ar¡ue! tirano contrra d Que se hubiera
atrevido a advertírs.elo;
pues a per.ar de la enfermedad,
nada había
]1er;¡'¡do de sus instintos
f'ercccs y
sanguinarios.
.
Murió, pues, antes de saber que
llegaba al término <le su vida y sm
haber podido firmar
un gran número de sentencias de muerte que
había re;'uelto ejecutar.
.
Afirmase
que en su última agonía mirando a los que rodeaban su
lecho. exclamó "Todo lo hemos perdido, señores, el Estado la Iglecia,
la conciencia y el cielo."
])E UN PALACIO
CABA~A
OE
REAL . l':.',
PESCADOR
C<'1'1os Alberto, Rey de~'
m,..QDtc,
aduló a la revolución
sus persccuciones
contra el ea
:.
Q.
De ió violar los santos
asilos de
religiosas y sacerdotes,
roba r la,>
casas de los iesuítas, e invadir los
r-alacios
eplscopales
de muchos
Prelados
muy venerables.
Vencido en la batalla de Novata. abdicó el mismo día la corona
fué a--morir de pena y de ver+ücnz a a Opcrto en una cabaña
de pescadores,
¡CHANTAR
(:ORON AR RE HAN
DESTROZADO!
Luis Felipe. Rev nI' IOR Fvanceses. veía en la religión solament.c un medio de g obierno. Para él
h ley debía 5C1' atea; es dr-cir inclifAl'l'",t,., a t"'¡ns 1,,1'1 cnl+os.
El Obispo' Monseñor
A f're
n+rvió un día a necirle, -v fIJé h
última conversación
nup ('0'1 él t,)(Pasa n.IR p:ip: 4~
'1~;~~,
l"'"
j
TODO
l-
[Aplastad
al infame! ese era el
infernal grito de guerra que Voltaire repetía
sin cesar contra J esucristo.
Este célebre impío pasó en efecto, su vida guerreando
contra
el Divino Redentor,
pero
un día acabó su vida muriendo en
horrorose
'ldes,esperaciiJn, ' haciendo a sus discípulos sangrientas
recriminaciones,
invocando unas veces a Dios dcsesperadamerrte
y
blasfemando
otras diabólicamente.
Con voz aterradnra
clamaba a veces en sus excesos .do furor: IJesucristo!
¡JesucI:i'sto! ... · Por fin,
Lo que e. el hombre en los pri m aros
retorciéndose
sobre su lecho y rasgándoseel
pecho con las uñas, gritó como un energúmeno.
"¡ Sient.o
una mano que me arrastra
al tribunal de Dios!...
¡El diablo está
allá, quiere cogerrne!
i10 veo, veo
el infierno!
iescondedme!
e'. será en lo, últimos de su wjez
'.
, -
r
f
1
)