2. Introducción
En la naturaleza existen leyes que se vienen cumpliendo desde el inicio de la vida, lo que
vive muere y su muerte permite el renacimiento de nueva vida. Hojas, zacates, insectos,
árboles, hierbas vuelven a la tierra, para ser usados de nuevo en forma de abono. Las hojas
caen de los árboles cada otoño; los mismos árboles mueren, caen y se pudren, al mismo
tiempo que sus raíces se desintegran bajo la tierra. Los animales silvestres dejan primero
su estiércol, después sus cadáveres. Por ello el suelo del bosque es tan fértil, la tierra es
negra, húmeda y se le conoce como broza o tierra de monte. En la capa de materiales de
origen animal y vegetal que se encuentran sobre el suelo en proceso constante de
descomposición se forma materia orgánica en sus diferentes estadios hasta formar lo que
se llama humus o mantillo. Sobre esta tierra crecen plantas vigorosas y saludables, con
más capacidad para resistir plagas de insectos y enfermedades. Sobre los anteriores
puntos de referencia se fundamenta la construcción de la abonera o composta cuyos
fundamentos y procedimientos se muestran en el presente Informe.
3. Objetivos
1. Proveer información conceptual, científica y técnica sobre la construcción de la abonera,
2. Describir los procedimientos técnicos para construir la abonera, recomendaciones para
el uso y aplicación de abonos y las funciones del humus y de la composta en el suelo.
4. Aboneras Orgánicas
La abonera consiste en un montón o pila de materiales orgánicos acomodados de manera
ordenada con el objeto de acelerar el proceso de formación de humus. El proceso es
parecido a lo que sucede en la naturaleza, la diferencia es que en una abonera controlamos
los factores de descomposición (aire, humedad, temperatura, cantidad de materia seca y
verde), y volvemos los materiales crudos en un abono orgánico, en forma mucho más
rápida. Esto tiene la ventaja de que los nutrientes que este contiene se encuentran en
constante formación en el suelo y son transferidos de acuerdo a requerimientos de las
plantas, por lo tanto, no son arrastrados por la lluvia, riegos excesivos o el viento.
VENTAJAS DE PREPARAR UNA ABONERA
La abonera tiene las siguientes ventajas y cualidades:
Retiene seis veces su peso en agua.
Es uno de los mejores fertilizantes para nuestros cultivos y es algo que toda persona
puede hacer con materia orgánica que tenga a su alcance y su esfuerzo personal.
Este abono parece tierra de monte, húmeda y fértil. Nunca quema las plantas como
a veces sucede con el abono químico, ni siquiera en tiempo de sequía.
La composta tiene nitrógeno, fósforo y potasio, que son los tres elementos mayores
que requieren las plantas.
Contiene también muchos minerales (zinc, cobre, magnesio, hierro, boro, etc.), los
cuales son indispensables en pequeñas cantidades para la fertilidad de la tierra.
Se le considera como el más efectivo mejorador o restaurador de los suelos
La tierra rica en humus es sumamente suave y fácil de labrar, la pala entra casi sin
esfuerzo. Cuando llueve no se forman charcos, ni se pone lodoso, dado que la
materia orgánica absorbe rápidamente el agua y la va soltando lentamente dándoles
tiempo a las plantas para absorberla.
La tierra rica en materia orgánica atrae las lombrices, que constantemente están
aflojándola y la voltean facilitando con ello la respiración de las raíces, a la vez que
la fertilizan con su excremento.
La materia orgánica provee a las plantas de defensas contra el ataque de plagas y
enfermedades, principalmente a la raíz.
MATERIALES PARA HACER LA ABONERA
Entre los materiales de origen vegetal que se utilizan para hacer la abonera se encuentran:
cascarilla de café, hojas de árboles, pasto seco, hierba, cañuela de maíz, paja de frijol, paja
de trigo, aserrín, desperdicios de hortalizas y de la cocina, y plantas verdes. Entre los
materiales de origen animal se encuentran: el estiércol de diferentes animales, plumas,
vísceras, sangre y pelos. También se utiliza el hueso quebrado y en polvo que le
proporciona contenido de fósforo a la abonera; es mejor si los huesos son cocidos. Se
requiere suficiente agua para proporcionarle la humedad necesaria cuando se prepara y
remueve la abonera durante su proceso de descomposición
5. PASO No. 1
Aflojar a una profundidad de 30 centímetros aproximadamente el área que va a quedar
bajo la pila de abono. El propósito de esto es exponer la parte inferior de la pila a los
organismos del suelo y para que el agua se cuele. Regar la tierra ligeramente si está muy
seca. Se recomienda que dicha área tenga 1.50 metros de ancho por 4 metros de largo. Si
tiene bastante materia a descomponer, es conveniente no hacerla de más de los 4 metros
señalados, sino hacer dos o tres aboneras, pues esto permitirá tenerlas bien aireadas. Si
se tiene poco material habría que hacerla de por lo menos 1 por 1 metro, ya que más
pequeña no se calienta.
PASO No. 2
Conseguir dos palos gruesos de aproximadamente 2.25 metros de alto. Ponerlos separados
en medio del pedazo aflojado pero no muy enterrado porque se van a tener que sacar
después. Los palos una vez enterrados deben tener por lo menos 2 metros de altura y un
diámetro de 8 a 10 centímetros.
PASO No. 3
Con un machete, o cualquier instrumento que ayude a marcar los palos, trazar una raya a
20 centímetros del suelo una vez enterrado el poste, trazar la siguiente raya a 5 centímetros
arriba de la anterior. Seguir marcando los palos en este mismo orden hasta hacer 7 u 8
repeticiones.
PASO No. 4
Ahora hay que tender una capa de basura orgánica (paja, hierba verde, desechos de
cocina, zacate, etc.), en pequeños trocitos o desmenuzados; hasta la primera rayita de los
20 centímetros la capa debe quedar pareja sobre toda la extensión del suelo aflojado. Es
mejor que sea una mezcla de materia seca y verde, es decir, carbono y nitrógeno. Procurar
que la capa esté bien colocada, apisonada subiéndose encima de ella para ir teniendo
buena base y no se caiga; si está seca la materia orgánica agregarle agua hasta
humedecerla.
PASO No. 5
Luego tiende a una capa de estiércol de animal, mejor si es cernido, hasta la siguiente
rayita de 5 centímetros. De preferencia el estiércol debe de estar fresco pues así tendrá
muchos microorganismos y nitrógeno, si no habrá que humedecerlo en igual forma
PASO No. 6
Seguir con una capa de tierra, cernida de 2 centímetros hasta la siguiente rayita. Puede ser
tierra de cualquier clase; pero entre más fértil sea es mejor. Es conveniente que no lleve
piedras.
PASO No. 7
6. Seguir agregando capas a la abonera en el mismo orden, usando las rayitas para medir el
espesor. Cada vez que se añada una capa de materiales hay que mojarla un poco para que
se humedezca uniformemente (que esté húmeda y no le escurra el agua). La humedad
correcta está cuando se toma un puño de sustrato en la mano, se aprieta, no escurre y
queda bien formada la figura en la mano. Cuando se llega a una altura de 1.50 ó 2 metros
aproximadamente se termina con una capa de tierra y se humedece. El último paso es
quitar los palos para que queden los huecos. Es mejor esperar uno o dos días antes de
quitarlos para dar tiempo a que se asiente el montón.
PASO No. 8
Después de 3 ó 4 semanas tendrá que voltearse el montón como si fuera la mezcla que se
prepara para la construcción; ya no será necesario ponerle el poste o respirador, y entre
más veces se voltee mejor; cuantas veces se le de vuelta al montón, se debe revisar la
temperatura, si esta es alta hay que continuar el proceso de descomposición; al bajar es
indicativo que está en proceso de maduración. Dependiendo de los materiales que se usen
y el manejo de la abonera así será el tiempo necesario para estar lista para su uso, lo que
normalmente ocurre a los 3 meses.
7. Conclusión
El contenido de materia orgánica es, por lo general, más elevado en los suelos que se
manejan orgánicamente, lo que indica no sólo una mayor fertilidad y estabilidad de los
suelos orgánicos sino también una capacidad de retención de humedad más elevada, que
reduce el riesgo de erosión y desertización.