El documento define el conflicto como acciones que causan daño o deshumanizan a personas inocentes. Las personas afectadas por conflictos pueden experimentar efectos como actuar con maldad o sacrificarse a sí mismos para detener la maldad. Los conflictos involucran aspectos psicológicos, sociales y políticos como la imposición de valores sobre otros, intereses divergentes que generan emociones negativas, y presiones sociales que influyen en las inclinaciones ideológicas de grupos.