2. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Dejar de considerar que nuestros
sentimientos son buenos o malos: es
muy común que creemos dos pilas de
sentimientos: los buenos y los malos. El
problema es que cuando juzgamos
nuestras emociones, no logramos saber
realmente qué estamos sintiendo. Es
importante que entendamos las
emociones para poder determinar qué
las está causando.
3. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Observar el efecto que generan nuestras
emociones: nuestras emociones son armas muy
poderosas. Así que es mejor que dejemos de creer
que estas no repercuten en los demás. Es
importante que reflexionemos un poco sobre
nuestro comportamiento para entender el efecto
que generamos en los demás. Esto nos permitirá
escoger el tipo de efecto que queremos producir.
4. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Tender hacia la incomodidad: el mayor
obstáculo que solemos encontrar para
aumentar nuestra autoconciencia es que
siempre tratamos de evitar la
incomodidad de vernos tal cual somos.
Pero nunca lograremos mejorar si no
sabemos qué es lo que debemos hacer
para tal fin. Por tanto, es fundamental que
acojamos las emociones y las vivamos.
5. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Sentir nuestras emociones
físicamente: cuando
experimentamos emociones,
nuestro cuerpo también
experimenta ciertos cambios. Por
tanto, una buena manera de
entender nuestras emociones es
aprender a identificar los cambios
físicos que aparecen con las
mismas.
6. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Saber quién y qué nos molesta: esto
nos permitirá lidiar mejor con
nuestras emociones. Una buena
tarea es hacer una lista de las cosas
que nos molestan. Esto nos
permitirá aplicar las estrategias que
vienen más adelante.
7. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Mirarnos desde arriba: como si
fuéramos halcones. Esto nos permitirá
desarrollar una mejor comprensión de
nuestras emociones. En esencia, lo que
debemos hacer es calmarnos y captar
todo lo que está sucediendo para que
nuestro cerebro cuente con toda la
información necesaria.
8. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Hacer un diario de nuestras
emociones: aparte de que nos
permite ver las situaciones con
mayor objetividad, escribir un
diario nos permite identificar
nuestras tendencias con mayor
facilidad.
9. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
No dejarse engañar por el mal
humor: cuando nos sentimos de
mal humor, empezamos a verlo
todo bajo una nube negra. En
parte sabemos que no todo está
tan mal, pero nuestro cerebro no
nos escucha. Por tanto, este no es
un buen momento para discutir.
10. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Tampoco dejarse engañar por el buen
humor: la emoción y la energía que
sentimos cuando estamos de buen humor
pueden pintarnos las cosas mejor de lo
que son. Y esto puede llevarnos a tomar
decisiones de manera impulsiva. Por tanto,
es importante que aprendamos a
identificar cuándo estamos de buen humor.
11. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Preguntarnos por qué hacemos lo que
hacemos: ¿recuerda la primera vez que
reaccionó así? ¿Hay algún parecido con otra
situación? Mientras más entendamos por qué
hacemos lo que hacemos, estaremos mejor
equipados para evitar que las emociones se
roben el espectáculo.
12. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Revisar nuestros valores: ¿nuestros
valores están en armonía con nuestra
manera de comportarnos? Siempre
debemos tener nuestros valores
presentes, pues esto nos permitirá
delimitar nuestras reacciones.
13. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Revisar nuestra apariencia: nuestra
apariencia refleja lo que estamos
sintiendo. Por tanto, una manera de
saber lo que estamos sintiendo es
revisar nuestra apariencia. Esto nos
permitirá entender nuestras
emociones antes de que estas dicten
el tono de la jornada.
14. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Identificar nuestras
emociones en libros,
películas y música: si no
logramos identificar
nuestras emociones, una
buena idea es tratar de
identificarlas en ciertas
manifestaciones artísticas.
15. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Buscar retroalimentación: todo lo
que vemos debe primero pasar
por nuestros lentes. El problema
es que estos están manchados
con todas nuestras experiencias,
creencias y estados emocionales.
Por tanto, es importante pedirles
su opinión a los demás.
16. ESTRATEGIAS DE AUTOCONCIENCIA
Aprender a conocernos bajo estrés: el
cuerpo nos da muchas señales de que
estamos estresados. Unos sienten
malestar estomacal y otros sufren de
jaqueca. En cualquier caso, es importante
que sepamos identificar estas señales
antes de que el estrés cause mayores
estragos.
18. Respirar correctamente: en vez
de llenar por completo nuestros
pulmones, solemos respirar
entrecortadamente. Nues- tro
cerebro necesita 20% del oxígeno
que respiramos. La falta de
oxígeno nos impide
concentrarnos y nos deprime,
entre otras cosas. Respirar bien
nos calma y nos hace sentir bien.
19. Hacer una lista de emociones y
razones: muchas veces permitimos
que las emociones tomen un rumbo
mientras que la razón nos hala de la
camisa para que vayamos al lado
contrario. En estos casos, lo mejor es
hacer una lista que distinga el lado
emocional del lado racional del
argumento. Esto nos permitirá
aclarar nuestra mente.
20. Hacer que nuestros objetivos
sean públicos: no hay nada más
difícil que cumplir con lo que uno
promete, sobre todo cuando la
vida nos está dando sorpresas
constantemente. Por tanto, no
hay nada que nos motive más a
cumplir con nuestros objetivos
que hacerlos públicos.
21. Contar hasta diez: cuando nos
estamos sintiendo frustrados
o molestos, todo lo que
debemos hacer es contar
lentamente hasta diez
mientras respiramos
profundamente. Esto nos
relajará y nos permitirá tomar
mejores decisiones.
22. Hablarlo con la almohada:
algunas situaciones nos llenan
de tal ansiedad que tratamos
inmediatamente de hacer lo
necesario para superarlas. Pero
con frecuencia todo lo que
necesitamos para controlar la
situación es esperar un día, una
semana y hasta un mes.
23. Hablar con un experto en
autogestión: la mayoría de
nuestras deficiencias en el área de
la inteligencia emocional tienen su
origen en el hecho de que nunca
aprendimos ciertas habilidades.
En este caso, no hay nada como
aprender directamente los trucos
de los expertos.
24. Reír más: cuando reímos,
nuestra cara le envía
señales al cerebro de que
estamos felices. Por tanto,
cuando estamos en una
situación difícil, lo mejor es
tratar de reír, pues esto
contrarresta el estado
emocional negativo.
25. Reservar tiempo al día para resolver
problemas: durante el día pasamos
constantemente de un sentimiento al
otro sin siquiera saberlo. Esto implica
que no siempre estamos en las
mejores condiciones para tomar
decisiones. Por tanto, es importante
que reservemos un poco de tiempo
en el que nos dediquemos
exclusivamente a resolver
problemas.
26. Asumir el control de nuestra voz
interior:
Convertir los "yo nunca" o "yo
siempre" en "a veces".
Convertir los juicios críticos ("soy
un idiota") en juicios de hecho
("cometí un error").
Aceptar nuestra responsabilidad
ante los errores.
27. Visualizar que tenemos éxito:
a nuestro cerebro le cuesta
mucho distinguir entre lo que
vemos y lo que imaginamos.
Por tanto, visualizar que
estamos gestionando bien
nuestras emociones es una
buena manera de convertir
todas estas habilidades en
hábitos.
28. Aprender a dormir:
Exponernos 20 minutos a la luz solar de la
mañana: esto nos permitirá dormirnos
con mayor facilidad en la noche.
Apagar la computadora al menos dos
horas antes de dormirnos.
No hacer en la cama otra cosa que
dormir: nada de TV, etc.
Evitar la cafeína, sobre todo en la noche.
29. Concentrarnos no en nuestras
limitaciones sino en nuestras
libertades: a veces no es posible
cambiar una situación. Pero esto no
significa que debamos rendirnos.
Cuando sentimos que no tenemos
control sobre una situación, nos
desmoralizamos. Así que debemos
destinar nuestras energías a
aquello que sí podemos controlar.
30. Mantener la sincronía: entre
nuestras emociones y nuestro
lenguaje corporal. De lo contrario,
quiere decir que las emociones se
han apoderado de nosotros. Para
mantener la sincronía debemos
dejar de lado nuestras emociones
y concentrarnos en lo que estamos
haciendo.
31. Hablar con alguien que no esté
involucrado emocionalmente en
nuestro problema: alguien que
sea de confianza y que nos haga
sentir bien. Dicha persona nos
permitirá ver las cosas desde
otra perspectiva.
32. Aprender de los demás: a veces
nos ponemos a la defensiva
apenas comenzamos una
conversación. Tal vez nos están
criticando o están cuestionando
nuestros motivos. Lo cierto es que
en vez de ponernos nerviosos
deberíamos tratar de aprender
una lección.
33. Refrescar nuestra mente: nadie
pone en duda los beneficios
físicos de hacer ejercicio. Lo que
poca gente sabe es que el
ejercicio también es beneficioso
para la mente.
34. Aceptar que el cambio está a la
vuelta de la esquina: la idea
aquí es prepararnos para el
cambio. Es decir, pensar en las
posibles consecuencias de los
cambios antes de que estos nos
tomen por sorpresa.
36. Saludar a los demás por su
nombre: nuestro nombre es
parte integral de nuestra
personalidad. Por tanto,
dirigirnos a los demás por su
nombre es una de las maneras
más sencillas de crear un cierto
compromiso.
37. Refrescar nuestra mente: nadie
pone en duda los beneficios
físicos de hacer ejercicio. Lo que
poca gente sabe es que el
ejercicio también es beneficioso
para la mente.
38. Observar el lenguaje
corporal: es importante que
seamos expertos en lenguaje
corporal, pues esto nos
permitirá comportarnos de
acuerdo con cada situación.
39. El momento oportuno es lo
más importante: no pedimos
un aumento cuando el
negocio va mal ni pedimos un
favor cuando la otra persona
está estresada. Es importante
que hagamos cada cosa en el
momento oportuno.
40. Idear una pregunta de emergencia: a
veces las conversaciones no fluyen
como esperábamos; diez segundos de
silencio parecen una eternidad; y la
otra persona sólo responde con
monosílabos. Es hora de hacer una
pregunta que nos permita salirnos de
una situación incómoda. "¿Qué opinas
de [...]?".
41. No tomar notas en las
reuniones: el cerebro no
funciona muy bien cuando tiene
que hacer varias tareas a la
vez. Por tanto, o escuchamos lo
que dicen los demás o tomamos
notas. El problema es que al
tomar nota perdemos detalles
importantes de la interacción
entre los presentes.
42. Planificar nuestros encuentros
sociales: la próxima vez que
tengamos un evento, debemos
analizar quiénes serán los
asistentes y preparar una lista de
cosas por hacer o de puntos por
discutir. De lo contrario, es
probable que perdamos la
oportunidad de, por ejemplo, pedir
una tarjeta personal.
43. Limpiar nuestra mente: cuando
estamos con otras personas, debemos
estar "presentes" y evitar
distracciones, sobre todo las que
tenemos en la mente. Cuando estemos
conversando, es importante que no
interrumpamos a la otra persona
antes de que esta haya terminado.
Asimismo, debemos dejar de formular
nuestras respuestas mientras los
demás hablan
44. Vivir el momento
Hacer una gira de 15 minutos
El CE en las películas
Aprender a escuchar
Observar a los demás
Entender las reglas del juego cultural
Evaluar nuestra precisión
Ponernos en sus zapatos
Ver todo el panorama
Captar el humor que reina en el lugar
ESTRATEGIAS DE CONCIENCIA SOCIAL
45. Ser abiertos y curiosos
Mejorar nuestro estilo comunicacional
No dar señales ambiguas
Recordar las palabras "mágicas"
Asumir las críticas de manera positiva
Generar confianza
Contar con una política de "puertas abiertas"
Enojarnos a propósito
No tratar de evitar lo inevitable
Reconocer los sentimientos de los demás
Complementar las emociones o la situación de la persona
Estrategias de gestión de relaciones
47. Las emociones son señales que
nos dan información sobre lo
que es importante para una
persona, por ello es importante
ponerles atención y analizar lo
que desata un estruendo
emocional.
Las emociones nos iluminan
datos muy importantes y
profundos de nuestras personas,
a partir de ellas podemos
entender nuestros valores más
profundos. A partir de nuestras
manifestaciones emocionales
comprendemos qué es lo más
importante para nosotros. A
través de ellas podemos
descubrir lo que nos hace felices
y lo que nos aleja de la alegría.
48. La agilidad emocional se trata de
reconocer lo que me está causando
ciertas reacciones y aprender a
manejarlas de forma que jueguen en
nuestro equipo, en vez de estar luchando
contra ellas.
Ponerle nombre a los pensamientos y
emociones. Esta es una actividad clave
para entender y poder manejarlos. Hay
que denominarlas: enojo, decepción,
frustración, dolor, ya que al nombrarlas
se les materializa y así sabemos qué
hacer con ellas. No nos dejamos
sorprender por ellas.
49. Aceptarlas. Que no es lo mismo que controlarlas, más
bien es lo contrario. Se trata de entrar en contacto con
el miedo, la angustia o la preocupación, y reconocerlas
como parte de la situación en la que nos encontramos.
Actuar con base en valores. Al desenganchar los
pensamientos y emociones, se expanden las opciones, y
en esa condición, se puede actuar con base en los
valores. Se trata de preguntarlos ¿Qué me revela esta
emoción y qué quiero hacer con ella? ¿Cuál, a partir de
mis valores, es la forma correcta de abordar esta
situación?
Enfocar el manejo de las emociones alineando valores.
Las emociones en general, no son buenas ni malas, sino
lo que se hace con ellos. Aprender a identificarlos es el
primer paso para transformarlos en una base positiva
para la toma de decisiones.
50. 1 MOSTRARSE: Ello significa enfrentarse a los propios pensamientos, emociones y comportamientos
con intención, curiosidad y amabilidad. Algunos de estos son válidos y apropiados al momento,
otros son residuos. Podemos aprender mucho de ellos.
2 DISTANCIARSE: Luego de afrontar pensamientos y emociones, el siguiente paso es desapegarnos
de ellos y observarlos para verlos como lo que son: solo pensamientos, solo emociones. Al hacer
esto, creamos el “espacio abierto” entre nuestras emociones y nuestro modo de responder a ellas.
Nos permite vernos con posibilidades.
3 SEGUIR EL PROPIO CAMINO: Luego de las dos fases anteriores, podemos ahora centrarnos en lo que
realmente nos importa, nuestros valores fundamentales y objetivos más relevantes. Se trata de
“puntos de elección”.
4 SEGUIR ADELANTE: Mas que pensar en grandes transformaciones, hacer pequeños ajustes
deliberados imbuidos de nuestros valores, puede marcar una gran diferencia en nuestra vida. Esto
implica que realizar ajustes de rutinas y hábitos a través de la repetición diaria puede tener un gran
poder transformador.
EL PROCESO DE CULTIVO DE LA AGILIDAD EMOCIONAL SE
DESARROLLA EN CUATRO MOVIMIENTOS:
51. ESTA AGILIDAD EMOCIONAL TIENE 4 PASOS ESENCIALES SEGÚN LA
PROFESORA DAVID:
MOSTRAR: No tratar de reprimir nuestras emociones y pensamientos, especialmente cuando no son
placenteros, sino contemplarlos con curiosidad y cariño.
SALIR: Observar nuestra emociones y sentimientos con cierta distancia e imparcialidad y no vernos obligados a
responder inmediatamente ante el estímulo. Siempre existe un espacio entre el estímulo y la respuesta donde
podemos escoger cuál será nuestra respuesta. Poder salir nos permite observar más globalmente la situación y
abrirnos a un campo más amplio de posibilidades.
CONOCER LAS RAZONES (PASEAR LOS POR QUÉ): Darnos espacio nos permite algo realmente importante que
no es otra cosa que conectar con nuestro valores más centrales y con nuestras metas más prioritarias. Esto
facilita que nuestras decisiones sean más acertadas ya que responden a nuestras estrategias fundamentales.
AVANZAR: Teniendo en cuanta dos principios fundamentales en cualquier estrategia de mejora: Marcarse
pequeñas mejoras sencillas impregnadas con nuestros valores, que se incorporen como hábitos sostenidos en
el tiempo. Balancear estas acciones de mejor en un equilibrio adecuado entre nivel de reto y competencia para
que nos permita alimentar un estado anímico de entusiasmo y empoderamiento.
52. PROPERA
ENGANCHADO
DISTANCIATE
SEGUIR EL
PROPIO CAMINO
ENFRENTARSE A LOS PROPIOS PENSAMIENTOS
“ESPACIO ABIERTO” ENTRE NUESTRAS EMOCIONES Y
NUESTRO MODO DE RESPONDER A ELLAS.
OBSERVAR NUESTRA EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
AHORA CENTRARNOS EN LO QUE REALMENTE NOS IMPORTA,
NUESTROS VALORES FUNDAMENTALES Y OBJETIVOS MÁS
RELEVANTES
METAS Y VALORES
REALIZAR AJUSTES DE RUTINAS Y HÁBITOS A TRAVÉS DE
LA REPETICIÓN DIARIA PUEDE TENER UN GRAN PODER
TRANSFORMADOR.
MUESTRATE
SIGUE ADELANTE
53. EL ENGANCHE
Nuestra mente es una máquina de encontrarles sentido a las cosas, y
ser humano implica, en gran medida, trabajar para darles sentido a los
miles de millones de bits de información sensorial que nos
bombardean todos los días. Nuestra manera de encontrar el sentido es
organizar todo lo que vemos y oímos, y todas las experiencias y
relaciones que se arremolinan a nuestro alrededor, en un discurso
coherente
Durante un día promedio, la mayoría de nosotros
pronunciamos unas dieciséis mil palabras. 1 Pero
nuestros pensamientos (nuestras voces internas)
producen varios miles más. Esta voz de la conciencia
es un charlatán silencioso pero incansable, que nos
bombardea, en secreto y sin cesar, con sus
observaciones, comentarios y análisis.
54. EL ENGANCHE
Las personas que están apegadas a una forma
específica de pensar o comportarse no están
prestando realmente atención al mundo tal como
es. Son insensibles al contexto, sea cual sea.
Más bien están viendo el mundo tal y como lo
han organizado: en unas determinadas
categorías que pueden o no guardar relación
con la situación del momento.
Nos enganchamos cuando no estamos al cargo de
nuestras propias vidas, cuando no estamos actuando
de acuerdo con nuestra propia voluntad reflexiva y
con todo el abanico de opciones que la inteligencia
perceptiva puede invocar.
55. LOS CUATRO ANZUELOS
MÁS HABITUALES
1- ANZUELO: ECHAR LA CULPA A LOS
PROPIOS PENSAMIENTOS:
«Pensé que pasaría vergüenza, así que no fui a
la fiesta».
«Pensé que se estaba mostrando distante, así
que dejé de compartir información sobre el
proyecto».
56. LOS CUATRO ANZUELOS
MÁS HABITUALES
La mente de mono está obsesionada con el pasado («No
puedo perdonar lo que hizo») y el futuro («No puedo esperar
para dimitir y cantarle las cuarenta a mi jefe»). También usa
muchísimo un lenguaje interno mandón y enjuiciador
(palabras como debo , no puedo y debería
: «Debo perder peso», «No puedo fallar», «No debería
sentirme así»). La mente de mono nos saca del momento y
nos aparta de lo que es mejor para nuestras vidas.
2- ANZUELO: LA MENTE DE MONO
57. LOS CUATRO ANZUELOS
MÁS HABITUALES
3- ANZUELO: VIEJAS IDEAS QUE YA NO
SON ÚTILES
Necesitaba agilidad emocional para
adaptarse a las circunstancias muy
diferentes, mucho más positivas, de su
vida adulta. Su vieja forma de pensar
basada en ocultar sus sentimientos y
emociones ya no le servía.
58. LOS CUATRO ANZUELOS
MÁS HABITUALES
4- ANZUELO: JUSTICIA DESENCAMINADA
El antiguo maestro griego de las paradojas, Heráclito, dijo que
nunca se puede entrar en el mismo río dos veces, lo cual
significa que el mundo está cambiando constantemente y, por lo
tanto, siempre nos presenta nuevas oportunidades y situaciones.
Para sacarle el mayor provecho, debemos acabar
continuamente con las viejas categorías y formular otras nuevas.
Las soluciones mejores y más interesantes a menudo acuden
cuando tenemos la mente del principiante y nos acercamos a las
nuevas experiencias con la mirada fresca. Esta es una piedra
angular de la agilidad emocional.
59. MUÉSTRATE
Mostrarse no es un ejercicio de voluntad heroico;
consiste solamente en mirar a los ojos a aquello que
nos atormenta y decirle: «Está bien. Tú estás aquí y yo
estoy aquí. Hablemos. Soy lo suficientemente grande
como para contener todos mis sentimientos y todas mis
experiencias pasadas; puedo aceptar todas estas
partes de mi existencia sin verme aplastado o sentirme
aterrorizado».
LA COMPASIÓN
HACIA UNO MISMO
LA COMPASIÓN HACIA UNO
MISMO NO CONSISTE EN
MENTIRSE
LA COMPASIÓN HACIA
NOSOTROS MISMO NO ES
INDICATIVA DE QUE SOMOS
SUJETOS DÉBILES O
PEREZOSOS
EL CRÍTICO INTERIOR
60. DISTÁNCIATE
Después de mostrarse , el siguiente aspecto crítico
de la agilidad emocional es tomar distancia respecto
de las emociones. Un análisis profundo realizado a
lo largo de los años demuestra que, a diferencia de
quienes desahogaron sus emociones a gritos, los
escritores de estos experimentos que más
prosperaron en sus vidas empezaron a experimentar
revelaciones, lo cual reflejaron por medio de
aseveraciones como «he aprendido que...», «me
ha sorprendido que...», «la razón por la cual...»,
«ahora me doy cuenta de que...» o «lo
comprendo». En el proceso de la escritura,
pudieron crear una distancia entre el pensador y el
pensamiento, el que siente y el sentimiento, que les
permitió adquirir una nueva perspectiva,
desengancharse y avanzar.
61. SIGUE TU CAMINO
Cuando uno sigue su propio camino, vive según su propio
conjunto de valores: las creencias y los comportamientos
que aprecia y que le dan un sentido de propósito y una
sensación de satisfacción. Identificar los valores que son
verdaderamente propios y actuar según ellos no los
valores impuestos por otros, no lo que pensamos que
debe importarnos, sino lo que nos importa realmente es el
siguiente paso crucial en el desarrollo de la agilidad
emocional.
62. SIGUE ADELANTE
Ajustar la mentalidad, la motivación y los hábitos consiste
en sintonizar el propio corazón con la fluidez del mundo, en
lugar de plantar los pies en la estabilidad. Consiste en estar
al servicio de la vida con un sentido lúdico de la curiosidad y
la experimentación y teniendo en cuenta «lo que haríamos
si ocurriese tal cosa» en el contexto de nuestros desafíos.
Consiste en dejar de lado las ideas sobre «adónde vamos a
llegar» (los resultados y los objetivos) e implicarnos
libremente en el proceso y el viaje, viviendo la vida
momento a momento, reconsiderando un hábito tras otro y
avanzando paso a paso.
63. LA PRÁCTICA DE LA AGILIDAD EMOCIONAL
Quienes estamos en el mundo «real» tal vez no seamos
capaces de tocarnos con una varita mágica y transformarnos
instantáneamente en las personas que más anhelamos ser. Pero
si practicamos la agilidad emocional, no necesitamos la magia.
Porque la agilidad emocional nos permite ser quienes somos
realmente para todo el mundo, todos los días.
La agilidad emocional hace que no vivamos fingiendo ni
interpretando un papel, lo cual provoca que nuestros actos
estén dotados de un mayor poder, porque emanan de nuestros
valores fundamentales y de nuestra fortaleza de base –es
decir, de aspectos nuestros que son sólidos, auténticos y
reales.