1. la lucha de las lamngen (mujeres mapuche)
por la vida de su pueblo y la tierra
Por: Comité de apoyo a las luchas del pueblo (CALP)
En primer lugar, que-
remos dejar en claro que como
winkas (no mapuches) que somos,
no haremos nada más que presen-
tar nuestro relato en base a nues-
tra experiencia y enseñanzas a raíz
de haber compartido y trabajado
con las Lamngen del Wallmapu.
El levantamiento que lleva años
ejerciendo el pueblo mapuche fren-
te a este Estado racista y coloniza-
dor le ha permitido ir avanzando en
la recuperación del territorio roba-
do y en autonomía, y las mujeres no
han estado exentas de esto. Es im-
portante visibilizar la lucha de las pu
zomo (Mujeres Guerreras o Fuerza
de Mujer) de las comunidades en
resistencia, quienes participan acti-
vamente en los procesos de recupe-
ración y control territorial. Desde el
trabajo de la tierra, hasta el enfren-
tamiento directo con los esbirros
del estado. Cuando llegan a allanar
y desalojar violentamente las comu-
nidades, las mujeres mapuches no
se quedan al margen de las tareas.
En esta ocasión, queremos saludar
especialmente el proceso de recu-
peración liderado por la Werken
Nora Ñancul, quien desde hace
años ha participado del proceso
de reivindicación del fundo Ran-
kilko de la comuna de Mulchén,
y a fines del año pasado, decide
de manera legítima empezar a
reivindicar el Lof Autónomo Li-
kankura en territorio ancestral
usurpado por la forestal Minin-
co, y con su ejemplo guía a su Lof
por la autonomía de su pueblo.
La Werkén Nora Ñancul ha lleva-
do una vida de lucha, por lo cual
también ha sido víctima de vio-
lencia y persecución en reiteradas
ocasiones por parte del Estado y
sus instituciones, siendo atacada
por los disparos de la policía que
casi la desangran y, recientemen-
te, sufriendo un cobarde ataque de
motosierra por parte de un sujeto
que realizaba tala ilegal de árbol
nativo en su territorio, hechos que
hasta hoy permanecen impunes.
A pesar de todo esto, sigue estoi-
camente en pie de lucha por la
autonomía y la reconstrucción
de su identidad como mujer Ma-
puche. Sin duda, la Werken y su
comunidad marcan un camino
digno de seguir y su experiencia
se suma a la de otras comuni-
dades que han demostrado una
y otra vez que ningún aparataje
estatal en alianza con empresa-
rios y latifundistas va a detener
la justa lucha por la vida y la tie-
rra, con un protagonismo nece-
sario de las mujeres que luchan
en sus territorios y comunida-
des. Que no solo son punta de
lanza contra el machismo, sino
también contra la represión de
un Estado que golpea porque
levantan ante la precarización
que viven territorios y por ser
mujeres quienes se levantan.
Como parte del pueblo chileno
que también ha decidido rebe-
larse frente a este sistema de ex-
plotación, creemos importante
PuebloMapuche/16 CARMELA JERIA Junio/2020
2. solidarizar con la lucha del pueblo
mapuche y aprender mutuamente
de nuestras experiencias. Compren-
diendo que los objetivos que per-
seguimos y nuestras vivencias son
distintas, reconocemos a la clase po-
lítica y empresarial que hoy está en
el poder como un enemigo común,
por lo que necesitamos unir fuerzas
para desmantelar hasta su última
estructura injusta y violenta contra
la vida de los pueblos oprimidos.
En este contexto de crisis, en que
se nos ha demostrado nueva-
mente que no les importa arries-
gar nuestras vidas para salvar
sus propios intereses, conllevan-
do la represión a quienes luchan
es que llamamos a solidarizar con
la huelga de hambre de los pre-
sos políticos mapuche de la cárcel
de Angol, iniciada el 4 de mayo.
Hasta la fecha llevan una baja de
aproximadamente 10 kilos en su
mayoría, mediante la cual exigen
la libertad de los presos políticos
mapuche (ppm) o cambio de me-
dida cautelar, como medida sani-
taria para enfrentar la pandemia
del COVID-19, la devolución del
territorio ancestral y el abandono
de las empresas extractivistas que
agotan los recursos naturales y al-
teran la biodiversidad, así también,
la desmilitarización del territorio.
Este es un ejemplo más de cómo
el Estado reprime con cárcel,
mientras las Lamngen siguen le-
vantando las luchas de sus comu-
nidades, y tienen que asumir un
rol no solo de poner la vida por su
pueblo, sino también asumir el de-
safío de agitar por la liberación de
los peñis de sus lof (comunidad).
En estos momentos la solidari-
dad es nuestra mejor arma, lle-
vemos las consignas a la acción.
¡Arriba las Lamngen que luchan!
¡Y libertad a los pre-
sos y las presas por luchar!
-SALUDO A LAS COMPAÑE-
RAS Y LAGMEN EN LUCHA
QUE GUIARON ESTE ESCRITO-
PuebloMapuche/17 CARMELA JERIA Junio/2020
3. sección entretención por. Equipo G.A.F.A
Esta es una de las primeras casas de acogida que
existió en Chile, fue creada en 1986 y consistía
en un comedor popular que administraban las
mujeres en la población José Miguel Carrera
en la zona norte de Talca. Esta casa se convirtió
en la sede de la organización de las pobladoras,
las que se reunían para apoyar a las vecinas que
eran víctimas de violencia sexual y doméstica,
siendo entonces una de las primeras demostra-
ciones de la organización feminista y popular.
También participaban mujeres que trabajaban
en la parroquia, formando una coordinación só-
lida entre vecinas y amigas, para hacerle frente
a la dictadura y al terrorismo de Estado con la
mejor arma que tiene el pueblo: la organización.
Hasta el día de hoy en la Casa Yela se realizan
actividades y acompañamientos para las veci-
nas, para hacer frente a la pobreza, al alcoho-
lismo y a la violencia. Esta casa de acogida es
un ejemplo poderoso de que solo el pueblo
ayuda al pueblo y de que el feminismo es clave
para combatir al patriarcado y al capitalismo.
DEBERIAS CONOCER DURANTE ESTA CUARENTENA:
“LA CASA YELA”
Hemos querido recomendar este trabajo realizado por
Eliana Largo y Verónica Quense, presentado el año 2006,
en el que se aborda el recorrido de la historia del movi-
miento feminista en Chile desde la fundación del Mo-
vimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile
(MEMCH), pasando por la unidad popular y la dictadura,
hasta pasada la transición a la democracia en los años 90.
A través de distintas entrevistas se visibiliza la acción de
las mujeres en nuestra historia cercana y se muestran dis-
tintas tensiones internas en el feminismo como organiza-
ción, tales como la autonomía del movimiento feminis-
ta respecto al Estado o los partidos políticos, la relación
con las otras luchas, las lógicas electorales, entre otras.
Se encuentra disponible para ver libremen-
te en Youtube en el canal de Eliana Largo.
¡No se lo pierdan!
RECOMENDAMOS VER DURANTE ESTA CUARENTENA:
Documental “calles caminadas”
Entretención/18 CARMELA JERIA Junio/2020
4. ¿Sabías que las mujeres han tenido un rol funda-
mental en la lucha medioambiental?
Nicolasa Quintremán
Fue una mujer pehuenche ícono de la lucha
en contra de la represa hidroeléctrica Ral-
co (Endesa) en el río Bio Bío, obra que obli-
gaba a su comunidad a desplazarse y dejar
sus tierras ancestrales para ser destruidas.
Desde 1995 Nicolasa junto a su herma-
na Berta lideraron las primeras moviliza-
ciones medioambientales en Chile. Dedi-
có toda su vida a luchar convirtiéndose en
una gran amenaza para la empresa, hasta que
el 2013 apareció ahogada en el lago Ralco.
“Pero esta tierra mía no la daña nadie, ni la vio-
la nadie, por eso nunca, nunca me voy a cansar
de luchar” (Nicolasa)
macarena valdés (la negra)
Organizó y dirigió la lucha en contra del pro-
yecto hidroeléctrico de las empresas RP Global
y Saesa en el río Tranguil. El año 2016 funcio-
narios de Saesa llegaron a la puerta de su casa
y la amenazaron con que “algo malo va a pa-
sar si no se van”. El 22 de agosto del mismo año
aparece colgada en su casa, frente a su hijo de 2
años. Carabineros y el SML decían que se tra-
taba de un suicidio, sin embargo, su familia y
comunidad juntaron dinero y pagaron una au-
topsia particular en la cual el médico afirma-
ba que Macarena había sido colgada muerta.
No se ha dejado de exigir justicia para La
Negra y ha inspirado a hombre y mujeres en
la lucha por el medioambiente, se han levan-
tado organizaciones con su nombre, obras de
teatro de su vida, ha estado presente en cada
protesta y su historia es una denuncia viva
de cómo las empresas asesinan para hacer-
se millonarias y cómo el Estado les respalda.
Entretención/19 CARMELA JERIA Junio/2020
5. Arriba quemando el sol
por, María Andrea Roa Estrada, wallpenina feminista
I
Escucho que se apagó el televisor del hijo mayor y recién acabó la jornada de la madre.
La pregunta breve con cuestionamientos que no acaban en estas líneas es:
¿Cuánto dura la jornada laboral de una mujer que se ha criado con creencias impresas en el
ADN que la familia es la base de la sociedad y su rol es primordial para la supervivencia de
la especie?, sin espacio a la duda de si su destino era ser la especie que daría tregua a la na-
turaleza con un proyecto que reemplazaría a la jornada de crianza por la actuancia en bús-
queda de la concientización de la importancia de vivir en armonía con los ciclos natura-
les y lo que reclama el espíritu en medida similar o diversa de aquellas eras de sobrevivencia
en que el capitalismo no había impuesto su jornada o cualquier otro cúmulo de dominación
asumiendo directrices ciegas de egoísmo, ostentación de poder, acumulación o expansión.
Pero esto no lo pensó la madre, lo pensó la narradora. Ella solo pensó en que al fin todos sus pollos
estabanencasayquesuhijomayorhabíaapagadoeltelevisor,porqueayersehabíaquedadodormido
yelladespertóalas3delamañanaaapagarloymenosmalquehabíadespertadoantesqueelpadrese
diera cuenta. Porque la luz había subido por tercera vez en el mes, y los retos siempre recaían en ella.
El padre se durmió a las 9 pm, con el recuerdo palpitante de las horas posterio-
res al almuerzo en que sus jefes lo reunieron junto a 10 compañeros para informar-
les que su contrato de trabajo había finalizado por necesidades de la empresa, esto de
acuerdo al marco legal que lo permite y se consagra en un tal artículo 161 que poco
le importaba, mientras escuchaba las palabras lejanas y su mente divagaba en los
días venideros. Cruzando el momento con recuerdos de una conversación del úl-
timo paseo de trabajo con el presidente del sindicato, que le comentaba del bolsi-
llo de payaso que los empresarios se habían inventado para despedir a lxs trabajadorxs,
con la única esperanza que tendrían si eso pasaba, según lo que había reteni-
do de una charla de unos cabros universitarios, que si invocaban esa causal te-
nían que fundamentarla y si no lo hacían, podrían demandar el despido improceden-
te y que si no les habían pagado todas las cotizaciones podrían demandar la nulidad y ahí
pintaba para mejor, porque tendrían que pagar todos los meses posterio-
res de sueldo completo. ¿Pero cuánto tardaban los juicios y los avisos?.
II
Esta vez, no fue la pampa, fue la pobla, y cada una con su balde y su cara de dolor, y arriba quema-
ba el sol, el obrero ya no sabía lo que valía su dolor. Mañana el padre despertaría con el confina-
miento burlándose de sus esperanzas en leyes laborales que alguna vez costó la vida de hombres
y mujeres luchando en las ardientes tierras salitreras y muchas más para verlas plasmadas en
papeles atiborrados que algunas almas jóvenes o no tanto reclamarían con dudosa efectividad.
La madre con algo más de alegría, se levantaría y disimularía con mayor éxi-
to su angustia al enterarse que su compañero había quedado sin salario, asistiría a
la reunión en la junta de vecinos que ayer le había llegado para unirse a la iniciati-
va de los comedores populares, porque los empresarios no sabrán lo que vale su dolor
mientras arriba quema el sol, pero ella sí, no era la prime-
ra vez que lo vivía y no permitiría que sus pollos lo vivieran.
Estas líneas se escribieron en pausas de redacción de demandas en la habitación de la na-
rradora, haciendo eco a la obediencia del confinamiento, los despidos improceden-
tes bajo el amparo de necesidades de la empresa lideraban las estadísticas del infor-
me de finalización de su práctica en la Defensoría Laboral, la mayoría sin aviso previo ni
entrega de finiquito actual o futuro. La empatía de la angustia de esas personas también era
suya mientras escribía y pensaba en la Violeta que no exageraba cuando decía que en esta fase
Entretención/20 CARMELA JERIA Junio/2020