Este documento discute la transición de los jóvenes a la vida adulta y activa como un proceso complejo debido a la desestandarización de los roles y etapas tradicionales. Propone que la orientación debe enfocarse no solo en la transición de la escuela al trabajo, sino en un enfoque más amplio a lo largo de la vida que considere todos los contextos de desarrollo de una persona. Asimismo, enfatiza la importancia de la reflexión personal y contextual en el proceso de orientación para facilitar la adaptación creativa de los jóvenes