El documento discute el papel del docente en la educación actual y los desafíos que enfrentan. Señala que los docentes deben ser competentes no solo en su área de enseñanza, sino también en aspectos humanos, administrativos, éticos y tecnológicos. Además, los docentes deben adaptarse a los cambios en los paradigmas educativos, centrándose más en el aprendizaje del estudiante y menos en la enseñanza. El SENA se presenta como un ejemplo al adaptarse a los avances educativos mediante
1. Autor: GERMAN MALDONADO PÉREZ
EL DOCENTE ACTOR PROTAGONISTA EN EL REPARTO DEL ACTO
EDUCATIVO
Los retos que asume el docente actual van más allá de su propia preparación, de su
formación, involucran a los actores del sistema educativo; estudiantes, directivos,
padres de familia, gobierno, con los cuales es necesaria una mejor interacción en pro de
la mejora continua que requiere un proceso tan cambiante como el educativo. Como
menciona Rodriguez (2009): “El docente en el sistema educativo debe actuar como
agente de cambios con compromisos y retos intrínsecos que le permita esforzarse a
plenitud para encontrarse a sí mismo y poder diseñar el camino para enseñar y orientar
en educación y que el acto de educar se convierta en una acción vital y superior para la
construcción y formación de la vida misma de los individuos con una actitud capaz de
insistir en la búsqueda de medios y técnicas que permitan mejorar el proceso curricular
y garantizar su constante mejoramiento personal y profesional. Así que, el
requerimiento de las competencias necesarias que hoy se le exigen a docentes para
argumentar su formación integral, para validar su accionar afectivo, para relacionarse
con sus comunidades y generar gran impacto social, con mentalidad de bien común y no
personal, con perspectiva de futuro planificado y ordenado, hace evidente que no sólo se
debe ser competente en el área específica de saber, sino que además se debe ser
competente con otros elementos que la sociedad, el entorno, la comunidad y su círculo
inmediato le exigen al maestro para estar a la vanguardia frente a las exigencias del
siglo XXI.
2. En relación con lo anterior, las pautas mencionadas hacen parte de las competencias
necesarias que debe tener un docente para encarar con éxito los desafíos del siglo XXI,
además, cuando se entiende la competencia como el saber hacer en un contexto
específico y no como superar al otro en una contienda, es que se teje y se construye el
éxito, ya que un docente competente, líder y de éxitos, debe dominar el saber hacer
desde una mirada más integral, es decir, domina fases administrativas, operativas,
procedimentales, de su contexto, logrando evidenciar en su gestión el ciclo P. H. V. A.
aplicado a su área de enseñanza y a su plan curricular, para que su planeación, su hacer,
sus formas de evaluar, le permitan analizar profunda e integralmente los ejes
anteriormente descritos y así, pueda volver a iniciar el proceso para que la toma de
decisiones sea con criterio, con responsabilidad y no desde el poder autoritario, en aras
del mejoramiento continuo de sus programas, sus proyectos y su área.
En definitiva, para ser competente en nuestra época y en el accionar pedagógico, se
hace pertinente identificar claramente la concepción de formación pedagógica integral,
es decir, poseer elementos importantes en los ejes de: educación, pedagogía y didáctica
específica, pero a la vez, el docente debe poseer otros elementos de carácter más
humano, que amplíen sus actuaciones, siendo más sensible ante sus semejantes, con
expresiones afectivas en sus prácticas y en su comunicación, comprometido con la
creación de una cultura de la conciencia, de igual forma, debe dominar elementos
administrativos para su área, debe ser estético desde el ejemplo hacia sus semejantes en
el entorno, ético en sus actuaciones y en la forma de vivir su vida, y lógico en el
dominio de su saber hasta el nivel de formación que posee como docente.
3. Aunado a todo lo expresado con anterioridad, se encuentran los desafíos actuales, los
cuales se traducen en las transformaciones más relevantes que en el terreno educativo
deben realizarse, lo que significa que el conocimiento deja de ser lento, escaso y estable;
la institución educativa deja de ser uno de los más importantes canales mediante el cual
se entra en contacto con el conocimiento y la información; la palabra del profesor y el
texto escrito dejan de ser la única opción de la comunicación, la educación ingresa en la
esfera de la globalización y la escuela deja de operar en un medio estable de
socialización. Por lo tanto, compete a la institución educativa propiciar espacio y
tiempos formativos, además de superar las tecnologías tradicionales de enseñanza-
aprendizaje e integrarlos a los medios tecnológicos didácticos vanguardistas, y debe ser
el docente el gestor de nuevos roles y funciones dentro de esta dinámica cambiante.
En este sentido, el SENA presenta un modelo de enseñanza ejemplificador en el país,
porque por un lado de adapta a los nuevos avances educativos en cuanto a la aplicación
de tecnologías de la información y comunicación (TIC), la formación de técnicos y
tecnólogos críticos, reflexivos y sobre todo productivos, los cuales se insertan
fácilmente a los sectores en los cuales son formados, haciendo de la institución una
socia estratégica para el sector empresarial al proporcionarle mano de obra altamente
calificada y preparada. Y por otro lado, siendo incluyente y participativa ya que permite
el acceso a la formación de aquellos con escasos recursos o que viven en zonas de difícil
acceso, en los cuales los cursos virtuales son su única posibilidad para cambiar sus
condiciones de vida.
4. Un claro ejemplo de todo lo manifestado es precisamente este tipo de cursos que
brinda el SENA, por medio del cual nosotros como docentes actualizamos nuestros
conocimientos, aprendemos de nuevas herramientas que podemos utilizar en las aulas
de clases, de nuevos métodos de enseñanza, y además experimentamos y somos parte de
una institución que se adapta a los cambios de nuestra época, un ejemplo de ellos el uso
de los avances tecnológicos, y los espacios virtuales son la mejor muestra de la
evolución que promulgan los nuevos modelos educativos, donde el docente es más que
un simple ponente sino que se transforma en un guía, es decir, una clase de aula
invertida pero en un ambiente totalmente virtual, enriquecida por el aporte de cada
participante.
Finalmente, podemos decir que los paradigmas educativos están cambiando,
pasamos de un paradigma en donde la toma de decisiones estaba centralizada en las
partes más altas del poder y donde los participantes del proceso educativo estaban muy
distantes, además el foco de todo era la enseñanza y como el profesor podía trasmitirla.
A un paradigma donde el aprendizaje y el estudiante que aprende son el centro de
atención. En donde el docente debe ser consciente de su papel como formador de
sociedad y de la necesidad de adaptarse a las nuevas situaciones provocadas por los
cambios sociales, para lo cual es necesaria una clara voluntad de cambio por parte de él
mismo, al mismo tiempo que se garanticen las herramientas e instrumentos necesarios
para asumir los cambios, además que la administración debe facilitar esta situación
mediante incentivos y recursos adecuados que lleguen a todos los profesionales de la
educación.
5. REFERENCIAS
Rodríguez, C. (2009). Papel del docente en el sistema educativo. Comunidades
virtuales de aprendizaje colaborativo. Colombia. Educar
Osorio, M. (2012). Aspectos para orientar un proceso pedagógico dentro de una
determinada institución educativa. Bogotá: SENA.
CIBERGRAFÍA
La formación del maestro en la sociedad actual: Consecuencias inmediatas y
nuevas perspectivas formativas.
Tomado de http://www.aufop.com/aufop/uploaded_files/articulos/1224340788.pdf
El papel del docente como gestor en el contexto actual.
Tomado de http://www.eumed.net/rev/rucc/17-18/lirl.htm