La arquitectura islámica se caracteriza por la falta de identidad entre el interior y el exterior de los edificios. El interior suele ser más impresionante que el exterior. Utiliza materiales locales y se adapta al entorno. No hay una relación fija entre la forma y la función, por lo que un mismo espacio puede usarse para diferentes propósitos. La arquitectura islámica mantiene la escala humana a pesar del tamaño de los edificios.
1. CARACTERÍSTICAS DE
LA ARQUITECTURA ISLÁMICA.
• Se le ha calificado como de
"arquitectura disimulada u
oculta" entendiendo por ello la falta
de identidad que existe entre el
interior del edificio y la expresión
exterior del mismo. Así, G. Michell se
expresa de la forma siguiente:
2. • "..un edificio islámico es un volumen
edificatorio que no contiene exteriormente
ningún valor arquitectónico y que no refleja
desde el exterior, la arquitectura que se
descubre al pasar a su interior.”
3. • Para entender esto, no hay más que mirar a
las caras decepcionadas de los turistas que,
junto al muro de la Mezquita de Córdoba,
abandonan el autobús dispuestos a visitarla,
y seguirlos, para volver a observar sus rostros
embelesados bajo la "qubbat" de la
"macsura" o cúpula que se adelanta al
mihrab del Monumento.
4. Las postales de la Alhambra, en las que se reflejan sus muros de
ladrillos rojos, observados desde la otra margen de la Carrera del
Darro, sólo emocionan a los que ya han visitado alguna vez, el
interior del lujoso palacio del nazarí Yusuf. Igualmente, por bien
documentado que llegue el visitante que por vez primera se
adentra en la Alhambra, este no dejará de sorprenderse, lo cual
no puede extrañarnos a nosotros que sabemos que sólo desde
dentro se descubre, cada día, la belleza de este gran museo de
azulejos y mocárabes.
5. • Por otro lado, se trataba de una "arquitectura
ligada al suelo" en el más amplio sentido de la
palabra. Los árabes estaban acostumbrados a
estudiar minuciosamente el emplazamiento
antes de instalar sus tiendas. Olían y oteaban el
lugar detectando los vientos dominantes, con
sombras de ventiscas, las vistas despejadas y,
siempre que fuese posible, la proximidad de un
río o un manantial.
6. • Toda la construcción musulmana es una
"arquitectura cercana al medio", no solo en
el emplazamiento y en la climatología sino en
sus materiales.
7. • Quizás lo mas valioso de la construcción
musulmana sea el uso sensible de los
materiales y la comprensión perfecta de sus
posibilidades para la construcción y la
decoración.
8. • Materiales muy deleznables fueron utilizados
con acierto en la adaptación de sus elementos
constructivos e incluso en la aceptación de los
sistemas constructivos, los cuales fueron
siempre sumisos con el entorno y receptivos
con la tradición edificatoria.
9. • En Siria, usaron la piedra, en Mesopotamia el
ladrillo. En Irán aceptaron la casa de los cuatro
iwanes para su edificio más propio, la
mezquita; y en España, donde el arco de
herradura visigodo presidía el entorno
arquitectónico, contribuyeron ampliamente a
su desarrollo, a la búsqueda de nuevas formas
expresivas y, construyeron con él su primer
gran edificio, la Mezquita de Córdoba.
10. • No obstante la forma de entrecruzar y conjugar
estos arcos, las dimensiones entre soportes y las
proporciones de sus luces e incluso sus sistemas
constructivos mantienen ese aire unificador de la
arquitectura musulmana. La mezquita cordobesa
ha sido descrita, poéticamente, como:
• ".....un bosque de palmeras, generador de un
ambiente natural arquitecturado, en el que
siempre se deja ver el barro, la piedra, la
madera y la obra artesanal.
11. • Aún cuando veamos mezquitas enormes,
palacios importantes y portadas de
caravansares de grandes dimensiones, la
construcción musulmana nunca superará ni
perderá la dimensión ni la escala humana. La
monumentalidad o grandiosidad le vendrá
dada por la riqueza decorativa.
12. • Entre los calificativos con que se ha tratado de
definir a la arquitectura musulmana nos
encontramos, y nosotros lo entendemos como
el más adecuado, el de una "arquitectura
cuántica" entendiendo como tal a la
secuencia o sucesión de espacios
perfectamente medidos y controlados, cuyos
ejes cambian de dirección al sobrepasar el
dominio funcional.
13. • Un conjunto islámico puede seguir creciendo
como lo hace un arrecife de coral y es muy
difícil que podamos detectar o precisar, por su
planta, cual es la construcción inicial y donde
empezaron sus añadidos posteriores.
14. • También podemos señalar la "ausencia de
vínculos entre la función y la forma"
como una de las características de la
arquitectura musulmana.
15. • Desde el momento en que para constituirse
una mezquita, no se requiere más que una
alfombra o estera para definir el espacio de
oración ajeno al exterior, y orientarse hacia
La Meca, es obvio que el árabe puede
acomodar cualquier función a cualquier
espacio previamente determinado.
16. • El árabe puede descansar y tener los mejores
sueños, durmiendo en un caravansar junto a
su camello, de la misma manera que lo haría
en la cama con dosel de un suntuoso palacio.
17. • Así, no hay ninguna forma ni elemento
constructivo que esté comprometido con
ninguna función determinada. Ni siquiera la
cúpula, que en muchos períodos históricos ha
tenido connotaciones de elemento místico,
puede garantizarnos que debajo de ella se
encuentra el mihrab de una mezquita, el salón
de recepción de un palacio, o la sala de
entrada a una vivienda modesta.
18.
19. • Como veremos más tarde, las primitivas mezquitas y las mezquitas omeyas fueron hipóstilas según el modelo de la Casa del Profeta. Las abasies
fueron de planta cruciforme con patio central según el modelo iránio de la "casa de los cuatro iwanes" y más tarde se desarrolló la mezquita de
espacio centralizado, a imagen de Santa Sofía, del período otomano, pero unas y otras soportaron el mismo uso y convivieron, y conviven, por todo el
territorio del Islam. Obviamente, es la riqueza espacial de los locales de un edificio, la que hace que él pueda ser usado para diversas funciones. Pero
también es normal que en la sociedad europea encontremos edificios que, por la bondad de sus espacios, hayan sido utilizados como cuartel, museo
o Universidad.
• Por ello no ha de esperarse de la arquitectura musulmana una identidad total en el binomio forma y función, y no ha de exigírsele una respuesta
formal única a una función concreta. No obstante, veremos que la sumisión a los mandatos o exigencias del Corán y las similares condiciones
ambientales, determinaron invariantes notables, a la vez que introdujeron constantes modificadoras sobre las técnicas constructivas locales, de
manera que, no sin esfuerzo, lograron establecer elementos similares, en las distintas regiones, encontrando la concordancia que, intelectualmente,
hemos supuesto a los edificios agrupados bajo el término de "islámicos".
• Por último aclaremos la ambigüedad que a lo largo de lo expuesto hasta aquí, algunos lectores habrán denunciado y que nosotros señalamos en el
punto primero. Esto es, la dificultad de establecer las posibles diferencias entre arquitectura islámica y arquitectura musulmana. Podemos definir, a
los efectos de este trabajo, "arquitectura musulmana" como un concepto amplio y la entenderemos como aquella que ha sido construida para los
musulmanes, en tanto que utilizaremos el termino de "arquitectura islámica" para definir a aquellos edificios que fueron construidos para atender a
los requerimientos del Islam, como función religiosa.
• Otro problema será definir que tipo de edificio musulmán queda claramente desvinculado de la función religiosa. Así, son claramente religiosos: la
mezquita, la madrasa o colegio, el santuario, el convento y los edificios funerarios. Extraeremos de dicha condición, sólo para nuestro trabajo, los
edificios de aposento, a pesar de mantenerle su función humanitaria y de que, en muchas ocasiones, incluyeron un lugar para la oración. Igualmente
haremos con los palacios a pesar de que frecuentemente disponían, en su conjunto, de alguna mezquita.
• Finalmente, digamos que los jardines son claramente religiosos para el musulmán pero nosotros no entraremos en ellos. No obstante el fenómeno
del Islam no debe entenderse como el aspecto religioso de una sociedad, ni como el tipo de religión adoptada por ella, sino que debe ser entendido
como la razón de ser, que hizo posible que un gran número de comunidades, con claras diferencias étnicas, se identificaran y se sintieran unidos por
dicho fenómeno religioso. Con todo, y aunque es posible que nada haya quedado suficientemente claro, esperamos que podamos seguir utilizando
un termino u otro y que nos sigamos entendiendo, sin tener que llegar a mayores, ni apelar a razones étnicas o de otra índole.