La actividad física es importante para mantener una buena salud física y mental y controlar problemas de salud como la diabetes. Antes de comenzar un programa de ejercicios, las personas con diabetes deben ser evaluadas por un médico para determinar si tienen complicaciones relacionadas y recibir recomendaciones personalizadas. Para aquellos sin complicaciones pero sin condición física, se recomienda empezar con 10 minutos diarios de ejercicio moderado e incrementar gradualmente la duración y intensidad.