El documento describe las condiciones de vida deplorables de los primeros obreros industriales que se asentaron cerca de las fábricas en barrios improvisados, con malos materiales de construcción, falta de servicios e higiene, y jornadas laborales excesivas. También explica las reformas posteriores de las ciudades europeas para mejorar la infraestructura y hacerlas más cómodas para la burguesía, como la apertura de calles y avenidas en los cascos históricos y la construcción de ensanches perimetrales con