Este documento describe el crecimiento de la población urbana en Londres entre 1784 y 1980, destacando cómo la Revolución Industrial condujo a la concentración de mano de obra en las ciudades, lo que a su vez generó condiciones de vida precarias para los trabajadores urbanos durante el siglo XIX. Asimismo, analiza los intentos posteriores de mejorar el diseño de las ciudades y resolver los problemas generados por la industrialización y el crecimiento urbano acelerado.