Este documento discute estrategias de política económica y tributaria para ayudar a las compañías a mejorar el flujo de caja en tiempos de crisis económica. Explica que los impuestos representan un gran gasto y que existen muchas oportunidades de planeación tributaria en áreas como ingresos, gastos, depreciación e impuestos indirectos. También analiza cómo los cambios en las leyes y políticas fiscales, como programas de depreciación acelerada y ajustes a tasas impositivas, pueden proveer estímulos a
Teleconferencia Accionistas Q1 2024 . Primer Trimestre-
2.1. estructura estrategias sobre la
1. ESTRUCTURA ESTRATEGIAS SOBRE LA POLÍTICA
ECONÓMICA TRIBUTARIA
En este entorno económico, la liquidez y el flujo de caja se han vuelto más
críticos que nunca y vitales en la habilidad con que una compañía conduce su
agenda estratégica. Como resultado, la administración del efectivo se convirtió
en un ítem de alta prioridad para comités y juntas directivas alrededor del
mundo.
Los impuestos son uno de los mayores gastos en la declaración de renta –
entre 20% y 30% de las ganancias antes de gravámenes. Además los flujos de
caja para impuestos indirectos como: Valor Agregado (IVA), bienes y servicios
(GST), al cliente, impuestos del Estado y locales, pueden ser de gran
importancia.
Muchas oportunidades de planeación tributaria en áreas como ingresos y
gastos, capitalización y depreciación, métodos de contabilidad e inventario,
impuestos indirectos, estatales y locales, pueden ayudar significativamente a
que las compañías aumenten su flujo de caja. Además, muchas de las medidas
de estímulo fiscal recientes presentan una variedad de opciones mundialmente
dirigidas a mejorar los resultados.
Pero mientras dichas estrategias de planeación y programas de estímulo
pueden otorgar beneficios muy generosos, con frecuencia presentan períodos
de elegibilidad definidos estrechamente. Por eso, la habilidad de evaluar y
actuar rápidamente es importante para tener éxito.
El desafío económico
En menos de un año, la ‘crisis del crédito’ se ha convertido en la mayor
recesión global que se haya experimentado en esta generación. De hecho, en
su Informe de Panorama Económico del 31 de marzo de 2009, la Organización
para Cooperación y Desarrollo Económico, Ocde llamó a esta, la “más severa y
sincronizada” recesión en la historia de la posguerra –presentando un
crecimiento negativo del Producto Interno Bruto en países de la Ocde, del 4.3%
en 2009.
2. Como resultado, muchos países enfrentan serios problemas económicos
estructurales, cuyos efectos pueden ser vistos en el fuerte descenso del
comercio internacional –una contracción del 13.2% para 2009, de acuerdo a
proyecciones recientes de la Ocde.
En este período de desafío económico, las compañías han tenido que luchar
con la creciente competencia por un área de demanda más pequeña, fuerte
presión de precios a la baja y acceso extremadamente restringido al crédito.
Estos factores se han combinado para ejercer una enorme tensión sobre los
balances de ingresos corporativos y han elevado los problemas de negocios
relacionados con un entorno de efectivo restringido. Preocupaciones
relacionadas con proteger las ganancias por acción, mantener el valor de
accionistas, resaltar e implementar la reducción de costos, y asesorar y
monetizar activos de bajo rendimiento, se han vuelto las mayores prioridades
financieras.
Problemas de los negocios en un entorno de efectivo restringido
Administración del efectivo.
Reducción de costos.
Repatriación de efectivo por operaciones extranjeras.
Déficit de capital.
Problemas de liquidez en el corto plazo.
Confianza en la cadena de abastecimiento.
Confianza en las cifras reportadas.
Gestión de la fuerza laboral.
Caída en precio de activos.
Ofertas Públicas Iniciales canceladas y la necesidad de alternativas
estratégicas.
Administración de las tasas de cambio de moneda.
3. Según el estudio más reciente de la OIA, 82% de las compañías asegura
que el efectivo es un problema, por encima del 74% registrado en enero. Las
empresas también afirman que están acelerando sus esfuerzos en identificar
mejores formas para administrar el efectivo. De hecho, los resultados revelan
que 3 de cada 4 compañías están llevando a cabo actualmente una revisión
minuciosa de la administración de efectivo y flujos de caja.
Los impuestos, sin embargo, no son siempre el centro de atención cuando
se trata de gestión del efectivo. Menos de una de cada cuatro compañías están
incluyendo impuestos en su análisis estratégico, de acuerdo al estudio hay
oportunidades significativas cuando los impuestos son parte de dicho análisis.
Son uno de los mayores ítems en el balance de ingresos y además por el valor
de las oportunidades de impuestos que están disponibles para la mayoría de
las compañías.
La serie de ahorros tributarios que pueden ser desbloqueados es
extremadamente variada y abarca impuestos nacionales, fuera de la frontera e
indirectos, y problemas de clientes, así como operaciones de impuestos ,
planeación de capital humano, y muchas otras áreas de impuestos.
Cómo funcionan las estrategias fiscales de efectivo
Igual que su núcleo, una estrategia fiscal puede mejorar el Ebitda y crear
flujo de caja adicional al desbloquear montos de efectivo y generar ahorros
anualmente. La firma consultora se ha enfocado en las siguientes estrategias
básicas para generar efectivo a las compañías:
Examinar nuevas medidas de estímulo para oportunidades
Revisar subvenciones e incentivos disponibles
Convertir pérdidas en atributos fiscales que mejoren el EPS
Evaluar las posibilidades de retorno tributario
Repatriar eficientemente efectivo y ganancias
Liberar el efectivo bloqueado en cadenas de abastecimiento
Crear beneficios de flujo de caja.
4. Los gastos tributarios pueden ser un componente crítico para cualquier
estrategia de ahorro de costos, especialmente una orientada a reducir gastos
de efectivo. Pero como se indicó previamente, los gastos tributarios constituyen
una porción significativa de los gastos totales, y puede proveer muchas
oportunidades para el ahorro si se tienen en cuenta estrategias como:
Evaluar los valores de activos existentes y su desempeño para posibles
ajustes
Recuperar pagos tributarios excesivos cuando los pronósticos anteriores de
ganancias fallan y los pagos de la cuota de impuestos son exagerados
Examinar el perfil de provisión de impuestos
Examinar las estructuras de préstamos entre compañías
Aunque es valioso elevar los activos tributarios, es igualmente importante
para las compañías implementar estrategias adicionales para protegerlos.
Durante los años anteriores, las empresas han sido testigos de la más rápida
sucesión de cambios legislativos y regulatorios en décadas, a medida que el
gobierno intenta mantener un balance entre la creciente competitividad e
ingresos –un balance que ha mostrado dificultad frente a la incertidumbre
económica.
Los gobiernos pronto tendrán que encontrar una forma de pagar por el alivio
fiscal del que ahora gozan, en respuesta al entorno económico actual. Sin
embargo, no es razonable para las compañías esperar y prepararse para
desarrollos legislativos y regulatorios – y aumentar su enfoque en esfuerzos de
cumplimiento y ejecución – que podrían afectar las decisiones vigentes. Por
esta razón, deberían evaluar activamente estrategias para proteger los activos
existentes, mientras toman ventaja de las desgravaciones fiscales y
deducciones disponibles.
Planeación tributaria y cambios gubernamentales
El área de administración de impuestos está experimentando cambios
importantes, con implicaciones a corto y largo plazo. Estos cambios son
5. conducidos por variaciones de tipo político - tributaria en el corto y mediano
plazo, diseñada para dirigir la crisis financiera.
La política tributaria ha jugado un rol clave en estos esfuerzos de estímulo –
de acuerdo al reciente Informe de Panorama Económico de Ocde, las medidas
de impuestos representan 56% del efecto neto de estímulos fiscales como
promedio, en los países de la Ocde. Tales medidas tributarias representan
grandes oportunidades para el ahorro inmediato y continuo de efectivo.
Por su parte, la firma consusltora ha identificado seis áreas cruciales de
estímulo macroeconómico aplicadas a través de cambios en leyes y políticas
fiscales:
Programas de depreciación acelerada diseñados para ayudar a mejorar el
flujo de caja en empresas, permitiéndoles cancelar el costo de inversión
rápidamente
Aplazar y retomar provisiones de pérdidas operativas netas para ayudar a
las compañías a compensar los ingresos
Ajustes a tasas de impuestos de ingresos corporativos para asistir en la
atracción de inversión y empleo, así como para estimular la demanda total
Mejorías al crédito fiscal de investigación y desarrollo, e incentivos relativos
para alentar a compañías a mantener su inversión en innovación
Cambios en impuestos indirectos para ayudar a mantener la demanda
mediante la reducción de costos a bienes y servicios
Medidas fiscales que afecten a individuos para apoyar al contribuyente
Muchas de estas medidas tienen una línea de tiempo definida y un punto
final. Por ejemplo, las normas de depreciación acelerada y una ampliación del
crédito R&D se diseñaron para poner en marcha la industria y otras órdenes de
capital.
También, múltiples jurisdicciones están contemplando o implementando
cambios significativos en sus políticas, tales como el tratamiento fiscal
extranjero en EU y el Reino Unido. Admás de la adopción de las Normas
6. Internacionales de Información Financiera, Niif alrededor del mundo, lo cual
tendrá mayores impactos en la planeación y comportamiento fiscal corporativo.
Estos cambios ofrecen oportunidades cercanas y a largo plazo para el
ahorro y mejor administración del efectivo. Es imperativo que las corporaciones
evalúen activamente – y siga reevaluando – las oportunidades y amenazas
delante de ellas, particularmente si algunas de las ventanas de oportunidad
para convertir atributos fiscales en efectivo podrían tener corta duración.
El rol gubernamental en las estrategias de impuestos de efectivo no es
siempre de apoyo. Al mismo tiempo que los gobiernos administran estímulos a
través del código fiscal, también están aplicando una presión cada vez mayor
en las actividades de planeación tributaria e intensificando la aplicación y
cooperación de impuestos.
¿Qué estrategias tienen más sentido?
Para compañías que tienen su efectivo restringido durante la crisis del
crédito la prioridad estratégica es clara –necesitan hacer lo que puedan para
asegurar su presente. Para aquellas compañías que están generando efectivo
mediante operaciones, las oportunidades son más variadas. En cualquier final
del espectro de la crisis financiera, o en cualquier punto medio, la necesidad
por acciones de administración estratégicas y concertadas –incluyendo
estrategias de impuestos de efectivo- es esencial.
Algunas de estas estrategias pueden ser combinadas, pero no siempre.
Depende mucho de dónde está ubicada la compañía, y cuáles son sus metas
en el cercano y largo plazo. El panorama macroeconómico sugiere que en un
año la mayoría de las compañías tendrán un entorno mucho más fuerte en el
cual planear y operar.
Hay un creciente consenso que la peor de las crisis económicas ha quedado
atrás, y hay suficiente razón para un optimismo cauto. Los principales índices
bursátiles, cuya mayoría fueron pobres en el período de septiembre a mayo,
han mejorado. Adicionalmente, como se reportó en el Informe Provisional de
Panorama Económico de Ocde en marzo de 2009, los indicadores económicos
líderes están estabilizándose o mejorando en muchos países.
7. Los resultados del estudio también muestran signos positivos. Mientras casi
tres cuartas partes de los encuestados dicen que la economía prevalece como
un problema, 60% afirma que la recuperación se dará entre 6 a 12 meses.
Aún así, el daño de la actual desaceleración global podría haber afectado
algunas compañías tan dramáticamente, que no podrán contar en esa
recuperación para soportar todos los nuevos desafíos. Además, aquellas
compañías en una posición más segura querrán considerar estrategias de
efectivo que son implementadas para beneficios de corto plazo con
consecuencias a largo plazo.
Algo que parece muy inteligente hoy podría resultar ser menos estratégico
mañana. Y si la economía mejora rápidamente, ese mañana cambiará
rápidamente