Declaracion jurada de la ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner
Edición N°7 Boletín Sindical "Carmela Jeria" - Parte 3
1. ¡TREMATE, TREMATE, LE STREGHE SON TORNATE!
(¡tiemblen, tiemblen que las brujas ya volvieron!)
Mujeres Zapatistas
en el Primer
Encuentro de
Mujeres que Luchan
Marzo 8 del 2018
Chiapas, México
Foto por:
Tragameluz
Desdemiperspectiva,laex-
periencia de ser mujer y reconocerse
como tal, abarca tanto una experien-
cia personal como colectiva. Desde
la colectividad confluyen una serie
de elementos que guardan relación
con reconocernos desde el territorio
que habitamos y las luchas que nos
anteceden, es decir, reconocernos
como parte de una historia mayor.
En este breve texto pretendo hacer
un reconocimiento de la trayecto-
ria política militante de las mujeres
en el periodo de la dictadura, desde
el sur de Latinoamérica, y así con-
tribuir a la reconstrucción de una
memoria colectiva heterogénea que
se resista a la unidimensionalidad
de la historiografía oficial chilena.
La historia militante del pueblo
chileno, y en particular, de la mujer
como sujeta revolucionaria, abre
diversas expresiones que pueden
tomar formar individuales, colecti-
vas, dentro de la institucionalidad
o al margen de esta. A 47 años de
la dictadura militar en Chile, la re-
cuperación y reconocimiento de
esta historia sigue siendo un cam-
po de tensiones e invisibilizaciones.
La actividad revolucionaria en el pe-
riodo de los años 70 fue vital para la
resistencia contra la dictadura. Tuvo
distintas formas, pero trascendió a
estas: la lucha activa por la vida, la
denuncia contra la violencia fascis-
ta organizada, y el levantar proce-
sos que apuntaron a recomponer el
tejido social, sindical y poblacional.
Esta actividad militante se perci-
bía como un espacio masculiniza-
do, invisibilizando muchas veces
los relatos de las voces femeninas
que formaban parte de es-
tas orgánicas, esto tuvo como
consecuencia una escasa sis-
tematización documental que
vislumbrara las formas en que
las mujeres vivieron su militan-
cia, como compatibilizaban este
trabajo con sus actividades cotidia-
nas, y como era también el recono-
cerse como mujeres revolucionaras,
al interior de los espacios militantes.
Estos espacios fueron múltiples, al-
gunos compartimentados, otros
clandestinos, algunos con único fin
de boicot, y otros con un interés de
trascender. En esta ocasión me inte-
resa referirme a dos grandes conoci-
dos, como lo fue el MIR y el FPMR.
MUJERES MIRISTAS EN ROJO Y NEGRO
El MIR surge por el año 1965 im-
pulsando un proyecto de corte
marxista leninista, con perspectiva
antiimperialista y de liberación na-
cional. Una organización de cua-
dros para el proceso revolucionario,
quienes apuntaban a la lucha social
de masas y la acción directa como
vía de enfrentamiento al aparata-
je estatal y los grupos dominantes.
Con el triunfo de Salvador Allen-
de, abandona las acciones armadas
y asaltos bancarios para avocarse
de lleno a la construcción de Po-
der Popular, creando frentes in-
termedios para impulsar la lucha
reivindicativa de obreros (FTR),
campesinos (MCR), pobladores
(MPR) y estudiantes (FER, MUI).
Según señalan algunas recopilado-
ras , es por el año 78 que comienzan
a figurar mujeres en distintos me-
dios de prensa de la época, donde
se les atribuían acciones que cata-
logaban como “terroristas”. Estas
apariciones coinciden con la fuer-
te represión que sufrió el partido
entre los años 1978 y 1981 como
respuesta a la decisión de la orga-
nización de impulsar la Operación
Memoria/11 CARMELA JERIA Septiembre/2020
CONTINUA@escuelasindicalderechouchile
2. Retorno, que impulsó el ingreso
clandestino de militantes mujeres
y hombres al país para levantar el
plan 77 que, como fue señalado,
pretendía dar impulso a la guerra
popular y avanzar hacia una etapa
ofensiva contra la dictadura militar.
Figuras claves para el MIR y su his-
toria fueron, por ejemplo, Elizabeth
del Rosario Olivares, a quien se le
llamo por los periódicos de la épo-
ca como la “Mujer ‘cerebro’ en fa-
bricación de artefactos explosivos”.
También a Ana Luisa Peñailillo
Parra, ejecutada política y militan-
te mirista. Los voceros del Régimen
informaron que Ana Luisa Peñaili-
llo Parra resulto muerta al manipu-
lar aparatos explosivos, sin embar-
go, según relatos de sobrevivientes,
el 28 de abril de 1986 su domicilio
en Villa Alemana es allanado, dete-
niéndola y llevándosela viva. Lue-
go de esto, no se supo más de ella.
Otra importante referente es Arca-
dia Flores Pérez, asesinada a manos
de la Policía de Investigaciones, el
titular de La Tercera señalaba que:
“En espectacular balacera matan a
mujer extremista. Detectives des-
cubrieron escondite lleno de armas
y explosivos”. Arcadia era recono-
cida como una militante importan-
te al interior de la orgánica mirista.
LAS RODRIGUISTAS Y SU LU-
CHA POR LA VERDAD Y JUSTICIA.
LaestrategiamilitardelaPRPMplan-
teaba un accionar multifacético de la
militancia comunista que iba desde
accionesdecontrapropaganda,como
panfletos o rayados, hasta acciones
más arriesgadas que tenían por ob-
jetivo desestabilizar a la dictadura.
Según señalan las distintas reco-
pilaciones históricas, el ingreso de
las mujeres Rodriguistas a esta or-
ganización se hacía por dos vías.
La “formal” era mediante un pase que
hacía el Partido Comunista o las Ju-
ventudes Comunistas, mientras que
lavía“noformal”eracuandounmili-
tante del Frente hablaba directamen-
te con ellas, quien generalmente era
un conocido o amigo de la persona
que establecía este vínculo. No tod@s
l@s militantes comunistas podían in-
gresar al FPMR, acceder a estos es-
pacios otorgaba posiciones distintas
al interior de las organizaciones, que
representaba una mayor prepara-
ción en el ámbito técnico-militar.
La vinculación de las mujeres al
FPMR deriva inicialmente de la
participación de estas en el P.C. y
posteriormente en el Frente Cero.
Cherie Zalaquett recogió testimo-
nios como el de Ana Silva, jefa mi-
litar de armas, que ingresó durante
la Unidad Popular al partido. En su
caso fue preparada en “acciones de
sabotaje de los denominados Fren-
te Cero que precedieron al FPMR
y que fue el primer paso orgánico
del Partido para dotar de una es-
tructura al componente militar”
Lasfrentistas,ensuertederevertirlos
imperativos del poder de la Dictadu-
ra y lograr el cambio sistémico, adop-
taron estrategias tanto en el campo
de la acción como en el de las ideas,
modificando de forma paulatina las
creencias vigentes de aquella época.
En el escenario de lucha y represión
donde se requirieron las “supuestas
características de la masculinidad”
estaban también las mujeres que
supieron ajustarse en el desempe-
ño de ciertas labores asignadas.
Algunas reflexiones de cierre.
1. La experiencia militan-
te de mujeres es necesario para
la construcción de su identidad,
y el de sus organizaciones. Muje-
res rebeldes que lucharon contra
el aparataje fascista, y que arries-
garon sus vidas en la primera línea
armada. Fueron protagonistas que
se rebelaron de distintas formas, y
afrontaron al terrorismo de Estado.
2. En el aspecto orgánico las
militantes alcanzaron un lugar y una
posición distinta al rol tradicional-
mente asignado a lo femenino, no
sólo en la estructura orgánica-mili-
tar, sino que, además en la considera-
ción del imaginario social de la épo-
ca. Subvirtieron el orden patriarcal,
no respondiendo a aquellas muje-
res que espera el sistema, con una
actitud y estilo de vida eminente-
mente conservador responsable
de preservar el orden instaurado.
3. El Estado Chileno ha he-
cho escuetos intentos de repara-
ción para las víctimas de violen-
cia en el periodo dictatorial, sin
embargo, la historia de un país
que se resiste a la memoria no ter-
mina con llamados de perdón ni
con una reconciliación forzosa.
Las experiencias de aquellas muje-
res que vivieron en la clandestini-
dad no pueden ni debe significar el
relegar sus experiencias -tanto en la
ocupación de cargos, en las tareas
asignadas o en las
acciones impulsadas-.
se formaron como militantes au-
tónomas, trasgresoras, es decir,
mujeres militantes empoderadas.
Memoria/12 CARMELA JERIA Septiembre/2020
3. ¿Quién mato a Pinochet?
ENTRETENCIÓNENTRETENCIÓN
Eran las 8 de la tarde de un día de primavera
del año 1986. Lucía Hiriart estaba recostada en su cama,
acababa de despertar de una larga siesta y no podía re-
cordar bien el sueño que había tenido: algo así como que
vivía hasta los 100 años… ¡En fin!, fue solo un sueño.
Se levantó de buen ánimo, notó que ya había oscure-
cido y pensó en su querido Augusto. Después del al-
muerzo le había dicho que tenía que trabajar en la ofi-
cina que tenían en el segundo piso de la casa, pero ya
había pasado suficiente tiempo y se acercaba la hora de
cenar, así que se dirigió a decirle que no trabajara tanto.
Intentó prender las luces de su habitación y del pasillo,
pero ninguna encendía. Estaba toda la casa a oscuras y
se veía el brillo de unas velas por la escalera. Se debió
haber cortado la luz, cosa común desde hace un par de
años. -Estos malditos comeguaguas con sus explosiones
en torres de energía- refunfuñó Lucía para sus adentros.
Tomó una vela del estante del pasillo, la encendió con
un fósforo y avanzó iluminada únicamente por su lla-
ma. Llegó a la puerta de la oficina de su marido y vio
una nota que había dejado pegada: “NO MOLESTAR
HASTA LA HORA DE LA CENA.”. - Debe ser para
la sirvienta – pensó. -Siempre tan impertinente ella,
si hasta hace el aseo cuando una está presente-. Pero
algo le llamó la atención, desde dentro de la oficina no
se veía ninguna luz, como si Augusto trabajara a oscu-
ras. Abrió la puerta y no podía creer lo que la luz de la
vela le mostraba: Augusto, su querido Augusto tumba-
do en el suelo y con la cabeza torcida en una posición
imposible. Se acercó a él, ¡no respiraba! Pero seguía
tibio y solo pudo gritar hasta que se le acabó el aire.
Pasaron 30 minutos y la casa ya estaba llena de gente.
Adolf, de la policía de investigaciones, había comen-
zado con su trabajo y en su libreta tenía las siguientes
anotaciones: -La casa está en custodia día y noche por
20 militares, nadie entra ni sale sin que ellos sepan. A
las 19:00 horas se cortó la luz en varias cuadras al-
rededor de la casa de Pinochet, estaba todo oscuro.
Entretención/13 CARMELA JERIA Septiembre/2020
CONTINUA
Según el militar a cargo de la custodia dentro de la
casa solamente se encontraban los empleados: la sir-
vienta, la jardinera, el cocinero y la señora Lucía Hi-
riart-. A continuación, tenía anotado el testimonio
que los empleados le dieron al ser entrevistados. Adolf
se limitó a preguntarles qué habían hecho duran-
te el día, pero sin revelarles ninguna información:
Sirvienta: -Yo siempre entro a la oficina del patrón
a hacer aseo, pero esta tarde cuando vi la nota que de-
cía “NO MOLESTAR HASTA LA HORA DE LA
CENA” le hice caso y limpié el resto de la casa. Había
dejado casi todo limpio cuando se cortó la luz, me de-
diqué a prender velas en el comedor y living porque
sabía que se acercaba la hora de la cena, hasta que es-
cuché el grito de la patrona y pegué un salto del susto-.
Jardinera: -Yo hago mi trabajo aquí en el jardín no
más, nunca he entrado a la casa de los patrones, para
que así no desconfíen de una si se pierde algo o qué sé
yo, y menos si el señor no quería que lo molestaran has-
ta la hora de la cena. Solamente entro al baño del coci-
nero y comparto una que otra palabra con él y nadie
más. En el momento del apagón yo ya me encontraba
ordenando las herramientas en el patio pa’ irme pa’ mi
casa y mientras ordenaba escuché el grito de la señora-.
Cocinero: (tiene una quemadura en la mano): -Yo es-
tuve aquí en la cocina todo el día, esperé a que el señor
viniera a comer una merienda como siempre lo hace en-
tre el almuerzo y la cena, pero no se apareció, quizá tenía
que hacer, qué se yo. Después seguí cocinando, la media
cena que me hizo preparar la señora, si comen a lo gran-
de aquí, mire que estoy agotado de tanto cocinar, ¡y para
más remate que se corta la luz! Prendí unas velas acá en
la cocina y con la cera caliente me quemé aquí, mire. Te-
nía todo listo, antes de las 8, vi que la sirvienta dejó unas
velas en el comedor, pero los señores no bajaban nunca
a comer hasta que escuché el grito de la señora Lucía-.
A las 21:00 Adolf estudiaba sus anotaciones, preguntán-
dose - ¿cuál de los sospechosos pudo ser? ¿Cuál de ellos
se contradice? - De pronto se iluminó - ¡Ya sé quién fue!
4. Entretención/14 CARMELA JERIA Septiembre/2020
Como equipo Entretención queremos dejar en cla-
ro que, a pesar de ser una historia ficticia, la muer-
te del tirano Pinochet fue algo deseado por el pue-
blo durante todos los años que duró la dictadura.
Con este juego queremos homenajear a todos aque-
llos y todas aquellas combatientes que arriesga-
ron hasta la vida por una sociedad más justa, en-
frentándose al fascismo y al terrorismo de Estado.
Queremos homenajear a aquellos que, un 7 de sep-
tiembre de hace 34 años, intentaron cumplir con el de-
seo de todo un pueblo: ajusticiar al tirano; hecho por
el que Ramiro (Mauricio Hernández) continúa como
preso político y en pésimas condiciones carcelarias.
Porque el ejemplo es la mejor arma de lucha, y porque
todasytodosaquelloscaídosvivenennuestramemoria.
Porque en Chile todavía se reprime y tortura a quie-
nes luchan por una vida digna. Porque aún hay 2.000
pres@s politic@s de la revuelta popular del año pasado
con un procedimiento abierto. Porque en Wallmapu
el racismo se impone, mientras el gobierno deja mo-
rir a los presos políticos mapuches en huelga de ham-
bre. Porque la tortura sexual sigue siendo un método
represivo contra las mujeres y disidencias. Porque más
de 40 personas fueron asesinadas por las fuerzas ar-
madas desde octubre del 2019. Para que nunca más en
Chile soportemos torturas, asesinatos y desapariciones.
¡Libertad al comandante Ramiro, empedernido luchador contra el régimen de
Pinochet y a todas las presas y presos políticos chilenos y mapuche!
@escuelasindicalderechouchile
NUESTRA
MEMORIA
ESTÁ LUCHANDO
ESTÁ VIVA